Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Camino a la Perdición por Yori

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aki dejo el segundo capítulo!!! Espero que os gusteee!!

Muxas gracias por vuestros review =)

No Seré tu niñera.


 


 


 


 


Bajó un sujeto de rostro infantil y con una adorable e inocente sonrisa, que delataba que su vida había sido un camino de rosas sin ninguna penuria. El cabello era de un castaño claro y peinado con dedicación, la ropa de aspecto caro y a la última moda. Su altura era similar a la mía y seguramente con ese aspecto sería víctima del acoso en las zonas en que yo me movía y que seguramente él ni por casualidad había oído hablar en su vida.


Lo poco que me enteré mientras se presentaba y hablaba con Mao y mi madre, era que se llamaba Takanori.


 


Caminamos hasta la primera parada de bus que nos llevarían a casa, parecía realmente emocionado en su travesía en el gran vehículo. Parecía un perro nervioso mirando a todos lados, la gente le miraba entre divertido y otros sabiendo que era una presa fácil de robo, seguramente si no hubiese ido con nosotros le hubieran quitado hasta la ropa interior (que de seguro sería de una marca cara). Las casas iban pasando y cuanto más trayecto hacía el bus, más simples y pobres iban siendo las viviendas, hasta que llegamos a nuestro barrio. Nos bajamos en la parada correspondiente y encima me tocó llevar su pesada maleta a mí.


 


-        ¿Por qué la tengo que cargar yo?- me quejé a mi madre.


-        Porque eres el mayor y él no tiene fuerza…- me regañó mi madre.


-        ¡Qué la lleve él!


-        Tooru, no te lo repito, la llevarás tú- atajó con una mirada de advertencia.


 


Puse una mueca, pero no me quedó otra de que hacer de machaca del crío pijo ese, llegamos frente a nuestra casa y se detuvo admirándola completamente frente la puerta mientras que tanto Mao como mi madre pasaban al interior.


 


-        ¿Qué? Es muy diferente a tu palacio, ¿verdad, princesa?- reí, con tono frío.


-        ¿Eh?- volvió en sí.- ¡Sí, esto es mucho mejor, aquí seguro que os veis cada día! Yo a mi papá, le veía en rara ocasión…- exclamó emocionado. Yo me quedé con un tic en mi ojo izquierdo, no me esperaba para nada esa contestación.


-        Eres un rarito- le miré mal y entré en el interior de la vivienda, dejando caer la maleta en cuanto estuve en el interior.- Hala, lo demás lo haces tú- solté para ir a mi habitación.


-        Takanori, tienes que elegir compañero de habitación. ¿Prefieres dormir con Mao o con Tooru?


-        No, no, no, por ahí si que no paso- indiqué, volviendo a cabrearme. No pensaba compartir cuarto con nadie.- Mi habitación, es MI habitación.


-        No hay problema que duerma conmigo- aceptó Mao, el castaño le dedicó una cálida sonrisa y un centelleo de ojos.


-        Si no te importa, turnarás para dormir con cada uno- abrevió mi madre con una sonrisa para el pequeño.


-        ¡Me encantará, así podré conocer a ambos!- dijo él, como si fuese lo más maravilloso del mundo.


-        No entiendo porqué turnarse cuando Mao ha dicho que se lo queda él…- gruñí. Mi madre me dedicó una furibunda mirada.


-        Porque Takanori no es un perro, y ya se ha acabado la discusión.


-        Bien, me voy a dormir, cuando cenemos me avisáis- atajé para ir a mi habitación a descansar lo que no me habían dejado en la tarde.


 


 


                                                                                    ***


 


 


 


Aquel sujeto era algo extraño, parecía disgustado con mi presencia, pero supuse simplemente que era una persona más complicada y menos abierta al resto de la gente. La casa era pequeña y me recordaba a la casa de los criados que tenía a mi servicio en donde yo vivía. Se veía de lejos que esa familia no contaba con demasiados recursos y lo justo para mantenerse dignamente. Aún así eran realmente amables y simpáticos, la madre parecía una mujer cariñosa; como debía de ser una madre. Yo nunca había conocido una, ya que murió al nacer yo, pero supuse que de haber vivido sería igual. Mao era alegre y parecía querer ser mi amigo tanto como yo; a Tooru, simplemente parecía un poco menos hablador, ya intentaría mantener una conversación con él.


 


-        ¿Takanori, te enseño nuestra habitación?- preguntó Mao.


-        Sí- respondí alegre, para seguirle por el estrecho pasillo.


 


La habitación era realmente pequeña, con un orden impecable y unas literas a un lado pegadas a la pared, un escritorio de madera con un ordenador de aspecto anticuado. Nada de las modernidades con las que yo estaba acostumbrado a convivir.


Al entrar dejó la maleta a un lado y se fue al armario empotrado para comenzar a hacer espacio en él.


 


-        No sé porqué pero tienes aspecto de tener mucha ropa- convino Mao, con una sonrisa.


-        Tengo que reconocerlo, me encanta la ropa, sobre todo ir a comprarla. ¡Puedo pasar horas y horas! Aunque mucha de ella solo me la pongo una vez y luego la olvido…- reí, sentándome sobre la cama.


-        Yo no tengo mucha, así que supongo que entrará toda la que hayas traído en el armario- dijo, encendiendo el ordenador.


-        Estoy nervioso…- confesé después de un tiempo de silencio.


-        ¿Por?


-        No suelo estar con gente de mi edad y yo…estudié en casa, nunca he ido a un instituto…


-        ¡Pues no se ve que tengas ningún problema para relacionarte con la gente!- exclamó, sin apartar la vista de su ordenador.


-        ¿Me presentarás a tus amigos?- pregunté, un poco avergonzado. Por fin levantó la vista de la pantalla, pero fue una escéptica mirada la que me dedicó.


-        ¿Amigos? Lo siento, Kyo es el “popular” de la casa- escupió.


-        Umm- murmuré pensativo. El mayor parecía mucho más aislado que Mao…


-        Si quieres irte con él solo tienes que decirlo, yo sé que soy aburrido- afirmó, mirándome nuevamente.


-        ¡No! ¡Quiero quedarme contigo, me caes bien!- Me dedicó una avergonzada sonrisa, la cual le correspondí de igual forma.


 


Las horas pasaban, la gran parte estuvimos con el ordenador, viendo videos de Youtube o jugando a juegos de la red. La verdad es que Mao me parecía realmente agradable, un poco raro ya que muchas veces se quedaba callado o distraído con cosas que no entendía del ordenador, aunque él si parecía hacerlo.


Siendo las nueve de la noche su madre asomó la cabeza por la puerta anunciando que la cena estaba lista.


Esa noche la pasé en la litera de debajo de la de Mao, estaba contento de estar aquí y pronto iría a un instituto por primera vez.


 


                                                                                ***


 


El despertador sonó en la mesilla, lo golpeé con mi puño cerrado para que se detuviese, hacía tiempo que había decidido comprar uno de esos que se detenían si les golpeabas con la pared o algo, así que era totalmente resistente a mis malos despertares.


Me levanté en tan solo en ropa interior, como solía dormir y caminé hasta el baño, pero estaba ocupado.


 


-        Takanori, te dejo el uniforme limpio en la percha- le dijo mi madre, entrando en el servicio.


-        Gracias, Hikari- agradeció el menor.


-        Me voy a trabajar, hoy tengo turno de noche también así que tendréis que haceros algo de cena ¿vale?- anunció a modo de despedida.- Adiós.


-        Hasta la noche- se despidió Mao, quien desayunaba en la cocina totalmente impecable.


-        ¿Te queda mucho?- pregunté en un gruñido a la puerta.


-        ¡Quiero estar guapo mi primer día de instituto!- escuché decir con una risita. Aquel niño era demasiado insoportable para mis mañanas.


-        Me quiero duchar así que mueve el culo, tienes diez minutos.


 


Me llené un tazón de leche y cereales y me puse a comer, sentado frente a Mao tranquilamente. Comía con asías cuando me di cuenta de que tenía la mirada clavada en mí.


 


-        ¿Qué miras tanto?- inquirí, sin dejar de comer.


-        ¿Esas marcas en el cuerpo?- preguntó.- ¿Otra novia?


-        Ja, puede ser… Aunque no son novias, Mao, no son cosas formales…- sonreí, recordando la noche de la fiesta pasada, la cual pasé con una chica realmente guapa.


-        Sí…No me gusta mucho con quien vas...


-        ¿Eh? ¿Con quién voy? ¿Vas a hacer de hermano mayor?- reí burlonamente, bebiendo la leche. En ese momento se abrió la puerta dejando a un Ruki, realmente atractivo, se había currado el peinado y el uniforme no le hacía justicia. Me levanté y observé el reloj.- Han sido quince minutos- advertí.


-        Lo lamento, Tooru- contestó con una inocente sonrisa.


-        No me llames Tooru, solo mi madre puede hacerlo. Para ti Kyo- solté abruptamente antes de irme a ducharme.


 


 


                                                                                                 ***


 


El instituto, se trataba de un gran edificio de color blanco y gris. Una gran cantidad de adolescentes se reunían en la entrada, hablando tranquilamente y creando un bullicio que hacía que me ilusionase más por entrar. Saltaba de alegría mirando a todos lados, aquello era algo realmente nuevo para mí.


 


-        Yo me voy con mis amigos, cuida de la princesita, Mao- anunció Kyo, colocándose la mochila bien en el hombro y marchándose. Vi como se acercaba a un grupo muy grande y todos le saludaban.


-        ¿Quieres irte con él?- preguntó Mao. Observando como clavaba la mirada en el rubio.


-        No, vayamos a nuestra clase- sonreí, cogiéndole de la mano y corriendo entre los pasillos.


 


Nuestra clase ya estaba con todos los pupitres ocupados cuando llegamos, algunos parecían aburridos, otros dormidos, hablando o simplemente repasando los libros. Nos sentamos en unos pupitres y comenzó a venir más gente, posteriormente el profesor, todos se callaron y esperaron a las palabras del hombre.


 


-        Hoy tenemos un alumno nuevo en clase, ¿te importaría presentarte?- pidió la voz seria del profesor. Me puse de pie.


-        Hola, soy Takanori Matsumoto, pero me gusta que me llamen Ruki. He venido de intercambio a la casa de Mao y Kyo, soy de las afueras y mi padre es un miembro del gobierno. No he tenido muchos amigos, pero de verdad espero ser amigo de todos vosotros- dijo el menor con su calidez y simpatía de siempre.


 


El resto de las horas pasaron realmente rápidas, pronto había venido una gran cantidad de gente a conocerme y preguntarme un montón de cosas, contesté a todas sus preguntas con una sonrisa. Realmente eran gente agradable, conocí a chicos como Uruha, Shou, Kai y Shinya. Estuvimos hablando de un gran número de cosas, pero al final no pude pasar tiempo con Mao, ya que no le parecía gustar el resto de la gente por alguna razón y yo estaba demasiado distraído con sus intensas charlas.


 


 


 


 


                                                                                                 ***


 


 


-        ¿Habéis visto al alumno nuevo?- preguntó, una vez se había ido el profesor, Reita.


-        Solo sé que va a la clase de Uruha, pero no me interesa, se le ve muy niño- respondió Aoi, el cual se distraía garabateando en la mesa.


-        Se llama Takanori- musité.- Aunque le gusta que le llamen ¿Ruka? Mmm…no Ruki.


-        ¿Y como sabes eso Kyo?- preguntó Toshiya.


-        Vive conmigo, es el chico que te dije que iba a venir de intercambio- contesté, volviéndome a recostar en el pupitre.


-        Habrá que invitarle a nuestras fiesteritas ¿no?- intervino Kao, mirando a Aoi.


-        Es un crío, seguro que nos la fastidia lloriqueando en los rincones- apeló el aludido.


-        Yo prefiero que no vaya, sino tendré que “cuidar” de él y no voy a ser su niñera- gruñí, levantando un instante la cabeza.


-        Umm, lo puedes dejar bajo mi cuidado, Kyo- ronroneó Kaoru.


-        ¿Ya lo quieres violar? Déjale es muy joven todavía para caer en tus garras- bromeó Reita, riéndose junto con el resto.


-        ¡Hola chicos!- saludó la voz cantarina de Uruha, que iba acompañado ni más ni menos que por un sonriente Ruki.- He hecho un nuevo amigo, es el alumno nuevo.


-        Hola a todos, soy Ruki. Mis “hermanos adoptivos” son Kyo y Mao- dijo, presentándose a todos.


-        No somos hermanos de nada, así que no digas tonterías- rugí, mirándole mal. No quería que me juntaran con un niño pijo como él.


-        ¡No seas borde, Kyo!- defendió Kao.


-        Es tan mono, ¡parece un niño pequeño!- sonrió Toshiya, abrazando por los hombros al castaño.


-        L-lo siento- murmuró Ruki.


-        Aoi-chan, ¿no crees que podría venir a una de tus fiestas?- preguntó con voz cariñosa Uruha, el cual se encontraba sentado en las rodillas del moreno.


-        Uru, es demasiado pronto para que venga a una. ¿Acaso te has encariñado con él tan pronto?- preguntó Aoi, con un ligero tono de celos.


-        Es muy simpático y es mi amigo, además siempre me ignoras en esas fiestas que te importa que lleve a Taka- respondió con una mueca.


-        No, Uruha, por ahora no vendrá ¿vale?- respondió, esta vez más serio. El alto le hizo una mueca de disgusto y se levantó.


-        Pues vale- inquirió. Se volvió hacia Ruki, que hablaba distraídamente con el resto.- Vámonos Taka, la clase ya habrá empezado- dijo cogiendo de la mano al pequeño para llevárselo de allí.


-        ¿Problemas con tu novio?- preguntó Reita, resaltando la última palabra, con un deje de burla. Era raro que la gente como nosotros mantuviese una relación estable, casi era imposible, pero ahí estaba Aoi, el más promiscuo de todos nosotros con pareja.


-        Cállate- soltó el moreno.


-        No sé como esa relación sigue adelante…Pobre Uruha…- murmuró Toshiya.


-        Le pones los cuernos en todas las fiestas, pero aún así sigue soportándote. ¿Cuál es tu gran secreto, Aoi?- preguntó Kaoru, como si hablase a un dios.


-        Que me quiere demasiado- respondió muy pagado de sí mismo.


-        Algún día te explotará esa burbuja que tienes, Aoi- inquirí, cabreado por el comportamiento subido del moreno.


-        Pues bien que no te quejas cuando…


-        Por favor, Aoi, eso solo me es conveniente- respondí con una sonrisa torcida.


 


 


 


 


 


 


                                                                                                        ***


 


 


Me había costado salir de mi casa, después de convencer a mi madre de que lo mejor es que Ruki no saliese conmigo. Mao apoyó mi idea ligeramente, ya que parecía haberse encariñado con la princesita y quería que le hiciese compañía.


 


Una noche más, viernes, lo cual suponía solo el comienzo del fin de semana. Este viernes, no se celebraba nada en particular, pero como siempre Aoi había pasado las “invitaciones” a una fiesta que duraría hasta el lunes.


 


La música fuerte en los altavoces, en la mesa una gran cantidad de drogas de todo tipo de clases, esta vez era como una barra libre. Ya que el sábado era el cumpleaños de Aoi, por lo cual el moreno invitaba a una evasión del mundo mediante esos exquisitos suministros. La noche solo acababa de empezar, pero ya la mayoría de los presentes se encontraba en un estado de embriaguez y dopados demasiado alto.


Los adolescentes bailaban saltando y juntado sus cuerpos los unos a los otros, buscando satisfacer sus más básicas necesidades y esa noche sabían que todas serían saciadas.


Un pequeño grupo se juntaba frente a la mesa de las bebidas, se llenaban las copas mientras que hablaban distraídamente. Un castaño alto se mostraba ligeramente molesto, mientras sacaba una pequeña bolsa de pastillas de varios colores y se metía un par seguido de un largo trago de alcohol.


 


-        Estoy harto- gruñó Uruha.


-        ¿Qué sucede?- preguntó Kai. El cual se encontraba moviéndose nervioso con la música, incitado a bailar, pero sabiendo que debía escuchar los problemas de su amigo.


-        Está ahí con Kyo, en la habitación…- escupió dándole otro gran trago, casi ahogándose con el líquido.


-        Bueno todos sabemos para que necesita Kyo a Aoi…- apeló Kai.


-        Esta vez no, a Aoi le gusta demasiado todavía Kyo y este no creo que se esté dejando someter ahora mismo- rió Maya.- ¿Por qué no vas a sacar de ahí a tu novio, Uruha?


-        No seas imbécil, Maya, todos sabemos lo que te fastidia a ti- gruñó Kai.


-        ¡Chicos! ¡Chicos! Hola, ¿qué tal? Estoy buscando a Shinya. Bueno, ¿de que habláis?- dijo del tirón, un recién llegado Tatsurou. Tendía a ser siempre demasiado hablador, pero drogado a esos extremos lo era aún más.


-        Hola- saludó Kai, al recién llegado.- Aoi está con Kyo.


-        Oh, vaya, ¿pero no es tu novio Uru-chan?- respondió este.


-        Le he dicho que vaya a sacar a leches a Kyo de allí, pero no quiere…- escupió Maya.


-        A ti lo que te pasa es que quieres que peguen a Kyo…- le sacó la lengua el recién llegado.


-        ¡Eres idiota! ¡No!


-        Te dio demasiado fuerte cuando Kyo te rechazó delante de todo el mundo y desde entonces le odias. No me des consejos Maya, tú eres de lo peor. No sé ni siquiera que hago soportando tu presencia- escupió Uruha, yéndose de allí, apartando a la gente de su camino.


 


 


 




Notas finales:

Espero que os haya gustadooo!! Y vuestros comentarios! =)

Byeeee ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).