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Del Diablo Desde El Corazón por sleeping god

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Notas del capitulo:

Ya acabó y me comporto, sister. Lamento no llamarte y animarte antes jaja. Sabes que no so una persona buena.

Disculpen, lo anterior- al publico que lea esto- es un mensaje personal.

28 de junio de 1436; Buckingham, Inglaterra.

Sale a caminar por las tranquilas calles inglesas, como es su costumbre, viendo complacido la felicidad de cada una de esas personas.

Se topó con un anciano pidiendo limosnas en un local de fruta.

Al revirsar sus bolsillos encuentra 2 libras que entrega al anciano antes de regresar al castillo de Belvoir.

 

3 de julio.

Su padre irá de visita a la nación vecina y lo lleva consigo.

Se ha corrido el rumor de que el rey pagano se le ve con un futuro brillante y es una oportunidad que el rey Kurosaki no piensa perder. La relación con el nuevo rey no ha sido exactamente muy buena motivo por el cual intentarán congeniar.

 

Mismo día,  noche. Castillo de Glamis

Es enorme la fortaleza que pareciera decir que desde sus raíces se preparan para la batalla. Le es imponente y por alguna le causa escalofríos.

-¿a qué han venido?- interroga un veterano guardia, con sus fracciones marcadas por quien sabe cuántas luchas.

Retrocede.

En su pacifica Inglaterra nunca vio tal cosa.

-somos el rey Kurosaki- responde su padre- y mi hijo. Venimos a ver al rey Jaegerjaquez. Dimos aviso con un mensajero el día de ayer.

-ah, espero que su mensajero no haya tratado de tomar un atajo en Escocia- rió con una voz tenebrosa aquel gran hombre.

Inocentemente preguntó.

-¿Qué quiere decir?

-estas tierras santas cuidan de nosotros- refiriéndose a todo el campo- los paganos- aclaró- no de los siervos de un dios único… además, jovencito, a nuestros dioses les gusta jugar con gente como ustedes y no son muy agradables cuando lo hacen- volvió a reír mientras lo guiaba dentro del castillo.

A sus 15 años no debía pensar en ir del brazo de su padre, aunque su frágil mente así lo rogase, tenía que ser todo un hombre y enfrentar lo que fuere valerosamente, sin embargo ese pasillo aterraba, cada guardia que se topaba parecía ser más tenebroso que el anterior y todos compartían algo en común, parecía que sus ojos estuviesen vacios y que pudiesen ser llenados con lo que fuere, por muy irrazonable que fuese.

Llegaron a una enorme puerta donde de pronto se azotó algo ellas, pareciendo que se caerían o mínimo abrirían.

-ladrones, prostitutas, asesinos y gusanos serán muertos en mis fauces- rugió una voz dentro- ladrones- repitió más iracundo.

-no, juro que no he sido yo… mi rey, compasión, compasión- chillaba una voz.

 Incluso su padre da unos pasos atrás.

El guía sonríe con naturalidad y pronunció con un orgullo visible al inflar su pecho y ego.

-nuestro rey es el mejor de todos- sin voltearlos a ver se dirige a la puerta para entrar- mi señor.

-¿Qué ocurre? Llévenlo y que diga quien le ha ayudado.

-invitados.

-¿invitados? Yo no he invitado a nadie.

-dicen haber mandado a un mensajero en día de ayer pero no llegó.

-el muy insensato seguro creyó que podía con nuestros bosques. ¿Quiénes se hacen llamar?

-el rey Kurosaki y su hijo.

-no estoy para niños. Pasa al padre- seguido salió para llevar a su padre dentro pero impidiéndole el paso.

-¿y qué haré yo?- le cuestiona pues simplemente retomaban su rumbo.

-mi consejo es que lo que hagas no tenga relación con el rey- otra vez carcajea.

No le gusta nada ese lugar, las paredes oscuras y húmedas despiden un olor a sangre y le parece que cualquier ruido era un lamento de algún momento de tortura a una pobre alma, y aun así lo tuvo que soportar durante casi toda la noche, hasta la salida de su padre.

Caminaron esta vez solos hasta el carruaje.

Al partir quiso saber del rey que parecía no tener corazón.

-dios nos ha iluminado con ese rey, aun siendo tan joven- le respondía su padre al admirar el orgulloso y brillante hombre dueño de esas tierras- es muy inteligente y como muestra de sus respetos nos ha dejado quedarnos el tiempo que queramos en uno de sus castillos. Aunque le dije que partiremos en dos días.

 

4 del mismo mes. En la mañana.

Despertó para encontrarse en un terreno terriblemente alejado de Escocia y su gente.

-¿Dónde estamos, padre?

-el castillo Jaegerjaquez- ante ellos ese imponente lugar.

Hace tiempo que ni una persona lo pisaba y aun así le parece más cálido que el hogar del rey pagano.

 

5 del mismo mes.

Se retiran de emergencia a Inglaterra. Su padre ha perdido de pronto su vivacidad, dándole a sus fracciones un tinte oscuro, como el de un muerto.

 

8 del mismo mes.

Su padre no sobrevivió. La vejez y la muerte por fin llegaron a su noble corazón.

No le alegra para nada el tomar el trono.

 El dolor en su pecho es como una daga envenenada que le impide hacer sus labores.

Le prometen sus allegados y serviles que pronto pasará y sin embargo las lágrimas no dejan de correr.

 

6 de enero de 1437

 

A pesar de su torpeza la nación continúa en la paz más brillante.

Aun recuerda a su padre y le promete cuidar de su amada gente, pues desde siempre compartieron ese amor por su pueblo inglés.

 

11 de febrero

Escocia, su país vecino, ha declarado guerra a Francia.

 

20 Marzo

Ni un mes pasado y se siente el azote de la guerra. Los franceses son tenaces con sus tierras a pesar de declararse no aliados de la gente pagana, sin embargo estos son aun peores, destruyen todo a su paso y dejan su marca de dolor, miedo y sangre.

Lo ha visto con sus propios ojos al esconder la mayor cantidad de personas en su castillo. Al tirano rey escoses montado sobre un corcel negro, blandiendo una espada roja y con una sonrisa que el mismo demonio le huiría.

 

13 de febrero

Permaneció mirando la ventana. La guerra en sus tierras pasó y su gente salva lo que se pudiera de las calles.

-rey, rey, señor- finalmente mira al general de sus tropas.

-disculpe.

-¿Qué ordenes tiene?- regresa los ojos a la calle. Podría ser joven e inexperto pero no es tonto, no tienen oportunidad contra ninguna de esas dos tropas.

-general ¿usted prevé que volverán?

-si, señor- baja la cabeza ante la mala noticia- los guerreros escoses pasan por aquí para volver a sus tierras y… son unos monstruos imparables.

Maldecía a Escocia al ver tirado en la calle un niño mientras su madre le lloraba.

-no podemos luchar, eso sólo nos traería a un enemigo pariente del diablo… resistiremos- da su orden- mientras tanto hay que ayudar a las personas- se pone de pie para hacer lo que el mismo dijo.

Sin darse cuenta resistir se convirtió en sobrevivir y la molestia que le causan los escoceses se transforma en odio enterrado en lo más profundo de su corazón.

 

14 de enero de 1438

Plantaba algunas patatas en su jardín, esperando que sobreviviesen al invierno.

Sus cocinas hacia semanas que estaban vacías, los animales de granja hambrientos y él, sin decirlo, desesperado, masacrado y con el más profundo rencor.

Resentimiento y odio que nunca antes sintió y que no lo dejaba en paz.  Crecía en su interior como los problemas en Inglaterra.

Y por ello se encontraba rogando una oportunidad de venganza.

-¡señor! ¡Mi señor!- gritaba  una mujer a su servicio, corriendo desesperada en su dirección- en la puerta… se han metido por la fuerza unos hombre con armadura.

-manda a llamar al general, que nadie permanezca cerca de esos extraños- la mujer corrió al igual que él, no permitiría que nadie en su castillo muriese.

-buenas tardes- pronuncia ya metidos en la sala un joven de no más de 20 años pero que en su rostro denota las vivencias de medio siglo. Si, sin duda un escoses guerrero- mi rey, el rey de Escocia, quiso venir a saludar al rey Kurosaki.

Sus propias fracciones no se contorsionarían pero si su corazón al ver ese cabello y ojos azules que vio una vez manchados de sangre. Se dijo que seguramente sabe de la destrucción que causaban y aun así busca burlarse.

Lo odia.

Lo odia desde su corazón.

-mi padre murió hace más de un año- informó al rey que no deja de verlo.

-entonc…

-mi más sentido pésame- proclamó por fin Grimmjow, callando a su porta voz- nosotros no nos conocemos. Soy Grimmjow Jaegerjaquez.

-soy Ichigo Kurosaki.

- lamentamos entrar sin pedir una invitación antes de todo. La guerra hace que un hombre olvide su propia humanidad, pero tú pareces ser todo un caballero, Ichigo- su mente trabaja rápido y se da cuenta de que ese trata de mostrarse encantador en todo sentido, aumentando su repulsión. Sin embargo es el rey y si no lo provoca pudiera que se fueran de sus tierras sin quemarlas a su paso.

-muchas gracias, rey Jaegerjaquez. Los invitaría a comer pero en este momento no estoy en posición de hacer tal invitación.

-no tiene importancia, Ichigo, que su joven y sana mente no se preocupe por banalidades, mis hombre pueden resistir días sin comer- se le revuelve el estomago ante la sonrisa de colmillos de lobo relucientes.

-mi señor- le hablaron al tirano uno de más de esos barbaros que se pasaba sin ningún respeto en su casa sagrada.

-si- responde este- debo irme. Espero que si pidiendo como se deben las cosas puede volver a presentarme en su castillo- dicho aquello se marchan tras el rey, como una manada de lobos negros.

Traga el odio y la vergüenza pasada.

Dando su resultado pues se fueron en paz.

 

19 de enero. Tarde.

Un mensajero llega con una carta avisando la vuelta del rey Grimmjow Jaegerjaquez ese mismo día.

-¿Por qué vuelve?- gruñó con furia en soledad. No le muestra a nadie ese lado suyo, putrefacto como se descomponía su antes bella nación.

Lo recibió el mismo, se niega hacer pasar a sus criados un riesgo seguro en un hombre sin alma como el que vendría.

-me alegra verlo de nuevo, Ichigo- le besan la mano e hizo una reverencia.

-igualmente, rey Jaegerjaquez.

-mi tiempo de visita será corto. Debo partir esta misma noche.

-es una lástima- miente.

 Lo invita a dar una vuelta por el jardín.

Mira de reojo la espada de mango azul que lleva al costado, llenándose su mente en repetidas ocasiones de ideas de tomarla y apuñalarlo.

-veo que pasan por un mal momento.

-así es… mi pobre gente.

-yo lo decía por la decadencia en su castillo, no me fije en la gente- caminando y sonriendo, nunca mostrando su ser interior tan oscuro.

-mi nación se mide por sus habitantes y si ellos están mal yo también.

-su corazón es tan puro que el mío no logra entenderlo. Ichigo, tu entiendes a otras personas entonces ¿podrías acaso entender a alguien que hace tiempo perdió el corazón?- no lo entiende ni quiere saber cómo alguien llega a volverse en un demonio con cuerpo humano.

-rey Jaegerjaquez, que tonterías dice, su corazón sólo es diferente al de los demás pero no significa que no tenga. Yo creo que por dentro es más puro que el de cualquiera.

-¿puro? Tu sí que eres especial. Está empezando a anochecer- siente la mano fría de ese monstruo tomar la suya, después se arrodillan ante él y besan su antemano- me ha conquistado. Como espíritu humano no puedo ofrecerte nada pero en carne y hueso soy totalmente tuyo- no comprende que pasa. Posiblemente una trampa para llevarlo a él y su pueblo a la muerte-nunca antes sentí debilidad pues eso me llevaría a la tumba, sin embargo deseo traer esa debilidad a mi hogar. Ichigo ¿comprendes lo que digo? Si no lo comprendes lo diré; te estoy pidiendo matrimonio. Se mío y yo te perteneceré para que de mi ahora tu decidas el destino que he de llevar-traga saliva, queriendo contener la enorme sonrisa. Puede verlo, si que puede, a ese rey con la guardia baja y los ojos no más de un guerrero.

Lo odia y su oportunidad para darle lo que le cree merecido se le ofrece.

Que satisfacción lo recorría.

-acepto, rey Jaegerjaquez, acepto ser su esposo.

-¿lo dice enserio, Ichigo?

-si, deseo estar a su lado- aun no planea nada, pero requiere esa cercanía que parece ser la debilidad del rey. Se alegra de ello, de poder quitar las manos del rey de su corazón y dejarlo al descubierto, para poder apuñalarlo.

-esplendido- le besan las manos juntas en repetidas ocasiones antes de ponerse de pie- debo irme pero no te preocupes, haré que todo esté listo mañana mismo.

La primera prueba de cuanto controla es esa: la religión y fe del rey pagano.

-¿nos casaremos por la iglesia?

-ese es tu deseo así, que eso será. Mañana mismo en una iglesia inglesa. Nos vemos- se marchan y por fin su verdadero ser, en una sonrisa complacida.

Marchó a su cuarto a pensar en un plan.

 

El rumor es la noticia que no conoce fronteras ni discrimina, de esa manera todo el mundo sabe. Y por ella misma el pueblo se enteraba que ese día que su rey contraía matrimonio.

 

La unión traería un beneficio para el país Inglés que se habían quedado en medio del fuego Francés y Escocés. Los recursos eran bajos, la gente moría de hambre o por los asaltantes de ambas naciones, por eso la unión se veía con buenos y esperanzados ojos.

Amaban y mucho a su rey porque sabían que haría lo que fuere por cada persona que naciera en tierra inglesa.

 

 

20 del mismo mes. Catedral de San Pablo. Noche.

Al llegar recibiría nuevamente halagos por su matrimonio y por salvarlos de la perdición uniéndose a tan poderoso gobernante, sin embargo aun piensa que antes que unir fuerzas es mejor manejar al enemigo desde dentro.

Al final del camino ya lo espera el rey de cabello del color del cielo. Elegante y repulsivo.

Una ceremonia rápida donde probó por primera vez los labios manchados de sangre, sacrificio que según su plan debería soportar y más.

-vayámonos- le propuso prontamente su ahora esposo- el castillo de Glamis espera.

-pero…- la segunda prueba de su control: la cercanía a su poder-… no conozco nada de tal castillo y me dio una sensación de soledad la única vez que fui… desearía estar en un lugar que me fuera familiar- y dándole un toque final, una falsa sensación de poder sobre él-mi rey.

No hace falta mirar los ojos azules, cautivos de amor ciego.

-cuando me visitó su difunto padre recuerdo haberles permitido el castillo Jaegerjaquez, si bien se dejó de usar por la lejanía, puedo volver a usarlo si en este te sientes más seguro.

-muchas gracias, mi rey- dedicaría sonrisas tan falsas como su “si, acepto” frente al altar de ahora en adelante para ser el ángel blanco, amor de Grimmjow Jaegerjaquez.

 

21 de enero. Castillo Jaegerjaquez. Limites de Escocia.

Ni un alma pasa por ese castillo. Les alejó a su rey al pueblo y buscaría su perdición.

Su plan es el demostrarle a Grimmjow que ama a su gente escocesa como a sus ingleses y que estos lo crean también, si su rey dice amarlo tanto como lo afirma entonces hará que cuide, hasta con la última gota de agua, a su verdadero amor y dejar seco su país, por naturalidad la gente estará en contra del nuevo rey inglés y por amor, el rey destrozará su propia población para protegerlo.

-no habrá problema que vivas a aquí, tan alejado de tu gente- y aun así fingiría amarlo como un loco.

-no, acepté vivir aquí porque te sentirás mejor estando en un  lugar que tu conozcas, además, sin importar los problemas que esté sufriendo mi país, ellos sienten mi poder pues soy un rey fuerte.

-está bien, mi rey.

-sé que amas a tu pueblo.

-así  es.

-no hace falta que te preocupes, yo elevaré esta nación pues ahora soy rey de ambos- le da una sonrisa.  Él no quiere su ayuda, desea verlo tirado en un charco de sangre tan negra como seguramente es su alma.

 

Esa misma noche

-¿te gusta la alcoba?- calma su espíritu, esa debe ser la más dura prueba: excitar al rey; sacar su lado salvaje y animal y, aun pese a ello, pedirle que se detenga. Eso dará por seguro su poder sobre el no humano pagano.

-si, es acogedora- cierra  los ojos al contacto con el cuerpo de ese hombre mayor.

-en nuestro primer encuentro me enamoré de ti, supe que debías ser mío. Tus ojos eran como los de nadie, tan puros… algo que sabes yo no conozco. Supe también que te amaba y que nunca dejaré de hacerlo, mi Ichigo, mi amor- nuevamente un beso de la boca que más le desagrada, sin embargo el rey Jaegerjaquez no lo hace mal y ahora debe no sólo lidiar con su esposo sino consigo mismo y no dejarse llevar por el placer. El trato que le dan es dulce mientras lo desnudan y seducen con las manos, la lengua, los labios y el miembro que duramente se soba contra su cuerpo.

Le bajan los pantalones y por fin habla para medir el amor que le tienen.

-mi rey… tengo miedo de esto…- los ojos azules son comprensible y no lo conmueven en lo absoluto-¿podemos hacerlo en otro momento?

-por supuesto, mi amor- duerme a su costado.

Se abraza al cuerpo con marcas de guerra de su esposo y escucha con atención el corazón que sostiene en sus manos. Un corazón de diablo.

 

02 de marzo.

Avanza perfectamente el plan, todo a su favor. Ayudando a los repugnantes escoceses, regalándoles pan, vino y joyas se gana su amor. Y el rey sigue sus caprichos como un perro a su amo.

Sin embargo le preocupa el apetito de sexo del ese; copula con las concubinas cada que tiene oportunidad y ahora está informado de que en esa tierra sin dios se puede casar cuantas veces quiera para dar a luz un hijo demonio que seguirá ese camino de sangre.

Debe detenerlo utilizando ese apetito a su favor. Si, después de tanto tiempo probándolo por fin se entregará para tomar más del alma del gran pagano.

Se entrega en la cama. Gozándolo pues, después de todo, esa fiera que vio matar no cambiaba nunca, ni siquiera en el sexo.

En la mañana quiso enterarse si aun dominaba y lo comprueba pidiéndole algo que nunca hace.

-¿hoy podría olvidar su deber para estar conmigo?

-por supuesto, mi amor. Escocia nunca será más importante que mi amor por usted- sonríe engañando a quien tanto le quiere.

 

1 de mayo

Su esposo se marcha al frente del ejército en la guerra contra Francia.

 Le jura lealtad y amor eterno.

Le dice que lo espera.

 Ahora puede acercarse más al pueblo para ganar su afecto, no basta con las pocas personas que se pasean por los rumbos por ahora ahí vivir el rey.

 

14 de octubre

Las personas le estiman sin parar. Va por buen camino.

No regresa su esposo y no tiene noticas.

Es posible que esté muerto.

 

16 de noviembre.

Ha regresado gracias a la endemoniada suerte.

Lo recibe llorando y proclamando haberlo extrañado. Ahora ya no siente nada al mentir.

 

21 de noviembre

Los gemidos de una mujer se escuchan en una de las habitaciones. Necesita parar aquello aunque tenga que soportar su cuerpo el hambre del mismo diablo.

-mi rey- le llama fingiendo no darse cuenta al entrar. Este se asusta y abandona las piernas de la mujer.

-mi amor.

-debo irme- informa mostrando falsa tristeza.

 Con el cuerpo desnudo su rey lo sigue.

-lo lamento. Debió serme obvio que con tu fe cristiana esto te lastimaría. Disculpa mi paganismo, amor mío.

-deshazte de ellas y dame el amor que les das para mí, como yo siempre lo hago contigo y con nadie más.

-si, mi amor.

 

24 de diciembre

Decide que es hora de sacar a relucir los celos del rey.

Mostrándole en fiestas que su propio pueblo siente amor por él.

Y para mantenerlo arraigado su cuerpo como recompensa.

 

 2 de junio 1441

Le parece extraño que su esposo no le destroce el cuerpo en la cama como antes.

 Hace meses, desde la visita de la princesa alemana, que parece otro.

Quizá está perdiendo en control.

-algo me oculta- y eso no se lo puede permitir pues aun no ha decido cuando comenzar a secar Escocia para darle vida a su amor- Está menos activo que de costumbre, mi rey.

- me conoces. Estoy preocupado, tendré que casarme. No tengo opción.

-nunca creí ver a mi rey encerrado- y le alegra tenerlo de aquella forma.

-lo lamento, mi amor- los mimos nunca dejarían de recordarle que el amor que le tienen es verdadero, no lo duda, pero él odia tanto como lo aman.

-te amo, no quiero que lo hagas.

-no hay nada que yo pueda hacer. Si lo rechazo me haré de otro enemigo pues… te he sido infiel, me he acostado con la princesa Neliel y dejarlo así es como declararle la guerra- no le dolió la traición, es más, era una oportunidad de destruir Escocia, una guerra contra los alemanes que tanto alardeó eran increíbles peleadores.

-pero mi rey ya no sería mío, y si usted no es mío… ¿de quién más podría ser yo?- trata de calmarlo, abrazándolo contra su pecho sin que le vieran la risa blanca en la oscuridad directa de su corazón corroído.

 

Mismo día en la mañana.

Se sienta en su trono. Esperando solamente que la historia se desarrollase mientras, como marionetas, se mueven a su voluntad.

-no me casaré- informa su esclavo ante todos los alemanes. Que peor forma de declarar la guerra- en este desayuno declaro nulo la unión de Escocia y Alemania-los gritos se hicieron contra el rey, de todos los reunidos.

Permaneció quieto y puro. Como el amor del rey.

-¡no puede hacerlo!- chilla la puta que pudo haber arruinado su plan. Después planearía como hacer que la degollaran.

-¡a callar!- gritó Jaegerjaquez- ¡el que crea tener el valor para confrontarme que se levante y lleve mi cabeza!- el rey alemán, de enorme complexión fue el valiente. Quizá le daría algo de pelea su esposo, pero no más.

-si te derroto tomaré tus tierras, tus riquezas y…- se sorprendió de que lo miraran- y haré que mis hombres violen a tu esposo como violaste a mi hija- aunque eso mejora las cosas. No sentía miedo, siendo sincero ya no sentía nada en su interior desde que se alejó en busca de la cabeza del diablo.

-vuelve a dentro, mi amor. Acabaré esto y saldremos al jardín.

-si, mi rey- se va y espera hasta oír algo caer. La cabeza del monarca alemán.

Ríe en la soledad.

Entregó satisfactoriamente su regalo a los alemanes. Un regalo de muerte desde lo más profundo de su puro corazón.

 

7 de enero de 1442

Le pide otra vez al rey agua para su gente que no tiene ni rastros de sequedad.

Le cumplen.

Y después regala unas hogazas de pan a los indigentes por las rejas.

La guerra  cumple su cometido.

Es un demonio en vida el príncipe pagano que va a la cabeza de 3 naciones unidad cuando es él solo,  seguido de un subordinado asustado de hasta la sombre de su comandante.

 

11 de marzo de 1442

Se cae el telón.

Se reclama a golpes en el pecho olvidar a la puta alemana en vez de cortarle la cabeza, aunque fuera el mismo.

-pues…- informaba el mensajero alemán-… la princesa ha concebido un sano hijo de Escocia- un diablo hijo de otro diablo.

-¡esplendido! ¡Un varón!- carcajea su esposo, como una burla a quien se derrumbaba su encargo- ¿Alemania está dispuesto a olvidar?

-si, la princesa y su gente han sido espectadores de su gran poder.

-traigan a mi hijo y a su madre lo más pronto posible. Debo verlo, al heredero de estas tierras sagradas.

Ahora él está contra la pared.

No puede ni deshacerse de ese y menos de dos.

Maldito diablo.

 

12 de mismo mes. En la noche.

Llega la que dio a luz a tan maligno ser, cargándolo contra su pecho.

 Le parece tan puro y aun así quisiera tirarlo cuando lo depositan en sus brazos.

Tan frágil.

Aun hay oportunidad de hacer algo.

 

13 del mismo mes.

Todos desean conocer a la nueva familia real. Y con lo nuevo el podrá acabarlos.

Le dieron sin querer las armas para matarlos.

Y ahora que se reunía el pueblo entero escocés a las puertas del castillo sabe que lo olvidarán por su amor a un heredero de la tierra que tanto adoran.

Su rey no los dejará porque él no quiere.

Porque su rey sabe lo que quiere desde el corazón.

Al estar ambos, rey y reina fuera, espera plácidamente la ovación.

-¡viva el rey Jaegerjaquez y la reina Tu Oderschvank! - gritan siguiendo el libreto y haciendo que su corazón se acelerase de emoción y excitase su cuerpo.

Desea haber hecho por última vez el amor con el rey.

Dolor fue lo que mostró por fuera al no ser más la pareja de Grimmjow. Y lo creyó de inmediato.

Llora para presionarlo.

Su rey no sabe qué hacer.

Se tira al suelo con desesperación para dejarlo sin salida.

Su esposo parece empezar a buscar la opción que él le colocó.

Deja de mirarlo para darle a entender que se sentía sin su amor… para hacerle matar su orgullo y deber de rey.

Y su puro enamorado mata a su propia sangre arrogándolo al suelo y después cortar la cabeza de quien debiera ser su esposa.

Se atraganta aguantando la euforia, aunque es obvio que Grimmjow haría eso, pues su corazón es tal cual lo dijo al inicio: el más puro de todos.

Los gritos, los gritos eran música para él.

-¡mi amor es quien está sobre esto! ¡Mi amor está sobre mi gente!

El rey está en su papel. Ahora los peones.

-¡muerte al rey Inglés!- la confianza en quien los sacó adelante no podía romperse.

Lejos de sentirse en peligro quiere unos segundos solo para reír.

La sangre fluyó frente a sus ojos, la sangre escocesa derramada por la espada de su rey.El espectáculo es hermoso, hasta pareciere brillar el rojo ante la luz de la mañana.

-¡mátenlos a todos! ¡Quemen el pueblo! ¡Exterminen a su gente! ¡Háganlo! ¡Háganlo! ¡Es una orden! ¡Que ni un alma pueda elevar la voz contra mi rey!- caballos, alfiles y torres en su lugar.

Jaque mate.

 

En la noche

-¿Cómo se encuentra, joven rey?- le pregunta uno de los tres guardias de rey, que fueron dejados para protegerlo.

-bien. Aunque tengo algo de hambre- abandonó ese a traerle alimento.

Debe librarse de ellos.

Separarlos, pues es imposible hacerles algo juntos. Su control mental es tal que no escuchan los gritos de muerte de sus propias familias fuera de la edificación.

-debo ir al baño.

-lo acompaño, joven rey- uno en la cocina, otro en la puerta y el más joven con él.

Espera que le den la espalda y saca una daga, regalo de su abuelo inglés, que guardó esa mañana.

Lo apuñala en la espalda repetidas veces, hasta llevarse una mano ensangrentada a la boca para seguir y esconder su risa.

Su corazón rebosaba. Su corazón puro.

Se dirige en silencio a la cocina.

Ese hombre fue quien una vez lo recibió en la entrada del castillo. Viejo. Pero el de mayor confianza de su rey  que hace años ya que le vendió su alma para servirle.

No podrá matarlo fácilmente así que lo distrae. Llevando sus angelízales manos a su cuello y besándolo.

Y antes de entender ya clava la daga en el cuello, bebiendo algo de la sangre desde la boca.

Se mira en la daga al sacarla en un sonido lúgubre, que únicamente le recuerda a la deliciosa carne de venado que comió ayer, y lamentando manchar sus ropas.

-¡ayuda!-grita con pánico para venir enseguida el último guardia.

-¡Riyalgo!- se incan ante el veterano y así, mientras llora desconsolado, clava directamente al cráneo en un sonido crujiente. Para de lloriquear y va a la ventana a ver su anaranjado cabello rojo y sus ropas blancas del mismo color que el pueblo ardiendo en llamas.

Se acabó.

-no, mi rey es más fuerte y volverá- regresa con toda la calma a sus habitaciones, pisando los cuerpos de sus cuidadores.

Limpia su cuerpo tarareando como un día de verano en su hermosa Londres. Coloca nuevos ropajes blancos y espera a la vez que pule con las sabanas la daga y darle a su verdadera víctima: el corazón del diablo.

-¡mi amor! ¡Mi amor!- se deja oír el semimuerto demonio.

-¡mi rey!- le da la bienvenida con lágrimas en los ojos y amor en sus gestos.

-lo hice, ahora viviremos juntos.

-los mataste-felicita pero sin que se pueda leer que es eso lo que hace.

-si, por mi amor.

-pero mi amor es mi pueblo- le declara nuevamente, siempre le reveló su odio pero cegado de amor jamás se dio cuenta.

-si… tu pueblo azotado por la guerra desde el primer día que te conocí.

-mi amor es mi pueblo- otra vez el corazón se le acelera y una deliciosa sensación lo recorre haciendo el tiempo lento y extremadamente placentero.

-si, vayamos a Inglaterra. Abandonemos el castillo Jaegerjaquez, abandonemos las tierras escocesas.

-tú- sacó la daga en su cara y frente a sus ojos lo clava en el corazón oscuro.

-¿mi amor?

-mi amor es mi pueblo inglés, no este pueblo escoses. Tú trajiste la guerra con tus ansias de poder y metiste a mi pueblo en medio y yo los voy a sacar pues ya mataste a los escoceses y yo a su rey tirano.

Sonríe al triunfo y a la cara aun enamorada de su rey.

Hasta ahora lo vio, sus ojos eran tan puros ¿y qué era eso? Su sangre es roja y no negra como lo esperaba.

Lo inspecciona en el suelo, sonriendo. La sonrisa es dulce del rey escocés, sin mancha y pura.

Nunca fue el diablo.

El sí.

Su corazón ahora es el del diablo.

Ese le dio amor y el… odio… del diablo desde el corazón.

 

 

14 del mismo mes.

No se irá hasta estar completamente seguro del perecimiento del monarca escoses.

Unos caballos golpeaban con sus pesuñas los huesos de los muertos en su puerta.

¿Son sobrevivientes del rey?

¿No los mató a todos por él?

¿No lo amaba tanto?

-¿entendió lo que planeaba ?– maldice al muerto enfrente a él, lo manipularon en vez de manipular, sabía su plan y ahora lo atraparían, y con él a todo inglés.

No, aun no, aun puede cubrirse con la máscara de pureza que enamoró al rey.

Llora el cuerpo muerto de su adorado esposo.

-¿está bien, joven?- el acento es fácilmente identificable, un francés y, al elevar la cara, los adornos, las medallas, la confección y el uniforme, ni más ni menos que el rey Kuchiki.

-mi esposo acaba de morir- se arroja a los brazos de este pues lee que como un caballero no podría decir que no a la protección de otra alma.

Los brazos lo rodearon.

-es la única persona viva.

-no me deje solo, por favor, por favor- alza el rostro a ver los ojos oscuros del francés conmovido por la débil alma del esposo de su enemigo.

-¿desea venir a mi hogar?

-gracias, mi rey, muchas gracias-agradece desde su corazón a su próxima víctima.

Notas finales:

Gracias por leer


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