Ahí estas sentado como siempre, con la mente demasiado pendiente de tu estúpido videojuego ¿cómo puedes desconectarte de todo el mundo y a la vez estar pendiente de lo último que aparece en juegos? mierda, ¡como me molestas! Sigo mirándote por un momento, veo como te emocionas y te subes tus goggles para ver mejor la pantalla d tu DS, así puedo ver mejor tu rostro, con los dichosos lentecitos en tu cabeza, levantando tu cabello; puedo ver tu frente, mierda, se nota que no sales, estas tan pálido Matt. Pero mi vista se pasa rápidamente a tus ojos, estás tan emocionado como un niño, puedes parecer tan infantil a veces y me sorprende que aún siendo así seas mi amigo ¿cómo terminé yo con un amigo como este? debería rodearme de tipos serios y... bueno, tipos como yo, aunque realmente no sé como definirme.
Continúo mirándote por un momento y nuevamente me quedo pendiente de tus ojos, sigues con esa carita de niño bueno y con ese brillo que hace que parezcas una versión tuya diez años menor; entonces pienso en mi cara y pienso que yo jamás podre verme así como tú, me he vuelto un amargado, mejor dicho siempre he sido uno. Te envidio Matt, tú no tienes que demostrarle algo a nadie... pero... yo tampoco tengo que hacerlo, entonces ¿por qué soy como soy?... un suspiro tuyo me saca de mis pensamientos y veo cómo haces un pequeño puchero, quizás has perdido tu partida, no lo se, pero ese gesto tuyo hace que sonría y ¿me sonroje? ¿por qué me pasa esto? Entonces pareces notar que estoy frente a ti y levantas la cabeza y me miras extrañado.
-¿Y a ti que te pasa? - me dices y no se que responder, normalmente te respondería la verdad acompañada de alguna maldición como suelo hacerlo, pero como te explico "sabes, me quede mirándote e hiciste un gesto que hizo que me sonrojara" ¡mierda! no te puedo decir eso.
-eeeh... y-yo... - Dios, me estoy poniendo nervioso ¿qué hago? - yo sólo...
- ¿Tú sólo qué? - me sigues mirando fijo, parece que verme dudar te divierte y a quién no, yo nervioso ante una pregunta tan tonta.
- Yo - ánimo Mello - Yo... ¿y qué? ¿no puedo sentarme aquí sin que tú pienses que estoy mirándote? ni que fueras la gran cosa Matt... -¡bien Mello, bien!
-¿Entonces por qué te demoras tanto en responder?... no será que - entonces me parece que una idea no muy buena llega a tu mente y comienzas a caminar hacia mi. ¡Di algo mello, di algo! pero nada, me quedo congelado viendo como te acercas y te inclinas dejando tu rostro frente al mío. Nunca te había visto tan de cerca, y hueles bien, ni siquiera hueles a tabaco y eso que siempre estás fumando ¿te habrás bañado hace poco? mierda Mello piensa en algo útil.
Sólo reacciono cuando te acomodas en el sillón afirmándote con las rodillas, así, frente a mi en una posición bastante comprometedora que me hace quedar con los ojos abiertos como platos e incapaz de reaccionar y empujarte para que te largues. La situación se me hace más incómoda cuando una de tus rodillas empuja mi entrepierna, mierda se siente bien y para mi mala suerte lo demuestro con un ligero gemido. Puedo ver como sonríes, leo claramente un "¡gané!" en tu rostro, aunque no se exactamente a que estás jugando y si soy yo a quien tienes que derrotar. Probablemente si.
Al parecer el juego continúa y lo descubro cuando una de tus manos va a parar a mi rostro y tu cara se acerca a unos milímetros de la mía. Entonces algo en mi reacciona y desgraciadamente no de la forma en que esperaba. Cierro los ojos y abro la boca esperando que acortes la distancia de una vez, incluso puedo sentir tu respiración junto a la mía y eso hace que me estremezca. Rayos, hazlo pronto, pienso, pero toda mi ilusión se queda por los suelos cuando te acercas a mi oído y me dices:
-Así que eras gay - mierda, no se que expresión puse, pero parece que fue una que te divirtió aún más, porque mientras te levantabas del sillón y caminabas hacia la puerta continuaste - y encima de todo, te gusto.
Entonces saliste de la casa y yo me quede ahí sentado. Estaba congelado, no podía reaccionar, ¿soy gay? estúpido Matt, esto es tu culpa.