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&& llegaste tú. por maii-chaan

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Notas del fanfic:

Bueno antes que nada quiero decir: juro que no soy nueva aquí!! xD Antes entraba bajo el nombre de crazygirl4ever, pero ya ven que casi no tenemos problemas con las cuentas en ciertas ocasiones U.U'

 

 

[[los personajes son totalmente pertenecientes a Kishimoto-san, junto con los esenarios y nombres... lo único correspondiente a mí es la trama del fanfic! Arigatoo]]

 

 

Bueno esperoo le puedan dar un oportuniidaad && qe les convenzaa!!

Notas del capitulo:

O.O Un azabache conoce al rubito que le regresará chispa a su vida y le hará conocer el amor, aunque como siempre tienen obstáculos y trabas en el camino ¬¬' -xqe no solo ser felices?? esperaa... es mii fiic xqe no solo lo escriibo asii?? U.U'- 

Esperoo les gustee!! Disfruteen!!

 

Hubo un tiempo en el que me sentía tan miserable… tan vacío. Yo, Uchiha Sasuke me sentía un inútil, pedazo de imbécil… jamás me había sentido así y era normal, siendo un Uchiha es imposible poder sentirse mal, era inaceptable.

 

Pero un día, caminando bajo la lluvia encontré un motivo, un pequeño rayo de luz bajo tanta oscuridad: un joven rubio, hermoso, de ojos azules cual zafiro y unas marquitas sobre las mejillas cual zorrito.

 

No pude evitar dejar de mirarlo, estaba totalmente paralizado y sumido en mis profundos pensamientos que no me percaté cuando el chico se acercó a mí y sin notarlo del todo me llamó la atención su sonrisa llena de alegría que me dedicó.

 

-          Hola, disculpa… soy nuevo en la aldea y quisiera saber donde está ésta escuela.

 

Miré el pequeño trozo de papel que estiro hacía mí y no pude evitar sonreírle, cosa extraña en mí; miré la dirección y se trataba del internado Konoha, justo donde me encontraba estudiando.

 

-          Bueno, está un poco lejos de aquí; pero si quieres te puedo llevar, de cualquier forma tengo que ir.

-          ¿Estudias ahí?

-          Sí, el internado Konoha es bastante conocido.

-          Nadie me ha dicho como llegar. – su voz denotó que ya había preguntado en varias ocasiones anteriores.

-          Bueno, en esta aldea la gente es muy… cerrada, se acostumbra a lo que ya conoce y la gente nueva no es muy bien recibida.

-          Lo pude notar con mucha facilidad; por cierto, mi nombre es Naruto Uzumaki, mucho gusto.

-          Yo… soy Sasuke Uchiha. – un leve ardor comenzó a esparcirse por mis mejillas dándome a entender que me había sonrojado un poco.

-          Bueno, entonces… ¿me llevarías?

-          Sí, no hay problema.

 

Comenzamos a caminar en dirección contraria a la que me dirigía, pues me quería alejar del colegio hasta que encontré a ese hermoso ángel que coincidentemente entraría a ese colegio.

 

-          Es extraño que alguien venga a vivir a esta pequeña aldea ¿de dónde vienes? – tenía curiosidad, quería saberlo todo de él.

-          Vengo de Suna.

-          ¿De la cuidad de Suna? ¿Y qué hizo que un citadino viniera a vivir a una excluida aldea como ésta?

-          Tuve problemas allá, la gente no me quería, sinceramente; supongo que por eso no me afecto que no me dieran una buena bienvenida a este lugar; me sorprende que tú me hables.

-          Bueno, no tengo prejuicios con la gente nueva además tampoco soy bien aceptado por aquí.

-          ¿No? ¿Eso por qué?

-          Bueno, digamos que mi familia no es muy querida en la aldea.

-          Pero pareces buena persona.

-          A veces las apariencias engañan, en el caso de mi familia aplica a la perfección.

-          ¿Insinúas qué eres mala persona?

-          No insinué nada, sólo dije que mi familia no suele ser lo que aparenta.

-          Hmm… ¿Por qué si tienes a tu familia vives en el internado?

-          Bueno, digamos que no tengo una… relación familiar propiamente buena, es más como… una relación de conveniencia con ellos.

-          ¡Pero es tu familia! – exclamó de pronto y entonces se volteó apenado a mirar a otro lugar. – Lo lamento, es que… es tu familia, debería ser diferente.

-          Bueno, a decir verdad mis padres casi nunca están en la aldea, están en el país del agua o un lugar semejante y alejado de aquí; mi hermano mayor… él es… no es un hermano ejemplo, y sinceramente puedo decir que le tengo miedo, hasta cierto punto; por eso no vivo en casa.

-          Ya comprendo. – ocultó sus ojos bajo su flequillo rubio y guardó silencio por unos minutos.

-          ¿Puedo hacerte una pregunta? – me preguntó después del largo silencio tortuoso para mí.

-          Claro.

-          No sé… no sé si considerarte como un especie de amigo… ¿te molestaría?

-          No, no me molesta.

-          Gracias. – su sonrisa fue tierna y no pude hacer nada más que sonreírle como respuesta.

-          Descuida.

 

Seguimos caminando con otro silencio incómodo; pero en ésta ocasión pude estar más tranquilo, después de todo los dormitorios de chicos estaban casi a tope, de hecho quedaban unas cuatro habitaciones, una sola y tres compartidas; cabía la pequeña posibilidad de que me tocara con él, y aún era una ilusión que tenía por dentro.

 

-          Y dime ¿qué hacías caminando bajo la lluvia? – me preguntó de pronto.

-          Bueno, me gusta sentir las gotas caer sobre mi piel, además me deja pensar con claridad ya que cuando llueve todos se ocultan en el lugar más cercano.

-          Bueno, te entiendo.

-          Y tú supongo que seguías buscando la escuela.

-          Sí, es que mi abuela me prometió enviar a alguien a buscarme a la estación a eso de la 1, y llegué y no había nadie y me cansé de esperar.

-          ¿Tu abuela?

-          Bueno… es la directora del internado.

-          ¿La Tsunade es tu abuela? – eso ciertamente me había sorprendido.

-          Sí, ella misma.

-          ¡Vaya! ¡Increíble!

-          ¿Por qué?

-          Tú pareces ser paciente y tener buen humor.

-          Bueno, de paciencia no tengo ni pizca; pero un buen humor, procuro tenerlo siempre. – dijo sonriendo.

-          Bueno, entonces supongo que sé a quién mandó. – dije recordando la discusión en la tarde.

-          ¿A quién?

-          Su nombre es Kiba, él vino; pero creo que ya te habías marchado o llegó antes y tampoco tiene pizca de paciencia, se fue de inmediato y volvió echando chispas, fue un gran problema conseguir que se calmara.

-          Hmm.

-          Y después nos pidieron que te buscáramos; pero… me negué.

-          ¿Por qué? – no se ofendió, al contrario su voz se escuchaba llena de curiosidad.

-          La verdad soy muy… antisocial, detesto la compañía de la mayoría de la gente y no quería salir a buscar a alguien que ni siquiera conocía, preferí pensar en cosas relevantes que me ocurren día a día.

-          Ya veo, supongo que en tu lugar habría hecho lo mismo.

-          Ahora resulta que me negué; pero llegaré contigo, suena gracioso.

-          Un poco, sí.

-          Y… ahí lo tienes…  - dije mirando un punto fijo, la entrada del colegio. – El internado Konoha.

-          Muchas gracias.

-          No te preocupes, entremos.

-          Pero habías salido, supongo que ibas a hacer algo.

-          No, nada en especial, sólo caminar.

-          Bueno… entonces entremos.

 

Quedó decidido que entraríamos y lo acompañé directamente a la oficina de la directora.

 

-          Buenas tardes Shizune, venimos a ver a Tsunade. – le comenté.

-          Hmm… ¿Otra vez, Sasuke? Sabes que no le agradan las constantes visitas.

-          Vengo con su nieto. – le avisé.

-          Oh, pasen.

 

Entramos a la oficina y la Tsunade estaba mirando a la ventana bastante fijamente y ninguno quería interrumpir sus pensamientos, aunque por dentro no quería interrumpirla porque sería alejarme de mi ángel; pero tarde o temprano deberíamos hablarle.

 

-          Oiga, vieja. – le llamé, ella siempre se había caracterizado por su pésimo carácter y me resultaba muy gracioso que cuando le decía algo como “vieja” o “amargada” se molestaba, aunque ya era juego entre ambos.

-          ¿¡Mil veces te he dicho que no me llames así, muchacho engreído!? ¿¡Acaso eres idiota!? – apenas iba a voltear cuando mi ángel y yo soltamos unas carcajadas algo sonoras.

-          ¡Vamos, vieja! Te traje a tu nieto, no estés amargada como siempre; qué él debe conocerte como… no, no puede conocerte alegre. – me burlé otro poco.

-          ¡Naruto! – se puso de pie y abrazó a su nieto.

-          Los dejo a solas, supongo que podrán hablar así.

-          No, espera Uchiha. – me llamó la Tsunade.

-          Hmm.

-          ¿Compartes habitación?

 

Notas finales:

&& que tal?? Espero estee... pasablee!! Por favoor dejen rws, no importaa si son jitomatazos o no, de igual modo los leere y responderee lo antes posible!!

El capítulo dos lo subiré en unas horas más (:


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