Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Príncipe Vs. Pato por H2NJ Dess Hayashi Nao

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hooola, pues ya me tiene aquí nuevamente, espero que esto siga siendo de su agrado... por cierto, en verdad, quiciera ver más reveiws, me hace falta saber sus opiniones, x fas!!

Aclaraciones (?).... la que recuerdo en este momento: Gackt se ve como en el vídeo de Mizerable. ok?.... y bueno, ya lo suspendí en mi fb, xq no sentí que estuviese gustando...(me desmoralizo mal plan .-.) así que no se fien!, sí me pasa lo mismo aquí también lo suspendo... :S sólo demeustrenme que sí haya personitas a las que les está interesando, va??.

Enjoy~!

 

-*-Segundo Fragmento. Encontrando la realidad -*-

    -no se me ocurre otra solución, ya que no quieres seguir a mi lado, entonces al menos déjame protegerte de alguna forma-

-yo quiero estar contigo, pero entiende!, Ruki se ha vuelto un celoso sinsentido, lo que quiere es acabarte… por mi culpa- Uruha y Aoi llevaban más de dos horas intentando ponerse de acuerdo para no separarse, pero tampoco complicar (más) la situación con Ruki.

-entonces, ven conmigo y esperamos en Ascort…-

-¿y qué van a decir en la corte cuando llegues con ‘tu novio’?-

-no tienen nada que decir, sólo yo tengo derecho a escoger con quien quiero estar, sí eso te preocupa tanto, entonces yo voy con mis tropas de una buena vez y tú con mi primo para que te resguarde de Ruki-

-no soy ninguna princesita indefensa, puedo estar sólo ¡y no voy a ir con Ruki, pero tampoco quiero que seas imprudente!-

Y siguieron en la misma situación por una hora y media más, hasta que se fatigaron de hablar, y hablar, y no llegar a ningún lado.

-no avanzamos- dijo cansado el pelinegro, y con un dejo de tristeza… -realmente parece que esto es nuestra primer pelea- sonrío con desgano, casi con burla así mismo.

-¡Aoi!, ya basta, no voy a caer en ese juego, si me alejo de ti, Ruki va a dejar en paz a Ascort por un tiempo, así puedes prepararte mejor para enfrentarlo, y yo me sé cuidar muy bien de él…-

-de él, y ¿de los demás?, no Uru-chan, quiero estar seguro de que vas a estar bien, sólo ve al tercer potentado de Ascort, por favor- la voz del príncipe sonaba a una auténtica suplica.

Los ojos del rubio estaban profundamente tristes cuando se encontraron con los del mayor, estando uno frente al otro Aoi alzo un brazo para acercar a Uruha hacia él, abrazándolo por la cintura.

-está bien, creo que tú ganas- contesto el rubio, ya cansado de tanto alegar con un necio tan atractivo, pero tan arrebatado.

-*-

Después de caminar casi todo el día se sentó en una piedra al lado del camino, para poder descansar y beber algo de agua, Aoi lo había obligado a cargar con parte de sus provisiones para el camino. Durante todo el recorrido había estado pensando en los argumentos de Aoi, de su querido Aoi; aún ahora seguía pensando en todo lo sucedido:

*¿En qué instante fue?, no puedo percibirlo con claridad, ¿en qué momento me conquistó?  No sólo fue su belleza física… porque es obvio que es una belleza andando, pero no fue sólo eso* sus recuerdos era algo melancólicos *tal vez cuando vi lo profundo de su mirada, como con una tormenta atrapada en su interior… tan fuerte, tan frágil… y* mientras seguía meditando sobre Aoi guió sus recuerdo hacia la noche anterior, viéndose reflejado en  los ojos del pelinegro, sintiéndose cuerpo a cuerpo, hasta ser regresado a la realidad por un rumor a lo lejos, alguien se acercaba, ¿quién? No lo podía saber, pero se arriesgo a quedarse vulnerable a la orilla del camino.

Un hombre a caballo y un asno cargado de leña aparecieron, Uruha seguía con la cantimplora de su príncipe en la mano, cuando por fin el hombre lo alcanzo.

-disculpe, ¿este es el camino hacia Ascort?- detuvo al hombre para poder preguntarle, se veía honesto, era un pueblerino común, exceptuando su caballo, que era bastante bueno para ser un simple animal de carga, pero tal vez era por cómo le explico el príncipe su reino era muy estable y prolífico, sí eso debía ser. 

-hacia su tercer potentado sí, a buen paso llegas en menos de tres horas, a caballo podrías ir en un tiempo menor, como en la mitad de tiempo o menos-

El rubio tuvo que pensarlo bien, sopesar toda la situación, aunque Aoi le había entregado una carta lacrada para presentarse ante su primo Reita el lugar al que se dirigía le era completamente desconocido, y Ruki podía aparecer en cualquier momento, así que tendría que moverse con cautela…

-*en tres horas ya será muy tarde, estará todo oscuro… debo llegar antes* y su caballo, ¿me puede llevar? Y también voy a necesitar donde pasar la noche-

Se estaba arriesgando mucho, pero el tipo en verdad parecía decente, aunque nada se lo aseguraba, aún así tomo el riesgo.

Ambos subieron al caballo, en poco tiempo entraban al lugar que a Uruha no le pareció tan apacible como Aoi le hizo imaginar, en ese momento supo que algo no andaba bien, así que tomo un papel todavía más cauteloso.

Después de comer y asearse le asignaron un lugar para dormir, el hombre vivía con 2 hijas y su esposa, todo fue tranquilo, con una charla casi nula. Durante la noche, pese a que se resistió, el cansancio lo venció y se quedo profundamente dormido.

A las afueras de la casa un par de siluetas ocultas en las sombras sostenían una conversación sobre ‘¿Quién era ese hombre y qué buscaba en Ascort?’

De los hombres el mayor le mostro una cantimplora al más joven.

-es inconfundible, al menos para mí, ésta cantimplora la hice para ti hijo…-

-así es padre, en una emergencia que tuvo el príncipe se la entregue a él, pero entonces este hombre… ¿quién es? ¿Un ladrón? ¿Un espía?…  ¿qué busca en Ascort?-

-fue fácil hacerlo venir hasta aquí, pero es cuidadoso, casi no hablo, no dijo nada importante-

-tendré que avisarle al príncipe Reita para tomar una decisión; por lo mientras no quiero que te arriesgues más, sí por la mañana decide irse, déjalo ir, sí quiere que lo lleves a algún lugar, llévalo, para entonces un guardia de palacio estará aquí vigilándolo-

-está bien, Kai-

-*-

A la mañana siguiente Uruha sale de la humilde vivienda para encontrarse con algo que no esperaba ver: el lugar estaba tan desolado, había visto reinos en la miseria pero ¿cómo le hacía ésta gente para seguir así? Era desconsolador ver el lugar, tan pobre, tan derruido… ¿esto era el reino que tana ufanamente presumía y defendía su amado?, su corazón se oprimió, y su cabeza se lleno de dudas.

Avanzaba entre la gente, por aquel poblado destartalado, viendo y escuchando lo malo que era estar ahí. Acompañado del hombre se guío hasta una taberna, ese lugar era lo que necesitaba para poder acceder a la información que necesitaba ahora que su mente y su corazón se llenaban de dudas con respecto a Aoi.

-¿qué quiere tomar el forastero?- pregunto el tabernero.

-lo mejor que tengas, un vaso para mí y mi acompañante-

-Oh, no muchas gracias, sólo sirvo de guía, debo volver a trabajar en cualquier momento-

-viejo, no seas aguafiestas!, aprovecha la oportunidad, eso es algo que hace mucho no se ve por este podrido lugar…- apunta el tabernero con su tono agresivo.

-sí está tan podrido cómo dices ¿porqué siguen todos aquí?- por fin Uruha podía moverse un poco.

-mira niño, te ves de dinero, tal vez algún noble no muy rico, o un mago favorecido por los nobles de algún reino lejano, la verdad es que no me importa, me importa el oro que me vas a dar por el licor, y me importan mi cuello y mi lengua completos, no hagas preguntas tontas, bebe y lárgate-

Eso no era lo que Uruha se esperaba, esperaba una bravata en contra del Rey y los nobles, de los impuestos y las injusticias, pero no una negativa. De todas formas aprovecho el tiempo para observar a los presentes, la gente era como en cualquier lugar… pero eso no era lo que Aoi le había dicho, tampoco esperaba un paraíso, aún así había tenido la esperanza de creerle a su amado príncipe, sobre conquistar sueños de un mundo mejor… ¿se había equivocado al creerle?, las dudas comenzaban a torturarlo.

Lo que buscaba entre esa gente era alguien dispuesto a hablar, pero no vio a nadie que le pudiese ayudar.

-bueno, gracias por todo, ahora seguiré mi viaje-

-sí no le molesta mi pregunta ¿a dónde se dirige?-

-a donde mis pasos me lleven, a diferencia de lo que el tabernero juzgo tan a la ligera no soy ni noble ni mago, sólo soy un hombre que ha pasado su tiempo entreteniéndose en varios oficios y a veces me va bien, otras no… en fin, al parecer hoy sólo he vivido un día más…-

*sigue hablando con cuidado de no decir nada sobre sí mismo, esto no es normal, mi hijo tenía razón en vigilarlo* vaya que interesante conocer a alguien así, bueno siendo que usted ya habló, ahora le diré porque la gente sigue aquí: no es el mejor lugar para vivir, pero es mejor que otros, los impuestos son altos, a veces son injustos, pero estamos acostumbrados, no es tan malo…-

-hombre, tal vez hable mi espíritu libre, pero no es justo que sigan aquí, de esta forma…-

-¿e ir a un reino más pequeño que será conquistado por el imperio de Gazz? No, prefiero morir tranquilo aquí, que unirme a esa masacre-

-*Ruki, Ruki, Ruki, aquí vas de nuevo a hacerle difícil la vida a quién menos puede defenderse u.u eres algo difícil de detener* valla, se me había olvidado por completo ese asunto, todos los reinos menores están huyendo de ese rey tirano, ¿no?… a decir verdad, yo también- sonrío de lado con amargura y tristeza en la mirada –así que mejor me voy de aquí antes de que Gazz me alcance, yo al menos puedo seguir huyendo, usted debe cuidar bien a sus hijas y su esposa, buena suerte mi amigo-

Y se fue sin mediar más. Aún era temprano, cerca del medio día tal vez, camino por el lugar como lo haría un espía, hasta dar con el castillo, lo reviso bien desde afuera, sin que nadie lo notara extraño, al menos eso suponía él. Regreso hacia algunos puestos donde mujeres demacradas y sucias vendía algunas cosas para comer, después salía del potentado hasta unos momentos antes de que cerraran las puertas, había fingido muy bien la idea que le dio al hombre,  de un viajero errante, ahora aprovecharía la oscuridad de la noche para entrar al castillo y averiguar desde otro punto de vista que pasaba en Ascort realmente.

Aún por precaución esperó hasta cerca de la madrugada para acercarse al castillo, hacía frío y su ropa aunque elegante, era poco abrigadora, así que soportó heroicamente el frío.

Muy a diferencia de las chozas y casuchas que conformaban la mayoría del potentado el gran castillo era reconfortante, cálido y ricamente adornado. Se dirigió directamente a la ventana en el segundo piso que daba a un gran pasillo, escalando con facilidad los muros de piedra, desde ahí buscaría un lugar para esperar a Reita.

Analizando que puerta poder abrir y cual no, intento en una grande, tal vez un salón o biblioteca,  pero no se abrió, avanzó por otros pasillos y ninguna puerta elegida por él se abrió. Esto ya le había costado bastante tiempo desperdiciado y un mal presentimiento.

Fue hasta que ascendió un piso más, al fin encontró un gran salón, con cortinas rojas y mesitas por todo el lugar, llenas de adornos brillantes, con las paredes tapizadas y ricamente adornadas con pinturas. Al fondo, tres escalones coronados con una gran silla, digna de un Rey o príncipe, y en efecto, ésta era ocupada por Reita.

-¿a qué has venido a Ascort?-

El príncipe no perdió tiempo, en cuanto vio a Uruha se puso en guardia, al menos mentalmente hablando. Mientras el menor seguía repasando sus pasos, y analizando su situación: estaba completamente vulnerable, y era considerado algo similar a una amenaza o un espía, pero ¿por qué?

-*bueno, al menos sé quién eres, y no por la silla que ocupas, Aoi tenía razón es una linda iguana… ¡ash, en qué pienso…!* alguien me mando a buscar a otra persona, pero no estoy seguro de estar en el lugar correcto, Ascort… No es como me lo imaginaba, cómo me dijeron que era…-

-tal vez te mintieron o simplemente te equivocaste, pero eso no resuelve mi pregunta del todo, ¿a quién buscas?-

-oh!, no se preocupe majestad, ya encontré a quién buscaba, le tengo frente mío en estos precisos momentos…-

El amanecer se hacía latente con los primeros destellos de luz que entraban por las ventanas del salón. Un estrepito los interrumpió, Kai llegaba corriendo por una puerta oculta a un costado de la silla de Reita.

-valla, tienes suerte… ah, llego a tiempo-

Ninguno de los otros dos hombres entendían a Kai, quién llevaba un vestido verde oscuro muy hermoso, pero que le causaba mucho estorbo, más cuando subió corriendo tres pisos por lo cual llego con la respiración agitada.

-ah ¿a quién te diriges?- pregunta Reita.

-a… pues creo que ha ambos, supongo que tú eres Uruha, ¿no es así?-

El aludido se contento con sonreír a medias y mirarlos con escepticismo, la luz del sol apenas sí entraba al lugar haciendo juegos de luz y sombra sobre su rostro ocultando mejor cualquier expresión delatora.

-¿por qué no contestas de frente?- le enfrento el príncipe.

-Rei, no te molestes, es amigo de Aoi-

-¡anda, ¿en serio?!- la expresión del príncipe era de verdadero asombro, llevaba toda la noche especulando sobre este chico, para que no fuese ninguna amenaza.

-Sí, tu primo mando una carta, al parecer ya encontró al General Kamijo y se encuentra bien-

Uruha se desbarato ante la sola mención de Aoi, y sintió como sí el sol brillara desde dentro suyo al saberlo sano y salvo.

-así que él ya está bien, me alegro por…- se quedo callado al darse cuenta que prácticamente había corrido sin darse cuenta hacia ellos, quería ver esa carta, leerla por él mismo para que no le quedase duda alguna de la suerte de su amado, pero se detuvo en seco, recordando la realidad.

Reita se paró de la silla y se puso feliz al ver como Uruha no era nadie a quién temer, muy por el contrario, lo debían recibir casi como si hubiese llegado el mismísimo Aoi. Casi le daban ganas de abrazarlo, justo cuando vio como su rostro regreso a ser el mismo de cuando entro al salón, y Kai lo detuvo por la manga de su saco negro.

-¿traes la carta que Aoi te dio?-

-¿carta?… ¡la carta!, claro… pero antes de otra cosa, ustedes ya saben quién soy, pero yo a ustedes no los conozco… supongo que tú eres Reita, primo de Aoi, príncipe del Tercer Potentado de Ascort, y una de las personas más cercanas y queridas por él… de quién, por cierto, tengo la impresión de que me mintió…-

-No fue él, fuimos nosotros, lo que tú viste del tercer potentado fue una gran farsa, sí tú me muestras la carta, Reita y yo te mostraremos la verdadera cara de Ascort-

Tras presentarse formalmente entre ellos e identificarse correctamente Kay y Reita le mostraron a Uruha el castillo, que era más bien austero, lo único con adornos excesivos y caros era lo que él recorrió por la noche, eso era parte de la farsa, y al ver de nuevo a Ascort no reconoció en él al pueblo destartalado y pobre del día anterior, todo era muy diferente, aunque aún algunos campesinos y pobladores se encontraban en la faena de regresar sus casas a la normalidad, era evidente que todos lo habían ocultado, aún el tabernero, y el leñador que le dio asilo y las mujeres a las que les compro algo de comer el día anterior, todo era como Aoi le había dicho: prospero, apacible, un reino como casi ninguno.

Volvió a preguntar a los pueblerinos y ahora todos hablaron a favor del príncipe Aoi, que a espaldas de su padre y su tío ha creado un lugar mejor para vivir en Ascort.

*todos actuaron por gratitud y simpatía hacia Aoi, y por rencor y miedo hacia Ruki, comienzo a sentirme mal por él…*

En cierta forma todo esto lo hizo feliz, pero aún más se sintió intranquilo, ahora se sentía como un cobarde huyendo de Ruki y abandonando a Aoi. No lo pensó mucho, iba a regresar con él, con su amado príncipe, para enfrentar a Ruki, que era el único al que no habían fingido, el único que seguía con su mismo papel de tirano, valla!, le pelinegro sí que tenía razón.

*dos años y no hice nada, nada que realmente hiciera cambiar a Ruki que inútil me siento ahora, Aoi en cambio ha hecho mucho, definitivamente ahora sé porque lo amo… y voy a regresar  a su lado, le ayudare hasta que juntos detengamos la ambición de Ruki*

De todas formas aún tuvo que pasar una noche más en Ascort. Al llegar la noche se quedo en una habitación del castillo, y le fue inevitable darse cuenta de que Kai y Reita la pasarían juntos, con lo cual recordó con melancolía al pelinegro; mientras, en sus recuerdos, hacia presente la calidez de sus abrazos, con lo cual durmió profundamente.

Mientras, en otra habitación Kai aprisionaba a Reita contra una puerta recién cerrada, demandaba un beso apasionado, arrebatado, fuerte y salvaje, una batalla entre sus lenguas.

El rubio no se quedo atrás, buscando alzar la falda del vestido para acariciar los muslos del más alto, pero ese vestido vaya que tenía tela, no alcanzó ni siquiera a rozar la suave piel, así que aparto a kai.

-ah, olvídalo, quítate la ropa-

Su cuerpo ardía en deseo por el castaño, pidiéndole a gritos que lo hiciera suyo.

-ja, ni que tuvieras tanta suerte-

Se burló de Reita, aunque al instante siguiente había desabrochado sus pantalones y tomaba el miembro del rubio con su boca.

-ah!, Kai… oh, sí… es…espera, de, deten, detente!… aah!-

El más alto volteo su mirada hacia su amada iguana, con un gesto inocente y pervertido a la vez, fue disminuyendo la velocidad, casi quieto; Reita reconoció la pregunta en sus ojos: ‘¿en serio quieres que me detenga ahora?’

-ahg, s…sí!, sólo dame, dame un momento-

Kai lo obedeció al tiempo que Reita se agacho para poder besarlo e irse levantando, lo abrazo por la cintura y caminaron hacia la cama, sin dejar el beso.

-¿sabes? Hoy tengo muchas ganas de ti, mi cuerpo arde en deseo; pero también hoy, al ver la situación de Aoi y ese chico Uruha, me puse a pensar que, obviamente están juntos como pareja, pero en realidad están separados, y cuando la guerra nos alcance tú y yo estaremos en la misma situación, por eso quiero que está noche sólo me abraces, no quiero que te quedes con la idea equivocada de que sólo te deseo, yo en verdad te amo!, ¡Kai te amor!-

-sí estas pensando en que nos vamos a tener que separar, entonces no deseo perder ni un segundo de mi tiempo contigo, no quiero desperdiciar nuestros momentos juntos, esta noche tómame como nunca lo habías hecho, porque sí de algo estoy seguro es de que me amas, tanto como yo a ti-

Kai se acomodo más entre los brazos del menor para tener un beso profundo e irse acomodando sobre la cama, esa noche se arrebataron de pasión hasta el amanecer. 

Y a la mañana siguiente tampoco le fue fácil el irse a Uruha, apenas consiguió alistarse cuando las cosas comenzaban a cambiar su rumbo, de nuevo…

-¡Gackt, hace mucho que no sabía nada de ti!, se bienvenido en nombre de todos los nobles de Ascort con todo el honor que te mereces-

El hombre frente a Reita se mostraba serio, se podría decir que distraído fríamente de la situación, pero no por eso dejaba de lado las formalidades de la corte, al contrario las respondía muy bien.

-estimado príncipe Reita, como ya sabe, los reinos más pequeños nos hemos visto amenazados seriamente por la amenaza invasora de Ruki… Ascort se ve también afectado, pero al parecer su primo ha desaparecido dejándonos con una muy mala impresión, que franc…-

-disculpe que lo interrumpa de esta forma, pero no tiene ningún derecho de expresarse así del príncipe Aoi, no lo digo porque sea mi primo, sino porque yo sí conozco su situación, sí le preocupa su estabilidad podemos establecer una alianza…-

Un remolino amarrillo entra sin previo aviso a la habitación, interrumpiendo la plática abruptamente.

-¡aaaaaaaaaah, pero que maravilla, hermano preséntame! aunque claro, usted debe ser el primo del príncipe Aoi, príncipe Reita, ¿cierto?…- lo voz chillona de la joven princesa y además de un alto volumen los aturde un poco.

Gackt volteaba a otro lado para disimular la vergüenza que le daba tener una hermana tan estruendosa, la quería mucho, pero siempre parecía ajena a todo, sólo atendiendo sus propios caprichos. Reita no reconoció a la joven, pues hace mucho no visitaba el reino de Gackt, así que no sabía que tenía una hermanita.

-Lena, espera en tus habitaciones, y no vuelvas a hacer este escándalo, hemos venido en una visita formal, no es una fiesta, ahora retírate-

La joven con un vestido amarillo chillante se va con la cara roja por la vergüenza y sin decir nada, muy a diferencia de su hermano mayor ella era muy vivaz, y fue uno de los tantos prospectos que Aoi intento conocer para que fuese su esposa; al igual que Ruki, Gackt había tenido que asumir el control de su reino de forma intempestiva y a muy temprana edad, pero Liarnet es un reino medio y más bien tranquilo, lo cual le facilito un poco el trabajo al pelirrojo.

-lamento la interrupción, Reita… ¿puedo?- el rubio contesta con un ademan de mano dando el permiso para que el mayor lo tutee -me decías que conocías mejor que yo la circunstancias de tu primo, lo cual me suena lógico, pero siendo ese el caso ¿me podrías explicar ‘su situación’?-

Se encontraban en una biblioteca, una peculiar habitación de forma hexagonal, el rubio le indica al mayor que tome asiento en una de las sillas que adornan el lugar; de las 6 paredes, 5  están llenas de estantes con libros, desde el suelo hasta casi el techo, sólo una gran y gruesa puerta de madera fina,  comunicaba con el pasillo principal del primer piso. Mientras Gackt tomaba asiento, Reita se hacía de un par de copas y la licorera que estaban sobre una charola, para poder ofrecerle algo a su acompañante, este acepto por cordialidad, una vez copa en mano él también se sentó frente al castaño para seguir la conversación.

-bien, mi primo ha ido en busca de nuestro General Kamijo, para comenzar la avanzada contra Ruki y su ejército que sigue avanzando contra nosotros al tiempo que arrasa con lo que encuentre a su paso, nosotros pusimos un campamento dirigido por Kamijo, y es él quién está buscando la forma militar para detener a Ruki-

-entonces, Aoi cree en su ejército, ¿no necesita unirse a ningún otro reino para derrotar al imperio de Gazz? –

-oh, no, no es eso… es sólo que, él es un tonto, inocente y soñador; tiene la esperanza de poder acabar con ese ratón, pero ya le he dicho, podemos crear una alianza contra Gazz ¡aún sí su hermana no se casa con este bandolero!…- *que nos abandona en el peor momento*

En la sala entra Kai, con un traje de saco gris oscuro y pantalones beige, todo un noble a simple vista, se integra a la plática para convencer a Gackt de firmar un convenio en contra de Ruki.

-entonces las tropas de Liarnet se unirán con las de Ascort, desde un inicio pretendía una alianza de este tipo, y fui a Ascort con estas ideas, pero nadie me escuchó, esa bola de ancianos y ese Hyde-san, son muy necios, sobretodo Hyde- se le amargaba la expresión de sólo recordar al consejero -es un cerrado de mente, no pudo pensar en una verdadera solución, ¡para él sólo hay que casar a Aoi, y ya!-

La puerta se abre y se desliza tras ella un traje ajustado completamente negro.

-disculpen sus majestades, pero es que al parecer no recibí nunca la invitación a su pequeña reunión, lo cual me preocupa, por sí no se han dado cuenta sólo piensan arriesgarse en vano-

Aunque pequeño de estatura el principal consejero del rey en Ascort tenía fama por su mal genio, un estratega muy capaz que hacia cumplir sus ordenes sin dar tolerancia alguna.

-Hyde-san, no sea tan agresivo a tan temprana hora…- a Gackt se le olvido la amargura y más bien sonría bobamente de ver al consejero -déjeme volver a explicar- No le pasaba igual a Hyde, quien le miraba con una expresión asesina y lo interrumpió sin la menor educación.

-no vine aquí a tomar el té con una bola de niñatos, a lo que vine es a buscar al Príncipe, estoy seguro de que ustedes saben a dónde fue a esconderse ¡exijo que me digan a donde se ha ido ese imbec…!-

-¿y ese es modo de hablar en una cohorte?- llegaba el quinto ‘invitado’, el rubio menor andaba en búsqueda de Reita y kai para informarles que partía de regreso con Aoi, después de mucho tiempo escucho la discusión desde el pasillo, y no iba a permitir que nadie ensuciara el nombre de Aoi por ningún motivo.

-disculpa…- Hyde sólo volteo a verlo con desdén, pues no reconoció a nadie importante.

-bueno, bueno, ya!, basta no estamos llegando a ningún lado, lo que tenemos que hacer es poner un orden aquí y ahora, una idea en la que todos estemos de acuerdo para apoyar a Aoi y detener a Ruki, eso no debería de ser tan difícil!, cierto ¿Hyde-sama?- como siempre Kai buscaba el orden y la tranquilidad… aunque fuese a base de puntapiés en los traseros reales que tenía que cuidar por amor a Reita.

No por mucha diplomacia de Kai a Hyde se le iba a quitar su mal humor -niño tonto, aquí nadie toma decisiones más que yo- y Gackt sólo bostezaba en representación de que ya tenía bien conocido el imperioso mal humor del consejero -y sólo yo regaño a todos los demás, y-

Mientras se concentraba tanto en su discurso no vio en qué momento Gackt se paro, lo tomó por los hombros y le ocupo la boca con un beso tranquilo.

-¡¿qué estupideces haces insolente?!- El fino rostro de Hyde se tiño de rojo tras recibir el beso, y su mal humor no parecía mejorar ni un ápice.

-es que me harta tu actitud ¿no puedes tranquilizarte cinco minutos, escuchar y razonar lo que te dicen?, ¿es demasiado difícil para ti?, entonces regresa por donde viniste, que los demás sí pretendemos buscar una solución-

-pues tómenla rápido, hoy mismo regreso con Aoi- por precaución Uruha le regreso la mirada asesina a Hyde con una advertencia -¡y ni se te ocurra seguirme!-

-¿en serio iras a verlo?- a Reita se le ilumino el rostro con una sonrisa por lo romántico que era el “novio” de su primo -se nota que lo amas demasiado-

-¡iguana idiota cállate!…- a Kai le falto poco para darle un golpe a su amado y distraído príncipe.

Sólo Gackt y Hyde pusieron tremenda expresión de incomprensión, esperaba seriamente que fuese algún mal entendido.

La cara de Uruha se había ruborizado inevitablemente mientras buscaba alguna excusa creíble *coincido con Kai, ¡iguana idiota!… y ahora ¿qué hago?* -ah, ¡claro, que yo amo a mi reino, es mi deber como… como su consejero personal!-

*aja, sí claro, así se le dice ahora, ‘consejero’…* -bueno, realmente eso no importa, regresemos al punto, seguiremos con su plan, pero sí agregamos mi ejército al suyo se necesita una reforma al plan…-

-permítanme proponer esto: la mitad de su ejército debe dirigirse con el General Kamijo-san y Aoi, usted y el príncipe Reita, junto a Kai, se quedaran aquí formando un segundo fuerte, y por último, Hyde-san regrese a Ascort con el rey y sean el último bastión-

-después de todo Aoi supo escoger un muy buen consejero, (Uruha: *¡¿porqué kai siempre que me relaciona con Aoi lo hace con ese tono taaaaan notorio?!*) me alegro por él, y ustedes ¿qué opinan?-

-por mí suena bien, además de que estaba pensando algo similar…-Gackt actuaba como sí nada hubiese pasado, aunque la mirada que le daba a Hyde era entre cínica y triste -francamente no había contemplado a Hyde-san en todo esto, pero me gustaría saber que piensa…-

-por mí, hagan lo que quieran, ya hice mi mejor esfuerzo por tratar de salvarles el trasero, pero ya que insisten, daré las órdenes pertinentes para el ejército… y en cuanto vea a ese Kamijo va a saber QUIÉN SOY YO!…-

Al decir ‘’quién soy yo’’ Hyde comete el error de cerrar los ojos, ya que desde la última intervención del ojiverde se cuida mucho de que no se le acerque, pero antes de que pueda tomar aliento lo vuelve a besar, sin mucho cuidado lo toma por la cintura como a una dama y domina sus labios hasta hacer que los abra para pasar su lengua al interior de su boca y acabar el beso sólo por falta de oxigeno. Aunque Hyde se retorcía como para mostrar que realmente no quiere ser besado, al final se deja hacer, aún así su rostro termina rojo y su malhumor vuelve a subir de nivel.

-¡QUE NO HAGAS ESAS COSAS NIÑO TONTO, NO VINE AQUÍ POR JUEGOS!…- más que realmente molesto parecía que Hyde hacia pucheros, como en una pelea de amantes -¡ALEJATE!-

-lo que digas Hyde-chan…- Gackt fingía verlo con tristeza, pero estaba muy feliz de que le respondiera el beso y más de una forma tan apasionada.

Todos los demás ya habían buscado la forma de salir del lugar para que la parejita se quedara a solas, aún así hasta el pasillo escucharon su alboroto, era obvio que Gackt no le volvería a llamar ‘Hyde-san’, no después de ese beso…

-*-Segundo Fragmento. -/ Pesadilla -*-

        Hablando de sí mismo, Ruki sólo tenía tres ‘desve

Notas finales:

Espero que les guste este cap, que ya nos acerca al punto medio de todo esto, n.n!!... ya saben!, quiero saber su opinión!!... si siento el abandono del público, también yo abandono el fic .-.

Por lo mientras anuncio la posible publicación de un fic de Girugamesh (SxS)... aún va en ''veremos'', pero tiene alta probabilidad, ok??--- sayitoo~! Hayashi Nao! se dspide hasta el prox cap... n.n!!

{EDITADO}


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).