Capitulo Uno: Una victoria. La noticia.
Draco no estaba seguro de que demonios estaba pasando en el colegio. Pero francamente no le importaba, ya tenia demasiados problemas tratando de no meterse con Potter y sus amigos, todo gracias a la estúpida apuesta que había perdido contra Blaise.
El muy idiota le había ganado cuando él había dicho casi seguro de Potter cogería la snitch antes que Diggory, pero no…justo cuando él necesitaba que el estúpido Potty ganara perdía, ¡y ahora estaba pagando el precio! Blaise le había hecho prometer que no se involucraría en nada relacionado con los Gryffindor por el resto del curso, ya que según él por su culpa estaban perdiendo puntos demasiado seguido, ¡que osadía la suya! Solo estaba haciendo lo básico para un Slytherin… ¡fastidiar a todos los leones que se pudiera!
Le habían privado de uno de sus mejores pasatiempos, pero había dado su palabra, asi que ahora tenia que cumplirla, ¿no? ¿Qué tan difícil podía ser estar más de siete meses ignorando Gryffindors?
Pero después de dos meses Draco descubrió que cumplir esa jodida promesa seria más difícil que convencer a su padre de que los elfos eran superiores a los magos.
Durante todo el tiempo que duro el tercer año descubrió muchas cosas interesantes, como por ejemplo que sin necesidad de decir algo los Gryffindor de cursos inferiores se apartaban de él, o que cada vez que Potter y sus amigos pasan por su lado estaban siempre a la defensiva, listos para saltar a la menor provocación.
Curioso.
El más conmocionado por el nuevo comportamiento de Draco había sido el chico de oro. Le miraba inquiridoramente cada vez que tenía oportunidad, como tratando de ver más allá de sus intenciones, haciendo que Draco riera internamente.
Todo había marchado tranquilo, si omitían el detalle del asesino suelto que había entrado en el castillo para matar a… ¡oh!, a Potter… (¿Qué tenia ese chico que atraía siempre los problemas?) Hasta que tres días después de las vacaciones de navidad Draco fue a la biblioteca (ahora iba más seguido ya que no tenia nada mejor que hacer por culpa de Blaise…), y se hubiese quedado con la boca muy abierta y los ojos desorbitados si no fuese un Malfoy.
En la ultima mesa, al lado de la estantería de Runas Antiguas, y Aritmancia habían dos alumnos de dos casas diferentes sentados juntos, riendo por lo bajo y trabajando en algunos pergaminos. Nada de ese hubiese sido extraño si se tratara de un Ravenclaw junto a un Hufflepuff o un Gryffindor, ¡hasta un Slytherin con un Hufflepuff, por Merlín! Pero no…era alguien de SU casa, con UN maldito Gryffindor…y no eran desconocidos.
El chico, alto y un poco encorvado era de cabellos oscuros y piel blanca. ¿Cómo no iba a conocerlo si sus padres eran amigos desde el colegio? ¿Cómo no saber quien era si eran casi como hermanos? Theodore Nott, Slytherin tranquilo y estudioso estaba sentado al lado de nada más y nada menos que ¡la sangre sucia Granger!
Draco abrió y cerro los ojos varias veces e intento pensar que estaba alucinando, pero no. Efectivamente era verdad… ¿desde cuando Theo estudiaba junto a esa…esa… Gryffindor?
Se acerco a ambos con paso decidido y se paro justo al lado de su amigo con mirada fulminante, cuando sus ojos se conectaron Theo pareció encogerse un poco en su puesto, pero no corto el contacto.
- Draco…que sorpresa verte por aquí – Comento como si no fuese de importancia que estuviese trabajando junto a esa chica - ¿Ocurre algo? – Agrego falsamente preocupado al ver que el rubio no decía nada.
- Tú y yo hablaremos luego en la sala común – Fue todo lo que dijo antes de fulminar de nuevo a ambos chicos para irse rápidamente de la biblioteca.
Pero cuando Draco intento hablar con él y pedirle una explicación lo único que recibió como respuesta fueron lacónicos “hablamos desde septiembre” “hacemos alguno deberes juntos” “es una persona agradable” Y Draco lo había mirado sin poder creer lo que escuchaba, pero por más que intento disuadirlo de sus palabras, el chico le ignoraba, al final ambos (él y Blaise) se habían resignado a dejarlo hacer lo que quisiese pensando que se le pasaría pronto.
Las cosas en el colegio continuaron de manera normal, o todo lo normal para Hogwarts. Casi los últimos días de clases se supo que el profesor que habían tenido durante todo el año era un hombre lobo, y si eso causo murmullo y largas conversación por los pasillos, pero no fue nada comparado con la noticia que apareció en El Profeta tres días antes de finalizar el curso.
SIRIUS BLACK DECLARADO INOCENTE
El conocido asesino Sirius Black, quien el año escapo de Azkaban fue encontrado la semana pasada en el Colegio de Hogwarts. El ministro fue avisado por uno de los profesores del colegio mencionado. Pero cuando el Señor Fudge llego escoltado por tres dementores y seis aurors se encontró con otro panorama.
Black había sido encerrado en Azkaban por asesinar a doce muggles, y un mago, y curiosamente Peter Pettigrew (el supuesto asesinado) estaba amarrado en una de las sillas del despacho del Directo.
Luego de un breve interrogatorio para aclarar primeramente la inocencia de Black bajo veritaserum, el ministro ordeno a los aurors llevase a Pettigrew, sin embargo el mago consiguió escapar.
“No sabíamos que era un animago, tomo la varita de uno de los aurors en un descuido, y se fugo” – Declaro apesadumbrado el Señor Ministro “Ahora que sabemos que Black es inocente. Estamos haciendo lo posible por capturar a Pettigrew para intentar remediar un poco la injusticia que se ha cometido”
El ministerio cito al señor Black el día de ayer para levantar los cargos en su contra, e intentar limpiar su nombre. Se le dieron veinte millones de galeons en compensación por los años sufridos, y la tutela de su ahijado: Harry Potter.
Black no ha querido aceptar entrevistas, pero se sabe que no ira a vivir a la Mansión de su familia, sino que comprara una en el valle de Godric donde vivían sus difuntos amigos, los Potter.
Lamentamos lo ocurrido al Señor Black, y esperamos que en el futuro el ministerio no cometa estos errores, ya que por mucho dinero que se le dé a la victima, ¿Quién le devolverá esos doce años perdidos?
Bien. Eso era nuevo, y bastante impresionante, pensó Draco cuando volvió a leer la noticia en su cuarto. Si Black era inocente estaba seguro de que su madre intentaría acercársele ahora que se le había metido en la cabeza la idea de retomar los lazos perdidos con su familia, aunque claro, todo a escondidas de su padre.
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Harry estaba algo resentido con el profesor Dumbledore. Lo había enviado de todas maneras a Prive Driver ¡cuando Sirius ya había sido declarado inocente y tenia su tutela!, aunque le había asegurado de que solo serian dos semanas mientras su padrino terminaba de arreglar sus asuntos.
Sirius… ¡se iría a vivir con él!, por fin dejaría de ver a los Dudley. Sentía que no podía ser más feliz en esos momentos, todo estaba yendo bien, e irían mucho mejor si conseguían capturar a colagusano, Harry aun recordaba la profecía de la profesora Trelawney. Pero sentía que esa preocupación no podía tocarle estando cerca de Sirius.
Los golpecitos en la ventana lo sacaron de sus pensamientos. Se levanto y abrió para dejar entrar a tres lechuzas, reconoció a la pequeña, que era la que le había regalado su padrino a Ron, asi que tomo el sobre de esta primero quien ululo emocionada.
Hola Harry, ojala estés bien, y preparándote para irte lejos de esos muggles. Aquí las cosas están muy movidas, aunque ya han pasado casi dos semanas desde lo de Sirius aun hay varias noticias sobre él. Hay personas que dicen que es un insulto que hayan hecho tan poco por él cuando paso tantos años encerrado, y están pidiéndole a ministerio algo más en compensación. No he visto mucho a Sirius, pero mi padre dice que se ha comprado finalmente una casa y que Dumbledore estaba pensando ¡en darle un puesto en Hogwarts!, ¿puedes creerlo? Bueno, creo que nos veremos en el mundial, ¿no? Mi padre tiene las entradas, pero Sirius dijo que él ya tenía la tuya, así que Hermione dijo que invitaría a “su amigo secreto”, espero que no sea un idiota.
¡Nos vemos!
Ron
Harry termino de leer la carta y no pudo evitar sonreir al imaginarse a Sirius como profesor, seria genial, sobre todo estando cerca de Snape, ojala lo que Ron le decía fuese cierto. Ignoro la parte del amigo de Hermione porque él ya sabía quien era, y solo esperaba que a Ron no le diera algo cuando lo viese.
Tomo la carta de la segunda lechuza, era de un gris oscuro con algunas manchitas negras en las alas. Era de Hermione.
Harry, esta es la primera entrega que hace Tin, me la ha regalado Theo hace poco, dice que es muy rápida.
Espero que no estés muy aburrido con tus tíos, Ron dice que nos veremos todos para el mundial, He invitado a Theo para que no se aburra solo en casa, a sus padres no les gusta el quidditch, y él tampoco es muy fans, ¿puedes creerlo? Quizás sea bueno para que intente relacionarse un poco con ustedes. Sé que a ti aun no te es de fiar, pero es porque no le conoces, espero que me ayudes con Ron.
He leído mucho sobre el caso de Sirius, y estoy de acuerdo con aquellos que dicen que han hecho muy poco por él, y un insulto a esos que dicen que es todo una mentira, toda una vergüenza ¿no lo crees? Cuando le vea hablare con él sobre eso.
Cuídate mucho. Tal vez pueda regresa antes a Inglaterra para tu cumpleaños.
Hermione.
No…Harry estaba seguro de que por mucho que lo intentara no podría hacer que Ron aceptara al “amigo secreto” de Hermione, no cuando se trataba de un Slytherin, pero bueno…era cosa de tiempo, ¿no?
Lo único que quería ahora era que pasaran pronto esos días para irse con Sirius.
Tomo la tercera y ultima carta que tenia una lechuza de un negro intenso. Entusiasmado la abrió a toda velocidad cuando noto que era de su padrino.
¡Hey, Harry!
He comprado una casa enorme aquí cerca de donde vivían tus padres. Ya quiero que vengas y la veas, aun no he instalado los cuartos porque quiero que elijas tu mismo el que prefieras.
Anoche casi término peleando con Moony porque no me ha dejado ir a buscarte antes, pero dijo que era mejor cumplir con lo que nos ordeno Dumbledore… ¡nos veremos en tres días más!
Hay muchas cosas que tenemos que hablar sobre todo del asunto familia…es una larga historia, pero lo sabrás cuando vengas aquí.
¡Moony te envía saludos!
Sirius.
Los siguientes días para Harry fueron como largos años, ¡quería que llegara pronto el lunes!
Se la pasó esos tres días sacando y guardando todas sus cosas en el baúl, mirando por la ventana, y tachando las fechas en el calendario, hasta que finalmente llego el tan ansiado lunes. Cuando despertó ese día inusualmente temprano (cinco de la mañana), Harry calló en cuenta de que Sirius no le había dicho a que hora llegaría o como lo haría. Pero de todas formas se levanto y estuvo completamente listo a las seis de la mañana hora en la que comenzó a sonar el timbre de la puerta, y el corazón de Harry se acelero.
Bajo corriendo las escaleras importándole muy poco si despertaba a su tío con todo ese ruido, cuando abrió la puerta vio sonriendo de oreja a oreja a su padrino, y detrás de él a un soñoliento Remus, pero igualmente feliz.
- ¡Harry! – Exclamo el hombre antes de abrazarlo con fuerzas – No aguantaba las ganas de venir por ti – Le dijo cuando dejo de estrujarlo con sus brazos.
- ¡Chico! – gritaba alguien desde dentro de la casa, pero los tres le ignoraron.
- ¿Nos vamos ya? – Pregunto ansioso Harry haciéndolos pasar a la casa – Voy por mis cosas y nos vamos – Se apresuro a decir mientras subía por las escaleras.
Harry hizo tanto ruido en esos momentos que finalmente cuando volvía a bajar con su baúl y el resto de sus cosas Tío Vernon bajaba también gruñendo por las escaleras.
- ¡Ustedes! – Dijo apuntando acusadoramente con un dedo a los dos hombres - ¿Qué hacen en mi casa? ¡Fuera o llamare a la policía!
Harry miro algo preocupado a su padrino quien sonrió maliciosamente a su tío, mientras que Remus negaba divertido con la cabeza.
- Moony…- dijo suavemente Sirius - ¿Por qué no ayudas a Harry a sacar sus cosas de la casa y me esperan afuera?
- No tardes demasiado – Fue lo que contesto el hombre antes de levitar las pertenencias de Harry y llevárselo de ahí.
Harry habría querido quedarse a ver lo que pasaba dentro, pero Remus se lo llevo de todas formas, y después de diez minutos su padrino salió sonriendo demasiado complacido consigo mismo.
- ¿Qué le has hecho? – Preguntaron ambos a la vez cuando Sirius estuvo cerca de ellos.
- ¿Yo? – Dijo inocentemente – No le he hecho nada, todos fueron testigos de que cuando él se levanto ya estaba verde y con granos por todo el cuerpo, ¿no? Yo lo único que hice fue tratar de ayudarle, pero…- Negó falsamente apesadumbrado – ¡No dejaba de moverse!, puede que este asi por un par de meses, y que cada vez que intente hablar le salgan burbujas de la boca…pobre hombre…
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¡Black! ¡BLACK! El jodido Sirius Black en Hogwarts!
Severus nuevamente miro fulminantemente al director que parecía muy tranquilo sentado frente a su escritorio.
- ¿Le dará el puesto a ese…pulgoso? ¡BLACK SABE UNA MIERDA EN DEFENSAS! – Explotó indignado, no solo por el hecho de que nuevamente no le darían el puesto a él, sino que se la daban a ese…Gryffindor.
- Severus, comprendo que Sirius y tú no os llevarais muy bien cuando estudiabais, pero es parte de la Orden, y está calificado para ejercer como profesor. Además, necesitamos gente que cuide de Harry, ¿y quién mejor que su propio padrino? – Explico mirando por sobre sus lente al profesor de pociones.
Severus solo asintió secamente con la cabeza, y dio media vuelta para marcharse de ahí antes de que cometiese homicidio. El viejo no tenía ni idea de lo MUY mal que ellos se llevaban. Estaba seguro de que ese le sacaría en cara todo el año que no había conseguido el puesto de DCAO.
¡JA!, eso no se iba a quedar así. Si Black le fastidiaba, él también podría hacerlo.
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Draco quería morir…oh, vaya que si quería morir. ¿Es que su madre había enloquecido? Porque francamente una locura que fuesen a casa de Andrómeda Tonks (tía de la que se había enterado hace solo unas horas), ¡y a escondidas de su padre!
Le mataría, sí. Nadie podía hacer algo a escondidas de Lucius Malfoy…Draco solo rezaba para que no se enterase en un buen tiempo, mejor aún si él estaba lejos de su alcance.