Eran las nueve de la mañana del día sábado, el sol resplandecía en el cielo ya que el verano aun no deseaba irse y sus tibios rayos se colaron por la ventana despertando a Gabriel, el cual aun estaba abrazado a la cintura de su dueño cuando el molesto sonido del celular comenzó a sonar
-“creo que en verdad voy a romper esa cosa” ¿Alo?-
-¿Gabriel?-
-¿Si, con quien hablo?-
-Soy Elizabeth, Maida me dio tu numero, espero no te moleste-
-No te preocupes, ¿Qué pasa?-
-¿Tienes que hacer algo hoy?-
-Creo que no-
-¿Me puedes hacer un favor?-
-si esta dentro de mis capacidades físicas y mentales, si- Elizabeth rio del otro lado
-¿Puedes llevarme a alguna parte en donde vendan ropa? Es que gran parte de la mía se la regale a mis primas en Inglaterra porque no podía cargar tanto mi maleta, y como no tengo ninguna amiga yo…-
-Claro, yo te acompaño-
-¿No te molesta verdad?-
-No te preocupes, pero ¿puede ser ahora?, en la tarde tengo que ir a ver a mi madre
-Claro, nos vemos en 20 minutos más en la plaza de la iglesia-
-Ok, no te retrases- cortó
-¿A dónde vas?- pregunto en un ronroneo el felino a sus espaldas
-A estación central con Elizabeth- Respondió mientras buscaba algo que ponerse
-Que coincidencia, nosotros también vamos para allá-
-¿Nosotros?-
-Sip, Ziro y yo, así que ponte esto y haznos el desayuno- Le entrego una ropa similar a la que se había puesto para ir a la fiesta de Maida
-¿Y ustedes a que van a ir?, si no le molesta decirme amo- pregunto vistiéndose
-Iremos a comprarte ropa nueva… y algunos disfraces-
-¿Disfraces?-
-Vasta de preguntas, apúrate o tendrás que caminar con las manos- Respondió cabreado, volvía a ser el mismo.
Después de comer algo rápido los tres jóvenes salieron y se fueron a la plaza a juntarse con la chica.
-¡Hola Elizabeth!- Grito Gabriel desde lejos
-¡Hola!- le respondió animada
-Hola- Dijo Demian sin siquiera mirarla
-Buenos días Señorita Elizabeth-
-Ho-hola Ziro- Respondió nerviosa
-Nos van a acompañar a comprar, espero no te moleste-
-No, no te preocupes- dijo con una sonrisa- Al contrario- un poco más bajo
-Le compraremos unos disfraces- Dijo Demian sonriente
-¡ah! ¡Yo también quiero!- Dijo animada la chica
-¿Bueno bueno, nos vamos?
-Si claro- Respondió Ziro sacando la llave de un auto, cerca de allí sonó la alarma, un precioso auto blanco muy elegante y a la moda estaba estacionado cerca de allí. Ziro le abrió la puerta del copiloto a la joven rubia, la cual subió un tanto sonrojada, atrás se sentaron Demian y Gabriel muy separados uno del otro, Ziro se sentó al volante y encendió el auto.
Al llegar allí se pusieron a recorrer todo el lugar buscando ropa para Elizabeth, ella corría de una tiendo en otra arrastrando a Gabriel del brazo quien en su mano libre llevaba las bolsas de ropa de la chica. Mientras compraban no se dieron cuenta de que los kemonos ya no estaban con ellos, se habían perdido entre la multitud
-¿Dónde se habrá ido Ziro?- Pregunto, mas bien pensó Elizabeth en voz alta
-Quizás se fue al baño con Demian “Aunque no creo que solo para orinar” –Ese pensamiento le hizo un poco mal
Siguieron caminando en su busca hasta que se cansaron, llegaron a una tienda en donde venden helados, alli se sentaron en una banca a comer.
-¿Gabriel?-
-¿Mh?-
-¿Ziro tiene novia?- pregunto la rubia totalmente sonrojada
-No lo se, creo que no, ¿Por qué lo preguntas? ¿Te gusta?- ella solo asintió con la cabeza, estaba tan roja como un tomante
-¿Seguro que te gusta Maida?- pregunto después de un momento de silencio
-S-Si, ¿Por qué lo dices?-
-Mmm… por lo que vi en el baño y por la forma en la que se miran, o la que lo miras, creo que en verdad te gusta Demian- Gabriel no respondió, estaba tan rojo como cuando Elizabeth confeso su amor por Ziro –Y creo que tampoco es tu primo- El asintió sin despegarse de su helado –¡!Kya!! ¡Que tierna historia de amor!- ambos rieron a carcajadas
Alguien les observaba a la distancia, Maida estaba con sus amigas y un grupo de chicos.
-¿Qué se cree este estúpido nerd para cambiarme por ella?... YO soy mucho mejor que esa fea y flacucha de Elizabeth ¿Oh no chicos?- los que la acompañaban la miraron, en realidad Elizabeth podría ser su hermana ya que eran de contextura y rasgos similares, solo que Maida era una bruja caprichosa
-Claro…- respondieron todos al unísono
-Chicos… ¿Qué opinan de Gabriel? o sea, él esta coqueteando con la una de las chicas mas linda de la escuela, ¿No les molesta eso?, ¿Sentir que él se cree mejor que ustedes?, o sea mírenlo como se burla en sus caras- comenzó a reírse y sus amigas se le unieron, ellos miraban a Gabriel con odio, siempre él había sido objeto de burlas y ahora por un cambio de look no significa que no sea el mismo niño débil de antes.
Elizabeth se levanto de su asiento en dirección al baño, Gabriel se quedo sentado con todas las bolsas.
-Ey Gabriel, ¿Te sientes muy rudo con esa ropa?- Pregunto uno de sus compañeros burlescamente
-Veamos que te compraste- Dijo otro tomando una bolsa -¡oh mira!, te veras adorable con esto- dijo mostrando una polera celeste con letras plateadas
-¡Deja eso allí! Es de elizabeth- bramo quitándole la prenda –Vallan a molestar a otra parte-
-¡Uy! el niñito de mami se enojo- dijo un tercero, los otros 4 se rieron burlonamente, Gabriel tomo las bolsas y se puso de pie para irse
-¿A dónde crees que vas marica?-
-Déjame- dijo soltándose bruscamente del agarre empujando a su agresor, este le empujo también y comenzó la pelea, los otros 4 se le unieron golpeando a Gabriel en el suelo propinándole múltiples patadas e insultos, en eso aparece Elizabeth y comienza a gritar pidiendo ayuda y a decirles que se detengan, pero nadie le hace caso, la gente comenzaba a agruparse pero nadie hacia nada mas que mirar.
Elizabeth trato de detener a uno de ellos pero este se devolvió a empujarla y fue detenido por alguien, Ziro quien sujetaba su muñeca le miraba tranquilamente
-A las mujeres no se les toca ni con el pétalo de una rosa- Dijo empujándole mandándolo lejos tropezándose con otro de sus amigos, ambos se lanzaron sobre el peliplata.