"Diversión en la biblioteca"
Tras la enorme puerta de la biblioteca, esa que siempre le causaba problemas ya que al tener una contextura liviana se le volvía un verdadero suplicio. Entro un chico con una gran desgana para poder encontrar un tonto libro que le había pedido el profesor para realizar un trabajo para mañana en clases, así que como siempre se había olvidado y estaba ahí a ultima hora buscando el famoso libro para la famosa tarea que estaba seguro no le iría muy bien. Siempre le había gustado la escritura por eso también su afán de escribir canciones pero ciertamente leer un libro de historia no le parecía emocionante, por favor tenia que tener motivación pero ese libro estaba seguro no se la iba a dar.
Observo a la gente sentada en los mesones leyendo, y se pregunto ¿en verdad existía gente que le gustara venir por propia cuenta a la biblioteca? Pero si era aburridísima con ese ambiente tan lúgubre y silencioso en donde se podía sentar y quedarse fácilmente dormido y sin que nadie lo molestara a menos que comenzara a roncar y la encargada de la biblioteca le reclamara para que no hiciera ruido
Se fue a sentar en una de las sillas de los grandes mesones para esperar a que le entregaran su libro, claro luego de haberlo pedido, llevaba cinco minutos y su paciencia ya se estaba agotando. Sentía que si seguía en ese lugar, que parecía estancado por el tiempo, se quedaría totalmente dormido o en el peor de los casos se convertiría en una momia como las que estaban presentes ahí leyendo sin siquiera pestañar.
Mientras en la mesa de al lado se encontraba un joven de cabellera rubia, cuerpo muy bien formado, y de unos ojos ámbar deslumbrantes, con una pose que llamaba a cualquiera a querer solo un poco de la atención de esa mirada tan profunda y atrayente. Observaba al chico de cabellera rosa y ojos amatista. Desde que este había cruzado la puerta le había parecido una belleza nunca antes captada por sus relucientes ojos. Porque obviamente recordaría claramente a esa figura si la hubiera visto en algún momento de su vida, pero lo que más llamaba su atención eran esos extravagantes ojos de un color amatista intenso.
El chico se movía de un lado a otro de forma tan torpe e inocente que se notaba a kilómetros que si fuera por su voluntad él no estaría en ese lugar, por ello como el era un buen "ciudadano" y le encantaba "enseñar" aprovecharía que tenia la intención de realizar su buena obra del día y le enseñaría que la biblioteca no era tan aburrida como parece que el chico creía y además se daría el lujo de probar a tan lindo espécimen que se le mostraba ante sus ojos de forma tan inocente.
Se levanto fue a dejar el libro que había tomado a la bibliotecaria y se dirigió donde el chico.
-como es que un mocoso, se encuentra en un lugar como este
-¡que!...- grito shuichi pero al ver las miradas que le dirigieron decidió bajar la voz y voltear al "sujeto" que le hablaba, para dirigirle una mirada de indignación por sus palabras - que te crees, no es de tu interés lo que yo haga "d-e-s-c-o-n-o-c-i-d-o"
-así que desconocido, entonces para arreglar ese detalle por que no me acompañas "mocoso"
Tomo a shu del brazo y lo jalo hacia los últimos estantes donde había una pequeña puerta, la abrió y entraron en un cuarto, que por los implementos que se encontraban en su interior deducía eran de esos típicos cuartos para guardar los útiles de limpieza.
-oye que es lo que haces, estas loco-miro el lugar era un cuarto pequeño, en donde no se encontraba ni siquiera una pequeña ventana. Pudo observar que había unas escobas, pala, trapos para limpiar, y una mesa con unas botellas encima- ni siquiera me conoces y me traes acá estas completamente loco
-¿Cómo te llamas?-pregunto eiri
-...shuichi-dudo en responder pero luego de pensarlo le respondió no encontró nada de malo en contestar la pregunta así que solo le contesto
-el mío es eiri, y ahora que nos conocemos no tienes escusa para seguir alargando una situación que tu también deseas.
Tomo al chico de la cintura y lo subió a la mesa botando las botellas que se encontraban encima de esta
-¡oye para! Esto esta mal ¿Qué crees que haces? Pervertido- no sabia que decir para detener a eiri, una parte de el quería que lo tomara y lo llevara hasta ese punto en donde se creía tocar el cielo con la punta de los dedos y otra que estaba seguro era su conciencia le decía que eso estaba mal, muy mal. Se sentía como en las típicas escenas de las series de anime que veía, en donde tienes en uno de tus hombros a un angelito vestido de blanco y hablándote pacientemente para que tomes la mejor decisión, mientras en tu hombro contrario se encontraba se diablito travieso vestido de rojo incitándote con voz emocionada a cometer locuras que le ponen un poco de emoción a tu existencia.
-hablas mucho y me carga que me interroguen, eres mas lindo sin que pronuncies palabras-dijo eiri
-¡que te crees idiota! Venir a... mhh-no pudo seguir hablando ya que eiri le había amarrado con sus brazos por la cintura a la vez que posaba sus labios en los de él
No se había equivocado el chico tenia una sabor exquisito, como a frutillas, unas muy ricas frutillas.
La falta de oxigeno se hizo presente ya que shuichi en un punto del beso del cual no se había dado cuenta había permitido y ayudado en el beso apasionado en el que se encontraban.
Se separaron tratando de recuperar la respiración y luego de un momento eiri comenzó a acariciar el cuerpo de shu con sus manos. Saboreo su cuello dando pequeñas lamidas y besos lo que causo más de un dilema en shu
-pa... para... esto esta... mal...- no podía hablar casi la voz se le cortaba con el gran placer que sentía
-¿Qué quieres que deje de hacer? Esto -dijo rozando sus entrepiernas
-ahhm... no ¡basta!-sinceramente hasta el asumía que decía una cosa pero en verdad deseaba otra
De un fuerte jalon eiri quito la camiseta que llevaba shu y este sin quedarse atrás desabrocho su camisa pasando sus manos por la espalda de este
-que... no era que no... querías... mh-dijo eiri con dificultad estaba mas concentrado en sacar los pantalones y boxer del mocoso que de reclamarle algo. Ciertamente le causaba gracia como el mocoso le pedía no seguir mientras con sus suaves manos acariciaba todo lo que encontrara a su paso en un estúpido intento de negarse lo que se notaba a leguas el también deseaba con toda pasión.
-cállate idiota- y digamos que shu no estaba en una situación distinta del rubio se encontraba en un punto en donde su razón y nombre se habían perdido por completo en algún lugar del camino a esos labios tan exquisitos.
Eiri recostó a shuichi sobre la mesa abrió sus piernas para ver esa linda entrada la que lo llamaba para que lo poseyera y así que sin mas se coloco entre esas tersas piernas, tomo su virilidad colocándola a punto de poseer al pequeño shu cuando...
-¡QUE HACES BAKA!
-AHHH.... Eiri no me asustes de esa manera casi me da un infarto por kami-sama
-me importa la nada si te mueres a mi lo que me importa es ¡¿Qué haces en mi computadora?!
-solo leía la gran "obra" que estabas escribiendo como el gran escritor de novelas románticas que dices ser pero eres un completo ¡pervertido! Por esto es lo que te encierras y me dejas abandonado como un cachorro al frío puro de la nieve mientras podrías perfectamente estar cumpliendo tu pequeña "fantasía" y no solo escribirla como un reprimido!!!
-te he dicho mil veces que no te metas en mis asuntos y menos en mi escritorio mocoso
-claro que me meto yuki-baka mira lo que andas escribiendo, y olvídate del sexo por las tardes ¡escuchaste! Engreido-dijo shu mencionando la ultima palabra en forma de susurro
-me estas amenazando baka, como si me fuera a importar tu amenaza si quiero salgo y me busco a una suculenta mujer con la que satisfacer lo que no quiere mi pareja. Después de todo quien no querría una aventura ardiente de una noche con el escritos yuki eiri- eiri tenia muy claro que no haría eso hace mucho que había abandonado la rutina de ser un mujeriego de primera y todo por ese mocoso baka pero esto solo se quedaba en su mente porque nunca rebelaría el hecho seria perder su afamado orgullo y créanme que eso no pasaría, por lo menos en esta vida.
-eres un desconsiderado yuki, me lo debes tal vez cuantas otras cosas hallas escrito y subido a Internet sin siquiera mi consentimiento y además estoy seguro de que no irías en busca de una conquista porque te sobra conmigo después de todo soy tu única inspiración o no??
-sigue soñando mocoso tarado, además estoy seguro de que no te desagrada para nada la idea de sexo en lugares públicos
-cállate pervertido
-ya, ya dejemos de discutir y por que no mejor me das un poquito de inspiración para una nueva historia - shu se sonrojo debía admitirlo la historia de eiri no estaba mal del todo, claro que lo habían hecho en millones de partes como el parque, restaurante, ascensor y miles de lugares pero en la biblioteca nunca no seria mala idea cumplir esa fantasía.
-esta bien pero esta es la ultima vez que te perdono de escribir fic y subirlos a Internet ¿esta bien?
-como digas baka- el mocoso siempre le decía lo mismo "la última vez" pero nunca la cumplía como no si a él también le gustaba el jueguito y ni tonto se lo perdía. Mas adelante se preocuparía de cumplir la fantasía de la biblioteca por ahora le esperaba una larga noche en su habitación y no precisamente para dormir
Tomo a shu en brazos y se dirigió a la habitación...
Para una larguísima noche con su lindo koibito
FIN.
Espero les alla agradado y dejen review!!!