Cap. 1: Encuentro.
Mi nombre es Mail Jeevas y estoy en el entierro de mi amado, el dolor esta metido muy dentro de mi haciéndome un nudo en mi garganta y mientras veo como bajan el ataúd lanzo la ultima rosa de despedida comenzando a llorar, los amigos de mi amado se me acercan diciéndome palabras de aliento y yo solo puedo pensar en lo hipócritas que son, ahí la única persona que merece estar presente es ese anciano que me mira con una compasión infinita, en sus ojos puedo verlo también, esa tristeza que entra en tu alma calándote los huesos y suprimiendo el corazón, el entierro a terminado y voy alejándome por un sendero, quiero perderme en algún lugar pero ahora el abogado me ha mandado llamar a su oficina, entro a mi auto que es un mustang rojo, manejo despacio hasta llegar al lugar citado, bajo del auto y observo un edifico imponente que se ve antiguo y se nota que lo han adaptado para oficinas, entro al lugar y llego a la oficina del abogado donde se va a leer el testamento, este decía que todo lo que tenía era mío y que además había una carta dirigida a mí, el sujeto me la entrego y ahora me encuentro en mi casa pensando en leerla o no, después de mucho pensarlo abrí el sobre lentamente asustado de lo que podría estar escrito ahí pero la curiosidad me invadía la necesidad se saber su contenido se había apoderado de mi, y decía asi:
Querido Matt:
Si estás leyendo esta carta es probable que este muerto y que también estés muy triste, no llores por mí Matt, sabía que pronto “esa persona” aparecería y me mataría no trates de averiguar nada porque no lo lograras, cometí muchos errores en mi vida y admito que no siempre fui la persona amable que conociste, lo único que deseo es que seas muy feliz y que la persona que elijas te proteja mejor que yo.
Te ama Light
No, Light; comencé a llorar, ¿Por qué tú? ¿Quién era esa persona? ¿Cómo sabias que te mataría? Tenía que averiguarlo pero ¿cómo? La carta decía que no podría saber nada pero… ah suspire, juro que encontrare a tu asesino Light y vengare tu muerte, yo jamás podré olvidarte, pensé mientras recordaba.
Flasback
Entre al despacho de Light con el desayuno en las manos estaba muy emocionado ¡hoy era nuestro aniversario! - ¡Light! Te traje el desayu…- no pude terminar ya que lo vi, era mi amado tirado en el piso con una herida de bala en el pecho, mucha sangre a tu alrededor y a su lado un hombre encapuchado riéndose, tire la comida, él me vio y salió por la ventana huyendo cobardemente.
End Flasback
¡Light! No, debía salir de allí muchas emociones por un día, salí a la calle a comprar cigarrillos y comencé a caminar pesadamente, cuando me di cuenta de que unos tipos me seguían, no estaba de humor así que corrí, ellos comenzaron a disparar y me dieron en el hombro pero no iba dejar que me mataran, la gente comenzó a gritar y a huir del lugar, di vuelta en un callejón y ya no había salida iba a morir pero… un chico en una moto me grito: - ¡sube!- dude pero me subí, él arranco oí otro disparo y después nada, estaba todo muy oscuro alcance a ver algo, ¿Light eres tú? me desperté mirando unos ojos azules llenos de preocupación viéndome, él era rubio, vestía con ropa de cuero y traía un chocolate en una mano
-¿Estás bien?- me pregunto el chico.
-sí, creo- conteste, me dolía la cabeza.
- Me alegro, soy Mello- me dijo con una sonrisa tomando asiento en un gran sofá.
- Matt- comente agarrando con una de mis manos mi frente.
- Lose, pero lo importante aquí es que esos tipos iban por ti para asesinarte y así los ejecutivos se quedarían con tu herencia- explico serio.
- A eso- dije sin darle importancia, Light me había dejado todas sus empresas y todo el dinero de sus cuentas bancarias.
- Era un gran amigo para dejarte todo eso ¿no?- comento.
Amigo, si claro era mi novio, idiota.
- Oye, ¿Por qué la cara larga?- pregunto acercándose a mí.
- Por nada, debo irme- respondí levantándome del sillón donde estaba sentado.
- ¡Espera!, ¿cuál es la prisa? Además si te vas te volverán a atacar y te aseguró que esta vez si te asesinaran- dijo rápidamente.
- Matarme, dios no pasaría nada- dije riendo.
- ¿Cómo? Tus padres y amigos te extrañarían- dijo el rubio.
- Soy huérfano y no tengo amigos además ¿Por qué te preocupas por mí?- pregunte molesto, apenas y lo conocía, no había ninguna razón para que se comportara de esa manera, entonces se levantó del sillón, me arrincono en una pared y me dijo al oído - no hago esto por gusto, tu amigo me dejo dinero para que si el moría debía cuidar y proteger a Mail Jeevas y ese eres tú-
- ¿Quién? Light- cuestione y me aleje sorprendido.
-Si él- contesto.
- Pues no necesito niñera- comente molesto.
- Él dijo que aunque no quisieras, debo evitar que te maten y también que dañes tu salud- explico sonriendo de lado.
-¿Qué? Ahora me vas a decir que no fume- dije enojado.
- No, pero debo verificar que comas bien ya que me contaron que luego se te olvida- dijo riendo.
- Oye, ¡no te necesito! Estoy bastante grandecito para cuidarme solo- le grite enfadado
- Eso no lo decidiste tú, y está en mi contrato- dijo sonriendo mostrando unos resplandecientes dientes blanquecinos.
Maldito seas Mello, tú y tu estúpida sonrisa, ahora resulta que tendría niñera ni que tuviera 10 años.
- Además debo ver que las heridas que tienes sanen- dijo señalándome.
No me había dado cuenta que estaba vendado por todo el pecho, vaya se había tomado muchas molestias y él era una molestia.
- Escucha, Light está muerto asi que vete, te pagare con todo el dinero que gustes pero déjame en paz- le dije.
- No, tu escúchame bien, no quiero dinero, me basta y sobra el que me dejo tu amigo seré tu guardaespaldas te guste o no- respondió altaneramente, como lo detestaba, ¿Por qué no simplemente me dejaba en paz y ya? Ese maldito bastardo de que se largaba, se largaba, no necesitaba más problemas, suficiente tenía con Light muerto.