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amor y odio ¿en verdad son opuestos? por nekonome_yaoista_pervert

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Notas del capitulo:

jeje aqui estoy con un nuevo capi

disfruten ^^

El padre al entrar se sorprendió al verlo, encolerizado y rojo de rabia grito:

-¡¿Y tú que mierda haces aquí?!- acercándose enfurecido tomo al gatito del pescuezo y lo lanzo por la ventana como si se tratara de un estropajo -¡Te dije que no volvieras si no te iba a moler a golpes!- le grito tomándole del cabello y tirándolo de la cama, luego se saco su cinturón de cuero del pantalón y comenzó a pegarle con le hebilla.

Gabriel se levanto con dificultad escapando de los azotes y salto por la ventana cayendo al frio pasto del jardín rodando para amortiguar la caída, corrió en dirección a la reja y la salto apresurado rasgando un poco su camisa a la altura del vientre mostrando su ombligo, no le dio importancia a pesar de haberse rasmillado un poco la piel y corrió sin dirección hasta que dejo de escuchar los gritos de su padre.

-¿Quién era ese imbécil que osó tocarte y tratarme de esa forma juguetito?- pregunto el azabache detrás de Gabriel aun transformado en gato

-Mi padre- respondió como escupiendo las palabras, camino hacia la capilla que estaba junto a una plaza a unas cuantas cuadras de su casa.

Al entrar en ella se recostó sobre una de las bancas cubriendo su rostro con su brazo derecho, mientras que el otro sujetaba su vientre, al parecer no era solo un rasguño, estaba sangrando mucho.
El gato tomo nuevamente forma “humana” pero su cola y orejas aun seguían allí, le miro desde arriba con un aire de superioridad y le obligo a levantarse tomándole del brazo derecho, lo llevo casi a rastras hasta el baño de la capilla.

-Desvístete- le ordeno

-No- respondió secamente recibiendo una fuerte cachetada

-Des-vís-te-te- le ordeno nuevamente

Estaba tan cansado que ya no quería recibir más golpes, y el ser que tenia frente a si le daba mucho miedo, así que simplemente decidió hacerle caso “no me puede ir peor” pensaba. Se quito la “blanca” camisa dejando expuesta su piel trigueña llena de cicatrices, moretones, quemaduras y un lindo tajo que atravesaba verticalmente su abdomen.

-Los pantalones también- dijo el chico-gato mirándole seriamente con los brazos cruzados sobre su pecho.

Gabriel rodo los ojos y suspiro, desabrocho su pantalón y se lo quito con tranquilidad dejándolo junto a su camisa sobre el lavado, sus piernas estaban tan lastimadas como el resto de su cuerpo, pareciera como si lo hubieran usado como saco de boxeo.

El gato le miro enfadado como aguantándose las ganas de decir algo y de su bolsillo saco un frasquito de vidrio el cual tenía un liquido verde claro, se acerco a el agachándose para quedar a la altura de su ombligo, dejo caer unas gotitas del liquido sobre su herida la cual le ardió como si fuera acido, miro sorprendido como poco a poco la herida comenzaba a cerrarse dejando una fina y casi imperceptible cicatriz, repitió el mismo procedimiento con cada herida de su cuerpo hasta que su piel quedo como si nada hubiera pasado, lástima que no borrara las heridas psicológicas.

-Vístete- dijo el azabache saliendo del baño, Gabriel le obedeció, su camisa estaba manchada de sangre seca al igual que su abdomen, así que se limpio lo más que pudo.

-¿Qué fue eso?- pregunto tapándose con ambas manos la cara tratando de ordenar sus pensamientos –Quiero despertar de esta pesadilla- dijo apoyando las manos sobre el lavado y mirándose en el espejo.

-Lo siento juguetito pero ya estas despierto- dijo el kemono a sus espaldas, estaba de brazos cruzados apoyado en el marco de la puerta, Gabriel se sobresalto al verlo. 

-¿Qué diablos quieres de mi? ¡Ya déjame en paz maldito freaky!- tenía mucho sueño, estaba cansado, con hambre y frio, en resumidas cuentas estaba cansado de todo, el chico gato le miro enfadado, parecía un verdadero gato engrifado

- Mira niño estúpido, te lo diré por última vez y espero que te quede claro, yo soy tu dueño y debes tratarme con respeto ¿Entendiste?-

-Tú no eres mi dueño así que ya para de decir esas payasadas- tras decir eso recibió un fuerte golpe en el estomago obligándole a caer de rodillas al suelo, luego recibió una patada en la cabeza la cual le dejo aturdido recostado de costado sobre el suelo del baño, el gato le golpeo nuevamente con el pie en el hombro obligándole a voltearse quedando de espalda sobre las baldosas, nuevamente golpeo su estomago esta vez con el pie pisándole como quien aplasta un insecto, se apoyo sobre su rodilla mirándole sádicamente, el desgraciado tenía mucha fuerza.

-Esto que está aquí dentro es tu alma- dijo mostrando el cascabel –por eso debes obedecerme ¿Lo entiendes? –

-¿Y si…ah… me niego a hacerte caso?- pregunto con dificultad, le costaba respirar

-Te mueres- dijo haciendo presión con su pie -¿Oh quieres que te lo demuestre?-

-No señor, hare lo que tu me pidas- se rindió completamente, ya no quería mas guerra, de alguna forma encontraría la manera de escaparse de él y recuperar su alma.

-Así está mejor- dijo sonriendo complacido dejando de presionar, ahora solo estaba apoyado -Aun que prefiero el término “amo”- dijo retirando su pie dejando que el humano respirara, Gabriel se arrodillo sujetándose el estomago

-Si mi amo- dijo en tono irónico haciendo una leve reverencia

-Vas mejorando- dijo el chico acariciando sus cabellos como si fuera un animal, en ese momento se escucharon unos pasos, las orejas del gato se movieron de un lado a otro captando el sonido

-Debe ser el padre Miguel… amo- Dijo Gabriel levantándose del suelo

-Ven- le ordeno su “dueño” tomándole del la mano sacándolo a rastras de loa capilla obligándole a correr unas cuadras cruzaron la calle sin mirar esquivando un auto y se detuvo enfrente de una casa muy sencilla, el Kemono saco un manejo de llaves y abrió la reja tirando al humano dentro de la casa.

Subieron las escaleras y entraron a la habitación del gato, este tiro su juguete sobre un viejo colchón que estaba al lado de una cama de dos plazas con un cobertor de seda negra, en el colchón de al lado había un chal de lana de colores y en la cabecera un cartel que decía Hiza-chan

-Es solo por esta vez ¿Me oíste?- le dijo al chico que le miraba descolocado –Yo soy el único que tiene derecho a maltratarte juguete- sonriendo de medio lado- Por eso no creas que seré así de amable todos los días- Tirándose sobre su gran cama

-¿Has sido amable hasta ahora amo?- en tono sarcástico

-Sip, normalmente soy así- dijo tomándolo delo cabello obligándole a subir a su cama, se posiciono sobre el tomándole de las muñecas con una sola mano mientras que con la otra sacaba unas esposas de algún lugar de su bolsillo, amarro ambas muñecas al respaldo de la cama dejándolo inmovilizado.

Besaba, mordía y acariciaba su cuerpo, mejor dicho arañaba su cuerpo mientras el humano se retorcía de placer y dolor –Amo… detente- dijo el humano sonrojándose al sentir como el gato bajaba hasta su cuello mordiéndole con la fuerza suficiente como para dejar sus afilados colmillos marcados en el cuello del chico, se levanto y le dijo con voz de mando

-No te voy a hacer mío tan pronto, así que relájate- dijo soltándole las manos, luego se levanto y saco una toalla blanca del closet tirándosela por la cabeza –Estas realmente sucio y eso no me gusta, así que ve a bañarte- le ordeno, Gabriel avergonzado y molesto se dirigió al baño y al verse en el espejo se dio cuenta de que en verdad daba asco lleno de tierra y sangre seca –A lo que salgas lava tu ropa y la que está en el tiesto de la ropa sucia, la lavadora esta abajo- agrego el felino desde el otro lado de la puerta

Gabriel cuando termino de lavarse salió del baño solo con sus pantalones, el kemono le paso un pantalón limpio y le indico donde quedaba la lavadora, luego subió las escaleras tranquilamente.

Cuando el humano había terminado de hacer el mandado de su dueño se dirigió a la habitación y se desplomo sobre el colchón tapándose con el cobertor, escucho el sonido del agua golpeando contra el suelo “¿No se supone que los gatos odian el agua?” pregunto para sus adentros, en eso escucho que abrían la puerta.

Su dueño salió del baño desnudo con la toalla en sus caderas, Gabriel haciéndose el dormido le miro de reojo a través del flequillo que cubría su rostro. El kemono caminó tranquilamente en frente de él, gotitas de agua se caían graciosamente desde su cabello hasta sus hombros deslizándose por su blanca piel curtida de pequeñas “cicatrices de guerra” hasta llegar al borde de la toalla

-¿Qué miras tanto?- Pregunto en un ronroneo dándole la espalda mientras se quitaba la toalla y buscaba su ropa interior

-¿Mh?- pregunto haciéndose el dormido, el felino sonrió

-No te hagas el tonto, se que estas despierto- le dijo mientras se colocaba su bóxer negro

-Estoy intentando dormir, amo- respondió el humano

-¿Sabes qué? Como soy muy bueno y hoy me siento de buen humor seré bueno contigo- dijo el azabache acercándose felinamente

-¿A que-que se refiere?- dijo Gabriel en un tono preocupado, no le gustaba ese tono de voz tan sugerente

-Ya que ese viejo y feo colchón es muy incomodo- dijo apuntando hacia la “cama del perro” te dejare dormir conmigo, en mi cama-

-No se preocupe amo, estoy bien aquí-

-¡Ven aquí te dije!- le tomo del cabello y le obligo a subirse igual que la vez anterior pero en vez de dejarlo boca arriba le dejo al revés rosando con su miembro su perfecto trasero, ambos estaban solo en ropa interior

-¡Suéltame maldito pervertido!- Gruño Gabriel tratando de soltarse, Demian se enfado al escucharlo

-¡¿Quién te crees tú maldito e infeliz gusano de tierra que vienes a faltarme el respeto de esa manera?!- a la mierda con su paciencia y las reglas, le aria suyo por las fuerzas, no toleraría que le trataran así. Cuando estuvo a punto de hacerlo el celular de Gabriel comenzó a vibrar, el kemono tiro de la cama al humano obligándolo a contestar – Te salvo la campana- murmuro por lo bajo

-¿Alo?; ¡hola Maida!; ¿Quién te dio mi teléfono?; si lo que quieras; claro que no, no es ningún problema; dime cuando y donde; está bien, bye-

-¿Quién era?- Pregunto levantándose

-Nadie importante, mi amo-

-Claro- se acerco para verle mejor -¿Savias que eres muy lindo Gabriel?-

-Si con eso te refieres a que parezco niña, si lo sé-

-Mas que niña… te pareces a esas personas con alas-

-¿Ángeles?-

-No se cual es su nombre, pero los pintan mucho en esas casas grandes en donde estábamos hace un rato-

-Capillas-

-¡Si! Eso- sonrió

-Entonces sí, estás hablando de ángeles-  dijo sonrojándose y bajando la mirada avergonzado, el gato bostezo y se acerco a la cama, se desplomo sobre esta y se durmió en un segundo hecho un ovillo “no es tan malo después de todo” pensó el humano acostándose en el extremo contrario de la cama

Notas finales:

dejen reviewsitos

adelantooo:

en el proximo capi hay lemon

sigan leyendo ^^


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