--¿Qué no pretende llegar o qué?—Se pregunto para sí mismo el castaño molesto.
Ben estaba sentado en la entrada de su casa esperando a su amado novio Kevin, habían acordado en salir ese día. El estaba muy feliz por su noviazgo con el pandillero, y aunque en el principio hubo un poco de negativa por parte de sus padres y cercanos todos terminaron cediendo; incluso Gwen quien se había resignado a que nunca tendría el amor de Kevin y simplemente los apoyo. Pero en ese momento se quería tragar vivo al pandillero debido a su pequeño retraso de una hora.
--Ya son las cuatro…—Comento ansioso para sí mismo el menor—Creo que le hablare—Se disponía a sacar el celular de su pantalón cuando vio que en el frente de su casa se aparcaba el carro de su novio.
--Perdón—Dijo el pandillero saliendo disparado de su auto en cuanto lo aparco, dirigiéndose a toda velocidad hacía donde se encontraba la razón de su existir.
--Te tardaste…—Fue lo único que dijo el oji verde.
--Te pedí perdón—Comenta el mayor más que nada para remarcar la palabra “perdón”.
--Pues no te oí estabas muy lejos—El castaño comenta con toque de re prendimiento en su voz.
--Pues perdón, se me hiso tarde, en verdad que lo siento—Sus disculpas iban enserio—Tu ve unos pequeños contratiempos pero ya estoy aquí, que al final eso es lo que cuenta ¿no?—Tratando de amenizar la situación tan incómoda que se estaba formando entre ambos.
--Bueno supongo que sí, llegaste y después de todo eso es lo que cuenta—Suspira pesadamente mientras comentaba eso.
--Bueno no te quiero hacer esperar más—Comento algo apenado el pelinegro--¿Nos vamos…?—
--Creí que nunca me lo dirías—Le mira a los ojos sonriéndole tiernamente.
Después de subir ambos al auto Kevin tomo camino hacía un cine, tenía planeado el día: lo llevaría a ver una película y de ahí a comer, pero tal vez sus planes cambiarían un poco.
--Bueno llegamos—Comento alegre el pandillero al estacionarse cerca del cine.
--Si ya me di cuenta—Comento sarcástico con tono burlesco el menos.
--¿Aun sigues enojado?—Pregunto al oír la contestación de su amado y sin notar el tono juguetón en su voz.
--Claro que no, tontito—Se acerca a él y le toma del rostro suavemente con sus manos para, posteriormente, plantarle un puro y casto beso al pandillero.
--Ok—Contesta simplemente y con un sonrojo notorio en su rostro.
Después de un buen rato de debatirse porque película entrarían a ver ambos llegaron a un acuerdo en comun para sí poder disfrutar los dos, por eso y porque no había nada bueno en la cartelera.
--Bueno ya va a comenzar—Comento el castaño mirando la hora en su celular.
--¿Como termine aceptando ver esto?—Comento viendo su el boleto de entrada a la sala con cara de tragedia.
--Kevin, no empieces, llegamos a un acuerdo y pues esta fue la película más interesante que encontré en la cartelera—Lo mira con sus ojos verdes serios, a un paso de empezar a regañarlo.
--Bueno… supongo que un amor equivocado no estará mal—Se para de su silla, toma de la mano a su novio y lo lleva hasta la entrada de la sala.
Una vez dentro se dieron cuenta de que la sala estaba casi vacía, a acepción de una pareja de jóvenes que estaban entre las primeras filas.
--Vaya, que raro que este vacío, mas siendo un estreno—Comento en voz baja el castaño mirando a todos lados buscando más personas pero no vio a nadie más que esos dos.
--Bueno, eso demuestra que no todos los estrenos son buenos, solo mira la sala—Comento burlón el pandillero.
--Kevin…—Con tono de regaño en su voz—En lugar de criticar la película que no has visto todavía, vallamos a sentarnos—Comento empezando a subir las escaleras de la sala.
--De acuerdo, amor—Hablo con tono meloso en el oído del menor; Ben al sentir la cercanía de su novio simplemente se ruborizo.
Una vez elegidos los asientos procedieron a caminar hacía ellos, Ben había elegido los que estaban en la última fila por que se encuentran justo debajo del proyector.
--¿Por qué los últimos asientos?—Pregunto con curiosidad el pandillero.
--No se, simplemente me dieron ganas de sentarme aquí—Comento el oji verde mientras se sentaba en una de las butacas.
Kevin quedo conforme, con la respuesta y decidió acompañar a su novio sentándose junto a él. La película apenas llevaba veinte minutos de empezada y el pelinegro ya se estaba muriendo de aburrimiento, Ben por su parte estaba más que entretenido.
--Ben… Ben…—El pandillero llamaba a su novio para entablar alguna conversación con él antes de caer muerto del aburrimiento pero el menor estaba muy metido en la película así que el pelinegro se vio obligado a usar medidas extremas: tomo a su lindo novio por los hombros y lo atrajo hacía él para plantarle un profundo beso en los labios.
Ben al sentir el contacto de sus labios con los de su novio simplemente se dejo hacer, paso sus brazos por el cuello del pandillero cerrando fuertemente sus ojos. Solo se limitaba a sentir como el beso subía de nivel comenzando por uno lo más puro hasta llegar a uno asfixiante y con lujuria… sus lenguas peleaban por tener el dominio, y Kevin iba ganando, hasta que ya no pudieron más y tuvieron que cortar para respirar.
--Ben…—Fue todo lo que su respiración entre cortada le permito articular.
--Kevin...—Para el menor fue igual, se le quedo mirando fijamente, y después lo tomo de las manos y lo atrajo hacía el provocando que cayera entre los asientos de la sala, alzando los descansabrazos lograron su cometido.
--Ben, ¿sabes que nos podríamos meter en graves problemas si nos encuentran haciéndolo en la sala?—Pregunto el pelinegro con tinte divertido.
--Si, lo sé—Fue todo lo que el menor artículo para posteriormente tomar a Kevin de la nuca y guiándolo mas cerca de su cuerpo y casi, literalmente, comérselo a besos.
Kevin sabia que la diversión empezaba así que opto por bajar a Ben al piso; para así evitar que los atraparan; tomo su nuca y su espalda y lo bajo poco a poco, una maniobra muy difícil ya que tenía que bajar primero la parte delantera de su amado y luego la parte trasera sin hacer el menor rudo pero lo logro, una vez hecho eso se posiciono en cuatro sobre el menor.
--Creo que ya sé porque elegí los últimos asientos… –Hablo el peli castaño con la respiración entrecortada, sintiendo como la adrenalina empezaba a recorrer todo su cuerpo.
--Sí, creo que yo también—Comento divertido el ojinegro con una sonrisilla en los labios.
Ambos empezaron su ritual de amor aunque en circunstancias prohibidas, el pandillero levanto la camisa del menor empezando a jugar con el pezón derecho del menor con su boca, lamiéndolo, besándolo, chupando y también mordiéndolo… dejando pequeñas marcas alrededor del pezón, su mano derecha se encargaba de recorrer todo el abdomen de su amado haciendo que el menor se retorciera de placer por esa caricia, su tan rápida mano bajo hasta llegar al pantalón desabrochándolo y una vez cumplido eso se dispuso a masturbar a su amado niño.
Kevin…--Pronuncio en voz baja el oji verde para que no lo escucharan, sentía que todo su cuerpo se llenaba de placer, el sentir la boca de su amado contra su piel era increíble pero el menor se lleno mas de placer al sentir como Kevin lo empezaba a masturbar lentamente; era increíble la adrenalina que corría por su cuerpo al saber que podrían encontrarlos en cualquier momento; pero también sentía tanto amor al saber que era de Kevin y que nadie podría negárselo nunca; el castaño simplemente tomo la cabeza del pandillero y la empujo levemente hacía abajo marcándole un camino asía donde debía dirigirse y que es lo tenía que hacer.
El pelinegro sintió esto y con gusto obedeció empezando a bajar por todo su abdomen, besándolo y lamiéndolo, hasta llegar a su destino. Sin darle tiempo al castaño de reaccionar, se metió de una todo el miembro de su novio a la boca arrebatándole un gemido que trato de detener tapándose la boca, Kevin vio divertido eso y pensó en torturarlo: comenzó a chupar el pene del menor de una manera un tanto obscena, de arriba hacía abajo y viceversa, lo sacaba de su boca y lo lamia desde la base hasta la punta, incluso le daba pequeñas mordías con la intención de ver sufrir a su amado niño, y de un momento a otro mientras seguía chupando el miembro sintió como su boca se llenaba de la semilla de su amado, no dudo ni una veces en tragarlo.
Lo siento…-Pronuncio sin sonido el menor esperando a que su amado pandillero supiera leer los labios y para suerte de el pareciera que si era así, ya que el pandillero le hiso una señal de que no se preocupara moviendo su la cabeza.
Ya para ese momento el pandillero había llegado a su límite de resistencia, tenía que entrar en su amado en ese mismo instante, así que bajo por completo el pantalón y la ropa interior del menor, el simplemente bajo su cierre y libero su miembro de esa tan horrible prisión en la que se encontraba; no quería esperar pero tampoco quería a ser sufrir a su amado así que preparo primero su entrado, metió dos dedos en la boca del menor y espero a que estuvieran lo suficientemente húmedos, una vez cumplido el requisito, prosiguió a meter su primer dedo en la entrada de su amado.
El castaño estaba en el cielo, y aunque con un poco de dolor en su entrada, todo estaba bien, sentía como el primer dedo ya estaba empezando a trabajar; no lo resistía mas ya lo necesitaba a dentro, pero tendría que ser paciente.
El pandillero prosiguió con el segundo dedo, ya con dos dedos dentro siguió con la misma rutina hasta que pensó listo a su amado, saco sus dedos y posiciono su pene en la entrada de su amado, para por fin penetrarlo.
El menor sintió esto y ayudo a su novio alzando su cadera, esperando a que su pandillero entrara en él.
Kevin estaba más que listo, y de una sola entro en su novio y, sin esperar más, comenzó con la penetración. Tomo la cadera del castaño para profundizar más la acción, su ritmo era incontenible, era demasiada la adrenalina que corría por su cuerpo; Ben se sentía de igual manera, le encantaba la forma en que su pandillero se lo hacía y trataba por todos los medios de retener sus gemidos pero ese trabajo se estaba convirtiendo en uno imposible. Estiro su mano en un intento de tomar el rostro de su amado, el pandillero se dio cuenta de esto y simplemente se acerco, dejo que la mano de su tierno niño tocara su mejilla, el sobrepuso su mano en la misma, lentamente se acerco a él para empezar a besarse, para si ahogar mutuamente sus gemidos. Ambos se encontraban al borde de la excitación, el pandillero no aguantaba más y como si de un volcán se tratase exploto dentro del menor, Ben solo sentía que su interior se llenaba por completo de la semilla de su único dueño.
--Te amo…--Soltó el castaño en un tono casi inaudible
--Yo también te amo—Contesto de igual manera el pelinegro con la respiración entrecortada.
Luego de ese acto ambos se apresuraron vestirse. La película ya estaba a punto de terminar y, una vez listos, esperaron a que los créditos de la película empezaran, además de que también les serviría para refrescarse un poco antes de salir.
--Bueno, creo que ya es hora de irnos ¿no?—Pregunto divertido el menor mientras veía como los créditos empezaban a aparecer.
--Si, creo que tienes razón—le miraba con cara divertida el ojinegro.
Una vez fuera se dirigieron directo al auto, ya abordados, no dudaron en echarse a reír por todo lo que habían hecho.
--Bueno…creo que…fue increíble—Dijo sin aliento el pandillero por reírse tanto.
--Si…-Fue lo único que articulo Ben para tratar de calmarse la risa.
--¿Pero sabes que fue lo que más me gusto?—Le comento el pandillero.
--¿No, que fue?—Fingía no saber el peli castaño.
--Hacerlo contigo—Dijo mientras se acerco a besar al oji verde.
--A mí también me encanto—Dijo Ben gustoso recibió el beso de su amado.
--¿Pero sabes algo?—Comento separándose de aquel beso.
--¿Qué?—Cuestiono curioso el mayor.
--La próxima vez quiero que sea en una feria— Dijo y de repente el peli castaño se abalanzo sobre el comenzando a besarle, no le dio tiempo de reaccionar al pelinegro.
--De acuerdo—Comento separándose del beso— ¿Pero no quieres ir a comer algo ahora?—
--No, lo único que quiero comer está enfrente mío—Respondió travieso el menor mientras le daba una mirada con tinte de lujuria.
Kevin al oír eso simplemente acepto ser comido, encendió de inmediato su auto y emprendiendo el camino a su casa; ese día había resultado mejor de lo que había planeado y aun faltaba mas.