Hace mucho tiempo que tengo un sueño y éste se repite todas las noches por lo que me es imposible quitármelo de la cabeza. En ese sueño aparezco en la cama, pero no la mía. En esa cama se encuentra una mujer, mi novia… y ella se encuentra entre mis brazos…
Bueno, voy a empezar por presentarme. Soy Alexandra, Alex para los amigos y tengo 19 años. Mi pelo es castaño oscuro, liso y corto, lo justo para poder recogérmelo en una coleta. Los ojos al igual que mi cabello son de un color marrón oscuro. Mido 1,65 m. y soy más o menos delgada. Ya sé lo que vais a decir: “pero ¿no a dicho antes que ha soñado con su NOVIA…?”. Si, no os confundís. Aunque os parezca raro, a mi me gustan las mujeres... Sí queridos lectores ¡Soy lesbiana!
Yo estudio en la Universidad de Medicina de Londres, haciendo la carrera de cirujano. Pero para conseguir el dinero de la carrera, trabajo a media jornada en un bar. En él conocí a la persona más bella que jamás he visto. Ella es Emily y al igual que yo, tiene 19 años, 1,60 m., pelo medio-largo, ondulado, castaño claro, ojo marrones claro, un poco más delgada que yo. También trabaja en este antro para conseguir el dinero de su carrera en la Universidad de Psicología de Londres.
Ella ha venido de un pequeño pueblo del norte de Inglaterra, y yo pertenezco a Los Ángeles. Me mudé aquí porque estaba cansada de América y decidí venirme a Londres y seguir estudiando lo que más me gusta.
Recuerdo perfectamente como la conocí. Fue en verano, a finales de Julio. En esos tiempos yo estaba buscando un lugar donde trabajar, ya que dentro de unos meses iba a empezar la universidad. Necesitaba el dinero para poder alquilar un piso y pagarme los estudios, ya que aunque mis padres me daban algo de dinero, no era el suficiente. Aquí en Londres es todo un poco más caro.
Mientras yo recorría establecimientos, repartiendo currículos, pasé enfrente de un bar, en el que trabajo ahora. Buscaban personal joven para trabajar como camarero/a, a media jornada. Decidí entrar para dejar mi currículo y al estar desesperados por encontrar personal, me hicieron la entrevista en un momento. Después de que me la hicieran fui contratada al instante y me dijeron que empezaba esa misma tarde.
Cuando fui a trabajar a la tarde me presentaron a la otra camarera que habían contratado.
-Hola, soy Alexandra, pero me puedes llamar Alex, y creo… que vamos a ser compañeras de trabajo de ahora en adelante.-Me presenté.
- Hola Alex. Soy Emily, me puedes llamar Emmy. Y sí, vamos a ser compañeras.- me respondió.
Esa fue la primera vez que me dirigió la palabra. Durante toda la tarde no pudimos hablar. Para ser el primer día de nuestro trabajo lo estábamos haciendo bastante bien, por lo menos es lo que nos decía nuestro jefe, el cual estaba bastante sorprendido por nuestra compenetración.
Cuando terminamos, decidí esperarla para presentarme como es debido, ya que no tuvimos demasiado tiempo para poder hablar. Y la verdad, algo me había llamado bastante la atención en ella.
Cuando salió me dio un buen susto, no me lo esperaba.
-¡Huy!, lo siento, ¿te he asustado? No pretendía…
-Eh… no te preocupes, ha sido culpa mía, estaba pensando en otras cosas… je je
-Alex, ¿verdad? No hemos tenido suficiente tiempo para presentarnos. Si quieres vamos a un bar cerca de aquí, y hablamos. ¿Te parece bien?
- Vale.
Cuando llegamos pedimos unas Coca-Colas Light, yo invité. Después nos sentamos en una de las mesas.
-Bueno, dime Alex ¿de dónde eres y por qué has venido a Londres?- Me preguntó, esto parece un cuestionario, ¿no?-
-Haber, soy de Los Ángeles, América, y he venido aquí para estudiar en la universidad de Medicina y hacer la carrera de cirujano. He decidido ponerme a trabajar para poder pagar el piso y la carrera. ¿Sí?... Bueno ¿y tu Emmy?
-Bueno… yo soy parecida a ti. Vengo de un pequeño pueblo del norte de Inglaterra, para estudiar la carrera de psicóloga, y he decidido trabajar por la misma razón que tu. Pero veo que, aún trabajando la jornada entera en el bar no voy a poder pagar las dos cosas. Además, a mí, mis padres no me dan nada de dinero.
-Igual te parecerá algo precipitado, ya que nos acabamos de conocer. Pero… que te perece sí te vienes al piso que he alquilado y lo pagamos entre las dos, ¿eh?... No sé, digo yo. De ese modo, yo no pago el alquiler completo y a ti te sale más barato. ¿Qué me dices?- Creo que me emocioné demasiado diciendo eso, seguro que me va a rechazar a la primera.
- ¿Lo dices en serio?... Me harías un gran favor.- ¿eing?... ¿o.o?-
-Vale, que te parece si mañana te enseño el piso y hacemos los papeles.
-De acuerdo.
-¿Te vengo a buscar al bar, a las 11 am.? Y si te gusta el piso, después podemos ir a por la maleta con tu ropa.
-Vale. Nos vemos mañana a las 11 am. en el bar. Tengo la sensación de que nos vamos a llevar muy bien. ¡Ah! Y… muchas gracias Alex, no sé qué haría sin ti.
Como despedida me dio un beso pero no en la mejilla, sino en los labios. Cuando se separo de mí, me fije en ella. Estaba sonrojada y tenía las mejillas calientes. Me quede allí, sentada en la mesa donde anteriormente ella había estado sentada junto a mí. Pensaba en lo que acababa de ocurrir.
- ¿Me… acaba de dar… un… beso... en los labios?
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Después de habernos despedido de ese modo, me quede un rato pensando en lo que acababa de suceder. Tras pegar el último trago de mi Coca-Cola Light, me levante y salí del local. En vez de ir directamente al piso, decidí dar una vuelta y seguir pensando sobre lo que había ocurrido.
-No es posible que una chica a la que acabo de conocer, me haya dado un beso… en los labios. Así, sin más. Y… la forma en que me lo ha dado... con los ojos cerrados. Y… sus mejillas… estaban calientes y sonrojadas… Vale, si. Me gustan las mujeres, pero… ¿a ella?... no lo sé. La verdad es que Emmy es guapa… sus ojos marrones claros, su pelo ondulado,… ¿Eh? Haber Alex, estas delirando… Bueno me voy al piso que ya es tarde.
Cuando llegue al piso no tenía ganas de hacerme la cena. Mire haber si por suerte, encontraba algo en la nevera, sin la necesidad de tener que poner la sartén al fuego. ¡Bingo! Tuve suerte, tenía una pizza de jamón york y queso de las de meter al microondas. Por suerte en el piso me habían dejado un microondas. Después de esperar 15 minutos, saque la pizza del microondas y decidí cenar sentada en el sofá mientras veía una película que en ese momento daban en la televisión.
Después de cenar y lavar el plato, me quede un rato mas viendo la película. Cuando termino, me fui al baño a asearme. Me di una ducha, me seque el pelo, me lavé los dientes y me puse el pijama. Mi pijama era el conjunto de unos shorts negros, tipo chándal y una camiseta blanca, de tirantes, grande y lo más fino posible.
Me fui a la cama. Hacía calor, así que solo dormí con la sabana. Y de nuevo, me vino a la mente el beso de Emmy. Me pregunto que estará haciendo ella ahora mismo. ¿Haría bien en decirla que me gustan las mujeres y decirla lo que siento por ella? Bueno ahora voy a dormir, mañana pensare en eso, cuando me levante.
~~~~~ EMMY ~~~~~
Me encontraba en el piso que había alquilado, el cual mañana dejaría para poder vivir con Alex. - ¿habrá sido demasiado precipitado aceptar la “ayuda” que me ha ofrecido? Y… ¿Qué significado habrá tenido para ella ese beso? Y sobre todo, ¿me echara del piso cuando le diga que me gusta? Bueno, eso no lo sé.-
Después de haberme cambiado. Me hice la cena, carne con patatas, una de mis comidas favoritas. No me costaba nada ponerme a cocinar, además es una de las cosas que más me gusta. Eso y la repostería, mi postre favorito, la tarta de fresas, me sale a las mil maravillas.
Después de haber cenado me quede un rato viendo la tele. Recordé que al día siguiente me iba a mudar. Y me puse a hacer la maleta.
- Por cierto, ¿se habrá creído eso de que ando un poco escasa de dinero? Vale… necesito dinero, pero ese sueldo, mas el dinero que me dieron mis padres me da más que suficiente. Bueno, el caso es que me he enamorado a primera vista. El problema es que es de una chica. ¿Qué me dirá mañana cuando se lo diga? ¿Me rechazara, o me aceptara?
Cuando termine de hacer la maleta para la mudanza, deje fuera la ropa que me iba a poner al día siguiente y una bolsa para meter mi pijama.
Me fui al baño a asearme. Me di una ducha, me sequé el pelo y me lavé los dientes. También me di una crema hidratante, me gusta cuidarme la piel. Me puse mi pijama, un conjunto de shorts color azul y una camiseta blanca de tirantes ajustado.
Cuando me fui a la cama, me quede un rato pensando sobre lo que me había ofrecido Alex. Para ella soy una completa desconocida, solo nos conocemos de medio día de trabajo. Y eso no da para mucho. De todos modos, algo en ella me decía que nos íbamos a llevar muy bien. Además, si yo fuese ella, no le ofrecería a cualquiera, un cobijo en el mismo techo en el que duermo yo. Y… ¿si a ella también la gustaban las chicas?... Y ¿si le gusto yo?... Bueno, si es así, mañana doy yo el primer paso. Ojala que no me confunda.
Y con ese pensamiento en mi mente, me fui adormeciendo poco a poco hasta quedarme completamente dormida. Con una sonrisa en los labios.