Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La noche que te conocí por Otaku Niichan II

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

CAPITULO 1
Me levanto recordando lo que pasó la noche  anterior.
-Hola Alberto- digo dirigiéndome a un  hombre  de  unos 25  años, cabello  negro corto, con bigote y vestido con esos típicos trajes de mesonero. Quien  atiende  la  barra  del  bar  el  cual  suelo  recurrir, llamado "StarDust".

-Hola Sandra-  me contesta sonriente    -Que  te  sirvo -  me  pregunta.
-¿Tú  que  crees?- le  respondo, mirándolo  con  una  cara  de:  "ya  sabes  que".
-Deberías ser un poco más educada - me dice volteándose para servirme una copa.
-Como quieras-  le digo, para luego beber un  sorbo de mí copa.

-¿Y que tal te  fue anoche?- me pregunta  con  cara curiosa.
-Bien-  le respondo esbozando una sonrisa picara  en mí cara al recordarlo.
-¿bien?, solo eso -  me dice  en  un  tono  de  decepción.
-Claro, ¿que  más  quieres  que  te  diga?-  respondiéndole indiferente.
 Deja  de limpiar  el  vaso  que  tenia  en  la  mano  , para situarse frente  a  mi  rostro  y decirme en voz alta.

-¡Detalles ¡ ...quiero detalles - esto último  lo  dijo  en  voz  baja.
-Pues no los tendrás, además me dijiste que tengo que ser educada y no  es propio de  una  dama divulgar sus  intimidades a cualquiera- esto  lo  digo  con una sonrisa, al ver  el  rostro que  pone luego de  que uso su táctica contra el.
Luego  de  eso,  fijo  mis  ojos  en  una  linda  chica  que  ingresa  al  bar, su tez es blanca , sus cabellos  son  de  color  azabache hasta los hombros y  sus ojos * lo  que  mas  me  gusto de ella*  son  de  un  esmeralda intenso. Llevaba  una  minifalda  de  color  azul  y  una blusa descotada sin mangas de color verde, esta le hacia resaltar el color de sus ojos; la observo caminar para luego ver que se sitúa en una mesa sola como esperando a alguien. Luego cruza sus piernas  mientras lo hace voy  bajando  con  la  mirada  través de esta,  empezando por su rodilla, bajando por su muslo y luego...
-¿Sandra que tanto miras? - me interrumpe Alberto. Al ver que  no  estaba prestándole atención.

-nada- respondo secamente, volteando  hacia su  rostro.
-no lo creo- me dice , a la vez que  lo  hace  se  apoya  en  la  barra con las dos manos  para  ver  que  estoy observando, dirigiendo  su  mirada a la misma dirección que yo -solo hay dos razones por la cual te quedas mirando embelesadamente algo , la primera es el cielo estrellado y  la segunda una hermosa mu...jer , vaya , que  te  parece , he acertado- mirando a su ya ubicado razón.
-Cállate ¡-  le  digo  levantándome  de  la  barra.
-¿Adonde vas? - me pregunta mirándome, mientras me levanto.

Me voy del lugar sin responderle, cambiando mi rumbo hacia  la mesa  donde se encuentra la chica, al parecer sin suerte aun  de que su cita aparezca.

-Hola- me acerco, de forma amigable.

-Hola - me responde, de una manera fría, dando a entender que no quiere hablar con nadie.

-Mi nombre es Sandra Franco, ¿y  el  tuyo?- le digo estirándole la  mano, segura  de  que  no  se  opondrá  a responder.
-El mío es Lilia Leidenz, encantada de conocerte- estrechándome la mano.
En ese momento nuestras miradas se cruzaron, ese fue el momento en  que  comenzó esta historia.

CAPITULO 1
Me levanto recordando lo que pasó la noche  anterior.
-Hola Alberto- digo dirigiéndome a un  hombre  de  unos 25  años, cabello  negro corto, con bigote y vestido con esos típicos trajes de mesonero. Quien  atiende  la  barra  del  bar  el  cual  suelo  recurrir, llamado "StarDust".

-Hola Sandra-  me contesta sonriente    -Que  te  sirvo -  me  pregunta.
-¿Tú  que  crees?- le  respondo, mirándolo  con  una  cara  de:  "ya  sabes  que".
-Deberías ser un poco más educada - me dice volteándose para servirme una copa.
-Como quieras-  le digo, para luego beber un  sorbo de mí copa.

-¿Y que tal te  fue anoche?- me pregunta  con  cara curiosa.
-Bien-  le respondo esbozando una sonrisa picara  en mí cara al recordarlo.
-¿bien?, solo eso -  me dice  en  un  tono  de  decepción.
-Claro, ¿que  más  quieres  que  te  diga?-  respondiéndole indiferente.
 Deja  de limpiar  el  vaso  que  tenia  en  la  mano  , para situarse frente  a  mi  rostro  y decirme en voz alta.

-¡Detalles ¡ ...quiero detalles - esto último  lo  dijo  en  voz  baja.
-Pues no los tendrás, además me dijiste que tengo que ser educada y no  es propio de  una  dama divulgar sus  intimidades a cualquiera- esto  lo  digo  con una sonrisa, al ver  el  rostro que  pone luego de  que uso su táctica contra el.
Luego  de  eso,  fijo  mis  ojos  en  una  linda  chica  que  ingresa  al  bar, su tez es blanca , sus cabellos  son  de  color  azabache hasta los hombros y  sus ojos * lo  que  mas  me  gusto de ella*  son  de  un  esmeralda intenso. Llevaba  una  minifalda  de  color  azul  y  una blusa descotada sin mangas de color verde, esta le hacia resaltar el color de sus ojos; la observo caminar para luego ver que se sitúa en una mesa sola como esperando a alguien. Luego cruza sus piernas  mientras lo hace voy  bajando  con  la  mirada  través de esta,  empezando por su rodilla, bajando por su muslo y luego...
-¿Sandra que tanto miras? - me interrumpe Alberto. Al ver que  no  estaba prestándole atención.

-nada- respondo secamente, volteando  hacia su  rostro.
-no lo creo- me dice , a la vez que  lo  hace  se  apoya  en  la  barra con las dos manos  para  ver  que  estoy observando, dirigiendo  su  mirada a la misma dirección que yo -solo hay dos razones por la cual te quedas mirando embelesadamente algo , la primera es el cielo estrellado y  la segunda una hermosa mu...jer , vaya , que  te  parece , he acertado- mirando a su ya ubicado razón.
-Cállate ¡-  le  digo  levantándome  de  la  barra.
-¿Adonde vas? - me pregunta mirándome, mientras me levanto.

Me voy del lugar sin responderle, cambiando mi rumbo hacia  la mesa  donde se encuentra la chica, al parecer sin suerte aun  de que su cita aparezca.

-Hola- me acerco, de forma amigable.

-Hola - me responde, de una manera fría, dando a entender que no quiere hablar con nadie.

-Mi nombre es Sandra Franco, ¿y  el  tuyo?- le digo estirándole la  mano, segura  de  que  no  se  opondrá  a responder.
-El mío es Lilia Leidenz, encantada de conocerte- estrechándome la mano.
En ese momento nuestras miradas se cruzaron, ese fue el momento en  que  comenzó esta historia.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).