Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un regalo de Navidad en Julio por Umi Aoi

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Ideas que acuden a mi cerebro en una noche de insomnio.

Notas del capitulo:

Los personajes son de una inglesa que no nos entiende.

Sábado.

- Feliz Navidad Draco – la voz grave se abrió paso a través de la música.

 

Aquello fue lo que le devolvió a la realidad, pero su mirada no se despegó del pelirrojo que bailaba sobre el podium de la discoteca. Era imposible. Aquel cuerpo no podía ser la comadreja. La boca se le había secado. Oh! Dulce Morgana! Nadie podía moverse así, ¿no?

 

- Sabía que te encantaría mi regalo… - esto último fue dicho con un deje de burla que Draco ni siquiera registro. Aún estaba perdido en la anatomía del bailarín.

 

Porque jamás había visto esta faceta de su deseado león. Él estaba acostumbrado a su torpeza (que le parecía adorable aunque ni bajo cien crucios lo reconocería) no a esta sensualidad, a esta… esta… oh! por favor!  Nunca había visto al pelirrojo de caza!

 

Pero dejadme explicar lo que nuestro querido huron tenia frente a sus hermosos ojitos. En una discoteca muggle, en el centro de la pista había un escenario redondo de unos dos metros de diámetro y algo más de un metro y medio de alto. Sobre el estaba Ronald Weasley; con tan solo unas botas militares y unos pantalones negros ajustados; tan bajos de cadera que podía distinguir perfectamente sus oblicuos.

 

Pero si sólo fuera eso. La piel pecosa relucía por el sudor producido por el calor del lugar, sus músculos marcados invitaban a ser recorridos por su lengua y definirlos uno a uno. Ahora, con el brazo derecho sobre su cabeza ladeada, ese pecado ondulaba su cuerpo al ritmo de la música. Había decorado su rostro con una franja pintada en negro desde una sien a la otra y al abrir los ojos… el azul te atrapaba.

 

Pero volvamos a Draco. Porque en ese preciso momento reaccionó a las palabras dichas por Potter justo en su oído. Se giró con cara de pánico hacía su compañero en la central de aurores. Lo habían descubierto. Mierda. Mierda. Mierda. Tenía que ser precisamente Potter, bueno... ahora se llevaban bien ¿no? Pero tan bien como para aceptar que le interesara su mejor amigo-barra-cuñado.

 

- ¿No te parece mal?- fue lo único que fue capaz de preguntar.

 

- Si consigues colocarle el cascabel al gato… es tuyo – contestó con una sonrisa pícara, justo antes de darle un sorbo a su bebida.

 

Volvió su mirada de nuevo al protagonista de sus más húmedos sueños, levanto una ceja al más puro estilo Malfoy. El pelirrojo le sostuvo la mirada unos segundos para después dedicarle una sonrisa torcida. El rubio, en respuesta formó una sonrisa que Harry solo pudo calificar como totalmente Black.

 

Peligro. ¿Quién era la presa?

 

¿FIN?

 

 

 

Sábado.

- Feliz Navidad Draco – la voz grave se abrió paso a través de la música.

 

Aquello fue lo que le devolvió a la realidad, pero su mirada no se despegó del pelirrojo que bailaba sobre el podium de la discoteca. Era imposible. Aquel cuerpo no podía ser la comadreja. La boca se le había secado. Oh! Dulce Morgana! Nadie podía moverse así, ¿no?

 

- Sabía que te encantaría mi regalo… - esto último fue dicho con un deje de burla que Draco ni siquiera registro. Aún estaba perdido en la anatomía del bailarín.

 

Porque jamás había visto esta faceta de su deseado león. Él estaba acostumbrado a su torpeza (que le parecía adorable aunque ni bajo cien crucios lo reconocería) no a esta sensualidad, a esta… esta… oh! por favor!  Nunca había visto al pelirrojo de caza!

 

Pero dejadme explicar lo que nuestro querido huron tenia frente a sus hermosos ojitos. En una discoteca muggle, en el centro de la pista había un escenario redondo de unos dos metros de diámetro y algo más de un metro y medio de alto. Sobre el estaba Ronald Weasley; con tan solo unas botas militares y unos pantalones negros ajustados; tan bajos de cadera que podía distinguir perfectamente sus oblicuos.

 

Pero si sólo fuera eso. La piel pecosa relucía por el sudor producido por el calor del lugar, sus músculos marcados invitaban a ser recorridos por su lengua y definirlos uno a uno. Ahora, con el brazo derecho sobre su cabeza ladeada, ese pecado ondulaba su cuerpo al ritmo de la música. Había decorado su rostro con una franja pintada en negro desde una sien a la otra y al abrir los ojos… el azul te atrapaba.

 

Pero volvamos a Draco. Porque en ese preciso momento reaccionó a las palabras dichas por Potter justo en su oído. Se giró con cara de pánico hacía su compañero en la central de aurores. Lo habían descubierto. Mierda. Mierda. Mierda. Tenía que ser precisamente Potter, bueno... ahora se llevaban bien ¿no? Pero tan bien como para aceptar que le interesara su mejor amigo-barra-cuñado.

 

- ¿No te parece mal?- fue lo único que fue capaz de preguntar.

 

- Si consigues colocarle el cascabel al gato… es tuyo – contestó con una sonrisa pícara, justo antes de darle un sorbo a su bebida.

 

Volvió su mirada de nuevo al protagonista de sus más húmedos sueños, levanto una ceja al más puro estilo Malfoy. El pelirrojo le sostuvo la mirada unos segundos para después dedicarle una sonrisa torcida. El rubio, en respuesta formó una sonrisa que Harry solo pudo calificar como totalmente Black.

 

Peligro. ¿Quién era la presa?

 

¿FIN?

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Besazos !!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).