Hace un tiempo... que tengo una cruel pesadilla en la que una terrible oscuridad, me envuelve... murmura obcenidades, susurra en mis oidos mis debilidades, mis miedos, mis errores, mis triztezas, y friamente me toca como si fuera un objeto sin vida, me eriza la piel... pero al final, una profunda voz, me libera de esa oscuridad con tan solo una frase...
-Joven amo- Dijo un hombre alto, de atractiva figura, un porte digno de admirar, una mirada rojo pasion, finos cabellos negros acariciaban su rostro haciendole lucir exquisitamente apuesto -Buenos dias-
-Se...Sebastian -Respondio un pequeño niño de ojos azules como el mar piel tercia blanca e inocente, mientras se estrujaba los ojos-
Pov de Ciel
Eres tu sebastian... el que logra liberarme de esa oscuridad... con tu mirada carmesi que me brinda calidez como un sol, tus manos endemoniadamente irrestibles que me toman y me hacen sentir seguro, tu sonrisa que me brinda tranquilidad, aunque estrañamente es tan misteriosa, tu voz... me devuelve todos mis sentidos... como puede un vil demonio que no conoce la calidez humana, salvarme de esa oscuridad con tanta facilidad
Fin de POV
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En la biblioteca de la masion
-Bien joven amo, estas son las citas de hoy- Comenzo el elegante mayordomo mientras se ajustaba los lentes -La agenda de hoy esta sumamente llena por lo cual deberiamos empezar desde muy temprano, primero....- Fue interrumpido por la dominante voz de su pequeño amo
-Cancelalo todo-
-Pero...tres dias que a cancelado las citas, si me permite le recomendaria que...- De nuevo fue interrumpido
-No necesito tus opiniones, solo tu servicio- El joven conde bajo la mirada -Solo te necesito a...- Antes de terminar la oracion reacciono totalmente sonrojado.
-Decia...- Pregunto con una misteriosa sonrisa
-Nada- respondio en seco
-Uhmm... el joven amo a actuado ultimamente de una forma muy extraña... no quiere ver a nadie y no deja de observarme con intriga... yo acaso hice algo malo, si es asi me disculpo- Se arrodilla respetuosamente -O quizas... se a enamorado de mi- Dijo con una picara y burlona sonrisa
-Tuuu..-AL conde se le sobresalto una vena en la frente -QUIEN TE DIO EL DERECHO A DECIR LO QUE SE TE DE LA GANA- Gruño
-Mis disculpas- Respondio burlonamente con una sonrisa sarcastica -No quise altenarlo de esa manera-
Ciel suspiro y se dio la vuelta, su mayordomo pudo observar una mirada perdida hacia la nada de su joven amo
-A caso puedo hacer algo por usted... joven amo?- Pregunto cortesmente
-Si, preparame algo dulce, porfavor- Le respondio con una dulce sonrisa
Sebastian no salia de su asombro al ver tal gesto de su amo...
-Yo...-
-Ve rapido a la cocina- Dijo mientras se reia burlonamente -Y no te acostumbres a mi amabilidad, tan solo... aprovechala, si- Dijo sin mirar atras
-Aprovecharla?- Una sonrisa picara invadio su rostro -Podria yo acaso?- El mayordomo se acerco sigilosamente a su amo, tomandolo en sus brazos quedando frente a frente tan serca que podian sentir la respiracion del otro.
El senblante de Ciel no cambio para nada, para sorpresa de Sebastian -Bastardo- El joven conde le dio un dulce y timido pero decidido beso en la mejilla a su mayordomo -Te dije que fueras a hacerme algo de comer-
El mayordomo sonrio, y lo cargo hasta la cocina...
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En la cocina de la Mansion
-SEBASTIAN, MALDITO IMBECIL, TE DIJE QUE ME HICERAS ALGO DULCE DE COMER NO QUE ME ADORNARAS COMO UN PASTEL- Gruño totalmete enfadado el joven conde todo lleno de crema, cerezas, y adornos de chocolate.
-Pero si se ve tan apetitoso- Dijo burlonamente, aunque emanando cierta picardia -Vamos a probar mi obra maestra-
-Bastar...- El pequeño conde fue interrumpido por la sensacion de los dulces y calidos labios de su mayordomo sobre su cuello, el cual probaba su piel con gentiles lamidas.
-Oh si, delicioso- Exclamo mientras se limpiaba la crema de sus labios con la lengua, muy sensualmente
-Sebastian?- El mayordomo lo recosto de la mesa en la que el pequeño estaba sentado, mientras con sus manos desvestia a su joven amo, acompañado con su lengua que recorria cada espacio desnudo de su cuerpo.
Las sensaciones, eran tan placidas calidas, exitantes, era todo un extasis, el mayordomo lo recorria con tanto cuidado que parecia no querer dejar ni un espacio sin recorrer, las caricias de sus frias pero suaves manos lo erizaban, no podia hablar por causa de aquel extasis de sensaciones, era como un cachorrito en las manos de su amo, pero le gustaba
-Nunca me imagine que podria ser tan sumiso y obediente- Ya habia quitado la mayor parte del dulce que se encontraba sobre su amo, el cual se encontraba jadeando, sonrojado, y a medio vestir. Sebastian observo el cuerpo humedo y enpegostado de su joven amo con deseo -Me parece que le vendria bien un baño-
-...- Ciel no respondio tan solo se dejo llevar por su mayordomo el cual lo tomo en sus brazos y lo llevo a la bañera, la cual estaba lista y preparada con agua tibia calida y llena de espuma, ensencias dulces y exoticas llenaban la habitacion.
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En el exclusivo y lujoso baño del Conde Phantomhive
Sebastian tallaba con mucho cuidado y dedicacion la espalda de su joven amo, el cual tenia una extraña sonrisa siniestra
-Joven amo, a que se debe esa sonrisa tan extraña en usted-
Ciel se dio la vuelva jalando hacia si, a su mayordomo el cual cayo en la bañera junto a el, dejandolo todo mojado, lo cual le daba una apariencia sumament sensual -Quiero que te des un baño conmigo, ES UNA ORDEN-
-Joven... amo?-
-Es hora de mi venganza- Respondio el pequeño de los ojos azules mientras jalaba hacia si a Sebastian, y le dio un pequeño beso en los labios
-Ya que insiste, aprovechare la ocasion para darle una enseñanza- Una picara sonrisa mostro su rostro mientras tomaba a su amo en sus brazos -Le enseñare lo que es un beso de verdad- Lo beso pausada y apasionadamente, mientras sus lenguas jugaban traviesamente, sus cuerpos humedos se sentian mutuamente entre la suave espuma, sus sentidos se estimulaban entre los placidos aromas.
Ciel podia sentir el bien definido cuerpo de Sebastian sobre el... su leve peso apoyado en su cuerpo, como su camisa mojada se ajustaba provocativamente a su figura, era, tan perfecto...
El mayordomo tomo a su amo en sus brazos y lo recosto suavemente sobre su pecho, mientras acariciaba sus finos y lisos cabellos, con amor... podria ser?, que aquel vil demonio lo tratara con tanta dulzura, en vez de tomarlo violentamente para si?, lo hacia por cariño?... por amor?, por estetica? o quizas simplemente el contrato?
-Si me permites... Ciel... eres muy inteligente, deverias dejar de llenarte de tantas confusiones, ya que tienes la respuesta muy clara, no lo crees- El conde se asombro... ¿que fue eso? acaso el le leyo la mente... ademas... primera vez que lo llamaba por su nombre, pero que bien sonaba su nombre viniendo de aquella voz tan profunda.
Ciel recordo todos aquellos momentos en que, Sebastian lo acariciaba con aquella forma tan sadica, pervertida, como si solo se burlara de el, de sus sensaciones y sentimentos como humano, como si su cara de extasis le causara gracia, y lo hacia en los momentos en que mas podia disimular la situacion, ahora era tan dulce, y directo... pero un momento, se encontraba sobre el... en sus brazos recostado calidamente de su sensual y calido pecho, tan serca de su corazon... si es que tenia uno, para que pensar tanto? tan solo tenia que sentir, y disfrutar de las sensaciones que le brindaba esa ocacion.
-Que listo es mi joven amo- Dijo con una sonrisa picara y sensual
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-Buenas Dias, Joven amo, es hora de despertar- Dijo un noble y servicial mayordomo de cabellos negros con una sonrisa notablemente fingida
-SEBASTIAN?!?- Se levanto de golpe el pequeño Conde
-Por lo que veo tuvo un sueño impactante- Sonrio con su habital misteriosa sonrisa mientras preparaba el te
-...-
Sebastian quito las finas sabanas que arropaban a su amo con delicadeza -¿Que es esto?... una mancha de..?-
-Ni se te ocurra decirlo- Gruño con un puchero el pequeño evidentemente sonrojado
-No es mi culpa que se alla corrido en las sabanas, ¿pero que estaria soñando?- Se pregunto burlona y sarcasticamente.
-CALLATE, CUANTAS VECES TE E DICHO QUE NO DIGAS LO QUE SE TE VENGA EN GANA- Salio humo de la cabeza del pequeño conde
El mayordomo sonrio mientras miraba la mancha en las sabanas, y con su lujuriosa lengua provo aquel liquido -La semilla del amo es bastante dulce- Dijo con una mirada sensualmete insinuante, mientras ciel lo veia totalmente exitado.
-Se...sebastian- Dijo el pequeño en forma de gemido.
-Ya adivine que fue lo que lo soño- Exclamo con una sonrisa hipocrita
-Tu...- Ciel salio inmediatamente de su extasis y le arrojo con toda su furia una almuhada a Sebastian -Eres un maldito-
CONTINUARA.....
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