Veo la televisión y me encuentro con lo mismo de siempre, muertes-tragedias, tragedias-muertes, no tiene mucha variación que digamos. Pruebo suerte con el periódico y tampoco obtengo demasiada variación de noticias, ¿quizás la radio? No lo creo, pues es otro sucio medio de comunicación que es manchado por la inescrupulosa manipulación del gobierno, que lejos está de dar el giro que la sociedad de hoy en día necesita.
Cada mañana me levanto de la cama escuchando exactamente las mismas cosas, “Desastre en Dakota del Sur, cientos de personas resultaron heridas y diez fallecieron al instante producto de una explosión en un Banco ¿culpables? La policía investigará eternamente y su ineficiente conclusión será la misma de siempre, no hemos hallado a los responsables, pero tengan calma. Otra noticia nos dice: Intensas lluvias y fuertes marejadas dejan decenas de Familias sin un techo donde pasar el temporal. Ellos exigen ayuda inmediata del gobierno”. Al escuchar hablar a estas personas me surgen varias preguntas: ¿Por qué no construyeron sus casas más seguras si saben que viven en zonas de riesgo? ¿Por qué buscan y esperan ayuda de otros si cada uno debe de valerse por sí mismo?, posiblemente, muchos se hallan hecho éstas preguntas, pero de esos muchos son pocos los que tienen el valor de decirlo en voz alta, por un simple hecho que sería visto como un mal acto o tacaño simplemente, por no querer ayudar al prójimo. Mi visión de ello es diferente y por lo mismo lo son también mis respuestas, las que no sólo están en el hecho de que si sé es pobre o rico, sino que más bien nace y parte de una base mucho más profunda, que dice que los seres humanos, muchos de nosotros, que caminan por la faz de la Tierra son conformistas, pero sobretodo, mediocres, se ahogan en su diario vivir lamentándose porque Dios les hizo miserables. ¿Acaso es Dios quién verdaderamente tiene la culpa? Por su puesto que no, Dios tiene demasiadas cosas que hacer como para querer divertirse desde arriba mirando como unos cuantos infelices sufren de su existencia. En mi opinión, es un ser demasiado superior como para tener ese tipo de comportamiento y, si es que él fuese realmente quien nos manda estas “desgracias”, ¿no sería algo más creativo para hacernos sufrir? Porque cosas tan mínimas como ésas no tienen validez alguna.
Por mi anterior respuesta puede parecer que no soy creyente, pero la verdad es que sí lo soy. Creo en la existencia de un ser superior que nos ha dado la vida y que cada uno tiene un motivo para estar aquí, tengo muchas dudas de los Santos y párrafos que salen en la Biblia, porque fue escrito por humanos y bueno, aunque por muy Santo que seas siempre gusta poner algo de tu cosecha para hacer el hecho más grande y fantástico, para que otros cuando lo lean queden admirados y felices en el corazón; eso sí, en base a mentiras. Les hablo de la Iglesia, porque dentro de un templo parte mi extraña historia, así es, en uno de esos típicos sermones que el sacerdote da, llamados homilías dominicales, fue donde algo llamó mi atención de manera casi inexplicable porque, siendo sincero, no había misa en la que no me quedara profundamente dormido, y sobre todo, en esas partes donde el sacerdote habla y habla por horas. El punto es que ese día su sermón fue más o menos así:
Queridos hermanos, el día del juicio final está cercano. La ciencia también ha sido un aliado de la Iglesia en éste último siglo, donde se ha dejado de lado toda rivalidad para crecer juntos en comunión con Cristo nuestro Señor. Por esto, se ha rumoreado mucho que nuestro final de tiempo será en el año 2012, que el temido apocalipsis llegará para limpiar toda maldad que halla en este mundo y dejará a los justos con la agraciada vida eterna….”
Que quede en claro que no soy ningún Santo Puritano ni mucho menos el anticristo. Lo que quiero decir es que no estoy ni en el extremo de Lucifer ni el de Dios, por lo que tengo mis dudas de que si me tocará estar en el tan maravilloso Jardín del Edén o terminaré calcinado en el peor de los placeres de la mano de Hades.
La fecha que el sacerdote nos dio ese día, obviamente ya ha sido bastante divulgada por todo el mundo, pues ésta nace a raíz de una cultura Hispanoamericana que predijo que el fin del mundo, como lo conocemos, acaba ese día. Nuevamente me rio de aquellas cosas y mantengo mi propia teoría diciendo “Quizás a ellos les terminó por aburrir hacer un calendario de tantos años si ni siquiera iban a estar vivos”, recuerdo que cuando le dije esto a mi madre, estuvo riendo por mas de una hora, diciéndome que le encantaba ver como me tomaba las cosas con humor, pero lo que mis palabras realmente querían decirle era que “sólo nosotros manejamos nuestro destino”. Pero me pongo a pensar que posiblemente yo deseo, desde lo más profundo de mi alma, que ese día llegue al fin, pues la muerte o lo que sea que me espere, será la respuesta para quitarme este peso que tengo sobre mis hombros. ¿Me crees un asesino? No claro que no lo soy, simplemente soy homosexual, dentro de una casa de principios de la Edad Media, lo que significa que jamás me aceptarían con mis gustos, por lo que deberás de imaginar lo angustioso y asfixiante que es vivir con una máscara para aparentar lo que no eres. A veces me pongo a pensar que ser un asesino no sería tan malo, en comparación a vivir una vida llena de mentiras del rostro hacía afuera.
Me di cuenta que tenía gustos diferentes a los de mis compañeros cuando entré a la secundaria, una etapa en la que muchos llaman “perfecta para cazar”, pues las chicas están desarrollando muchas de sus características que, en primaria, pasaban desapercibidas por muchos de nosotros. Entre más las miraba e intentaba entender que le veían los demás, menos podía llegar a pensar que podían llegar a gustarme. No es que me sintiera superior a ellas, pero simplemente no podía pensar como los demás. A partir de ese hecho me fui dando cuenta que muchas de las cosas que pienso, no son como los demás normalmente piensan. A veces creo que ver cosas y, si estoy con alguien, le digo que había algo allí, pero siempre me han respondido con que estoy loco o que es producto de mi imaginación. Muchas veces lo pensé así, hasta que aquel escalofriante hecho se presentó en mi vida…