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El juego de la amistad por Kanashawol

[Reviews - 44]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Este Fic que es de mi OTP en Suju aunque muchos me critiquen~  TeukChul forever 
ijijiijijij

He escrito más cosas y he tenido buen recibimiento así que espero que este también sea de su agrado y que me dejen reviews para que me inspiren a terminarlo ;W;

Gracias a todos los que me han leido antes ~Los quiero

Notas del capitulo:

El primer capítulo de este fic que me ha inspirado bastante
jajjajaja
realmente espero que les guste porque yo amo como se desarrollará esta historia que da para mucho, pero que también puede terminar abruptamente ~~

Espero de todo corazón que les guste!

 

No se dio cuenta cuando su mano ya se había estampado contra el delicado rostro de aquel que era tan sólo unos días menor. Detestaba esa actitud a la defensiva que estaba siempre presente a pesar de que llevaban casi un año trabajando juntos… ¿Es que no había confianza en esa amistad que tanto les había costado cultivar? ¿O acaso el pelinegro no era capaz de considerarlo su amigo… a pesar de todo?...

 

 

            Era una fría tarde invernal de un sábado cualquiera y para él todos los fin de semana de ese último mes habían sido iguales. Se aburría en su trabajo de medio tiempo porque no había mucho que hacer; le correspondía atender público hasta la próxima semana, pero con esas heladas no había más que un individuo comiendo apáticamente una hamburguesa barata… Y su única distracción era mirarlo. Ese era uno de los motivos por los que prefería hacer de repartidor aunque se congelara en el intento, se aburría menos.

            La poca gente que aún circulaba en las calles a esa hora corría rápidamente hacia las paradas de bus para volver a casa lo antes posible, pues había comenzado a llover repentinamente y las calles estaban cubriéndose rápidamente de agua. Se sentía nostálgico… hace mucho tiempo que había dejado el hogar por seguir su sueño, pero ahora estaba atrapado en ese trabajo sin tiempo para estudiar. Ni siquiera podía salir con sus amigos y sentía que poco a poco los iba perdiendo. A pesar de que eran menores que él siempre podía pasar un rato agradable con YoungWoon y los chicos… pero ahora se había alejado y las cosas ya no eran iguales, no después de eso. Si no fuera porque le faltaba tiempo… habría aclarado todo antes.

            De pronto el ruido de la puerta que se abría violentamente lo sacó de sus cavilaciones. “que clase de modales son esos” pensó mientras la puerta se estrellaba nuevamente al cerrarse. Pero debía mostrar siempre una sonrisa ante los clientes…

-         Bienvenido ¿Qué va a …. servirse?

            Lo primero que se le vino a la mente fue que una de las chicas más hermosas había entrado por esa puerta. Daba lo mismo, si era esa chica podía golpear la puerta mil veces y no le diría nada. El mojado cabello pelirrojo le colgaba sobre la cara dejando entrever unos gruesos labios y ojos felinos. Vistiendo un abrigo negro y unos ajustados pantalones rosas, una bufanda y zapatos a juego, todo extravagantemente combinado pero completamente empapado, lo había dejado paralizado sin saber que decir. Sin saber por qué, vio una sonrisa dibujarse en esos sensuales labios al tiempo que la chica se le acercaba sin levantar la cabeza del todo.

-         ¿Aquí venden café? – dijo mientras hacía que sus miradas se encontraran.

            JungSu casi se va de espaldas cuando escuchó una grave voz masculina saliendo de la persona que tenía delante. Por un momento pensó que se había quedado dormido y que su mente le estaba jugando una mala pasada. Se quedó de una pieza sin ser capaz de responderle nada.

-         ¿Algun problema ehhhh… JungSu sshi? – dijo el muchacho mientras miraba la placa con el nombre del chico que lo atendía- Ah…¿Dónde está el baño?

-         Ehhhh baño…ehhh… café…. Si hay…

      Le contestó más nervioso de lo que creía estar, no podía articular bien las palabras y al ver que el otro no podía comprender lo que decía, con un gesto de su mano le indicó la escondida puerta del baño de hombres. Quería que lo tragara la tierra al haber confundido a su cliente con una chica, una bella y seductora chica.

-         A la vuelta esperaré mi café

            El extraño muchacho se alejó hacia donde le había indicado mientras movía seductoramente el cabello y salpicaba agua por todas partes sin importarle realmente que estaba mojando todo a su paso. Sólo cuando los felinos movimientos se perdieron por el pasillo, el joven dependiente fue capaz de reaccionar y preparar el café que le habían pedido.

            El silencio se hizo aún más notorio. Era capaz de escuchar cada latido de su corazón, pues aún seguía nervioso. Era capaz de oír como la comida mal masticada pasaba pesadamente por la garganta de su ensimismado cliente, quien ni siquiera había levantado la vista con la notoria intromisión del extraño joven. Distraídamente preparaba el café, quemándose varias veces, pensando como en el mundo podía existir un chico que a simple vista era una hermosa dama…

-         ¿Ya está listo lo que pedí? Estoy congelándome y si muero ahora tú serás el culpable por ineficiente.

            Ese tono arrogante le molestaba. No supo desde cuando estaba ese chico allí, parado detrás del mostrador, con una sonrisa de medio lado dibujada en su rostro. Al voltearse y verlo directamente a los ojos sintió como un escalofrío lo recorría. Le entregó su café y le correspondió con la mejor cara que pudo.

-         Soy Kim Heechul – dijo el cliente sin borrar su sonrisa.

-         Yo Park Jung Su – las palabras le salieron apresuradamente

-         Ya lo sé, leí tu identificación – dijo el chico volviendo a mirarla (¿coquetamente?) haciendo que el otro se cohibiera.

-         ¿Necesitas una toalla o un cambio de ropa? – Comenzó a tratarlo informalmente también, si el otro podía ¿Por qué él no?

-         Sería de gran ayuda … Aissh como odio la lluvia

            Supuso que verlo así, todo mojado por la torrencial lluvia que se había desatado afuera, con ese aspecto de gatito enfadado, le había conmovido. Era un perfecto desconocido y probablemente perdería la ropa pero su consciencia le decía que simplemente no podía dejarlo así. Con ese aspecto frágil, temía que pudiera darle una pulmonía si seguía así de mojado.

            Cuando volvió el chico aún miraba la taza de café sin tocarla, soplándola de vez en cuando. Le entregó su uniforme de respaldo.

-         Es lo único que puedo pasarte. Deja de mirar ese café y tómatelo mientras está caliente o no servirá de nada.

-         ¡Pero no puedo tomar cosas demasiado calientes!

      La expresión de su cara fue tan infantil que JungSu estuvo a punto de estallar en carcajadas… A punto, pero logró contenerse a tiempo y darse la vuelta mientras el pelirrojo seguía enfrascado en su tarea de enfriar el café. Aparentemente era un chico agradable, así que decidió que por el bien de ambos trataría de entablar una conversación o si no morirían, pero de aburrimiento.

            Las cosas resultaron más fáciles de lo que pensaba. El chico era sarcástico, pero divertido. La conversación fluyó fácilmente y cuando este se cambió de ropa pudo notar aquellos rasgos masculinos que estaban ocultos, además sus modales no eran demasiado finos así que fue fácil dejar de pensar en él como una chica. No llevaban ni 15 minutos hablando cuando Heechul ya había tomado la suficiente confianza como para golpearlo por nada. De un momento a otro el local se había convertido en un lugar entretenido. Ni si quiera se percataron el momento en que la única persona presente dejó el lugar.

            Llevaban así cerca de media hora, cuando pasó algo inesperado. Alrededor de 30 personas que reclamaban por ser atendidos entraron en el local, llenándolo completamente. El jefe de JungSu vio a ambos jóvenes estupefactos vestidos con el uniforme y los envió a atender las mesas. No escuchó el alegato del pelirrojo que gritaba por encima del bullicio que ni trabajaba allí, ni pensaba hacerlo. Pero la desesperación de su nuevo “amigo” que corría de un lado a otro tratando de tomar todos los pedidos de la gente semi empapada y congelada que había llegado al lugar, logró hacerlo ceder y de mala gana imitó lo que el rubio estaba haciendo.

            No era tan aburrido como pensaba. Le gustó ver como lograba suavizar los ánimos de todos los que atendía. Que chicos y chicas se quedaran mirándolo embobados y que hablaran maravillados de él a sus espaldas, mientras lo único que tenía que hacer era sonreír y apuntar cosas en una libreta…

            Terminaron mucho más rápido de lo que pensaban y la muchedumbre, que resultó ser un grupo de universitarios que visitaban la parte histórica de la ciudad, pronto se retiró en dirección al metro más cercano. Ambos chicos vieron sus caras extenuadas y comenzaron a reír estrepitosamente. La risa del chico con complejo de felino era tan estrepitosa que no entendía como no comenzaron a quebrarse los vidrios. Aún así, sin saber realmente porque estaban riéndose, terminaron sentados en el suelo como si se conocieran de toda una vida y así los encontró el dueño del local cuando salió de la cocina a ver el por qué de tanto escándalo.

            Desde ese día se convirtieron en compañeros de trabajo, y poco a poco comenzó a surgir una peculiar amistad. Disfrutaban pasar el tiempo juntos (aunque generalmente era JungSu  quien terminaba cargando a un ebrio y seductor Heechul hasta su casa) y el trabajo se había vuelto un lugar entretenido y diferente para el Hyung “por nueve días” como solía llamarlo el pelirrojo, pues esa era la diferencia de edad entre ambos. Cuando al mayor le tocaba hacer entregas, procuraba estar de vuelta rápidamente para hacerle compañía, pues este siempre le reclamaba que estando solo se aburría horriblemente.

            Llevaban casi dos meses cuando se presentó la primera de las sorpresas. Diez jóvenes que venían armando bullicio desde la universidad, cuya presencia podía sentirse a cuadras debido al entretenido espectáculo que llevaban lanzándose chistes crueles y golpeándose entre ellos. Entraron armando escándalo al local donde los dos nuevos amigos trabajan. La bastante peculiar llegada incluyó que uno de ellos chocara contra la puerta de cristal cerrada creyendo que estaba abierta y que otro cayera con ataque de risa al lado del accidentado. Cuando el mayor fue a ver qué pasaba, una borrosa nube rosa le nubló la vista.

-         Hae, Hyukjae… ¡compórtense!...

-         Hyuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuung- escuchó una vocecilla chillona en su oído y todo se volvió claro de repente.

            Estaban frente a él sus amigos, aquellos con los que había compartido tantas locuras y que había dejado de lado durante el último tiempo por culpa de los estudios y el trabajo. Sin saber por qué, al verse rodeado en un abrazo grupal las lágrimas comenzaron a caer silenciosamente. Frases como “creíste que te habíamos olvidado” o “No te librarás tan fácilmente de nosotros” llegaban a sus oídos como las más dulces puñaladas. Se arrepentía de haberlos descuidado y ni el mismo se había dado cuenta cuanto los extrañaba. Y ellos a él, porque después de todo era el mayor, era como la madre en la que todos confiaban y que los había abandonado por culpa de la inevitable situación.
            Heechul observaba la escena desde el interior. Vio como la sonrisa de su compañero se mezclaba con las lágrimas de felicidad cuando ese montón de niños se acercaron a él. Sintió una oleada de rabia recorrer su cuerpo y sus ojos se ensombrecieron. Así que tenía amigos con los que compartir, a los que quería mucho… Entonces él sería dejado de lado otra vez. Sintió rabia y a la vez envidia. No era capaz de entablar lazos con la gente porque su mal carácter siempre le jugaba malas pasadas y las pocas personas que lograban soportarlo como amigo, siempre terminaban dejándolo de lado. Eso había pasado con Keum Suk Y Hong Ki…

-         Kim Heechul te estoy hablando!!!! – un golpe en la frente lo sacó de sus recuerdos.

            Estaba a punto de devolverle el golpe cuando vio al rubio parado frente a él y a su tropa de “amigos descerebrados” (como los había denominado en su mente) mirándole fijamente.

-         Como decía- comenzó al tiempo que pasaba una mano por el hombro del pelirrojo- él es Kim Heechul, es mi amigo y compañero de trabajo .Rella –dijo mirándolo- ellos son mis amigos de la universidad, a los que había dejado de frecuentar.

            Uno por uno los menores se acercaron a él y se presentaron: Donghae, Sungmin, Ryeowook, YoungWoon, YeSung, Siwon, Hyukjae, Shindong, KiBum y KyuHyun. Eran un grupo bastante extraño incluso para él, pero todos lo saludaron amablemente y comenzaron a incluirlo dentro de sus extrañas conversaciones. Se sentía incomoda y enojadamente feliz. Una lucha de sentimientos encontrados que se esforzaba por esconder estaba teniendo lugar en su mente. Escuchaba fragmentos de la animada conversación de la que no se sentía parte pues ponían a Leeteuk (que era como todos llamaban a JungSu) al día sobre las cosas que habían pasado en su ausencia.

-         ¿Qué le ocurrirá a Hangen que no llega? – Siwon miraba su celular preocupado.

-         No te preocupes, debe estar por llegar…

-         Tal vez se perdió – dijo Donghae, con una expresión que daba a entender que la sola idea le divertía.

-         No digas tonterías… deberías llamarlo – El mayor se dirigía a Siwon-  Además tengo muchas ganas de conocerlo.

            Hangeng… Ah! El estudiante chino que habían mencionado hace un rato… Nunca antes había conocido a un chino… ¿Cómo sería? Podía ver la curiosidad reflejada en los ojos de su compañero. Miró distraídamente hacia la puerta y se quedó de una pieza. Su corazón se aceleró y su respiración se volvió irregular. No era la primera vez que se sentía así y supo inmediatamente de lo que se trataba ¿Quién sería aquel que acababa de entrar por la puerta? La incertidumbre no duró demasiado.

-Hangeng Hyung!!! ¿Te perdiste? – Donghae se levantó haciéndole señas para que se acercara.

            El recién llegado era tímido y a veces su pronunciación del Hangul resultaba tan graciosa que todos estallaban en carcajadas. Sobretodo el hiperactivo pelirrojo que se había unido animadamente a la conversación después de que presentaran al chino. De hecho, había comenzado a gastarle bromas y a burlarse de él sin ningún tipo de consideración. El “especial” Leeteuk sonreía, porque al fin ese solitario muchacho se estaba integrando a un mundo que iba más allá que tan sólo ellos dos tonteando tras el mostrador.

             A pesar de lo hermoso del reencuentro y lo animado del ambiente JungSu se sentía incómodo. Podía darse cuenta como los ojos de YoungWoon estaban siempre posados en su persona, pendientes de cada movimiento. ¿Acaso tenía algo que decirle y no se atrevía? A pesar de que era uno de sus mejores amigos estos últimos dos meses era muy poco el contacto que habían tenido. Tanto consciente como inconscientemente lo había estado evitando debido a que los nervios se apoderaban de él cada vez que quedaban solos y una serie de incómodos silencios acompañaban el compás de sus dos corazones acelerados sin que ninguno se diera cuenta de ello. No quería que sus confusiones desmoronaran la bella amistad y confianza que habían logrado. No quería que esos sentimientos que habían comenzado a apoderarse de él hace medio año terminaran por dividir a los Super Junior, como se hacía llamar el grupo de amigos.

            Ya no sentía lo mismo, de eso estaba seguro, pero aún así esa fija y penetrante mirada seguía poniéndolo considerablemente nervioso. Y de la nada, entre las risas de todos, Kangin se levantó de su lugar y lo tomó del brazo, sonriente.

-         ¿Podemos hablar? … Necesito contarte algo- añadió mirando a los demás y cerrando un ojo. Hacía eso cada vez que quería bromear en doble sentido, o sea el 90% del tiempo.

            Sin que nadie acudiera en su ayuda (Heechul estaba lo suficientemente ocupado enseñándole groserías al chico extranjero ante las risas de todos) se vio arrastrado hasta el baño por una amable pero firme mano. Ni siquiera hizo el intento de zafarse porque conocía muy bien su fuerza y estaba seguro de que no sería capaz de soltar el agarre del “toro”

            Sentía como si el corazón le fuera a salir por la boca y no era capaz de articular palabra. Si bien las mariposas en su estómago habían desaparecido desde hace unas semanas, su corazón estaba amenazando con delatarlo. Pasaba exactamente lo que el había temido que pasara antes, la principal razón por la que había comenzado a ignorarlo: estar a solas con él. No quería esos problemáticos sentimientos de vuelta.

            Lo hizo entrar primero y cerró la puerta con llave tras ellos. Pocas veces había estado en ese lugar porque los empleados tenían su propio baño cerca de los vestidores. Era individual, con un  inodoro y un lavabo… estaba bastante sucio… anotó mentalmente que debía limpiarlo la próxima vez aunque no fuera parte de sus obligaciones, pues era bastante incómodo entrar a un lugar así. Trató de llenarse con esas ideas pero no logró con ello que su desesperado corazón se calmara, pues su amigo estaba parado frente a la puerta cerrada y no le dejaba escapatoria alguna. Lo peor era que nadie más podría entrar, así que no habría quien interrumpiera esa incómoda reunión en ese apestoso lugar, aunque eso fuera lo que deseara intensamente.

-         ¿Quién es ese chico… Heechul? – soltó de repente

-         Ahh… pero si lo acabo de presentar – respondió Eeteuk algo confundido – Mi amigo y compañero de trabajo.

-         Si hasta parece una chica … - enmudeció ante la fiera mirada que le dirigió su hyung- ¿Realmente sólo es eso? – añadió resentido.

-         ¿Que tipo de respuesta esperabas KangIn?

            Sintió sobre sus hombros las fuertes manos del otro presionándolo, empujándolo, acorralándolo contra la pared más cercana. Pensó que su corazón estallaría pero trató de disimularlo, sonreír y amenizar el incómodo ambiente.

-         ¿Acaso nos atacan los terroristas?

            Si pensaba que con eso el otro relajaría sus manos y reiría, estaba muy equivocado.    Su expresión no cambió, podría decirse incluso que se endureció más de lo normal, pero no se veía el menor asomo de sonrisa. Ninguno pronunció palabra y se creó magistralmente el incómodo silencio que ambos detestaban. Podían respirar el silencio entremezclado con las risas amortiguadas de los chicos que aún conversaban afuera, animadamente, sin saber de esa extraña situación. Eran capaces de contar cuantos autos pasaban por la calle contigua pues el sonido entraba claramente por la entreabierta ventanilla sobre la cabeza de Leeteuk. Aún así no eran capaces de escuchar sus fuertes latidos.

            Sin poder controlarlo, la respiración del mayor se aceleró cuando el rostro de su donsaeng se acercó peligrosamente al suyo, juntando sus frentes al tiempo que acariciaba suavemente su mejilla en un gesto de inusual ternura para alguien con su carácter.

-         Teukie – le dijo con una dulce voz que sonaba totalmente ajena a la persona que tenía delante- Te extrañé tanto.

            JungSu pensó que moriría ahí mismo pues su corazón bombeaba dolorosamente y amenazaba con explotar en cualquier momento. Su respiración se volvía cada vez más rápida y profunda y su estómago parecía estar lleno de ranas vivas (porque mariposas se quedaba pequeño) corriendo de un lado a otro.

            Sin previo aviso, los labios del menor se posaron sobre los del más delgado y éste sintió como se desvanecía lentamente. 

 

Notas finales:

Les gustó??????
Espero sus comentarios y estoy abierta a criticas constructivas!!!!!!

cariños a todos los que se han tomado el tiempo de leerlo!!!!!!!!


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