Un joven estaba golpeando un poste de madera. Repitiendo los golpes, con un ritmo perfecto y una alta velocidad. La luz áspera del sol de Suna y el esfuerzo físico lo hizo sudar y su traje color verde estaba empapado en varios lugares, cubierto de arena y polvo. Su pelo negro se encontraba completamente mojado con varios mechones se pegaban a su cara, mientras el resto se encontraba peinado hacia atrás. Su respiración agitada solo acentuaba los agudos golpes de sus puños contra la madera pulida, las vendas de sus manos ye teñidas de un color carmesí. Pero Lee no se detendría, el no podía detenerse. Esto era un castigo.
Al igual que su sensei, Lee tendía a castigarse por muchas cosas, por una apuesta perdida, una expectativa no cumplida o una misión fallida. Su sensei, el gran experto del taijutsu Maito Gai, le explico cuando él era un niño que si el fallaba debía hacer algo para hacerse mejor en cambio. ¿Fallo una misión por qué no fue suficientemente rápido? Correr mil vueltas alrededor de la villa. ¿No obtener los resultados necesarios del entrenamiento? Entrenar más. Y esta vez realmente necesitaba volverse mejor, y rápido.
La mayoría de las veces estaba bien, lograban las misiones sin ningún problema, pero últimamente Lee comenzó a desesperarse. Sentía que le estaba fallando a su equipo, y que no era suficientemente bueno para esta misión, no dejaba de cometer errores.
¿Quién iba a saber que el tema de la juventud no era… de agrado para los civiles de Suna? Después de un par de sus poses ellos empezaron a evitarlo e incluso llamarlo loco. Esto no se presento a su bulla en buena luz, trato de ser más diligente y juvenil, pero eso solo empeoro las cosas.
Como aquella vez que vio a ese viejo reprender a Tenten por entrenar a su nieta demasiado duro, Lee le dijo que en el poder de la juventud de su compañera estaba el derecho de usar cualquier medio para asegurar que su nieta se convertiría en una poderosa kunoichi.
El hombre frunció el seño y le respondió con arrogancia que él no quería que su nieta se convirtiera en uno de ellos, que él prefería verla que ella sentara cabeza y tener una familia a que anduviera por ahí en diminutas e irrespetuosas prendas.
Lee a continuación procedía a mostrar la utilidad de la ropa de Tenten en batalla y explicarle al anciano que era un honor para un shinobi servir a su villa, incluso morir por ella.
¿Cómo se suponía que el sabría que era uno de los comerciantes más respetados en Sunagakure? Es cierto, Neji dijo algo sobre los rollos que se suponía debían estudiar, pero el verdadero camino de un ninja se basa en la práctica ¿cierto? Ese día fue cuando la primera reclamación oficial sobre él se presento.
Pero eso fue solo el comienzo.
La bestia verde de konoha apretó sus dientes y parpadeo para alejar las gotas de sudor de sus ojos. El continuara entrenando hasta demostrarle a los ciudadanos de Suna que él no ofende la palabra “ninja” y que el también merece respeto.
Y tal vez sus compañeros dejen de estar enojados con él.
Después de alcanzar los diez mil golpes, Lee dejo de maltratar el poste de entrenamiento con sus manos y empezó a patearlo salvajemente. No iba a descansar, no podía, tenía una reputación que mantener.
Subaku no Temari, la hermana mayor del Kazekage y la kunoichi de la arena numero uno se aparto de la ventana con vista al campo de entrenamiento. Ella estaba observando el entrenamiento del ninja de la hoja y allí pudo observar lo increíble de su taijutsu. Aunque después de las últimas semanas se preguntaba si la capacidad cerebral del hombre estaba enfocada solamente en las artes marciales y no dejaba nada para el pensamiento.
Después de varia años de cooperación entre la aldea oculta de la Konoha y Suna, decidieron intercambiar equipos. Cada uno de los equipos actuales (es decir no chuunin o jounin solitarios, los ANBU fueron una excepción también) de Konoha se suponía debía pasar tres meses en Suna, actuando como shinobis de la misma, aprendiendo sus costumbres, cumpliendo sus misiones, combatiendo con sus ninjas regulares, enseñando a sus niños y tratar a sus enfermos. Al mismo tiempo Suna debía enviar uno de sus equipos a la aldea de la hoja. Después de los tres meses los equipos regresarían a su aldea, y los siguientes equipos serian intercambiados.
La idea de esto era simple: la gente teme a lo que no entiende, y cuando se comprende a alguien por completo, se come con él, duermes junto a él, matas a su lado, es difícil pensar en esa persona como enemigo. Además permitiría una mayor comprensión de la cultura general de la otra aldea- y como el clima es muy diferente, el ninja también ampliara su capacidad de luchar y ocultarse en un terreno con desventaja. Y por último, era una muestra de confianza entre las dos aldeas.
Hasta el momento todo iba bien. El nuevo equipo siete, Sakura, Naruto y Sai, parecía hacer maravillas en este departamento.
El rubio jinchuuriki atravesó los campos de entrenamiento sonriendo de izquierda a derecha, hablando de lo que significa ser perseguido por akatsuki y tener sellado un demonio dentro, lo cual también mejoro notablemente la opinión pública de Gaara.
Sakura pasó mucho tiempo en el hospital, enseñando algunos de los procesos más difíciles de manipulación de chakra, y habiéndole dado acceso a los venenos y notas de Chiyo-sama en agradecimiento por salvar la vida de Kankuro, creo varios nuevos venenos y antídotos durante su estancia.
Y Sai, con su dulce sonrisa y forma de decir las cosas más raras en la forma más amable, mantuvo a los ancianos alertas y ayudo a realiza un cambio o dos en las leyes que el Kazekage, Subaku no Gaara, reconoció como algo que podría ayudar a su aldea en un futuro cercano.
El equipo ocho, Hinata, Shino y Kiba, dieron también muy buena impresión.
La heredera Hyuga era muy buena enseñando a los niños y era muy querida entre las jóvenes aprendices de kunoichi.
Aunque no había cosa tal como la discriminación de género entre los shinobis, la población civil era muy patriarcal y una mujer que pelea era algo que no veían con buenos ojos.
Hinata, con su voz suave, su conducta intachable, y su estatus, callo definitivamente a todos aquellos que dijeron que las mujeres shinobis eran o unas putas o mujeres que ningún hombre quería.
Shino y Kiba demostraron otro aspecto a los shinobis de la arena.
El desierto parece desolado y muerto, por lo que Suna nunca presto mucha atención a los animales. No había mucho emplazamiento y no todas las especies que sobreviven a las dunas del desierto eran de interés para el shinobi para pensar en una cooperación, pero después de ver lo que un kikkai, hábilmente dirigido por su maestro, podía hacer- espionajes, reconocimiento, ataques- incluso las creaturas más pequeñas fueron de su interés.
Kiba después ayudo a quienes deseaban mejorar su relación con su compañero, así como el la recibió con su nin-ken Akamaru, y entreno a los ninjas en el arte de la comunicación.
Cuando el equipo ocho se iba, un equipo regular para el intercambio se fue con ellos. Así como cinco ninjas más quienes continuarían entrenando bajo la supervisión de Shino y Kiba.
Fue el turno del equipo de Gai: Tenten, Neji y Lee. Técnicamente ya no eran de el equipo Gai, con su graduación y su sensei yendo a misiones solo, pero ellos seguían llamándose a sí, cuando se les pregunto la razón solo se encogieron de hombros y dijeron que no había razón para cambiarlo.
Tenten usualmente ayudaba entrenando a los pre-genin en la Academia, dejando a Lee y Neji solos, yendo la mayoría del tiempo en misiones con ninjas de la arena.
El hermano menor de Temari, Kankuro el titiritero, ahora estaba tumbado en un sofá con los ojos cerrados, recontando los daños que el visitante había logrado crear.
Rock Lee hasta ahora había logrado un insulto a Makimoto, uno de los comerciantes más respetados y un pariente cercano de uno de los ancianos, asustar a varios ciudadanos apareciendo de la nada y dando sus discursos acerca de la juventud, molestar a varios ANBUS insistiendo en ser… ruidoso durante misiones de sigilo, causar estragos en el cuarto de archivos de misiones de Suna archivando de nuevo todos los rollos en el orden de clasificación de Konoha- sin decirle a nadie, lo que obligo a cerrar el lugar durante dos días y volver a ordenar todo.
Por supuesto, los rollos jamás habían estado tan ordenados, encontraron algunas joyas antiguas, he incluso sus propios reportes genin, pero estaba causando más daño que ayuda.
Gaara, el ex jinchuuriki y ahora Kazekage, el líder supremo de Sunagakure, se sentó a su mesa, las manos cruzadas bajo la barbilla, escuchando con atención el discurso de su hermano. El comportamiento de Lee podría causar que el programa de intercambio fuero cancelado para siempre y crear opiniones hostiles contra la aldea aliada.
Kankuro bebió un poco de agua y se acercó al final de su largo monólogo: “Y entonces vi a este equipo de genin, grupo doce, golpeando sus cabezas contra los arboles, y cuando pregunte qué había pasado me dijeron que el hombre verde les dijo que ellos deben castigarse para ser un mejor shinobi. Por supuesto el no les explico a lo que se refería y habían sacado sus propias conclusiones cuando los encontré.”
Suspiro y paso una mano por su pelo disfrutando que podía estar sin su traje de combate y su pintura kabuki en su casa. De repente tuvo una idea y volteo a ver a su hermano con esperanza reflejada en sus ojos, “oye Gaara, que tal si tú lo haces desaparecer, tú sabes…” apretó su puño como lo hace Gaara cuando activa su ataúd de arena.
El ex jinchuuriki lo miró con frialdad: "No"
"Oh." El titiritero agacho la cara decepcionado.
Temari sonrió y se volvió hacia la ventana, a veces realmente agradecería una solución simple a sus problemas.
La figura verde en campo continuo atacando el poste como si le guardara rencor.
Ella realmente admiraba su determinación y esfuerzo, pero, francamente empezaba a molestarla también.
Miró a sus hermanos de nuevo. “Hablando en serio, tenemos que manejarlo de alguna manera, hable con Tenten acerca de que hacen para calmarlo.”
Ambos chicos se volvió hacia ella, uno un poco interesado, y el otro aún más optimista que antes.
"¿Y?" pregunto Kankuro.
La rubia suspiró, “No lo hacen. Aparentemente después de tener a Maito Gai corriendo por la ciudad, Lee parece casi normal en comparación, incluso para los habitantes.
El ninja de pelo castaño se estremeció al pensar en la bestia verde de Konoha pareciendo normal. A propósito omitió la palabra “hermosa” de su nombre también, enserio que pasa con el traje y el peinado…
Gaara rio quedamente “Esta bien, pero no creo que esa técnica funcione aquí, tenemos que manejarlo antes de que logre que alguien nos declárela guerra, Temari estas a cargo del control de daños.”
La mujer asintió.
Gaara desvió la mirada a su hermano mayor ", Kankuro, tu encontraras una manera de detener a Lee de crear este caos y le explicaras lo que está pasando."
El titiritero gimió y escondió su cara entre las manos.
El Kazekage sonrió y se acerco con su hermana a la ventana, para observar la figura verde.
Al parecer, Lee estaba dando vueltas alrededor del campo de entrenamiento y que era bastante obvio que cojeaba bastante fuerte.
Temari sacudió la cabeza: "Yo realmente no entiendo por qué entrena tan severamente. Es decir, que realmente se castiga en lugar de entrenar."
La voz de Kankuro sonó apagada detrás de sus manos, “le pregunte a Neji después del incidente con los genin, Maito Gai le dijo en algún momento que el fallo era inaceptable y con el fin de evitar el fracaso el castigo tiene que ser algo que lo haga mejor, como ser más rápido, más fuerte, cosas por el estilo. ¿Tal vez se castiga por todos sus errores?
La rubia rodo sus ojos, “Bueno, yo preferiría que pudiera hacer algún entrenamiento en protocolo y diplomacia, para ser honesta” tomo su abanico gigante y lo ato a su espalda “bueno voy a hablar con el sensei del grupo doce para ver por qué no detuvo a sus genin”
“Que te diviertas” el castaño aun no se había movido del sofá, ni había dejado de ocultar su rostro.
"Vamos, Rock Lee no puede ser tan malo", golpeó su hombro al salir.
El Kazekage continúo mirando por la ventana.