Jueves (11 de marzo) Songfic-oneshot AkihikoxMisaki por christalchii268

Jueves (11 de marzo) Songfic-oneshot     AkihikoxMisaki

Misaki Takahashi por fin ha entrado a la
universidad Mitsuhashi, cuan feliz se encontraba, hasta que su hermano dijo que
se tendría que trasladar a Osaka y por obviedad él no podía ir.

Una semana después su hermano y su recientemente
esposa se marchaban en un tren

El ahora estudiante de economía encontró
prontamente un pequeño cuarto, no muy espacioso, pero cómodo y seguro; al mismo
tiempo consiguió un buen empleo cerca de donde vivía, el problema es que
aquellas 2 grandes oportunidades eran lejos de la universidad, al mencionarle
esto a su hermano este le prometió ayudarle con cierta cantidad de dinero cada
mes, así él podría tomar el tren todos los días para llegar a su destino, la
universidad M.

Así el primer día de clases Misaki sentía en igual
de proporciones, nervios y alegría por la universidad; así que a las 4:30 am
Misaki se encontraba levantando y listo para arreglarse para ese día tan
especial

A las 6:30 el joven universitario se encontraba
comprando los boletos para viajar y aun con nervios se dirigió hacia el tren
número 8.

Usami Akihiko, un
joven y apuesto escritor de novelas de amor y también BL -aunque el público no
lo sabía- se encontraba más que malhumorado, después de terminar su trabajo y
casi morir, su editora le obligo a prometerle que al día siguiente a primera
hora le entregaría el trabajo. Así que el mayor al siguiente día  se levantó temprano y se dirigió hacia la
terminal de trenes.

Bonito el día que su editora lo obligo a levantarse
temprano, bonito el día en que su coche se descompuso y permanecería en el
taller un mes, bonito el día en que la línea que lo llevaría hacia la editorial
Marukawa se encontraba en reparaciones... ese no era su día, pensaba el escritor
mientras se planteaba seriamente el matar a su editora en cuento la viera; con
una aura asesina y más dormido que despierto que despierto el escritor se
dirigió hacia el tren 8.

Cuando llego todo pensamiento asesino fue
interrumpido por la imagen de un lindo joven de mirada verde y cabello café,
parecía de 16 años y tenía una expresión de dulce ilusión; por la intensa
mirada el chico volteo antes de subirse al tren encontrándose con un par de
ojos violetas que le miraban insistentemente. El chico lo miro completamente,
cabello gris, mayor que el por lo menos por 8 años, se mostraba elegante y
serio, sin contar que parecía tener mucho dinero y era totalmente apuesto.

Misaki le sostuvo la mirada durante varios minutos
sintiendo su corazón latir fuertemente y como su cara se sentía con mucho
calor, de la nada empezó a temblar y sudar notoriamente, pero el momento fue
interrumpido por un sonido de silbato que sonó en todo el lugar haciendo que
ambos hombres subieran al tren antes de que este los dejara.

El universitario camino por el pasillo a paso algo
apresurado, cuando el tren comenzó a moverse encontró un compartimiento que
tenía un espacio libre, sintiendo su corazón aun agitado entro, pero antes de
cerrar la puerta de cristal pudo ver como aquel hombre lo había seguido, dio
una mirada rápida al lugar notando todo lleno y haciendo una casi invisible
mueca se dirigió a otro compartimiento, el castaño le vio atravesar el vagón y
con un suspiro este tomo su lugar junto a la ventana mirando el paisaje

-“acabo de conocer a mi primer amor....”- pensó el
menor sin poner atención a las risas de los jóvenes de secundaria con los que
compartía el lugar   

Pensando esto recordó como hacía apenas 1 año había
descubrió que era homosexual y como con comprensión su hermano Takahiro le
había dicho que mientras el fuera feliz todo estaba bien.

-“hermano... él no está a mi alcance...”- pensó con
tristeza el castaño recordándose todo el porque no podría estar con aquel guapo
hombre

Para empezar era mayor que él, sin contar que
parecía rico... y aun si ignoraba todo eso ¿qué haría? Llegaría al vagón de
aquel joven y diría

“-soy homo y me gustas, ¿saldrías conmigo?”

¡¡¡CLARO QUE NO!!!... haría el ridículo total, de
seguro por su apariencia aquel joven tendría muchas chicas asediándolo...
estaba totalmente fuera de su alcance y posibilidades.

Si
fuera más guapa y un poco más lista

Si
fuera especial, si fuera de revista

Tendría
el valor de cruzar el vagón

Y
preguntarte quién eres

Cuando quiso darse cuenta Misaki el tren llegaba a
su primera parada y en la cual el joven tendría que bajar, cuando se encontraba
en la plataforma por inercia busco al hombre que ya se había ganado su corazón
y por imposible que lo creyera ahí se encontraba, de nuevo mirándolo, aunque
esta vez fue más corto pues el mayor desvió su mirada a su bolsillo después de
un corto tiempo, para después sacar un celular y contestar

- ¡¡¡si ya voy para haya Aikawa!!!- contesto con
voz malhumorada el peli gris- ya tengo el trabajo listo voy saliendo de la
estación...- el mayor fue alejándose del estudiante para dirigirse a la salida,
cuando vio la acción, Misaki lo único que pudo hacer fue ver el gran reloj de
la estación que le informaba que si no se apuraba llegaría tarde, así que con
todo el pesar del mundo Misaki corrió hacia la dirección contraria del oji
violeta siendo seguido por la mirada del mayor.

            La
ceremonia de bienvenida fue totalmente común haciendo que Misaki no prestara la
mínima atención a esta y se quedara pensando en cierto hombre de mirada
imposible e impotente presencia.

El chico con la última clase por iniciar soltó el
millonésimo suspiro del día, ¿quién pensaría que el día que tanto deseo que empezará
terminaría así?, miro como el profesor llegaba y se presentaba como Kamijou y
que sería su profesor de literatura.

Misaki como costumbre en ese día no puso ni el
mínima esfuerzo en poner atención, hasta que un pizarrón en su cara le hizo
poner atención total al maestro que le advertía que no se distrajera, pero eso
duro poco pues el chico desvió completamente la mirada hacia el asiento de
enfrente en donde una fotografía del hombre que conoció en esa mañana se
mostraba en un libro que con entusiasmo leía una de sus compañeras

-oye, disculpa pero... ¿podrías prestarme un
momento tu libro?- susurro Misaki tratando de que no le regañaran de nuevo
viendo como la chica le miraba encantada

-¿eh?, ¿un chico fan de Usami-sensei?, por supuesto
¡ten!- le extendió el libro de color azul igual que el color de los ojos de la
compañera de Misaki- pero ten cuidado que el demonio ese te lo quite- pidió la
chica refiriéndose a su profesor- oye ese es un buen apodo... le diré a los
demás, jijiji- poco después un papelito con el nuevo apodo del profesor Kamijou
Hiroki fue de mano en mano

Misaki aprovechando que el profesor se encontraba
distraído al igual que sus demás compañeros ojeo el libro que tenía en sus
manos notando que era una novela y en ella venia la típica biografía donde
había visto la imagen de su ahora amor platónico

-“te lo dije nii-chan él no es para mí... es el
gran Usami Akihiko, famoso escritor, 10 años mayor que yo, es muy popular entre
las chicas y además es el heredero de la empresa familiar Usami...- suspiro el
chico escuchando la campana y viendo como reían algunos chico diciendo “jaja el
demonio Kamijou”

Por simple idiotez, cuando Misaki llego a la
plataforma del tren busco con la mirada a aquel que lo traía embobado, solo
suspiro al notar que no se encontraba, debía serse sincero, una persona tan
genial como el jamás le haría caso, pero por lo menos estaría en su mente.

Pero dios quería verlo sufrir lentamente, pues al
día siguiente, a la misma hora aquel hombre se encontraba ahí con un traje diferente
al del día anterior, se veía más guapo, Misaki también se veía más atractivo,
sospechando algo así se vistió con su mejor ropa, sonrió al verle y sonrojado
busco de nuevo un compartimiento, en esta ocasión alcanzo uno vacío y
también... aquel hombre entro con él.

Después de 10 minutos de ver hacia la ventana,
Misaki tuvo el valor suficiente para voltear a ver a su acompañante, noto que
se veía cansado y lo reafirmo cuando este bostezo viendo la ventana, el castaño
estaba más que embobado y ahora por más que quisiera no podía apartar la vista
de él, si... se había enamorado...  

Te
sientas enfrente y ni te imaginas

Que
llevo por ti mi falda más bonita

Y
al verte lanzar un bostezo al cristal

Se
nublan mis pupilas

Los nervios que sentía en ese momento eran todos
los que alguna vez sintió en toda su vida multiplicado por un millón. Cuando
por fin sus miradas se volvieron a cruzar el chico se sonrojo demasiado y sin
poder soportarlo cerro los ojos apenado escuchando como el escritor terminaba
de suspira y el universitario comenzaba a temblar. No se atrevía ni siquiera a
hacer un comentario casual sobre el clima, sentía que si hablaba lo haría
completamente mal y entonces toda oportunidad desaparecería. Por lo menos observaría...

Y así fue, durante 5 meses Misaki vio diariamente a
su amor platónico, y en todo ese tiempo ni una sola palabra intercambiaron,
solo se veían por escasos 5 segundos, pero siempre se sentaban uno enfrente del
otro, en un silencio por demás cómodo, solo disfrutando de la compañía.

Pero los sentimientos de Misaki eran traicioneros,
más de una vez quiso hablar, por lo menos verlo unos momentos más, como la
primera vez, pero no podía y al parecer el mayor no lo ayudaría de todos
modos... ¿cómo rayos le respondería?

Misaki por días pensó en el regalo perfecto para el
escritor, después de todo en marzo era su cumpleaños, pero por más que pensó no
se le ocurrió nada, no podía hablar enfrente de él, ¿cómo le obsequiaría algo?
Y así paso el 3 de marzo sin ningún regalo, no hasta el 11 de ese mes.

-A-Aki-Aki-hiko-s-san…- fue su intento de regalo
esa mañana, se sentía como un completo idiota, no se atrevía a mirar a los ojos
al escritor, aquellos que ahora le miraban de nuevo insistentemente   

-dime usagi...- el aire para Misaki se acabó al
escuchar por 1ra vez la voz de aquel hombre, roncamente seductora, que no solo
le sonreía dulcemente, si no que ahora se acercaba lentamente a su lado-
sabes... no me gusta viajar en este tipo de tren por eso tomo el directo, pero
aun cuando ya está reparada la vía que tomo... prefiero este solo pare verte...
no sé nada de ti, pero me haz conquistado... te echo de menos en mi vida cuando
no nos vemos en el tren...

-¿cómo te llamas?- le susurro el mayor viendo como
el castaño temblaba dulcemente

-mi-misa-saki...- le respondió de nuevo
tartamudeando

-Misaki solo por ti acepte trabajar en la editorial
que queda a una hora de mi casa, solo para tener el pretexto para verte...
espero y te hagas responsable...- le susurro sacándole una pequeña sonrisa al
menor- tendrás que tener una cita conmigo...- en ese momento el escritor
levemente le tomo la mano al chico que se estremeció un poco al sentir lo suave
de su mano, pero para su suerte, gracias a un túnel todo se volvió negro y por
fin pudo alzar la cara que se encontraba totalmente roja.     

Y ya estamos
llegando

Mi vida a
cambia

Un día
especial este 11 de marzo

Me tomas la
mano llegamos a un túnel

Que apaga la luz

Sabiendo a quien tenía al lado el chico levanto sus
manos hacia el rostro del oji violeta guiándose por la respiración pausada del
otro, en un acto de locura y no aguantándose más poso sus labios en su boca
sintiéndose correspondido al instante, ofreciendo su primer beso, lento y sin
experiencia, pero tratando de demostrar lo que sentía

-te amo Misaki...- escucho que decía Akihiko, al
momento sintió temblar todo su cuerpo, pero al notar que también el cuerpo del
mayor se movía de un lado al otro levanto la vista viendo que de nuevo la luz
se hacía presente y que todo se movía

-¡¡¡u-usagi-san, está temblando muy fuerte el
tren!!!- grito totalmente asustado entre los brazos del mayor que mientras más
fuerte se sentía le temblor de 8.9 grados Richter más fuerte le abrazaba

-Misaki, solo concéntrate en mi voz... saldremos de
esta, aun me debes una cita, recuérdalo...- le respondió en un susurro cariñoso
en su oído tratando de tranquilizarlo, cosa que el escritor no lograba en sí
mismo, temblaba más fuerte de lo que alguna vez pensó llegar a experimentar...

-usagi-san... te amo...- susurro Misaki antes de
que el silencio y la incertidumbre se hicieran presentes en todo ese tren que
vio nacer el amor entre aquellos hombres...     

Te encuentro
la cara

Gracias a mi
manos

Me vuelvo
valiente

Y te beso en
los labios

Dices que me
quieres

y yo t regalo el ultimo soplo de mi
corazón