Tan lejano a los cuentos de Hadas.
-Todos deseamos alguna vez tener el típico romanticismo de cuentos donde el final siempre es feliz, el príncipe azul rescata la princesa con ayuda de las hadas, por desgracia talvez la realidad no es muy lejano a ello, con las diferencias que el príncipe nunca llega, o lo hace pero resulta ser un lobo con piel de cordero, o en el peor de los casos la llamada bruja es la que gana, pero no es mas que una persona que no nos agrada. Pero si todo fuera como en los cuentos no tendría caso su existencia, donde nos pintan maravillosos mundos llenos de color brindándonos una falsa esperanza.
Por desgracia este no es el clásico cuento, ni la típica novela romántica donde los “héroes” logran pasar cada una de las pruebas en el camino. El amor es frágil mas que el mismo cristal, con solo tocarlo puede agrietarse, si el viento lo toca puede desmoronarse, hay amor delicado diría yo, amor que peca de inocente. Aquí los heroes comprenderán la gravedad de un amor prohibido, un amor que con el paso de los días va acabando con sus ilusiones y lo único que queda es trazarlo en papel para poder decir vivieron felices por siempre.-
Sus manos se deslizaban moviendo aquella pluma en el papel escribiendo las palabras con tinta negra, en letra cursiva perfectamente escrito, a pesar de tener solo la tenue luz de la lámpara de aceite que alumbrara su alcoba, creando algunas sombras algo tétricas si no estabas acostumbrado. En un movimiento de la muñeca golpeo el pomo de tinta, haciendo que esta se derramara en la mesa. En un rápido movimiento logro rescatar el papel pero no pudo evitar el estruendoso sonido que ocasión al impactar el pomo contra el piso.
-Por dios Bradley aún sigues despierto, debería ser crimen que no duermas y andes despertando a los demás...- Aquel chico que se encontraba parado en el marco de la puerta con una pequeña vela en sus manos, era el hermano mayor del mencionado, un joven que alcanzaba a medir los 1,90 cm de estatura, ojos hazel y cabellos negros contrastando con su piel, era casi un ángel y mas con esa sonrisa que pocos sabían trazar en sus labios, engatusando a quien lo mirase.
-Mil perdones Gregory...-Dijo el aludido, haciendo una pequeña reverencia al inclinar la cabeza, acto seguido se inclino por completo para levantar el tintero, tratando de quitar la mancha negra que había quedado, con un trapo húmedo.-¿ Pero decidme que hacéis tu despierto a esta hora, si deberíais estar en el quinto sueño? –Recrimino el menor, al recordar la hora que era, no debía ni pasar de las tres de la mañana, y Gregorio no era precisamente de los que se despertaban con un pequeño sonido. Algo tenia que pasarle para que no pudiera dormir.
-No seáis niñato, no pasa nada, sólo no e podido conciliar el sueño...-Dijo casi como si pudiera ver a través de la mente de su hermano, cosa que era un poco probable, ya que conocía muy bien al dueño de los ojos azules, capaces de compararce con el mismisímo cielo.
Termino de limpiar el desastre que había ocasionado en solo un minuto- Es muy raro que no puedas dormir –Suspiro al tiempo que hablaba, comenzado a ganarle el sueño. Limpio con un pañuelo sus manos quitando la mayor parte de las manchas negras.
-Siempre sois tan intuitivo Bradley –Negó con la cabeza, antes de mirarle fijamente- Os estoy un poco preocupado, mañana venid Josefina, tu sabéis perfectamente que la familia se viene quiebra y papá no queréis que lo note, pero la mansión se viene abajo, se notan las grietas en las paredes, y e estado tratando de raparlas –Contesto sincero, disponiéndose a salir de la alcoba – Si ese matrimonio no se hace, estaremos peor que pobres.
-¿Porqué siempre quieren quedar bien con los demás? Y peor aún, querer depender de su dinero...–El tono de voz que empleó fue un tanto molesto, pues muy a diferencia de Gregorio, él no aceptaba con todo el animo del mundo su compromiso con Carlota. A su hermano siempre tenia que tocarle lo mejor.
Gregorio no contestó, se limitó a salir de la habitación, pues no daría pie a una discusión que no llegaría a ningún lado, y menos a esa hora de la madrugada; si no iba a dormir, aprovecharía el tiempo para reparar algunos muros que lo necesitaban.
~~~~ A la mañana siguiente ~~~~
La casa se encontraba en las mejores condiciones arregladas posibles, todos los habitantes excepto uno se encontraban colaborando. Las cortinas se encontraban completamente abiertas dejando entrar la luz de el sol, mientras que el tapete rojo fue lo mejor sacudido para que no se notara los años que tenia encima.
-Gregorio ve a buscar a tu hermano, que no tardan en llegar y no esta por ningún lado y no quiero que piensen que somos unos descorteses –Dijo la madre de los dueños de los celestes, era una mujer hermosa aunque se notaba que estaba algo descuida y el tiempo no perdona a nadie, marcándosele algunas arrugas en su grácil rostro.
-Voy madre –Dijo haciendo una reverencia antes de salir de la mansión en busca de su hermano, posiblemente estaba en los establos o algún lugar apartado donde nadie pudiera irrumpir su tranquilidad. Y no se equivocaba no muy lejos de ahí estaba el menor.
--- En los establos.- ---
-Esto es patético...increíble ...-Hacia expresiones con las manos mientras hablaba quejándose del comportamiento de su familia, era cierto que todos tenían un precio, pero no quería pensar en que tenia que estar de lambiscón para que aceptaran a su hermano. Gregorio era un buen partido por donde lo vieran, era agraciado, inteligente, hábil, trabajador, de los 3 hermanos gregory se había llevado todo lo bueno, o al menos desde su punto de vista era así.
Un paso mas y una cerca se metía en su camino, evitado que pudiera seguir por el borde de madera para no mojarse los pies por los charcos que se hacían en las lluvias- Genial – Bufo al notar que sus botas estaban mojadas, atascándosele uno de los pies en el fango. –Sólo a mí me pasan semejantes sandeces –Levanto la voz, tratando de sacar el pie sin aparente éxito y al hacerlo termino impulsado hacia atrás.
En el momento que creyó que caería había sido atrapado por alguien que pasaba por ahí, evitando una segura caída.
- Que hace usted por aquí? – Dijo sin mucho interés sacudiéndose las ropas, antes de que sus orbes azules se clavaran en las ajenas, perdiéndose en aquellos ojos tan atrayentes y hipnotizantes. Sacudió su cabeza sacándose toda idea de la cabeza.
-Cuando te ayudan en algo se agradece –Dijo de forma un tanto socarrona con un toque de seriedad. Le dio un golpecito en la frente a Bradley, lo cual ocasiono una mueca en sus labios, cosa que no le importo mucho a su acompañante.- Y me dedico a salvar niñatos en apuros –aquello lo susurro malicioso.
-No se tome tantas confianzas que no lo conozco- Se aparto del otro, caminando pero el lodo no lo dejaba avanzar demasiado que digamos, cosa que lo irritaba mas.
-Con esa actitud sólo demuestras que son ciertas mis palabras –Espero a que él otro se fuera hundiendo mas en el fango, pues es lo que pasaría si seguía avanzando de aquella manera, lo sabia por experiencia propia, pero a diferencia del menor el no termino enterrado hasta las rodillas.
-Me lleva –No le cabía en la cabeza la idea de que tuviera que pasarle eso enfrente de alguien. Necio y terco siguió avanzando sin importarle mucho que sus botas terminaran peor de lo que se encontraban, hasta que ya no pudo dar un paso mas.
-Veo que se a atascado –Una sonrisa de lado algo burlona adorno sus labios, mientras iba caminando por el tronco de madera hasta llegar a donde Bradley, viéndose mucho mas alto que el ojiceleste.
-Piensas quedarte ahí mirando o piensas ayudarme? –Trato de dar vanamente un paso mas pero le era imposible en el espeso lodo.
-No veo por que tenga que hacerlo si ni siquiera nos hemos presentado, a demás tengo prisa y tengo que llegar impecable.
-Claro, e yo que pensé que usted se dedicaba a salvar gente, pero veo que me equivoque, usted no sois mas que un impostor...
-Debo admitir muy buena táctica, pero no caeré en tus juguitos de niñato, además no me has dicho tu nombre.
-Bradley Fowle, a hora si no es mucha molestia puede ayudarme? –Aquello mas que una pregunta había sido una orden por el tono de voz que empleo un tanto molesto.
-Eres un buen chico –Le extendió la mano al pelinegro ayudándole a salir del pozo de fango donde había ido a caer.
Una vez fuera del lodo, Bradley le metió un golpe en la mano para apartarlo pero en eso resbalo llevándose al otro con él al tratar de sujetase, cayendo de lleno al lodo y con el, el castañopelirojo, el cual quedo encima del ojiceleste.
Su respiración fue entrecortada en ese momento. Sintiendo el mismo latir de su corazón cuando sus bocas quedaron a escasos centímetros. Centímetros que ni el mismo viento se atrevía a romper.
El primero en hacer algo fue el castaño, quien en vez de apartarse como seria lo lógico se acerco mas a Bradley sintiendo una atracción cual imán, encajando sus bocas, robándole un corto pero profundo beso al cual el pelinegro no pudo hacer mas que dejarse llevar completamente embobado por aquello, hasta que una voz a lo lejos los saco a ambos de su trance.
-Bradley!! –Gritaba a lo lejos Gregorio buscando a su hermano antes de que la visita llegara a la casa.
El aludido al escuchar la voz de su hermano mayor empujo a su acompañante, completamente como tomate y sin saber que decir, pero agradeciendo que gregoy no los había visto.
El otro se levanto como si nada, tendiéndole una de las manos para ayudarle, el cual bradley rechazo levantándose solo sin su ayuda- Debería marcharse –musito el pelinegro mientras trataba de arreglarse, cuando fue sujetado por unos poderosos brazos que hicieron que se girara, y sintiendo como le volvían a robar un beso.- Pero que le pasa a usted, esta loco... soy hombre si no lo a notado..
-No decías lo mismo antes de que sonara esa molesta voz –Continuaba sujetándolo, pero al notar que el otro trataba de soltarse lo dejo ir, pues no era quien para retenerlo e ya lo volvería a ver después. No dijo mas antes de marcharse para no “molestar” al niñato.
Frunció el entrecejo dejando que el otro se marchara sin ni siquiera preguntarle el nombre, se sentía culpable consigo mismo, no entendía como se dejo llevar tan fácilmente por aquel sujeto, que para ser sinceros se había robado su atención sin mucha dificultad, una vez mas se quedo metido en sus pensamientos hasta que Greg lo sacudió regresándolo de su ensoñación, sin darse cuenta de nada de lo ocurrido.
-Estas hecho un desastre, tenemos que apresurarnos para que estés a tiempo – Dijo el de los ojos hazel, llevándose prácticamente a rastras al otro a la mansión.
