Cap.1 Todo tiene un limite, hasta mi amor…
*~ Los muros que construimos alrededor de nosotros nos protegen contra la tristeza, pero también impiden que nos llegue la felicidad.~*
Un rubio escritor se encontraba sentado frente a su laptop, tecleando rápidamente.
Tranquilidad…tranquilidad era lo que se respiraba en el aire del departamento, sin un cantante de cabello rosado que lo molestara, sin sus berrinches, sin su ‘Tadaima Yukiii’… sin sus besos, sus abrazos, su cuerpo…..Cerro los ojos, necesitaba una cerveza, últimamente ese era lo único que lo desestresaba.
Camino lentamente a la cocina, le dolía la cabeza, no había dormido la migraña que tenia lo estaba poniendo de un humor de perros, se detuvo un momento, mirando aquel enorme espacio oscuro y frió, donde el único rayo de luz era la televisión prendida, decidió que era hora de tomar un descanso, fue a la cocina, saco un cerveza y se sentó en el sofá, pasando los canales por inercia…
-Mierda...- susurro, y tiro el control
Se había auto convencido a si mismo que estaba bien, ¡Mejor que nunca! Siempre respondía, sonrió irónicamente, aquella soledad a la que estaba acostumbrado ahora lo estaba asfixiando, necesitaba de su voz chillona y las constantes palabras dulces de Shuichi, porque aunque nunca lo admitiera, en voz alta claro esta, eran lo que lo mantenían tranquilo.
Suspiro, buscó su tan preciada nicotina, y ¡Aleluya!, la caja se encontraba tirada a sus pies, la alzo y saco un cigarrillo, sonrió amargamente ante el recuerdo.
Flash Back
-¡Moooo...Yukiiii tienes que dejar de fumar o te volverás mas viejo!- Decía haciendo un lindo puchero un pelirosado
-Déjame decirte mocoso, que yo hago lo que se me venga en gana- Respondía fríamente el rubio
- Solo me preocupo por ti Yuki…- En ese momento la mesera que atendía hizo presencia interrumpiendo al cantante
- ¿En que puedo servirles?- Dijo con una sonrisa amable
Eiri la vio, y sonrió casi imperceptiblemente, casi, porque Shuichi vio aquella sonrisa.
- Claro que lo puedes hacer, ¿Que te parece si me das tu numero de celular? – Le dijo seductoramente el rubio a aquella chica que se sonrojo levemente.
Eiri la seguía mirando, echando un vistazo a cada parte del cuerpo de aquella chica que aunque no fuera gran cosa, tenia su encanto, y claro para el, una noche de aventura, (después de que la molestia rosa de su amante lo andara molestando día y noche), no le vendría mal.
Mientras tanto la chica se encontraba muy nerviosa, debido a que, el hombre que se encontraba frente a ella le miraba insistentemente, claro que sabia quien era ese hombre, el gran Yuki Eiri, famoso escritor de novelas, había sido una fan de el durante mucho tiempo, hasta que se dio cuenta del carácter que tenía, pero ese era otro tema, ahora el hombre con el que había soñado tantas noches, aquel ‘Amor platónico’ le pedía su numero de celular, oportunidad que cualquier chica no rechazaría por nada del mundo, haciendo caso omiso de la mirada suplicante que le daba Shuichi, que hasta el momento se encontraba siendo ignorado por los dos, la mesera le sonrió seductoramente al rubio, este le devolvió la sonrisa junto con una mirada lujuriosa, Pero que… pensó el cantante, justo en ese momento el jefe del lugar, salio de la cocina llamando insistentemente a la chica.
- ¡Yume!, que haces tienes que atender a los clientes-
La chica que se sorprendió del grito de su jefe, reacciono
- L- Lo siento, ahora mismo voy- musito
- Mas te vale, solo te estoy dando este trabajo porque necesitas dinero…-
Ese fue el detonante para que un rubio, prestara más atención.
-….pero si no me sirves de nada, tendré que despedirte-
La chica estaba a punto de reprochar pero fue interrumpida por una voz varonil.
- Si ese es el caso señorita, yo le puedo ayudar- Decía Eiri con una sonrisa falsa
- Yuki...vamonos...onegai…- Suplicaba un cantante, sabiendo de antemano que venia después, ya estaba acostumbrado a ese tipo de infidelidades por parte de su rubio escritor, pero esta vez no quería ver.
- Cállate- Ordeno el pelirrubio al cantante
- ….-
- N-No se preocupe Eiri-sama, yo me las puedo arreglar sola- Decía ahora Yume
- Por lo que veo ahora no, Señor- dijo dirigiéndose al jefe del restaurante- la señorita estaba dándome un buen servicio, no veo porque la deba despedir, todo fue culpa de este chico- termino señalando con la mirada a Shuichi
- Que...-
- Que quiere decir- Pregunto curioso el hombre
- Por lo visto la estaba acosando, y yo la vine a rescatar- Sonrió prepotente, talvez no fuera la mejor mentira, pero para el nada era imposible, además así mataba dos pájaros de un tiro, tendría a esa chica en su cama y al estorbo del cantante de pelo rosa lejos de el.
Shuichi ya estaba destrozado por dentro, ver a su pareja coqueteando con la mesera ya había sido doloroso, pero culparle a el de algo que no había hecho… ¡Era su pareja!, por lo visto el era el único que daba amor en esa relación, ya había soportado mucho tiempo con lo mismo, yuki ve a una mujer linda, la conquista y la lleva a la cama, todo estando el presente.
-En ese caso, Shindou-san, ¿Es cierto eso?-
Shuichi vio al hombre, este lo miraba con repudio, con rechazo en sus ojos De seguro pensara que soy un cerdo pensó shuichi sorpresivamente tranquilo.
¿Cuándo había perdido aquella inocencia y alegría?, OH si, ya lo recordaba, el amor es cruel, justo cuando había creído encontrar al amor de su vida, todo resulta ser un desastre, pero el con todo el amor que le tenia a Yuki le aguanto todo, desde el principio de su relación, siempre era él el que tenia que pedir perdón, él que tenia que dejar su orgullo a un lado….
El silencio se hizo presente en el ambiente, los minutos pasaban y el cantante no daba señal de respuesta, se encontraba ensimismado en sus pensamientos, quería llorar, pero esta vez, no quería que Yuki le viera así…
-Shuichi- Lo llamo el rubio, con un tono de ¿Preocupación?
Ja, seria su imaginación ¿Yuki preocupándose por el?,eso no pasaría, había estado pensando desde hace unos días la palabra ‘Separación’ pero era un cobarde, una vida sin yuki... no lo soportaría, o eso creía el, era la primera vez que no veía las cosas de color rosa, no, ahora el mismo se sorprendía de estar pensando este tipo de cosas, ¿Madurez?,si talvez, eso era lo único que le agradecería a yuki, a hacerle ver las cosas como son, lo dolorosa que es la realidad, lo hipócrita y altanero que es Yuki Eiri..
- ¿Shindou-san?- esa era la chica, la que ya había aceptado acostarse con Yuki Pues bien te lo dejo haber que haces con el sonrió no podía odiar a yuki pero muy en el fondo lo maldecía por hacer su vida un infierno , cambiar recordó aquella palabra que le había dicho hiro una vez ‘Tienes que cambiar, si no yuki-san nunca te tomara enserio Shu…te estas dañando a ti mismo...por favor’’,que caprichoso era el destino justo después de eso, se peleo con Hiro y este lo dejo diciéndole que su amistad acababa, perdió a uno de sus mejores amigos por…
-Yuki…- Dijo casi escupiendo el nombre del escritor
-Mocoso, déjate de tus estupideces y...-Pero no pudo continuar porque el cantante le había interrumpido.
-Aaaaaaah el tiene razón, dígame ¿Hay algún problema con eso?-Se levanto del asiento y miro fijamente al dueño.
El hombre no dijo nada, se hallaba bastante sorprendido, su hija era una gran admiradora de bad luck y sobre todo de Shindou Shuichi, siempre había pensado en el como una persona de carácter alegre y optimista.
-Shuichi no sabia que estaba haciendo, solo se dejaba llevar, mirar la cara de Yuki que disimuladamente trataba de no sorprenderse, lo estaba disfrutando si, nunca había conocido esa faceta de si mismo, pero le gustaba.
- Además hace mucho tiempo que no veía una así, y sabe que…-se acerco al oído del dueño y le susurro –Usted tampoco esta nada mal.-
La cara del hombre era digna de un oscar, Shuichi sonrió.
- Así que a quien prefieres Yume a el o a mi- Apuntando a el escritor y a el mismo.
- ¿Pero que se cree?...-Dio un paso hacia el cantante y lo abofeteo
- No se preocupe-Dijo mirándola- que ahora el esta libre y sin contratiempos, ustedes dos pueden meterse a la cama las veces que quieran pero Yuki –Miro al rubio fijamente- quiero que quede claro que ya no hay nada entre nosotros-Shuichi estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no llorar, se maldecía a si mismo lo seguía amando... Una ultima oportunidad, solo una mas, se armo de valor y dijo.
-Yuki ¿Me amas?- Le sonrió con amor, si el escritor le decía que si, volvería con el y olvidaría todo esto así que espero.
Yuki dejo pasar los minutos, ¿A que venia esa pregunta, el mocoso era bipolar o que?, ni siquiera el lo sabia, así que haciendo caso omiso de lo que le dictaba su corazón respondió.
- Que idioteces dices, ni siquiera eres bueno en la cama-
Shuichi dio un paso, no lloraría. ¡No lo haría frente A Yuki!
- Tienes razón no soy bueno en la cama, y por lo visto nunca me amaste- Le dijo con todo el dolor que sentía – Solo se feliz yuki, te amo- Y diciendo eso se fue, solo se fue, sin derramar una sola lagrima, con la frente en alto, y con pasos seguros, ahora toda su vida cambiaria, si, el seguiría su camino y Yuki el suyo, si el destino lo llevaba a la oscuridad viviría allí entonces, pero jamás volvería ser el antiguo shuichi, porque ese Shuichi había muerto, si, había muerto junto con todo el amor que le profesaba a Yuki Eiri.
Yuki solo lo vio marcharse, quería seguirlo, decirle que lo perdonara, pero su orgullo se lo impidió
Quien lo necesita…
Fin Flash Back
Sintió resbalar una lagrima por su mejilla, que tonto había sido después se había dado cuenta de que amaba a shuichi mas de lo que se imaginaba, no se había permitido llorar estos 2 años, si, 2 años desde que Shuichi se fue, y el se hundía cada vez mas en una agonía constante, si no lo hubiera dejado ir, si le hubiera demostrado cuanto lo amaba...pero los hubieras no existen y así permitiendo que su afligido corazón se desahogara, lloro, lloro mas que cuando mato a kitazawa, lloro por Shuichi, lloro por el amor perdido, lloro por todo el dolor que le había causado a su amado, a su Shuichi.
Pero el destino siempre esta lleno de sorpresas. Quien sabe lo que puede pasar, y tu lo sabes, ¿No Yuki?