Matt, para que sepas me he dedicado a autoexaminarme y autoinvestigarme (y en el proceso autosatisfacerme y acto seguido “autoasquearme” también… mierda, ya hablé demasiado). La idea de todo era hacer un análisis digno de mi inteligencia y demostrarte lo poco gay que soy, pero a cada rato me aparecía tu cara de niñito bueno haciendo esos adorables pucheritos que me matan… mierda, sí que soy gay. Como puedes ver mi investigación salió diferente de lo que pensaba.
Investigación de mello.
Cuando te vi salir me quedé estático. ¿De dónde sacas esas cosas que dices Matt? ¿Por qué crees que puedes llegar y decirme con toda calma “eres gay”? tú, que conoces menos gente que Near te atreves a dártelas de sicólogo. Aprende a fundamentar tus declaraciones, idiota.
Pero si estás equivocado ¿por qué quería besarte? ¡Bah! A cualquiera que lo toquen “ahí” le van a dar ganas de tirarse a lo primero que tenga cerca… un momento, ¿yo quería hacer algo más contigo? Aaaarrrgh ¡que mierda! Yo sólo quería besarte, no, ni eso, yo me dejé llevar por el momento, eso es todo. ¡Ja! Si yo no soy gay, yo he estado con muchas mujeres, para nada soy gay, he estado con… con… eeeeh… ¡Lidner! Eso es, Lidner. No, espera, ni siquiera me acuerdo, ¿será eso una buena o una mala señal? Creo que la llamaré.
-¿Lidner?
- Aló… ¿Mello?
-emmm, si. Mira Halle, diré esto bastante rápido y más te vale ser discreta.
-¿eh?
-si, si, ya. Escucha. Cuando me quedé viviendo en tu baño, ¿pasó algo?
- ¿A qué te refieres con eso?
- A que si… -vamos Mello, no es tan difícil – ¿te toqué algo?
-Jajaja
-¡¿Qué es tan condenadamente gracioso?!
- Nada Mello no te preocupes.
- Entonces respóndeme.
-Ni un pelo.
-¡je! Adiós.
*Mientras tanto Lidner*
-Jajaja!
-¿y a ti qué te pasa? – Near aparece junto a Gevanni.
-Era Mello preguntando algo sobre su estancia en mi baño.
- ¿Se estará dando cuenta que es gay? – preguntó Gevanni, curioso.
-ya era hora –respondió el siempre serio Near.
*volviendo donde Mello*
Me he avergonzado hoy más veces que en toda mi puta existencia y todo esto es por tu culpa Matt. Ahora resulta que aparte de potencial gay, soy virgen. Y encima de todo ni siquiera me había dado cuenta y es que nunca le di mucha importancia que digamos, mi vida ha consistido básicamente en tratar de llegar a ser como L, en superar a Near y en ser tu amigo, nunca dejé espacio ni siquiera para pensar en una chica. Sin contar lo de comer chocolates mi vida básicamente se ha tratado de estar constantemente pensando en hombres. ¿Eso hará que los tipos se vuelvan gays? Dios, ya lo estoy asumiendo.
Pero ser virgen no prueba que me gusten los hombres. Tampoco que tú te las des de puta conmigo y te me tires encima Matt, entiéndelo. Y para demostrártelo voy a encender la televisión y voy a ver todas las cosas calentonas que encuentre.
Minutos después…
No hay caso Matt. No me gustan las mujeres. O por lo menos no las que salen en la tele y en esos canales que vi. Pero tampoco me gustan los hombres. Y créeme que la televisión por cable tiene de todo y también pude comprobar eso. Pero para que veas que mi análisis no se basó solamente en ver porno, hice el esfuerzo de mirar dentro de mi mismo. Y todo lo que veo en mi eres tú. Mierda Matt, lo que si asumo es que me volviste cursi. Lo que veo cada vez que trato de aparentar ser fuerte es la necesidad de que me mires, que veas que soy capaz de hacer muchas cosas y que vale la pena estar conmigo. Y yo que siempre creí que era un maldito egoísta y hacía todo por mi, que idiota, después de pensarlo bien sólo un momento descubrí que todo lo que hago me vale un carajo si tú no estás ahí para verlo. Matt, yo no soy gay, ni heterosexual. Y tampoco me gustas. Yo sólo soy Mello y te amo. ¿Lo ves? Estabas equivocado después de todo.
Detengo mis pensamientos cuando por fin te veo llegar. Me alegró que llegaras, así podré decirte lo que acabo de descubrir…
¿Y qué creen qué pasó después?
-¡Si Matt! ¡Ahí! ¡ahi! No te muevas… no… espera ¡muévete un poquito! ¡Eso Matt! ¡Ahí, justo ahí! ¡Quédate ahí!
-Mello si no me muevo yo no disfrutaré ni un poquito.
-No importa, no te queda otra opción. ¡No! ¡Espera! ¡Dije que no te muevas carajo! ¡Maaaatt!
Y bueno, así pasamos la tarde. Llegaste como si nada contándome que nos cortarían la señal del cable así que nos quedaríamos sin ver nuestros programas favoritos, así que pasamos el resto del día moviendo la antena de la TV para poder ver algo aunque sea. Lamentablemente tú te negaste a quedarte quieto y jamás logramos ver ni los canales públicos, pero reconozco que gritarte tanto fue divertido.
Una vez que me aburrí de obligarte a mover la antena, te tumbaste derrotado en el sillón justo a mi lado. Sacaste un cigarro y me miraste como pidiendo permiso. Que te ame no se significa que acepte tus vicios Matt. Te puse una mala cara y lo guardaste resignado. Diste un largo suspiro y te acomodaste de manera que quedaste acostado en el sillón con la cabeza reposando entre mis piernas…
-Matt yo…-tenía que decírtelo.
-¡shhhh! – mierda Matt, ¡¿desde cuando me das órdenes?! Pero al ver como cerraste los ojos y poco a poco comenzaste a quedarte dormido decidí que comenzar a pelear contigo no era buena idea. Y decidí que tampoco te diría lo que descubrí, por lo menos hoy no. Simplemente me dediqué a mirarte y a disfrutar el momento, lo más que hice fue acariciar tu cabello. Matt si serás miserable. Hiciste que el tipo más violento e impulsivo del mundo te amara. Y lograste ablandarlo. ¡Serás un maldito idiota!