Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Blinded By The Blue por YukaKyo

[Reviews - 186]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Blinded by the blue

 

Atención: Fullmetal Alchemist es © de sus respectivos dueños, no tengo interés alguno en adueñarme de la serie… Otra cosa seria el Flame Alchemist!! Ese si es propiedad únicamente mía *¬* así que atrás tod@sRoy es MIO >o<***

Autora: YukaKyo, el fic es © de mi Propia Autoría. Pero la idea es de Karin-san. Yo solo me ocupo de desarrollarla :D. Mis fics No se Prestan Ni se publican en Otros sitios amenos que Yo misma lo haga. Y si es que lo haces sin mi autorización, no seas gach@, soy malísima así que por lo menos léelo bien antes y no dejes mis errores tal y cual están, al menos corrígelos, se un pirata decente ;D 

Pareja: Roy/Ed a webo xDDD

 

~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~0x0~

 

1. Buscandote

 

— ¡Maldita sea! No me importa lo que tengan que hacer, encuéntrenlo a como de lugar — terminó cortando la comunicación telefónica antes de azotar con fuerza el auricular en el desgraciado teléfono y se giraba de nuevo.

 

La pared frente a sus ojos estaba tapizada de mapas, uno más detallado que el otro de la ciudad entera. Las principales calles de Central estaban marcadas en rojo con las salidas bloqueadas sin dejar una sola desmarcada. Paso los ojos críticos sobre el amarillento papel, buscando alguna posible salida que se le hubiese pasado pero no había ninguna.

 

Estaba acorralado y pronto lo iba terminar atrapando.

 

— Señor — volteó el rostro al escucharla llamarlo encontrándose el perfil frio de la rubia mirándolo seriamente — ¿No le parece que es un despliegue innecesario de fuerzas?—

 

Roy no contestó a su pregunta, simplemente volvió el rostro al mapa trazando un nuevo sitio. Aquello se lo esperaba Riza mas aun así continuo hablando.

 

— Ha movido una considerable cantidad de tropas. Pareciera que esta buscando a un fugitivo de alta peligrosidad —

 

— Para mí lo es — gruñó el pelinegro mientras insertaba una tachuela en el papel amarillo y volvía levemente el rostro mirando con el rabillo del ojo a la mujer con enfado — Se esta llevando a mi hijo —

 

La militar suspiró cuando el hombre puso su atención otra vez en el bendito mapa. Marcando mas lugares asignando a un nuevo pelotón en los mismos aun y cuando ya hubiese uno demasiado cerca.

 

Cuando el teléfono volvió a repiquetear fue ella quien en esa ocasión término contestando, si lo dejaba a él hacerlo corría el riesgo que esta vez si lo rompiera si no le daban buenas noticias de su búsqueda. La voz de Havoc le lleno el oído y sonrió complacida mirando la ancha espalda del pelinegro. Claro que eran buenas noticias.

 

Lo habían encontrado.

 

Ya tenían la ubicación exacta del rubio.

 

~0x0~

 

A Havoc no le quedó más que de otra que apretar fuertemente el cigarrillo en sus labios, cuando el chirrido de las llantas del camión militar le lastimo los oídos. Sería una verdadera suerte si el rubio no se daba cuenta  de aquella estrepitosa llegada. Dos soldados bajaron primero del convoy y apresurándose a colocarse a cada lado del mismo, saludaron casi al unísono cuando el general más que molesto bajaba de la unidad de un simple salto.

 

Hawkey bajo poco después tan seria como siempre y tuvo que dejar de mirarla cuando sintió la penetrante mirada del pelinegro sobre su persona. Se le secó la garganta y apenas pudo contener su instinto de supervivencia que le exigía alejarse rápido. El general yendo hacia él con aquel porte felino intimidaba, tanto que casi se le había resbalado de los labios el cigarrillo. Fue solo hasta que estuvo a un paso de distancia que Jean reacciono y de inmediato le presento sus respetos, contrastando su educación castrense con el atuendo civil que vestía.

 

— Descanse teniente e informe lo sucedido — le ordenó sus superior con voz fuerte y autoritaria. Havoc parpadeo rápidamente mientras carraspeaba antes de soltarle toda la información de forma rápida y concisa.

 

Y cuando se detuvo el silencio entre ambos perduró por varios segundos. La mirada celeste del rubio siguió los movimientos del pelinegro. Leve y suave el general respiraba ahora ya más tranquilo. Habiéndolo liberado de la incertidumbre del paradero del fugitivo rubio.

 

Pero fue cuando Roy desvió la mirada hacia el edificio, que la ira del pelinegro inundo de nueva cuenta sus maduras facciones. La tranquilidad momentánea se había esfumado y el corrosivo rencor latía cada vez más deprisa por las acciones pasadas de su fugitivo. Se había quedado estático en su lugar cuando el general echó a andar hacia el edificio e iba a ir tras él, aun y cuando este no le había dado tal orden más se detuvo cuando Riza llegó hasta él y a su lado empezó a darles las indicaciones  que seguirían.

 

La formación que se había hecho alrededor de la teniente se había desintegrado cuando esta termino con las indicaciones y él fue a cubrir el puesto que se le había asignado. Jean Havoc aún seguía aturdido y no lograba digerir toda la información que tan solo dos horas atrás les había sido revelada antes de empezar con aquella operación de búsqueda. Estaba más que seguro que los demás se encontraban igual que él o incluso mucho peor, la única que parecía no afectarle todo aquello era Riza, pero incluso ella a su manera estaba afectada.

 

Y es que no era fácil hacerse a la idea tan de pronto. Pues nadie se esperaba que el general dentro de poco fuese a convertirse en padre y más aún, el que tuviese una relación un tanto extraña con el fugitivo al que perseguían y eso era lo más extraño de todo, pues aunque Mustang en ocasiones fuese todo un maldito, no creía que llegase a ser tan insoportablemente desgraciado como para hacer que su pareja decidiera escapar de él aun y cuando estaba embarazado de su hijo.

 

El rubio se rascó la cabeza mientras echaba una calada profunda a su cigarrillo.  Lo que le parecía más increíble en ese momento era sin ninguna duda la elección de Mustang. Hasta donde sabia Roy Mustang era el mujeriego número uno en toda

Amestris, eso lo sabía de muy mala manera él, en más de una ocasión el pelinegro le había quitado a sus citas, así que el que hubiese escogido a un hombre como la madre de su hijo, lo sorprendía.

 

— ¡Havoc! — El rubio apretó el cigarrillo en sus labios cuando escuchó su apellido de los labios de Mustang y echó a andar con rapidez a donde le habían mandado. Pues el que lo nombrara así sin utilizar rango no le traía nada bueno.

 

~0x0~

 

Las luces en su habitación estaban apagadas y en verdad no las necesitaba. Sentado en medio de la cama y con un montón de almohadas tras su espalda como respaldo improvisado, Edward descansaba. Sus ojos estaban cerrados pero no dormía, aun y cuando estuviese sumamente exhausto le iba a ser imposible quedarse dormido. No podía darse ese lujo, no cuando sabía bien para aquellos momentos y más que seguro, ya le buscaban por todos lados y solo necesitaba descuidarse un poco para que lo encontraran. Cosa que no iba a dejar pasar.

 

Edawrd frunció el ceño, crujió los dientes y apretó con fuerza entre sus dedos las sabanas sobra las que estaba sentado. No lo harían, no iban a encontrarlo, nunca.

 

Fue entonces cuando lo sintió y abrió los ojos de inmediato. El semblante del rubio cambio de pronto, suavizándose las facciones de su cara por completo que incluso su mirada se dulcifico bajando el rostro y al mismo tiempo fue soltando de sus dedos las sabanas para llevar ambas manos a su cuerpo. Sonrío divertido cuando otro golpecito luchaba por ganar su atención y luego le siguió otro más pausado e incluso suave. Muy y apenas paso la yema de sus dedos por la forma redonda de su abultado vientre y con una sonrisa en sus labios le hablo.

 

— Te has despertado ya chiquita — musito tan quedito que incluso sus ultimas palabras habían sonado mas como un suspiro que otra cosa — Tranquila, todo estará bien — las suaves pataditas se detuvieron, pero el movimiento de sus dedos sobre su cuerpo continuo, pues aquello le había tranquilizado.

 

— Esta noche nos quedaremos aquí y mañana, mañana partiremos a Rizenbul donde tu tío Al nos espera — no hubo mas movimientos en su vientre, pero aquello no le aseguraba que su bebe estuviese nuevamente dormida.

 

Su pequeña era sumamente calmada y pasaba la mayor parte del tiempo quietecita, tal vez dormida, hasta que empezaba a hacer todo un alboroto en su interior llegada determinada hora. Edward soltó un bufido molesto. Esa hora correspondía exactamente a cuando el maldito bastardo pelinegro llegaba a casa. Tan solo una sola silaba soltada por los labios de aquel hombre, hacían toda una revolución en su pequeña que no dejaba de moverse y patalear en su interior para llamar la atención de aquel quien fuese su padre, importándole poco si a su madre aquello le lastimaba.

 

Era gracias al rostro compungido y doloroso del rubio que Mustang sabia lo que pasaba y su pena y sufrimiento se detenían inmediatamente que el pelinegro conversaba con su vientre mientras lo tocaba por sobre la ropa acertando siempre en el lugar exacto donde estaba su hija.

 

Pero ese día no había pasado nada de aquello. La hora de la llegada de Mustang ya había pasado y ellos no lo verían llegar pues no estaban mas en aquella casa.

 

— Y no volveremos más ahí — soltó Edward parando de acariciarse. Solo esperaba que su hija lo comprendiera y estuviese más quieta y calmada.

 

No, por nada del mundo iba a volver a aquel lugar.

 

Era básicamente una puñalada lo que le había hecho a Mustang al marcharse así, lo sabía muy bien, pero lo que el pelinegro pensaba hacer cuando naciera la hija de ambos era una canallada. Edward se mordió el labio con culpabilidad. Que importaba ahora si en un principio había estado de acuerdo con la idea. No lo había pensado con claridad en aquel entonces y su bebé apenas y era un objetivo por consumar.

 

Por ello no había reparado en todo como debía y el peso de su decisión no le había calado con fuerza sino hasta meses después de haber sido tomada. Había abierto los ojos justamente cuando sintió dentro de él el primer movimiento de su pequeña y lo había comprendido. No estaba bien lo que había aceptado y no iba a cumplir su palabra en lo absoluto.

 

Tendrían que matarlo primero antes de arrebatarle a su hija.

 

Suavizando el ceño en su frente que una vez mas se había fruncido, Edward volvió a acariciar con dulzura su vientre al mismo tiempo que cerraba los ojos y sonreía con cariño. Iba a estar siempre al lado de su hija y nadie nunca iba a separarlos.

 

TBC…

 

Notas finales:

N de la A: Hey! Aquí el primer capi! >w<  Este pequeño proyecto será como dije “pequeño”  D: los capítulos serán cortitos y no se cuantos sean en su totalidad, pero espero les guste. Aunque este primer capi este aburrido TvT…  OMG!!! Se dieron cuenta hay MPREG!!! No se los puse en la descripción, si lo sé, debí de hacerlo pero creo que fue una bonita sorpresa. ¿Qué creen ustedes? Díganmelo por favor!!! Me despido por ahora y les mando un saludo a todos :D

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).