Stairway to heaven.
- Bravo!!! Bravo!!! Bravo!!! - Gritó un chico de cabellos negros, desaliñados, en puntas coloridas de rojo como arrojaba una moneda dentro del estuche de guitarra vacío.
Entonces el dueño del estuche que estaba tocando guitarra, se detuvo y miró la moneda fijamente, después alzó la cabeza y miró al chico en cuestión.
- ¿Crees que soy un pordiosero? -Preguntó con la guitarra descansando en su regazo.
El chico de cabello bicolor se encogió. Apenas veía al guitarrista, porque éste llevaba una gorra que le cubría todo el cabello y la cara, pero tenía un aire por decirlo así que emanaba rabia, enojo, etc.
- Creí que tocabas parra la gente que pasaba por el parque - dijo el chico nervioso como se agachó para recoger su moneda y no "ofender" al malgeniado.
Aquella frase sobresaltó al chico de la guitarra, uno sea, él iba al parque para ensayar sus canciones, pero nunca creyó que alguien que pasara por el parque se interesara en quedarse escucharlo. De repente se sintió mal e en vez de gritarlo, debió hablar con él, pero ya no sabía cómo remediarlo, así que le dio una patada a su estuche y la cerró antes que el otro sacara la moneda.
- ¿No que no eras un pordiosero? Mi moneda!!! - Exclamó el menor indignado como el otro lo ignoró, volvió a abrir el estuche, pero solo para guardar su guitarra.
- No tengo tiempo para perder contigo - dijo secamente como colgaba la guitarra a la espalda y se alejaba por el sendero donde las hojas caían de los árboles. - Aunque si quieres perseguirme siempre estoy en Shibuya.
- ¿Porqué voy a perseguirte? ¿Tengo cara de acosador? - gritó el chico cruzándose de brazos enojado, pos quién se creía ese, con solo tocar guitarra ya era alguien??????
Aún así sentía muchas ganas de volver a verlo, así que al día siguiente fue al barrio de Shibuya (no fue en el mismo día para no quedar como un acosador aunque ya se sentía uno) Le dijo a su madre que regresaba tarde a casa porque iba a ala biblioteca, pero en realidad se voló para el barrio siempre de moda,, el problema era que el tipo no le dijo en dónde encontrarlo, Shibuiya era muy grande, inmenso, arrobatado de gente y todos tenían pinta de punk, rockers, metals, lolitas, visual, gals.
Él ya ni sabía para dónde estaba yendo hasta que se tropezó con un bar gigante que se llamaba "Shibuya".
- ¿Será que hablaba de éste lugar? - Preguntó confundido como apareció un hombre fornido de negro.
- Cédula - dijo el hombre sacando la mano hacia él.
- ¿Qué? Aún no tengo - dijo el chico confundido.
- Para entrar al bar hay que ser mayor de edad.
- Pero no quiero entrara... Digo... ¿Adentro hay un chico con una guitarra? Él lleva una gorra y gabardina que lo cubre todo y la guitarra es azul y...
El hombre se rió ante la descripción del chico.
- puedes ir a buscar por ti mismo.
- Pero dijiste que no se podía entrar siendo menor de edad.
- Ya qué, se necesita gente que llene el lugar.
El chico se encogió de hombros, quería volver a ver al guitarrista, así que le daba lo mismo si se metía en problemas después con sus padres o maestros por ir a esos lugares de perdición. El pasillo era estrecho, pero al pasarlo había una pista de baile grande y mesas. En el centro había una tarima y tenía un cartel que decía "Show de talentos". El chico miró alrededor y vio a muchos de su misma edad con guitarras, micrófonos, bajos, etc.
Con razón que el vigilante de afuera se reía, todos los de dentro eran seudo músicos o wannabes.
- Esta noche con nosotros ¡Aoi! - Gritó un hombre y varias chicas saltaron a gritos, corrieron cerca del tarima, atropellando al de cabellos bicolor de paso.
Curioso las siguió, en el escenario se subió el chico que buscaba, se quitó el gorro y la gabardina, vestía unos jeans rasgados y una camiseta blanca con rayas negras, parecía una cebra, XD todas las chicas gritaron como locas como si hubiera sido un striptease, pero el de cabellos bicolor seguía sin ver la cara de Aoi gracias a las luces de neón que disparaban indiscriminadamente pro todo el bar.
Así empezó a tocar un cover de Lead Zeppelin, el famoso Stairway to heaven. Una canción que el de cabellos bicolores nunca había escuchado, pero se oía muy bien cuando Aoi lo tocaba.
Entonces tocó dos canciones más y se bajó del escenario, los fans no perdieron el tiempo para ir a acosarlo. Aoi le sonrió a todas como un mujeriego y también sonrió como un hombre-riego a los fans hombres y todos ofrecían invitarle bebidas y él acepta con gusto. Aquellos e sintió tan distante, pensó el chico bicolor que quería acercársele, pero no se le ocurría cómo... Entonces su mirada y la de Aoi se encontraron, era una mirada seria, pero cálida y amable, aquello hizo que su corazón latiera fuerte.
Avergonzado se fue corriendo, pero en la salida no pudo ir más lejos, había un desfile nocturno de chicas gogal y le tapaba el paso, hasta el vigilante con cara de bulldog miraba maravillado esos looks estrafalarios y siempre a la moda. El chico decidió sentarse en un rincón de uno de los escalones del bar y esperó encogido a que todos se fueran para irse.
- ¿Ves que eres un acosador?
Reconocía esa voz y su corazón latió más fuerte, miró arriba y era Aoi que llevaba dos cervezas en manos.
- No sé de qué hablas... Eh... tú eres quien me persigue.
- Lo que digas - dijo él guiñándole un ojo y pasándole una cerveza.
- No tomo.
- Lo harás - dijo Aoi insistiendo.
- Solo esta - dijo resignado como tomaba la botella.
- Gracias.
- ¿Porqué? - Preguntó con la botella en la boca, listo para tomar rápido y salir corriendo.
- Por escuchar mi música.
- Tocas bien... Muy bien...
- Qué sabes de música - dijo Aoi riéndose, la verdad era que sentía pena por los halagos, especialmente si eran forzados, él apenas vino de un pueblo a Tokio y todo le quedaba grande y le faltaba un largo camino.
- No sé.
- ¿Cómo te llamas?
- Uke... eh... mis amigos me llaman Kai (rojo)...
- ¿Porque siempre te sonrojas?
- No me estoy sonrojando!!! – Gritó Kai hehco tomate.
- Bueno, Kai, ¿cómo dices que mi música es buena si nos sabes nada?
- Porque me gusta tu música y ya - dijo Kai decidido y Aoi se le quedó mirando estupefacto, nunca había conocido alguien tan sincero que dijera las cosas a primera. - Y... si no me crees puedes enseñarme... música...
- Te puedo enseñar muchas cosas.
Kai abrió los ojos como paltos, no pudo evitar aquello con doble sentido.
- No sé si yo pueda enseñarte - dijo Aoi sincero sobre su escaso conocimiento, apenas era aprendiz y lo hacía solo con los libros prestados de la biblioteca. - Pero cada semana me reúno con un grupo de música de tres miembros, conmigo cuatro, aún no hay nombre porque practicamos y eso... eh...
Kai se rió por cómo se enredó Aoi, era tan cute, de repente su idea de que Aoi era ogro se esfumó y veía a un guitarrista muy interesante, tímido, con mucho que dar.
- ¿Falta un miembro? - Preguntó Kai ayudándole a desentrañarse.
- ¿Sabes tocar batería?
- No, pero puedo aprender - dijo Kai emocionado como se levantaba de un salto del escalón con los puños arriba gritando que estaba decidido a eso.
Los que pasaban por la calle, lo miró extrañados y Kai pronto se encogió tímido, entonces alguien lo tomó por el hombro y lo hizo girar y le plantó un beso que supo a gloria y miles de fuegos artificiales aparecieron. Kai cerró lejos, hipnotizados por esos labios, eran carnosos y suaves y pedía permiso con la punta de la lengua para entrar a su boca.
- Perdón.
- ¿Qué? - Kai abrió los ojos desconcertado, ahora Aoi se alejaba de él lentamente.
- Tu alegría y energía es tan contagiosa, tus labios simplemente son un imán y quería...
- Je, je... está bien, si no me hubieras besado yo lo hubiera hecho.
- ¿Ah?
- Eh... Creo que me gusta... Bueno... o tal vez me echaste algo en la cerveza para que cayera por ti - dijo bromeando como jugaba con la botella en sus manos.
Los dos se rieron a carcajadas y entraron al bar por más cerveza, tomaron, hablaron, especialmente Kai que no se callaba, pero a Aoi le encantaba escucharlo, tenía tantas cool y emocionantes que decir y muchas ideas locas que podrían ser canciones en el futuro. Se fueron pasado las cuatro de la mañana y todo porque el dueño los echó, cada se había olvidado del mundo aparte de ellos e iban por las calles vacías y con el sol mido oculto, cantaban a todo pulmón una canción de XJapan que tanto le gustaba al guitarrista.
De repente terminaron en el parque donde se conocieron el otro día, Aoi haló a Kai y lo hizo sentarse bajo junto a un fuente.
- Vamos a ver el amanecer juntos, ¿eh? - Dijo Aoi y Kai asintió con la cabeza emocionado.
- Pero falta una hora, je, je.
- Contigo una hora se pasa rápido porque contigo soy feliz - dijo Aoi besándolo por segunda vez en la noche o día, Kai volvió a sentir mariposas en el estomago.
Después quedaron el silencio y esperaron abrazados un nuevo día.
aoi vio a kai cara d caballito, XD un fic d ellos pa' llya :O