3.- LAS INTENCIONES DE K, UNA VOZ?
Shuichi había llegado a casa hace más o menos media hora, ya estaba todo listo para ver una película de terror que Shu quería ver desde hace ya mucho tiempo, el pequeño cenaba mientras que Yuki comía un que otro panecito que le trajo su niño, la película no estaba tan mal, se llamaba “frágiles” era de un hospital que atendían a niños cuyos huesos eran de “cristal” por lo que cualquier contacto un poco brusco podían romperse un brazo o una pierna con mucha facilidad, entre otras partes del cuerpo y un fantasma iba y se los quebraba, “vaya si esos niños ya la tienen difícil, ahora viene un puto fantasma y lo pone peor, que cabron” pensaba Yuki mientras se comía un rico panque.
Pasaron unas cuantas escenas donde se supone que su pelirrosa ya hubiera saltado a sus brazos en busca de protección, así que miro al niño que estaba sentado en el piso cerca de la mesa donde estaba cenando percatándose que apenas había tocado la cena y que estaba poniendo cero atención a la película, lo noto ya que estaba mirando para un punto que no era la tele muy atentamente, estaba completamente sumergido en sus pensamientos.
Yuki ya había visto a su pelusa rosa de esa manera en otras ocasiones y no podía evitar preocuparse, desde que regreso de con Hiroshi se quedo muy callado, algo le preocupaba y para colmo por mas que le preguntaba que le había pasado al pelirrojo él no le respondía nada congruente, solo que al parecer había tenido una pequeña disputa con la chica, pero si fuera así el no estaría tan enfrascado en sus pensamientos como para ni siquiera comer nada o mirar una película que quería ver hace mucho tiempo por lo que se adjudicaba el comportamiento del pelirrosa a algo mucho más grave, pero aquí la pregunta era a qué?
Estuvo pensándolo por un tiempo y no daba con algo congruente, solo que a lo mejor tenía problemas fuertes en la disquera pero ya había tenido una conversación con Seguchi sobre Shu y al parecer no había nada de malo en su trabajo de hecho hablo maravillas de él, entonces que podía ser, algún problema con su familia, la verdad no lo creería, aunque también hace tiempo que no hablaba de ella, desde que dijo que se fueron a Alemania por los estudios de su hermana Maiko, entonces será por lo de la mañana con su hermana, si tal vez.
- Shu? – si era eso debía hablar con él antes de que las cosas se agraven y el pelirrosa termine tomando decisiones estúpidas.
El pelirrosa aun pensaba en la conversación con su amigo, que pasaba si K era como ellos y no era quien decía ser, antes había sentido la escancia de K y era la de un cazador, Hiro también lo había notado pero habían tenido una conversación muy seria acerca de ello, tal vez fuera descendiente de alguno, no era de extrañar porque K era un Humano fuerte, más que otros que conocía, por lo que no se extrañaba que ese fuera el caso, podía ser que el manager en realidad ya sabía quiénes eran ellos dos y que él fuera un verdadero cazador o que haya despertado esos instintos de cazador y ahora quería eliminarlos, “vamos Shu ves demasiadas películas de vampiros y cazadores”.
Los cazadores habían dejado de existir hace muchos años por lo que no creía que K se convirtiera en uno de la noche a la mañana, si era aceptable que fuera de un descendiente de alguno y que tenga despierto uno que otro sentido por lo que se pudiera sentir incomodo con la presencia de ellos dos, pero no era suficiente para matarlo solo estaría confundido y su curiosidad crecería, los investigaría como ah estado haciendo y si no consigue nada se dará por vencido y si no?
- SHUICHI!! – salió por fin de su mente conflictiva por ese grito que lo hiso dar un respingo, no había escuchado a su rubio amor hablándole, solo esperaba que no fuera mucho tiempo.
- Yuki!, lo siento me llamabas? –decía con una sonrisa algo nerviosa y rascándose la nuca.
- Baka pues en que estas pensando, ni siquiera te has terminado la cena y ni se diga de la película, tanto molestaste por verla y no le pones ni atención – parecía que estaba molesto pero en realidad estaba muy preocupado, tenía cerca de diez minutos hablándole y el pelirrosa ni sus luces de reaccionar, ya temía en tener que darle una cachetada para sacarlo de ese mundo del cual no quería salir.
- lo siento Yuki – se abalanzo sobre el escritor quedando sentado sobre sus piernas – lo que pasa es que me quede preocupado por Hiro.
El escritor lo abraso de la cadera y lo atrajo as a su cuerpo – seguro que es solo eso? Te veías muy perdido – puso una mano en su mejilla y lo atrajo hasta darle un dulce beso.
- me encanta cuando me besas de esa manera Yuki – decía con los ojos cerrados.
- te gustan los mimos, eh?, eres como un gato – le dijo mientras repartía besos por cara y cuello – cada vez que te beso ronroneas.
- es que me gusta cómo se siente – el escritor le quito la camisa al pequeño cantante y siguió repartiendo besitos pero ahora por el pecho – Yuki – gimió el nombre del escritor cuando este mordió uno de sus botones rosados.
- me encanta mas como gimes Shu – después lo agarro de las caderas y se levanto del sofá, rápidamente las piernas de la bola rosa lo rodearon de su cadera para no caer y entre besos se fueron a su recamara, terminar la noche con algo de placer no le vendría nada a ninguno de los dos
En la mañana siguiente el pelirrosa dormía muy a gusto sobre el pecho desnudo del escritor, de repente el despertado comenzó a sonar y el primero en despertar fue el rubio, lo apago y miro la hora, eran las siete de la mañana, si no levantaba al pelirrosa llegaría tarde.
Comenzó a moverlo – anda Shu levanta o no vas a llegar – le decía pero el pelirrosa solo balbuceaba cosas sin sentido, otras decía que “un ratito mas” , “cinco minutos”, ya habían pasado casi quince minutos apenas tenía tiempo para arreglarse y salir corriendo para no llegar tarde y que K lo matase, entonces se le vino una idea a la cabeza – si no te levantas no tardara K en venir por ti.
Y como si de palabras mágicas se tratasen, el pelirrosa se levanta de un solo salto se paro en la cama en pose de ataque, la manos empuñadas a la altura del pecho una más adelante que la otra, las piernas algo flexionadas y un poco separadas para el balance, Yuki lo miro sorprendido, después no pudo contener la risa.
- jajajajaja!!!
- eh? – el pelirrosa reacciono con las carcajadas del rubio el cual estaba abrasándose el estomago por la fuerte risa que no lo dejaba, no pudo evitar sonreír por ver a Yuki reír de esa manera, era muy lindo y difícil de ver – de que te ríes, ah?
- jajaja, lo siento… jaja es que…jajaja desde cuando te enfrentas a K Shu jaja – pregunto entre risas, el pelirrosa lo miro algo extrañado y luego se miro así mismo, bajo las manos y rodando los ojos para otro puso cara de fastidio.
- ya su, fue un reflejo – dijo mirando de reojo al escritor el cual no dejaba de reírse de el – jeje ya! Voy a darme una ducha – no pudo evitar reírse también, después de todo si era algo cómico de ver, aunque la verdad todo era causa de su paranoia, golpearía a Hiro por meterle cosas en la cabeza.
Shuichi salió corriendo del departamento de Yuki y logro llegar cinco minutos antes de las ocho al ensayo, entro y vio a Suguru el cual ya estaba trabajando la ultima letra en su teclado, Sakano también estaba, se encontraba escuchando los arreglos que había hecho Suguru, muchas veces se ha preguntado si esos dos tienen algún tipo de relación más de la simple laboral, casi siempre uno huele a lo que huele el otro, más o menos desde hace tres años ha sido así, no ha querido indagar aparte de que ellos no hablan de nada frente a sus amigos por lo que realdad no ha podido indagar y seguirlo es ir demasiado lejos.
Se puso a observar todo percatándose de que Hiro aun no se encontraba en el estudio, se preocupo ya que regularmente es de los primeros que llegan y no faltan.
- oh! Shindou-san llego temprano qué bien!!- decía un feliz Sakano.
- parece ser que hoy podremos salir temprano, solo espero que no lo arruines Shuichi – la relación del pelirrosa y el menor no era de las mejores pero cada vez se llevaban mejor, ya por lo menos le dice su nombre.
- ehm, pues si pero aun no ha llegado Hiro – comento el pelirrosa, los otros le dieron la razón era algo raro que aun no llegara, ya que siempre lo hacía más temprano que Sakano, el primero en llegar siempre era Suguru.
Los tres se quedaron en silencio hasta que alguien entro – ok, chicos, a trabajar!! – gritaba un eufórico K con arma en mano – y más vale que Shuichi aparezca en cinco segundo o le volare la tapa de los sesos- Shu trago en seco y los otros dos reían nerviosamente.
- pero K ya estoy aquí – decía un poco nervioso el pelirrosa.
- eh? – volteándolo a ver – genial! Y entonces que esperamos a trabajar!!
- falta Nakano-san – comento Sakano.
- que, Hiroshi? – pregunto desconcertado.
- si no ha llegado – dijo el pelirrosa mirándole.
- qué raro, el siempre llega temprano – dijo en un susurro, necesitaba saber que pasaba, últimamente Hiroshi se comportaba de una manera extraña – no nos queda más que esperar – dijo de forma muy seria y fue a sentarse al sofá.
Paso una media hora y Hiro apareció, se veía un poco cansado pero nada de qué alarmarse, pensaron Sakano y Suguru, Shu por su parte lo miro un poco preocupado, tal vez le estaba pidiendo demasiado a su amigo.
- Hiro – se escucho la voz del pelirrosa.
El nombrado sonrió y hablo – lo lamento, tuve un pequeño contratiempo.
- oh ya veo y de que clase? – le pregunto el rubio manager mirándole a los ojos, a Hiro no le gustaba para nada que K lo interrogara, no quería que lo hiciera enojar y menos ahora, que cada vez es más difícil controlarse y podría terminar comiéndoselo, literalmente.
- solo un contratiempo, no volverá a pasar – dijo y siguió su camino hasta agarrar su guitarra.
K miro un poco molesto al guitarrista pero no dijo más sobre el tema y todos se pusieron a trabajar, el manager no le quitaba la vista al pelirrojo y de vez en cuando miraba a Shu, el cual desearía saber que estaba pensando en ese momento, podía hacerlo pero aun no estaba seguro de que tanta amenaza es K, podría ser que en realidad no lo fuera nada, como podía ser que lo fuera todo.
Por fin era la una de la tarde y los chicos se veían algo cansados porque no habían dejado de ensayar desde la llegada de Hiro, K decidió darles unas dos horas para comer y salió del estudio al igual que Sakano y Suguru que de repente desaparecieron.
- Hiro, como estas? – pregunto el pelirrosa que no había tenido oportunidad de preguntarle a su amigo cuando llego.
- por el momento solo un poco sacado de quicio por K – decía algo molesto.
- y eso?
- ayer estaba a una cuadra de mi casa con un mira lejos!
- qué? – el pelirrosa se impresiono por ello, que era lo que quería K?
- lo que escuchaste, demonios, porque tan de repente – paso su manos por sus cabellos rojos.
- tranquilo Hiro, ya sabes cómo es de excéntrico, a lo mejor a todos nos vigila de vez en cuando – le dijo para ver si lo tranquilizaba un poco.
- no lo sé Shu, hay que tener cuidado – miro su reloj – tengo que irme Ayaka me está esperando.
- no regresaba hoy?
- recuerdas lo que hablamos ayer?
- …si…
- le dije que antes de que se fuera era importante tener una charla.
- en verdad lo vas a hacer – puso una cara triste y bajo la mirada.
El pelirrojo tomo la barbilla del pelirrosa e hizo que lo encarara, le brindo una linda sonrisa – tranquilo, no la amo, la quiero, no lo niego y me duele alejarme de ella, pero es lo mejor, no es justo para ella – después le dio un pequeño beso en la frente al pelirrosa y salió de la habitación.
Shuichi se quedo pensando en lo que le dijo el pelirrojo, no la amaba pero la quería, le gustaba estar con ella y para no lastimarla decidió alejarla, no pudo evitar preguntarse qué hubiera pasado si él la amara, la retendría a su lado o la dejaría ir para no lastimarla, que haría el si estuviera en el caso de Yuki.
Hiro llego rápidamente a la cafetería donde habían quedado, pronto visualizo a la chica y fue hasta donde estaba, era una mesa atrás de una pequeña jardinera, el se sentó enfrente de la chica, dejando atrás suyo la jardinera.
- Hiro, amor porque no me dijiste antes lo que quieres decirme ahora, no tengo mucho tiempo el tren esta a punto de partir – decía la chica preocupada en no poder atender con más calma el asunto.
- está bien así, no llevara mucho tiempo – le hablo de una forma seca, raro en el, tratándose de ella.
- ehm, de que quieres hablar – la chica lo miro un poco nerviosa, la mirada que Hiro le dirigía no eran la misma de siempre, ahora se sentía, fría, esos ojos grises que tanto llego a amar ya que la miraban con sincero cariño ahora la miraban de una manera que le hacía estremecer de miedo.
- no quiero seguir contigo – dijo sin rodeos el pelirrojo – hemos terminado, es todo, puedes irte, tu tren es dentro de media hora, apenas llegas.
La chica estaba sorprendida, de todas las cosas esa era la que menos se esperaba, no pudo evitar enojarse, como le pedía terminar cuando no hace unas cuantas noches los dos se estaban entregando el uno al otro.
- pero como que eso es todo!! Porque tan de repente?
- porque ya no quiero nada contigo.
- no parecía hace dos noche.
- uno necesita desfogarse un poco, no te creas tan especial – le dijo completamente frio, ese no era Hiro el que ella conocía.
- por favor, dime que paso, porque tan de repente, es que, ES QUE NO ME AMAS? – la muchacha grito desesperada, necesitaba saber que todo lo que decía Hiroshi era una mentira, ella no era una cualquiera como para ser tratada de esa forma.
- no – no tardo nada en contestar, estaba completamente seguro que no la amaba – no te amo, lárgate ya, quiero comer algo en paz.
- porque…
- no me gustan las niñas caprichosas y mimadas como tú.
- pero tú y yo… - la chica ya tenía los ojos llenos de lagrimas.
- mira, me serviste durante mucho tiempo, eres buena para follar, quien diría que una chiquilla caprichosa y de buena cuna sería tan buena para coger.
La mujer no podía creer lo que escuchaba, tomo rápidamente sus cosas y salió corriendo, dejando a un pelirrojo solo en la cafetería, o por lo menos eso parecía, Hiro rechino los dientes y tomo el vaso lleno de jugo de naranja de la chica, se levanto y estiro la mano hasta la orilla contraria de la que se encontraba de la jardinera y tiro todo el jugo.
- es de muy mala educación escuchar conversaciones privadas – no recibió respuesta alguna, camino hasta ir al lugar donde supuestamente estaría esa persona pero del otro lado solo estaba vacío y había jugo tirado – cobarde – dijo en un susurro y se fue a buscar a Shu, mientras en uno de los extremos de la jardinera ya que era cuadrada salía se asomaba un rubio con un poco de jugo en su largo cabello.
Hiroshi fue hacia el estudio ya que en ese lugar se encontraba el pelirrosa.
- no fuiste a comer? – le pregunto el pelirrojo a su amigo el cual estaba recostado en el sofá, tomo una de la sillas y se sentó frente de el.
- me quede pensando – dijo en tono reflexivo.
- por Dios! El apocalipsis – dijo en tono de burla.
- como te fue? – no hizo caso al comentario.
- pues, le mostré mi personalidad fría.
- entonces a ella le fue mal.
- afirmas, verdad?
- conozco todas tus personalidades, el Yuki Eiri de antaño seria una copia tuya.
- je, si tal vez.
- estas bien.
- esas heridas puede que tarden en aliviarse pero es lo mejor, muerta no sería algo bueno.
- pero ibas a ir con Iruka.
- sí pero y si de repente pasa?, recuerda que yo no soy como tú.
- lo sé, pero, supongo que tienes razón, no podemos arriesgarnos.
- puede que con una semana no tenga suficiente, nunca habíamos llegado a nuestros límites de hambre.
- lo sé.
- K.
- que pasa con él?
- me ha seguido a la cafetería.
Shuichi se sentó bien el sofá – que es lo que planea?
- no lo sé pero, sea lo que sea, debemos averiguarlo.
-tu crees que alguien este tras de todo esto?
- por lo de la luna roja?
- bueno, recuerda que es el año que viene.
- si lo sé, es probable que si él es un cazador lo cual cada vez estoy más seguro, intentara matarte.
- y entonces porque te sigue así?
- tal vez quiere eliminarme primero a mí y luego a ti.
- oye, no crees que no estamos adelantando mucho a los hechos, como sabe que yo soy al que cada cien años buscan.
- buena pregunta.
- ah esto es de locos, nos hemos convertido en paranoicos.
Los dos siguieron charlando hasta que fue la hora de continuar con los ensayos, K llego después de Sakano y Suguru, Hiro se le hacer un poco con una mirada de pocos amigos.
- quien lo diría, a K le gusta el jabón de naranja – dijo para después dirigirse a Shu, K se había aseado lo mejor que pudo, pero al parecer el olor seguía, se sentó en la silla y espero a que los chicos estuvieran listos para comenzar, no le quitaba los ojos a Hiro y de vez en cuando miraba a Shu.
- recuerdas que te dije que me siguió a la cafetería, pues donde sentí su presencia le eche jugo de naranja cuando fui a mirar ya no estaba, se movió muy rápido pero si lo moje un poco, apesta a jugo – decía bastante modesto el pelirrojo, Shuichi no dijo nada y se posiciono para cantar, se quedo pensando un poco, tenía que hacer algo o esta angustia los terminaría volviendo locos.
- no me queda opción, abriré mi mente – dijo esto solo para el mismo y así como lo había dicho así lo hizo, “vamos K, que es lo que piensas” empezaba a cantar mientras escuchaba lo que este pensaba.
K por su parte estaba sentado viendo a Hiroshi – demonios, no sé qué hacer, cada vez su comportamiento es diferente, e incluso es más hostil, antes su tranquilidad era un centro de paz increíble –pensaba K viendo al pelirrojo tocar la guitarra – no entiendo que está pasando con él, me preocupa mucho, como me gustaría saber que está pasando con él, si tiene algún problema me gustaría ayudarlo, pero lo he seguido desde hace meses y nada hay fuera de lo común.
Shuichi mientras cantaba escuchaba lo que pensaba K y se estaba arrepintiendo de hacerlo, al parecer no es que el rubio quisiera matarlos, de hecho estaba preocupado por el comportamiento de su amigo.
K paso sus ojos a donde estaba el cantante – me gustaría preguntarle, pero, no creo que me diga nada, el confía ciegamente en Hiroshi y si tiene algún problema mi red boy es probable que no le diga nada a Shu para no preocuparlo y este por no presionarlo no preguntara mas, o tal vez si sabe algo pero no me diría nada porque solo es entre amigo, pero demonios estoy preocupado, incluso termino con Ayaka de una manera… el no es Hiroshi, el que yo conozco, esto no está bien, lo enfrentare, ya que por alguna razón siempre sabe que estoy cerca, creo que me estoy haciendo viejo.
Shuichi estaba feliz, al parecer K solo estaba preocupado, aunque le llamo la atención eso de “mi red boy”, desde cuando era suyo?
K regreso su mirada a Hiro - es tan hermoso tocando la guitarra, me pregunto qué tan bien se vería desnudo con la guitarra en medio de las piernas, uhm… delicioso, su cuerpo perlado de sudor debajo de mi es algo que me gustaría ver…
Shu no pudo evitar ponerse rojo por las cosas que estaba pensando K, entonces fue cuando comprendió que K lo que le pasaba es que estaba enamorado de Hiro pero no sabía cómo acercarse, si fuera el antiguo Hiroshi, para el seria más fácil ya que ahora es un poco hostil y es impredecible, lo de Ayaka estaba seguro que no se lo esperaba, de repente abrió sus ojos como platos y se puso súper rojo, K era un pervertido de primera, decidió cerrar de nuevo su mente.
- Shuichi…
- eh? – paro de repente la canción, todos lo miraron extrañados.
-que sucede Shu? – le pregunto Hiro.
- yo…
-Shuichi…
- nada, es que de repente me he mareado – que era lo que había escuchado el pelirrosa, al parecer alguien intentaba comunicarse con él, pero quien?
- descansa un poco Shu, oh mejor aun, cada quien para su casa, hoy hemos trabajado bien y aun nos queda tiempo – dijo K poniéndose de pie – aparte no creo que Hiroshi esté en buen estado, después de cómo termino con esa chica, nunca pensé escucharlo decir esas cosas, después de todo el siempre era un caballero y se enojaba con el escritor de Shu por ser así de frio, pero el porqué lo habrá hecho me preocupa – bueno, nos vemos.
Casi todos se quedaron extrañados por el comportamiento del rubio menos Shu, ya que este había escuchado todo lo que había pensado y lo entendía.
- bueno vayamos a casa – dijo Shu mientras alistaba todo para salir, los últimos en salir fueron Hiro y Shu, los caminaban por la calle sin decir nada, hasta que el pelirrojo hablo.
- que fue lo que te paso?
- nada, solo ya no tienes que preocuparte por K, los dos nos estábamos comportando como paranoicos por lo de la luna roja, pero no es nada de eso, solo está preocupado – dijo mientras se sentaba en una banca de un parque por el que pasaban.
- solo eso? Es muy insistente.
- puede pero solo está preocupado, ya sabes cómo es de excéntrico – el pelirrojo se le quedo mirando a su amigo, estaba muy cayado.
- que te pasa, es raro en ti verte tan serio.
- nada…es solo…que escuche otra voz.
- otro pensamiento?
- no, alguien me llamaba – decía algo preocupado.
- no supiste quien?
- no, aunque se me hacia conocida.
- conocida?, mira Shu mejor ten cuidado, recuerda que la luna roja esta cerca, y a pesar que no están seguros de que sea a ti a quien buscan, para no dejar cabos sueltos acabaran contigo.
- tu terminaste con Ayaka para protegerla verdad?
- Si, Shu.
- pero no la amabas, si la hubieras amado, sería lo mismo?
- no lo sé, pero te recomiendo que tengas cuidado con esa voz.
- si lo sé.
- nos vemos – el pelirrojo se despidió y camino hacia su casa, el pelirrosa se quedo pensando un momento y después fue a su casa.
El escritor se encontraba en su estudio trabajando en su novela, estaba muy entretenido que ni cuenta se dio cuando alguien estaba sentado frente de el, miro su reloj aun no era hora de que llegara su niño pero ya estaba algo cansado, no había comido nada desde el desayuno así que decidió guardar el documento y cerrar la computadora, cuando lo hizo y miro frente suyo no pudo evitar dar un respingo.
- baka! Pero que susto me pegaste.
- jeje lo siento, estabas muy concentrado que ni cuenta te diste – el pelirrosa estaba sentado frente de el, y lo miraba muy atentamente.
- sí, ya, bueno vamos a comer algo estoy cansado – dijo para pararse ir hacia el pelirrosa dándole un beso suave, antes de retirarse el pelirrosa lo agarro del brazo – que sucede?
- te puedo hace una pregunta?
- lo acabas de hacer – Shuichi lo miraba serio, cosa que le dio pauta de que la pregunta era algo importante – si claro.
- si yo… algún día… no fuera yo…mas bien…que no estuviera en mis cabales y por alguna razón te lastimara, me odiarías? – El rubio lo miro extrañado – no olvídalo, que pregunta por supuesto que lo harías – bajo la mirada, el escritor lo miraba atentamente y levanto el rostro del cantante hasta hacer que lo mirara.
- yo no podría odiarte por nada del mundo, aunque lo hicieras consiente de ti mismo, si me lastimaras e incluso me mataras, estoy seguro que debías tener una razón muy fuerte para ello, yo te entendería, no puedo odiarte, en mi corazón ya no hay espacio, está lleno de amor por ti – el pelirrosa se puso algo rojo, el escritor podía llegar a decir muchas cosas vergonzosas como esas, últimamente lo hacía más seguido.
- y si fuera porque tuviera hambre – el escritor abrió de mas los ojos por ello y después comenzó a reír.
- tratándose de ti, esa sería una razón muy fuerte jajaja, anda vamos a comer – le dijo el escritor dejándolo solo para ir a la cocina.
- al parecer no me tomo enserio – miro hacia la ventana que tenía el estudio, no podía dejar de pensar en esa voz, se le hacía familiar por ello no pudo evitar dejar un pensamiento y después cerrar su mente, aun quería tener paz en su vida.
“quien eres?”