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Kyo kara Maou por Ciel Phantom

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Notas del capitulo:

bien antes que nada debo aclarar que este grandioso fic se esta escribiendo en conjunto.

Prue Phantomhive, mi linda prima esta haciendo las correcciones y mejorando los cap, por ello encontraran que el

CAPITULO 1 ESTA EDITADO.

gracias por eler y mas por sus comentarios.

un beso enorme y un abrazo a Prue. Tus ideas y correccioens hacen maravillas por mis escritos. tkm

 


 


Como el consejero del rey, se presentaba el gran actor Gunter Christ. Muchos se preguntaban porque un hombre con su talento había decidido formar parte de esa pequeña empresa siendo reconocido a nivel mundial como modelo de pasarela y, al nacional, como actor de alto calibre, el que el pelilila firmara contrato daba en sí mucho de qué hablar a la prensa.


 


No podían quejarse, era propaganda gratuita muy buena.


 


 _Se filma: “El guaperas contra el fan beisbolista”_Se anunció en el set por medio del megáfono mientras se apagaban las luces del foro para dejar únicamente las del set.


 


Las escenas eran fáciles en estos primeros capítulos ya que, la intención, era dar al espectador una idea clara de cuáles eran las diferencias entre mundo y mundo, además de plantear bien las incógnitas que poco a poco ser irían desarrollando en la trama. Y sin embargo, Tomo se comía las uñas en su cómoda poltrona al lado del director de escena por ver llegar la escena del compromiso.


 


En la mesa, Yuuri estaba igual o más nervioso que el director y el mismo Tomo. Sabía que tendría la gran suerte de tocar su mejilla, aunque solo fuera por esa bofetada fingida con la cual quedarían comprometidos.  Por  extraño que pareciera esa idea lo hacía feliz.  Había estudiado el guion, leído de principio a fin las novelas,  y aun seguía sin comprender del todo a su personaje: El Yuuri Shibuya de la serie, parecía ser un completo imbécil, nadie en su sano juicio dejaría que  un chico como ese durmiera en su cama... A menos que quisiera ser acusado de violación. Y, por otra parte, estaba el gran misterio: ¿Tendría hormonas? ¿O tal vez un retraso mental?


 


 Pero como él era únicamente un chico al que sin nada de experiencia habían contratado para convertirse en el protagonista de una nueva serie televisiva, pues daría lo mejor, y si su personaje era enclenque, pues sería el mejor enclenque posible.


 


Después de una lucha, la cual por cierto, en su mayor parte terminaría siendo editada a computadora simulando el fuego de la mano de Wolfram y las serpientes de agua convocadas por él,  se escuchó la tan grandiosa frase: “Corte, se queda” en el enorme set.


 


Yuuri, desde la cama en donde lo había situado la última escena, podía verlo. Esperó unos instantes para levantarse y caminar directo hasta el rubio. Murata tenía razón, debía intentar hablarle.


 


_Fue un capitulo fácil, ¿no crees?  _El rubio lo miró con aquellos penetrantes ojos verdes, luego, simplemente, desvió la mirada hacia la simulada ventana.


 


_Supongo. _contesto por lo bajo sintiéndose torpe. _yo… _intentó decir, siendo su posible alegato interrumpido por una voz que resonaba potentemente con arduos:


 


_Wolfram… _ y era que Waltorana le llamaba desde el otro lado del foro: parecía muy molesto con alguna toma y no se reprimía en su forma de darlo a notar, con un fuerte taloneo dado por su pie derecho en la base de la pared en la que se recargaba.


 


_Lo siento, tengo que irme_Informó el rubio, haciendo un vago gesto de despedida con la mano y echando a andar.


 


Yuuri apretó los puños, en ese momento, estaba deseando que el rubio de verdad tuviera ochenta y dos años, como se marcaba en la serie, y viviera lejos de ese sujeto, quien sabia, era su verdadero hermano… aunque sería aun mejor si se le agregara un plausible y agradable  “y conmigo”...Vale, si: Nuevamente estaba divagando.


 


El viernes, Yuuri se tomó su tiempo. Deseaba ver el capitulo grabado sin interrupciones. Mirándolo trasmitido por el televisor casi ni se reconocía. De verdad que tenía un poco de talento, y los efectos especiales hacían el capítulo bastante llamativo.


 


El lunes apenas si clareara el día debía estar en el estudio nuevamente y, al contrario de lo que muchos pensaban, estaba ansioso por trabajar.


 


El libreto marcaba el capitulo como: “Shibuya Yuuri, ¡soy el Maou!” ¿No?


 


Al ir estudiándolo para aprenderse los diálogos, la sonrisa en su rostro crecía a pasos agigantados. Montaría con Wolfram, lo que era mejor, el guion marcaba que tendría que abrazarlo. A BRA ZAR LO…


 


Dio una o dos vueltas en su cama, atrapado en un revoltijo de mantas y almohadas. Sus padres habían tomado muy bien eso de que tomara el trabajo de actor, y ahora estaban más que contentos, en especial su madre quien, sonriendo, le entrego la apertura de una cuenta bancaria. Por ahora no era mucho, pero conforme los capítulos de la serie se fueran dando, esta también crecería y su seguro para la vejez por igual.


 


 


_“Ten por seguro que volveré por ti.” _ dijo el rubio con sus ojos esmeralda, bien clavados en aquellos negros parecidos a la obsidiana.


 


Un leve estremecimiento recorrió a Yuuri desde la punta de los pies hasta el último de sus cabellos.  Dio gracias de que, unos segundos después, Wolfram desviara la mirada.


 


Estaban actuando, si. Era solo una línea de dialogo marcada por los guionistas, si. Entonces, ¿por qué tenía ganas de abrazar al rubio y darle un beso ahí mismo?


 


Se concentro lo más que pudo en sus líneas, logrando proseguir con la  escena a trompicones, pues los latidos de su corazón, apresurados, le impedían dar el cien por cien. 


 


En ese capítulo tenia por lo menos como tres momentos en que terminaría haciendo monólogos (monólogos a lo Yuuri, por cierto). Por tanto debía sonar convencido y severo.


 


 _ Y COOOORRRTE…


 


Todos respiraron aliviados, como ya era común que pasara en el plato.


 


La acción era algo complicada por la presencia del caballo, y por el hecho de que fuera un niño quien salvaba al Maou. Sin embargo pudo ser tomada sin ninguna complicación.


 


Yuuri se levanto de la posición que mantenía en el suelo junto a su pequeño salvador. Wolfram, unos pasos más allá, sonreía por algún comentario de Conrad que Yuuri, lamentablemente, no pudo escuchar.  Muy diferente a la serie, en la realidad esos dos se llevaban de maravilla, Gwenldal tal vez no sonreía tanto, pero en definitiva era extraño verlo enojado.  Eso sí, casi siempre se le podía encontrar pululando alrededor del rubio.  ¿Qué acaso se creían sus guardaespaldas?


 


Para no sentirse excluido (ni de las charlas, ni del campo de visión del guapo rubio). Yuuri camino hasta estar cerca de ellos, levanto la mano en busca de tocar el hombro del joven príncipe y entonces…


 


_Creo que le llaman Shibuya-san.


 


Entrecerró los ojos con disgusto, en un ademan casi infantil, pero lamentablemente el pelilargo tenía razón, sus padres le hacían señas desde lejos en busca de captar su atención. Con resignación dio media vuelta. Decidido a no ignorar el fervor de sus padres por... por… la esencia del perfume de “Lord Von” Bielefeld, que se había colado por la punta de la nariz y grado en el cerebro para hacerle flotar… ¿Qué iba a hacer? ¡Ah, sí! Sus padres…


 


 


Regreso para concluir con la última toma.  Esa en donde, para terminar de convertirse en el Maou, debía meter la mano en la cascada y luego aparecería en su mundo.


 


Finalizada la filmación todos comenzaron a retirarse. Yuuri, con desilusión, tomo sus cosas. Casi en la puerta noto que olvidaba su chaqueta. Con molestia regreso hasta su asiento, la tomo del respaldo sin ganas.


 


_Que tengas buen fin de semana_Y un fuerte latido brotó en el pecho del moreno, subiendo desde su cavidad torácica hasta su cerebelo _nos vemos el lunes, estudia los diálogos no quiero tener que llamarte enclenque también en la realidad, Yuuri. _ dijo el rubio dejando salir una risita coqueta.


 


El pelinegro ahora estaba feliz. Su príncipe acaba de sonreírle exclusivamente a él. Sin duda alguna se llevaba algo más que la esencia de su perfume grabada en la mente aquella noche.


 


De camino a su casa solo podía rememorar cada palabra salida de aquella linda boca, esos labios moviéndose con exquisitez lo hacían alucinar. Y luego esa risa celestial, era como si un coro de ángeles le susurrara al oído.


 


Tan meditabundo iba que ni en cuenta de cuando Murata había comenzado a llamarlo. Ahora que le tiraba de la manga era que se percataba de su presencia.


 


_Vaya que eres sordo, Shibuya. _Dijo tratando de darle poca importancia al hecho de que le faltaba el aire por la carrera. _Me debes una. _el aludido lo miraba con cara de no saber de que hablaba. _Olvidaste el libreto para la próxima semana_explicó el interprete del “Gran Sabio”, tendiéndole la enorme carpeta al moreno.


 


_ah!! Gracias Murata.


 


_Pon más atención. Shibuya si las grabaciones son demasiado para ti, pues cuenta con migo para que te ayude a estudiar para la escuela. Trata de no presionarte tanto.


 


_Sí, gracias Murata. _contesto con algo de vergüenza. Si su amigo supiera que la escuela era lo que menos le importaba ahora.


 


 


Continuara…


 


 

Notas finales:

gracias por leer y mas por sus comentarios.


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