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Rally por ladiacardiga

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Notas del fanfic:

 

***Aviso que en este fic hay tanbto SN como NS, si alguna de las dos parejas (en este caso, quién le da a quién XD) os incomoda, parad de leer ya mismo.***

 

Hola! De nuevo yo.

 

He tenido una inspiración intensa =3, me alegra porque regularmente no es algo que se dé así. Este fin también me venía rondando la cabeza hace tiempo y hoy decidí darle forma, espero les guste ~

Notas del capitulo:

 

Mi amor por éstos dos ha sido suficiente inspiración para esta idea loca que ya tenía cierto tiempo rondando mi loca mente. Espero les agrade.

 

Usé 2 ó 3 palabras de ingeniero XD lo lamento, pero no creo que tengan dificultades con ello.

 

Creo que es de los one shots mas largos que me verán hacer XD

 

 

 

 

Los rayos del sol no parecían ser lo suficientemente fuertes para menguar la euforia en el circuito. Los espectadores ansiaban que iniciase la carrera y sentir la adrenalina que tanto les hacía falta. Aunque es normal que aquellos eventos eran casi exclusivos de carácter varonil, una cantidad considerable de mujeres había asistido, ¿cómo no hacerlo?, ¿cómo no ir a ver el desempeño de Sasuke Uchiha, corredor de élite?

 

No, de ningún modo, las carreras no eran exclusivas para hombres, aunque nos motivos para presenciarlas fuesen discrepantes.  

 

Aquel que todas vocean está en la salida de la carrera, con casco en la mano. Mueve su cuello de un lado a otro, tratando de destensarse; las competencias de esa índole requieren concentración extrema, cosa que todas esas mujeres parecían no comprender. Seguro al final del día necesitaría un masaje relajante.

 

Mira de reojo a su rival en la competencia, preguntándose si más tarde podría pedirle a aquel que le proporcionase ese ansiado masaje. Suelta una suave risa, eso seguramente estaría muy bueno.

 

Aquel, su oponente, parece no estar de buen humor, chasquea por todo. Oh, maldito sol, maldita euforia, malditas fans desquiciadas, maldito Sasuke, maldito, maldito, maldito. Aparte de las mil maldiciones, una idea se agazapaba en su mente: Ganar a como diera lugar.

 

A la mar de mosqueado, puede ver a un par de chicas lindas con una manta, dando su total apoyo al azabache. Sus ojos se abren, denotando su gran molestia y en el siguiente segundo voltea a ver a los ojos a su compañero: Estás acabado Sasuke

 

El otro lo toma con algo de sorna, ignora a su compañero y piensa que toda esa frustración en él es excitante.

 

Por lo regular eso le gusta: El rubio, cabreado a más no poder. Es enormemente placentero tratar de dominarlo en ese estado, sí que lo es.

 

Porque eran rivales dentro del Rally, todo el mundo lo sabía. Pero fuera de él…

 

En aquella ocasión se había declarado un rotundo empate, provocando las protestas de Naruto, él, aunque gustaba de ganar, simplemente se había encogido de hombros, aceptando que aquel usurantokachi había tenido un buen dominio en la pista.

 

-          Vamos, imbécil, deja de protestar y brindemos… Yo invito – Sasuke no tenía ni la menor idea de dónde había soltado esa frase, él era conocido por ser frío, egocéntrico y huraño, pero con Naruto era diferente, era entretenido ver como aquel hacía mil rabietas a su alrededor.

 

Era, al menos, su mejor forma de decir “Buena competencia” sin decirlo realmente. Esa noche bebieron como locos en la suite donde se hospedaba el Uchiha. Muchas, realmente muchas copas después, Sasuke estaba encima del rubio y este se dejaba hacer. Lejos de ser un episodio incómodo al día siguiente, junto a la resaca, habían admitido que no había estado para nada mal.

 

Y entonces el estira-afloja había comenzado.

 

 

El sonido de los altavoces anunciando el inicio le sacó de su ensimismamiento, mientras colocaba su casco y entraba en su vehículo.

 

El banderín de salida se agitaba y salió casi volando debido a la velocidad de arranque de aquellos dos, se notaba que se estaban jugando más que la victoria en la competencia.

 

Y ciertamente así era.

 

A Sasuke le gusta estar concentrado al volante, pero suele rememorar los tremendos encuentros con el rubio, eso le quita los nervios que implican las largas distancias recorridas en milésimas de segundos. Oh, sí.

 

Por más fans que Sasuke tenga y que Naruto niegue celar, ambos se necesitan el uno al otro. Si que necesitaba aquel rubio sudoroso junto a él, retorciéndose de un placer colosal. Gimiendo y soltando maldiciones a más no poder. Necesita esa piel caliente y ese tacto sobre él.

 

Necesita decirle improperios y las más sucias frases en el sexo. Necesita tirárselo y sentir llegar el orgasmo junto al moreno. Lo necesita casi tanto como respirar.

 

Exarcebado, Naruto tiene una mirada afilada recorriendo la pista. No se atreve a parpadear ni un poco, porque sabe que un segundo es suficiente. Un segundo, y en este caso, sus milésimas son la diferencia de ganar y perder, y no quería perder contra ese maldito teme engreído.

 

Pocas veces ha logrado invertir los papeles, un día, harto de los auto halagos que se hacía el azabache, lo lanzó directo a la alfombra y prácticamente le arrancó su traje de carreras de vivas tonalidades azules, devorando a su paso la piel que se exponía. Sintió el aroma embriagador de su piel y el instinto le ganó. Le metió su polla tan duro como pudo. Se lo merecía el muy desgraciado, por creído.

 

Lejos de herir el orgullo del Uchiha, a veces le tocaba a él ser quien empotrara a Sasuke contra la pared y a embestirlo, aunque generalmente era él quien acababa en cuatro sobre la cama, la mesa, el sofá o el lugar en donde se les daba la gana follar.

 

Las ruedas de su vehículo derrapan a más no poder, y es que el rozamiento de los neumáticos está a más no poder, con todo ese torque en su motor sabe que tiene que ganar o tiene que ganar.

 

Está en juego su orgullo y, claro, el quién se tira a quién esta noche.

 

Y él, en definitiva, se iba a follar al azabache, estaba seguro de ello.

 

La última vuelta, todos estaban al filo de sus butacas. El estadio entero estaba eufórico, vitoreando a su favorito en cuestión.

 

Ambos están demasiado cerca entre sí y, obviamente, de la meta, el azabache ve venir otro de esos empates y ríe pensando en cómo lo tomará su fastidioso amante.

 

Unas milésimas de segundos. Todo el mundo exclama con júbilo al ganador y este sonríe con malicia, los periodistas no tardan en fotografiarlo, y la lluvia de flashes no cesa sobre él. Iba a ser un día muy escandaloso, pero bien valía la pena.

 

Esta vez no hubo un empate y aquel que perdió desciende de su auto, tranquilo, tratando de no mostrar expresión alguna en su rostro. No todos los días se podía ganar y, aunque a nadie, a nadie le gusta perder, hay quien lo acepta sin miramientos, era su caso.

 

El estadio se fue vaciando y aquel, vencido, se decidió por fin a abandonar el lugar, en la salida principal había un chico de cabello negro, recargado a un costado, sabía muy bien quién era aquel.

 

-          ¿Qué se te ofrece? – Pregunta un poco cortante, precisamente esperó que el lugar se vaciara para no tener que encarar a nadie por un buen rato, hacía un par de horas que los periodistas se habían retirado e incluso los encargados de limpieza habían hecho lo suyo.

 

-          Oh, lo sabes bien. Sabes qué te voy a preguntar, ¿o no? – el chico cambia su postura de recargado con los brazos cruzados y se irgue ligeramente, lleva su mano derecha a la altura de sus ojos y levanta los googles que lleva puestos, colocándolos encima de su cabeza, ladeo su cabeza, como si en ese ángulo pudiera leer los pensamientos de aquel, y agregó: ¿Por qué?

 

-          No sé de qué me estás hablando – Negó aquel, cortante, esperando que aquél interrogatorio parase ya mismo.

 

-          Esa desaceleración al final. ¿Era tu plan perder? No es algo muy peculiar en ti – Su mirada serena e indagante seguía sobre aquel, sus ojos ébano no alcanzaban a comprender las acciones del automovilista.

 

-          No sé de qué me estás hablando… El terreno estaba tan irregular que dudé que los frenos pudieran compensar la rodadura – Justificó, sereno.

 

-          ¡Oh, por favor! – Sentenció aquel, esta vez su expresión flemática cambio a una de completa incredulidad – Sabes que eso no es cierto, yo lo sé mejor que nadie. Después de todo, revisé los frenos antes de la competencia. ¿Olvidas que soy tu técnico?

 

-          Jn… - Cerro los ojos un momento, para después replicar, pasando de largo sobre el chico de cabello negro, dejándolo atrás – Es mi respuesta, allá tú si lo dudas. Nos vemos

 

Sai suspiró mientras volvía a colocarse los googles, revisaría el auto de Sasuke, pero estaba casi seguro que los frenos estaban perfectos.

 

-          Menudo idiota enamorado - Susurró.

 

 

*************

 

Ni siquiera abrió bien la puerta de su suite, cuando el rubio se le abalanzó. Y le susurró, suciamente al oído, “Vamos, desvístete, zorra”

 

Sasuke ríe internamente al ver el radical cambio de humor de su rubio. Sí que estaba ansioso por tenerle y eso le excitaba más que otra cosa, así que decide seguir aquel juego. “¿Y por qué no vienes y me desvistes, dobe?”

 

Eso estaría mejor, arrancarle esas prendas y ver el cuerpo de Sasuke perlado de sudor, ansioso por más contacto, perdedor a propósito o no, Naruto no iba a desperdiciar esa oportunidad, se decía.

 

Después de tantas exhalaciones y gemidos, Naruto está sobre la espalda de Sasuke, y este recargado en la pared, inclinado, esperando a que el rubio le dé lo que tanto desea. Este toma su pene erguido y lentamente entra por el culo de Sasuke, una vez que encuentra un punto sensible en su interior, arremete con furia, disfrutando cada gemido desgarrador del Uchiha, calentándose con el sonido que hacen al chocar violentamente su trasero contra sus testículos.

 

Sasuke también participa y se empuja contra el cuerpo caliente del rubio. Ambos tienen una energía increíble a pesar de haber derrochado tanta adrenalina hacia apenas unas horas. Cuando el rubio folla a Sasuke, gusta de sacar su pene en el punto en el que el azabache está más excitado, trayendo como consecuencia que este clame que lo embista profundamente, la mano del rubio, mientras tanto, está encargada de darle placer al miembro del Uchiha, sabe exactamente cómo tocarlo para hacerlo vibrar totalmente. Ambos exhalan furiosamente al sentir el orgasmo, juntos y se derrumban prácticamente con la cama que minutos atrás casi colapsaba con aquellos dos, follando como bestias.

 

Y es que eso se siente tan bien. Estar con Naruto se siente tan bien que a veces es bueno dejarse ganar.

Notas finales:

 

 

<3 amé finalizar las mil ideas perversas en mi mente, espero les guste y ya saben que me interesa bastante conocer su opinión, un review me haría bastante feliz <3

 

Saludos.


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