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NUESTRA ETERNIDAD por Rikkathum

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Notas del capitulo:

hello!!!!

aqui esta el capi dos jeje

gracias a:

Anonimo
Saya_Misaki
veronik21
Luna chan
 yume
Dark Nature

por dejar su comentario espero que sigan la historia jeje

saluditos nos vemos el miercoles

2.- DECISIONES DEL PASADO.


FLASH BACK


Un pelinegro de ojos amatistas se encontraba caminado por una de las calles más famosas de Londres, la Bond Street calle que se encuentra en el distrito londinense de Mayfair, caminaba viendo  a todas las personas, todas se les podía ver un semblante feliz y mucho se le adjudicaba por la fecha en la que estaban, Navidad.


Las personas llevaban bolsas de los regalos que planeaban darles a sus seres queridos, a sus padres, a sus hermanos, hijos, abuelos, sobrinos, amigos, parejas, a aquellas que son importantes para cada una de las persona, se podía decir que el no envidiaba nada de eso a pesar de que no tenia padres, tenía a una persona que lo consideraba como tal, a otras dos que los consideraba como sus hermanos, como sus amigos también, aunque porque negarlo, no tenia pareja y podía ser lo único que envidiaba de ellos.


En todos sus años de vida jamás se ha enamorado de alguien y vaya que son muchos años, ha sentido afecto por algunas personas pero eso no significaba que los amase o que estuviera perdidamente enamorado de ellos y él quería saber lo que se sentía quedar completamente a merced del amor, ese amor que se le da a una pareja, del que recibes de una, aunque también sabía que muchas veces ese sentimiento no es correspondido, lo sabía porque varias personas lo han amado a él, pero jamás el los ha amado, los quiere pero no pasa de ese sentimiento.


Muchos le decían que probara el tener una relación con alguien, solo para saber que se sentía, lo intento pero no sentía nada, no le agrado por lo que decidió dejar por la paz eso, aparte no había también mucho de donde escoger, su naturaleza le impedía ver a otros que no fueran de su misma especie y no es que renegara de ella, solo que no encontraba a nadie que llenara ese espacio en su corazón, tenía que admitir que también le daba miedo encontrarla y no ser correspondido o que se encontrara en una especie distinta y que solo provocara dolor por un amor incorrecto, pero, existen los amores incorrectos? O lo que es incorrecto es la forma en que dejan vivir ese amor, en sus actos, en sus omisiones, después de todo el problema no es el sentimiento, si no la persona que lo lleva y la forma en que lo transmite, después de todo no existe criatura perfecta.


Siguió caminando sumergido en sus pensamientos cuando por fin llego a su humilde morada, un antiguo hotel abandonado de siete pisos, entro y subió hasta la azotea, tenía una pequeña mesa y una silla donde tenía varios libros, cuando era más joven los odiaba, pero quien no cambia con el tiempo, si no quieres aburrirte en esa vida tan larga como la de el tienes que incursionar en todo, pero tenía que tener cuidado, hay cosas que uno no debe mirar y él lo sabía, por suerte no de experiencia propia, lo extraño es que eran seres mucho más joven que él, se aburrían de su eternidad y probaban de todo, terminaban volviéndose locos o peor aun esperaban a que el sol llegara a su piel o permitiendo que cazadores acabaran con su vida, por suerte la vida ha ido evolucionando y también las ideas para ocultar su existencia, aparte de que muchos vampiros llegaron a la conclusión que era tonto acabar con el alimento por lo que decidieron controlarse con los humanos y animales, ya no comían por placer si no por necesidad, vivían muchos a la par de con los humanos, claro muchos de noche, pero otros, muy pocos en realidad, como él, podían convivir con ellos incluso de día, el sol no les afectaba, todo dependía de la estirpe de la que provenían, el junto con otros amigos provenían de la mas fuertes por lo que el sol ni cosquilla es hacia.


Esa paz que se firmo secretamente con los humanos, no era respetada por todos, algunos vampiros comían por placer, hacer daño a otros, demostrar que son superiores, lastimar a débiles, convertir a otros por egoísmo en lo mismo que ellos, pero eso era tonto, los humanos son figuras más frágiles que ellos, si en algún momento ellos dejaran de existir o su existencia disminuyera, guerras entre vampiros serian inevitables, dolor, angustia, soledad, traición, todos esos sentimientos horribles abarcarían el mundo, eso era algo que no podían permitir.


El ojo amatistas se podía decir que era feliz con esa vida que llevaba, no comía al menos de que fuera el momento, cuando lo hacía directamente del cuerpo de la persona no los mataba y tampoco los convertía, tenia cuidado ya que muchos no soportaban la eternidad y aparte si no tenia cuidado e insertaba el veneno de uno de los colmillos ocultos podía llegar transformar en simples carnívoros a muchos provocando tal vez masacres y que su identidad sea revelada, tenía una vida tranquila y simple, porque no decir que también divertida gracias a sus amigos, aunque uno tenía ya casi los cien años dormido, lo extrañaba.


- que es lo que te tiene tan pensativo Shuichi? – una voz de mujer lo saco de sus pensamientos, ya había sentido su presencia cerca de su hogar, pero como la conocía no le dio importancia y dejo que se acercara hasta donde estaba el, sentándose delante de él.


- Elizabeth… - era una mujer bastante atractiva, su cabello era castaño claro, sus ojos eran esmeraldas, su piel era algo pálida, traía puesto un vestido bastante escotado y pegado a toda su figura de color azul rey, era delgada y no parecía pasar de los veinte años – que te trae por aquí?


- la verdad, solo quería verte, te traje unos regalos – de su bolsa saco tres cosas, una de ellas era una bolsa de sangre, probablemente del  banco sanguíneo del hospital de Londres, regularmente cuando se toma sangre de los hospitales son aquellas clases comunes, no querían que pacientes con tipo de sangre fuera de lo común murieran por qué no se les pudo hacer una transfusión sanguínea porque un vampiro tenía hambre – es para que comas un poco, supongo que es suficiente, no? – la verdad es que no se necesitaba consumir mucha sangre para que un vampiro pudiera sobrevivir, bueno en su caso así es, los nuevos vampiros casi cada noche tienen que comer cierta cantidad de sangre.


- es suficiente para algún tiempo – dijo tomando la bolsa, después la mujer le entrego un sobrecito de té, de yerbabuena – es el que quería probar, el de la cafetería que fuimos la ultima vez?


- sí, aun no puedo creer que seas de los pocos vampiros que aun le agarra el sabor a la comida de humano, a mi ya no me sabe a nada – Elizabeth también era un vampiro, pero era mucho más joven que Shu y su estirpe no era tan elevado como el de él.


- a mi me encanta la comida humana, me gusta probar de todo, tengo un amigo que solo come una cosa llamada ramen, desde que la descubrió es lo único que come, si no fuera un vampiro estoy seguro que se enfermaría y estaría gordo – dijo con una sonrisa de oreja a oreja.


- jeje Shu, se que te gustan los libros y te traje este – Shuichi tomo el libro y leyó el titulo de la portada “por el tiempo que quede”  a Shu le llamo la atención  - es de un escritor de novelas románticas que cada vez agarra más fuerza y se está convirtiendo en uno de los mejores, es algo joven pero tiene muy buenas críticas, su nombre es Yuki Eiri, bueno ese es su seudónimo, la verdad no tengo idea de su verdadero nombre.


- Yuki Eiri? Nunca he escuchado de el – dijo abriendo el libro para ver si había alguna reseña del autor, no había y tampoco una dedicatoria, regularmente aquellos que escriben novelas románticas se las dedican a alguien y las mayoría de los libros tenían reseñas de sus autores sobre su vida, pero otros como en este caso solo hablaba de sus otras obras y de lo que trataba el libro.


- el es demasiado joven y tu demasiado viejo – le dijo con una sonrisa en el rostro, el pelinegro hizo un puchero denotando molestia por las palabras de su amiga, siguió viendo el libro y leyó el resumen al parecer era de un criminal muy poderos que por asares del destino cae al cuidado de una mujer que tiene una enfermedad terminal, el no le dice que él es un criminal ya que se siente avergonzado de su vida al ver la que llevaba la chica, se enamora de ella y trata de estar con ella todo lo que el reloj de la vida de esa mujer lo permita, eso era en grandes rasgos esa novela aparte de los problemas que causaban los “amigos” del criminal, le llamo la atención, lo leería, aparte no tenía nada mejor que hacer.


- pues muchas gracias, ten por seguro que lo leeré, pero no debiste molestarte – le dijo a la castaña.


-no es ninguna molesta Shu y lo sabes – le sonrió cálidamente – quiero decirte algo y no quiero que te sientas mal por ello ya que se que tu no sientes lo mismo, Shu estoy enamorada de ti, te quiero y me aria muy feliz si me dieras la oportunidad de ser mi pareja.


- yo… - el pelinegro la miro sorprendido, sabía que la chica tenia sentimientos por él, lo supo desde que la conoció pero a el no le gustaba de esa manera – lo siento yo…


- lo sé, solo quería decírtelo y preguntarte, la verdad no perdía nada con intentarlo verdad – la chica bajo la mirada con una sonrisa algo melancólica.


- en absoluto – el pelinegro tomo una de las manos de la mujer que las tenía sobre la mesa – eres muy hermosa y no solo por fuera, pero no me interesas de esa manera, te quiero pero solo como amigos, es todo lo que puedo ofrecer.


- y me conformo, no quiero perder aunque sea eso – la mujer le sonrió levantando de nuevo su mirada – bueno Shu, me retiro, solo vine a visitarte y darte estos pequeños regalos, espero que los disfrutes.


- tenlo por seguro – la chica se levanto de su asiento y fue hacia el pelinegro, se inclino hasta darle un beso en la mejilla, Shu le respondió con una sonrisa llena de carillo, después de eso la mujer se marcho.


-no entiendo porque rechazas a todas las que se te declaran – decía un pelirrojo de cabello largo que salía de atrás del cuarto de las escaleras que llevan a la azotea – será que te gustan los hombres?


- es de muy mala educación escuchar conversaciones ajenas Hiroshi – dijo el pelirrosa con una sonrisa, desde hace tiempo que noto su presencia.


- vamos, ella ni se dio cuenta – decía el pelirrojo ocupando el lugar que antes era de la mujer.


- es porque tienes más habilidades que ella, pero no es para que andes de chismoso – le dijo mientras le sonreía – quieres – extendiendo la bolsa de sangre – ayer cene y tu no, así que tómala, yo voy a descansar un poco.


Hiro tomo la sangre y vio como su amigo se perdía de su vista, pero entonces se dio cuenta de que no contesto a su pregunta y fue a seguir a su amigo.


- oye, oye!! – le grito al pelinegro – no me contestaste – le decía con una sonrisa picara cuando al fin lo alcanzo en su habitación.


- que me preguntaste – haciéndose el que no recordaba.


- no te hagas Shu, se a la perfección el nivel de retención que tienes, así que contesta – el pelinegro se sonrojo.


- bueno, no es que me gusten, es solo que incluso hasta ellos, pues… - decía jugando con sus dedos.


- se te declara? – dijo riéndose de lo vergonzoso que puede llegas a ser su amigo.


- pues si… pero, pues son uno que otro guapo pero no me gustan – dijo mientras se sentaba en la cama con el libro en mano.


- jajaja, el problema entonces no es el género contigo, si no que, simplemente no has encontrado a la persona indicada – dijo mientras se sentaba a un lado de su amigo y le ponía una mano en la cabeza – tan viejo y pareces tan joven, supongo que en el amor todos somos primerizos.


- supongo…


- y ese libro?


- me lo regalo Elizabeth es un historia romántica y al parecer contiene algo de tragedia, creo que lo leeré – decía con una sonrisa en la cara, no podía evitarlo pero le gustaban los libros.


- bien, entonces te dejo, voy a cenar y luego también voy a dormir si necesitas algo ya sabes dónde encontrarme – dejo solo al pelinegro.


Shuichi se cambio de ropa dejándose unos pantalones blancos como pijama, sin camisa y así se acostó, tomo el libro de la mesita que estaba al lado de la cama y comenzó a leerle, la verdad es que quedo fascinado, la historia cada vez lo envolvía mas y le intrigaba saber que pasaba, había dejado de leer en tres ocasiones para dormir algo pero después de cinco minutos tomaba de nuevo el libro y así fue hasta que lo termino en una sola noche.


No podía creerlo, un libro lo había conmovido, a él, a un vampiro, pero es que la verdad ese libro le llego muy en el fondo, estaba maravillado por la forma de escribir, él como describía los sentimientos que tenían el uno con el otro era fantástico, las situaciones por las que tuvieron que pasar para poder estar juntos y el agradecer que se pudieron conocer en esa vida eran de las cosas que más le gusto a Shu, el amor que se profesaban, lo que sacrificaban el uno por el otro, era increíble y entonces supo más o menos lo que era amar a alguien, pero se dio cuenta de que jamás ha sentido algo así, en parte se sentía desilusionado por ello y triste pero por otro lado se sentía ansioso por sentir ese sentimiento tan complicado.


Shuichi había pensado que ese escritor era increíble, le llamaba la atención el saber qué tipo de persona era la que escribía de esta manera, investigo un poco con Elizabeth al parecer era japonés por lo que decidió regresar a ese lugar, tenía mucho tiempo que no iba y visitaba a su familia, a sus amigos.


- te voy a extrañar, algún día iré a visitarte y espero que te este portando bien cuando lo haga – le dijo Elizabeth con una sonrisa en el rostro, mientras le daba un abrazo al pelinegro – si hubiera sabido que te iba a terminar enamorando de ese escritor ten por seguro que no te doy el libro.


- quuee?? Yo no me enamore de nadie, es solo que me llamo la atención, aparte será difícil poder conocerlo – decía el pelinegro mientras se separaba de la castaña.


- si claro, lo que digas y tú – refiriéndose a Hiro – más vale que lo cuides – después de eso se despidieron y los dos chicos abordaron el avión rumbo a casa.


- oye, tengo una duda – le dijo Hiro.


- cual?


- lo hiciste con Elizabeth? – el pelinegro abrió los ojos como platos para después ponerse todo rojo.


- hacer qué?


- no te hagas si bien que me entendiste, o porque estas tan rojo – le dijo con una sonrisa maliciosa.


- porque preguntas esas cosas?


- lo hiciste verdad?


- uhm, pues si, hace mucho, ella es muy hermosa y ninguno de los dos tenemos compromisos no le vi nada de malo – lo decía completamente rojo.


- porque dejaste de hacerlo?


- sabes que eres un metiche de primera?


- es que me da curiosidad, después de todo para alguien que no dura ni una semana en una relación porque no es la persona que ama, el que no sea virgen pues es…


- fuera de lo común, raro, extraño?


- pues no tanto, uno piensa que en tu caso te iba a ir virgen hasta la muerte – rio un poco por ello.


- no lo he hecho con cualquiera sabes – se quedo cayado un momento – para serte sincero si he conocido personas que con las cuales valen la pena formar una relación una de ellas es Elizabeth…


- pero con el tiempo te das cuenta de que aunque valgan la pena no son las indicadas, verdad?


Shuichi asintió, la verdad es que en su larga vida si había conocido personas con las que pudiera compartir su vida, pero con el tiempo sentía que faltaba algo, podía acostumbrarse a vivir con alguien de esa manera aunque le faltara algo, pero la vida que le toco podía ser muy larga y ese sentimiento de vacio era muy incomodo como para soportarlo durante más de una vida.


- alguna vez lo has hecho con un hombre? – Shu se sonrojo y negó con la cabeza.


- no jeje la verdad es que hasta ahorita no me a atrae ninguno.


- tan viejo y ninguno, vaya!


- oye deja de decirme viejo – hizo un puchero de disgusto, no le gustaba que le llamaran viejo aunque fuera verdad.


- Pero bueno – ignorando el reclamo del chico – ahora es diferente no? Regresas a Japón por ese escritor.


- QUE? No claro que no, me llama la atención el tipo de persona que pueda ser, eso es todo, aparte que tal si es un depravado o no se está feo, tiene tres ojos o que se yo, un viejo rabo verde, no que asco.


- jajaja hay Shu, como puede ser eso posible, aparte Elizabeth te dijo que era joven así que no lo juzgues antes de tiempo.


- ya dejemos esto sí, quiero dormir un rato – se acomodo mejor en su asiento y se quedo dormido.


Hiro sonrió, al parecer tendrían cosas que hacer ahora que regresaban a Japón, aparte daba gracias al cielo que su amigo decidiera que era momento de regresar, la luna roja estaba cerca y momentos difíciles vendrían, de eso estaba completamente seguro y estando en casa era más fácil de sobrellevar con la ayuda de todos sus amigos, al parecer era un buen momento para ello.


Cuando llegaron a Japón lo primero que hicieron es ir hacia donde estaba su familia, al fin después de tantos años podían volver a verse, entraron a un bar llamado el “gato siego” siempre se pregunto porque le habían puesto ese nombre, el de la puerta no les dijo nada ya que sabía de sobra quienes eran, siguieron hasta la barra donde le cedieron el paso hasta la cortina que estaba detrás de las bebidas, bajaron hasta llegar a una habitación parecida a una cueva cuyo adorno era una cortinas obscuras, más adelante se apreciaba una alberca algo profunda y dentro de ella había una persona.


Se iba acercar cuando una voz les llamo la atención.


- se puede saber porque no me dijiste que venias – reclamo un joven moreno mientras abrasaba al pelinegro, Shu no había querido avisar de ninguna manera quería llegar de sorpresa – aunque debí suponerlo cuando cerraste tu mente.


- jejeje Iruka sabes que me gustan las sorpresas.


- claro porque muy pocas veces te sorprende algo no? – dijo mientras lo soltaba y se dirijia a Hiro – cuanto tiempo, se ha portado bien? – preguntando mientras también abrazaba al pelirrojo.


- mejor de lo que parece – contesto el pelirrojo.


- oigan ni que fuera un crio que necesite nana – dijo mientras se paraba a un lado de la alberca para ver al chico que dormía en ella, sonrió con cariño y nostalgia – cuanto tiempo mi amigo, te extraño, que tal te tratan.


Iruka se acerco a él, poso una de sus manos en el hombro del muchacho – el está bien pronto despertara, solo es cuestión de unos pocos años, tu como estas?


- pues la verdad, bien jeje – decía mientras ponía una mano sobre la de Iruka – te extrañe.


- yo también – lo abrazo de nuevo – te quedara por un tiempo?


- sí, porque no festejamos mi regreso – decía muy animado el pelinegro.


- claro Shu, voy a llamar a uno de los chicos para que prepare todo – dijo mientras se separaba del pelinegro.


- antes quisiera hablar con Shikamaru, necesito un favor – dijo mirando a Iruka.


- claro, en un momento está aquí ya le llame, aunque es raro, tu podías llamarle – lo miro algo extrañado.


- lo sé pero hace tiempo que no estoy aquí y pues no quiero que apenas llegue y le hable para…


- pero que tonterías dices, sabes que me puedes hablar cuando quieras, es solo que te gusta ser muy problemático – decía un pelinegro de cabello largo solo que este lo tenía sujeto por una liga, el era de los pocos, por no decir el único, de los que no podía sentir su presencia hasta no tenerlo muy cerca de el ya que el se movía con las sombras y era de lo más rápido.


- cuanto tiempo Shikamaru – dijo el pelinegro dándole un abrazo que fue correspondido.


- y bien que necesitas?


- información…


Pasaron dos semanas desde que había regresado a Japón, no salía mucho de su hogar ya que se la pasaba platicando con sus amigo de lo que había hecho y dejado de hacer en Londres, un día cuando se iba a decidir a dar una vuelta por Japón cuando Shikamaru se para frente de el – tengo lo que me pediste.


- bien, tomemos un té – tanto Iruka como Shikamaru eran vampiros que también podían degustar de la comida normal, al igual que Hiroshi pero aun así los más viejos eran Shu y el chico que dormía el agua.


- apenas acaba de regresar a Japón, casi al mismo tiempo que tu, solo que por el momento se ha tomado un tiempo sabático por lo que públicamente saldrá dentro de seis meses para una conferencia de prensa, pero, se donde vive por si quieres conocerlo ya.


- ya veo, fuste hasta América?


- si bueno, cuando me dijiste que investigara al siguiente día fui, pero obtuve información de que él se encontraba en América por lo que fui para investigar, resulta que cuando llegue el ya estaba listo para regresar a Japón.


- y cómo es?


- velo en la fotos – y así lo hizo, abrió los ojos grandemente, la verdad no se esperaba que fuera tan joven, no se le podía ver los ojos por las gafas negras que traía puestas pero el muchacho que veía era muy atractivo, su corazón dormido dio un brinco, definitivamente quería verlo en persona – puedes ir a su departamento si quieres y verlo de lejos o no sé, tú tienes muchas habilidades.


- no, quiero que me firme su libro jeje – no sabía porque pero había un hormigueo dentro de el, se sentía ansioso – esperare.


Y así paso el tiempo, cada día contaba los días que faltaba para poder verlo, poder conocerlo y por fin el tiempo de espera se termino, el día de la conferencia y firma de autógrafos se iba a dar, Shuichi se había vestido con un pantalón de vestir color negro con una camisa blanca de mangas largas, tomo el libro que una vez le dio Elizabeth, tomo sus gafas y salió acompañado de Hiro, llegaron y al parecer el entrar a la conferencia sería un gran problema.


- porque no seduces a unos cuantos humanos para poder entrar? – le pregunto Hiro.


- no Hiro, quiero hacerlo bien – no sabía porque pero sentía que si quería acercarse al escritor tenía que ser siendo como él, o por lo menos parecido ya que él no era humano, era un vampiro, no era que renegara de su estado es solo que quería estar a la par de él.


- entonces no hay forma de que lo veas hasta la firma de libros, y creo que tendrás que ir rápido a formarte si no ni eso – su amigo entendía un poco como se sentía el pelinegro, por lo que solo podía apoyarlo con ideas de simples humanos.


Los dos fueron rápidamente a formarse, bueno, uno fue a acompañar al otro, había mucha gente que quería un autógrafo, después de una hora la conferencia termino pudiendo hacerse saber que el escritor por fin daría los autógrafos con los gritos de las mujeres que querían una firma de tan codiciado hombre, después de una hora y media ya estaba a dos personas para que le tocara, su corazón de nuevo dio otro brinco, Shu se sorprendió cada vez que se acercaba su corazón brincaba como loco, Hiro se percato que su amigo se quedo completamente en silencio y ni siquiera se había asomado para ver al escritor.


- no creo que te coma Shu – le dijo para molestarlo un poco.


- eh? No claro que no – Hiro se sorprendió, pudo ver lo nervioso del pequeño, nunca lo había visto así, en todos los años que llevaban de conocerse eso jamás paso, y eso que eran muchos años.


- vamos Shu no me digas que estas… nervioso? – el pelinegro lo miro sorprendido, eso era imposible, el era un vampiro, un ser inalterable, bueno no tanto porque la ira y el odio a muchos vampiros los ha sacado de quicio pero, ponerse nervioso por un simple autógrafo, eso sí que no, o si?


- cla-claro que no! – no podía ser incluso tartamudeaba, ahora sí que no se lo creía, Hiro miro hacia delante percatándose que ya era su turno.


- te toca Shu! – el pelinegro miro hacia el escritorio y se acerco a paso lento pero decidido, ahí estaba la persona que quería conocer, era un hombre apuesto, no cavia duda, tenia cabello rubio, piel pálida, se podía apreciar que era alto aunque estuviera sentado, una persona que imponía, traía puesto un traje blanco con una camisa negra lamentablemente con unas gafas obscuras como las de él, si fuera un vampiro seria de los más imponentes que alguna vez pudo conocer Shu en su larga vida, estiro la mano donde tenía el libro para entregárselo en la mano, el escritor no le había puesto atención solo estiro la mano para que le dieran el libro ya que algo le estaba diciendo a la mujer que tenia a un lado, al parecer iba a ser de los últimos libros que firmaría.


El escritor volteo su mirada para ver el libro, percatándose que era su pasado libro, se quito las gafas para verlo mejor, Shu no se perdió detalle de ello, los ojos del escritor eran dorados, eran hermosos, podía notarse fríos con un deje de incertidumbre por el libro, el corazón de Shu no dejo de brincar, no entendía porque, el escritor se había quedado cayado, no se movía solo veía el libro, y luego le miro, Shu no aguanto la tentación, así que quiso indagar en lo que pensaba el escritor, pero oh sorpresa! No pudo.


- ….por…que… - fue un simple susurro que no lo escucho el escritor, su amigo si por su condición y porque estaba al pendiente de todo, el muchacho trago seco, su corazón latía a mil, el escritor lo miraba y no podía leer los pensamientos de ese sujeto, que demonios pasaba.


- este libro… - por fin el escritor hablo – es mi pasada obra.


- … - el pelinegro no sabía que decir, no atinaba ni a moverse, el escritor lo veía de arriba abajo, percatándose de las gafas negras, al parecer era también algún tipo de celebridad ya que su ropa no se veía tan mal, le dio un poco de curiosidad, Hiro que noto que se quedo cayado, le hablo mentalmente “Shu el libro, despierta” – aaah si! Jeje, lo que pasa es que me regalaron este libro y quería que me lo firmara ya que me gusto mucho – reacciono gracias a Hiro.


- uhm – después de verlo un poco mas abrió el libro  y tomo el bolígrafo – a nombre de quién?


Hiro se sorprendió mucho al escuchar el nombre que le dijo el pelinegro, nunca pensó que usara ese nombre para eso, si que todo esto era algo fuera de lo común en ese pelinegro.


Después de eso los dos caminaron a casa, Shu simplemente no decía nada, estaba anonadado, Hiro lo miro de reojo, después vio una cafetería y sonrió – he Shu! Quieres unos royos de canela?


- sí, claro Hiro seria grandioso, hace mucho que no los cómo – sonrió y Hiro se adelanto, Shu miro hacia a un lado percatándose que había una tienda de electrodomésticos, vio una tele gigante y se acerco a ella, estaban pasando unas noticias cuando de repente pusieron un video musical, era una banda llamada NittleGasper y cantaban una canción llamada Fake Star, sonrió, el cantante era bueno y se movía muy bien, sus ojos fue lo que más le impresiono.


El nunca ha discriminado las habilidades de los humanos, ya que ellos muchas veces podían sentir cosas que el no y transmitir otras tantas con mayor facilidad que él,  leyó el nombre del cantante al finalizar la canción era un nombre que no se le olvidaría nunca.


Cuando llegaron a casa Hiro, Iruka y el conversaban de lo sucedido con el pelinegro.


- jaja, Shu has escuchado del amor a primera vista? – le pregunto el moreno.


- eh? Ustedes creen que sea eso?


- claro Shu, todo eso que te paso son síntomas de que te has enamorado – le dijo sonriendo su amigo pelirrojo.


- no puedo creerlo – decía completamente incrédulo – aunque también hay algo más.


-que es Shu? – pregunto el moreno.


- no pude leer su mente.


- jajaja hay Shu que buena broma, nadie se te escapa Shu crees que te vamos a creer, aparte dijiste que no utilizarías ninguna habilidad vampírica – le dijo el pelirrojo.


- lo sé pero, cuando se me quedo viendo me puse muy nervioso y quería saber que pensaba, no pude.


- vaya, eso sí que es sorprendente – comentaron los otros dos al mismo tiempo.


- tú qué crees que signifique Iruka?


- la verdad no lo sé y me sorprende que tú que eres más grande que yo no lo sepa, tal vez por los nervios, la excitación de tenerlo en frente, no lo sé – decía algo consternado el moreno.


- tal vez – dijo el pelinegro.


- y que piensas hacer Shu? – le pregunto el pelirrojo.


- de qué?


- tú sabes a que me refiero, nunca antes has estado así, que aras?


- … - el pelinegro se quedo pensando, era verdad, jamás se había sentido de esa manera, se levanto del asiento y fue hacia la habitación continua donde estaba el chico que dormía bajo el agua – dime amigo mío, qué puedo hacer, nunca me había sentido así, nunca experimente estos sentimientos por nadie y mucho menos alguien que no es de mi especie, que hago?


- Shu, ese libro yo lo leí y aprendí algo, tú que aprendiste? – Iruka lo había seguido.


- que pueden ser de diferente clase social, de diferentes mundos y tener todo en su contra pero cuando hay amor se puede salir adelante, pero tú crees que es amor? – lo miro.


- si Shu, es amor.


- tú lo has sentido?


- por dos personas en mi vida.


- dos?


- sí, de diferentes maneras pero si.


- diferente?


- sí, puede que tú en este momento tu dejes pasar esto pero dentro de otros cientos de años encontraras a otro que te haga sentir lo que sientes en este momento, pero habrá diferencias, porque cada ser es único.


- ya veo.


- piensa que vas a hacer – el moreno lo dejo solo.


Shuichi se quedo un momento con su amigo durmiente mientras pensaba, llego a una conclusión y fue hacia donde estaban sus dos amigos conversando.


- lo he decidido, viviré entre los humanos, viviendo como uno – los otros dos se esperaban algo como eso.


- tienes un plan? – le pregunto el pelirrojo.


- pensaba preguntarle a Shikamaru – dijo el pelinegro.


- bien vamos con el – dijo el pelirrojo – yo iré contigo.


- qué? Pero…


- déjalo que te acompañe Shu puede que lo necesites ya que la luna roja se acerca cada vez mas – comento el moreno.


- pero yo… no quiero ocasionarte problemas Hiro…


 - solo dime porque vas – le dijo el pelirrojo.


- yo… eh vivido tantos años como ustedes, por no decir que mas, a pesar de que los tengo a ustedes siento que aun hay un vacío en este lugar – señalando su corazón – cuando estuve frente de el, ese espacio comenzó a inundarse de emociones increíbles, era sorprendente, sentimientos que nunca creí tener desbordaban por montón, yo, no quiero esperar más años, quiero esto ahora, se que puede que él me rechace pero no me rendiré, hasta que me dé cuenta de que en realidad no es para mí, tengo miedo y eso me fachina, estoy loco verdad.


Hiro e Iruka sonrieron, el chico por primera vez en su vida se había enamorado, porque no apoyarlo – bien vayan con Shikamaru, supongo que es suficiente esa respuesta no Hiroshi? – pregunto el moreno.


- si vamos – el pelinegro no se resistió más y permitió que lo acompañara.


Shuichi junto con Hiro fueron con Shikamaru para formar un plan, el era un gran estratega, le contaron lo que querían hacer y el plan quedo así, Shu y Hiro tendrían que conseguir una familia falsa por un tiempo, para crear un pequeño pasado, los dos tendrían la misma edad, Hiro lo único que no acepto fue el de cortarse el cabello por el cambio de imagen Shu lo dejo que se quedara con él, en cambio el pelinegro se transformo en un pelirrosa de ojos amatistas, se hizo un corte parecido al del cantante el cual ahora se convertiría en su ídolo, y se convertiría en cantante solo para después poder conocerlo y aparte era algo que quería hacer, tenía tantas letras de canciones que le gustaría expresar ante tanta gente.


El primer encuentro con el rubio con su ahora nueva imagen la cual era de un muchacho de dieciocho años con apariencia infantil le confirmo lo que ya sabía, no podía leer su mente, lo que le dejo muy intrigado y fuera de combate cuando insulto su música, ese noche se sentó en un banco y vio las estrellas, sonrió.


- si lo he decidido, quiero vivir esta vida, lo hare lo más normal que pueda, quiero experimentar este sentimiento contigo, no eres como creía por lo que me fascina mas, quiero ver qué es esto, y que esconde esa mirada, no me arrepentiré aunque termine con el corazón destrozado, no, y are que te disculpes por lo que dijiste de mi canción, admito que jamás había escritor una canción de amor porque no sabía lo que era, pero no es para que dijeras eso, ya lo veras…


END FLASH BACK


Ya había pasado una hora de que Hiro se había marchado, el se quedo pensando en las palabras de su amigo, si valía la pena quedarse o no, claro que lo valía y no se arrepentía en lo absoluto, ni siquiera cuando no tuvo opción con lo de Taki Aisawa, recordaba como lo había regañado Hiro por ello, pero si quería entender tenía que vivir como un humano y como tal no podía desmembrarlos como se merecían por lo que había hecho, pero tenía que ser cuidadoso, no sabía dónde podía haber una cámara, así que no le quedo tampoco mucha opción.


Y estaba ahora un nuevo problema, K, había notado que estaba más al pendiente de ellos dos y un poco mas de Hiro ya que últimamente no se le veía muy bien y aparte desaparecía repentinamente para controlarse, a K no se le escapaba nada, sabía que andarse con cuidado, el era uno de los humanos que mas respetaban por su inteligencia, no podían andarse por las ramas si no querían meterse en problemas.


- ya veré que hago, dependiendo de cómo estén las cosas veré si necesitare leerle la mente, espero que no – en eso una mesera se acerca a él.


- desea algo más joven?


- si por favor unos panes de mantequilla y vainilla para llevar, ah y la cuenta….

Notas finales:

bueno pues que les parecio?

nos vemos el miercoles en este y mañana en SEGUIR jejeje

review?


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