Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dietro il Cielo por yunmoon

[Reviews - 100]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues con este capitulo se esta acercando el final, capitulo 12 arriba.

Enjoy!!

DIETRO IL CIELO

By: Yunmoon

.

.

.

Capitolo 12

Accusa gelosia

.


No, la cosa no recaí en ese simple hecho mezquino.

No tenía nada que ver con eso.

La cosa era más profunda y... lo aceptaba, lo estaba perturbando demasiado.

No tenía que ver del todo con el hecho de que el bebe había besado a su propiedad, no, eso era lo de menos, no era algo que le llamara tanto la atención, una simple limpieza haría desaparecer cada lugar ensuciado por ese bebe del pequeño cuerpo del castaño.

Pero ese no era el problema. La espinita brotaba en el hecho que el bebe había dicho "me gustas". Me gustas... eran palabras demasiado profundas para su gusto, ni una sola vez él había podido pronunciar esas dos simples palabras. Pero el bebe, al que consideraba un oponente interesante y poderoso, lo había dicho y luego había besado ha Tsunayoshi.

Viera como lo viera, era una clara señal de alerta, el bebe era un oponente digno y una lucha por Tsunayoshi significaría sacar las mejores armas que tenía, si el bebe estaba dispuesto a luchar por Tsuna, entonces él también lo haría.

-¡Hibari! ¿Dónde esta Tsuna-san?-.

Molesto volteo lentamente y la miro con aura asesina, pero Miura no se sintió intimidada sonrió y le tomó la cara con las dos manos.

-¿Dónde. Esta. Tsuna. San?-.

-No lo se-.

La chica frunció el ceño, no había visto ni una sola vez, desde su llegada, a Tsuna y realmente deseaba verlo. Giro el rostro rápidamente y soltó a Hibari mientras corría hacia la izquierda.

-¡Tsuna-san!-.

La chica abrazó a Tsuna por el cuello y le beso la mejilla derecha, lo apretó en un abrazo y sonrió aún más. A Hibari la escena se le hizo repugnante, se cubrió la boca con la mano evitando vomitar por la escena dulzona que se mostraba frente a él. Miura era tan condenadamente molesta que sin duda no le gustaba estar cerca de ella, sinceramente esa chica solo servía para investigar.

-¡Tsuna-san! Estas tan alto y... ¡Tan guapo! ¡Tsuna-san!-.

-A mi también me da gusto verte, Haru-.

La chica se separo de Tsuna y lo miro a la cara sorprendida.

-Tu voz... suena tan genial... No como la de ese bastardo egoísta-.

Y la chica miro al que estaba atrás de ellos, a Hibari, y lo señalo con el dedo índice mientras lo miraba de una forma superior.

-¡Te hablo a ti, Hibari Kyouya!-.

Tsuna miro todo con sorpresa, no sabía que decir al respecto porque estaba bastante sorprendido. Haru volteo a verlo.

-¿Creerás, que aunque salió de Namimori él seguía usando el uniforme del comité de disciplina? Kusukabe-san y yo tuvimos que persuadirlo para que dejara de usarlo... ¡Era tan vergonzoso y nada lindo!-.

-Y-ya... veo...-.

Hibari se sintió tan enojado que no le quedo más que dar la vuelta y marcharse, esa niña estúpida y molesta lo sacaba de sus casillas muy rápido, era tan boba y molesta. Miro de reojo a Tsuna y notó que el chico se veía mejor que la noche pasada. Entonces recordó que Gokudera Hayato les había dicho que Tsunayoshi aún no les contaba el resto de la historia pero que no sabía si Tsuna diría lo otro. Realmente no sabía si quería escuchar de qué trataba lo otro.

Tsuna vio cuando Hibari se marchaba, trato de decir algo pero sintió que Haru le tomaba de nuevo del rostro.

-¡Vamos a comer al jardín! Takeshi dijo que los cocineros de Vongola hacían deliciosos pasteles, realmente deseo probarlos-.

Tsuna se dio cuenta de dos cosas, Miura ya no hablaba de ella misma en tercera persona y que su relación con Hibari era aún más profunda de lo que pensaba.

Después de todo, que Hibari dejara que alguien le dijera bastardo solo podía significar una cosa:

Haru y Hibari tenían una buena y estrecha relación que iba más haya de su entendimiento.

.


.

Takeshi miro el campo que tenía enfrente de él, cerró los ojos y lentamente se coloco en posición de batalla, respiro pausadamente tres veces y luego se movió, sus movimientos con la espada eran tan rápidos que cuando llego al otro lado ya había destruido todos sus obstáculos, sonrió y se limpio el sudor con la manga del traje, si no practicaba con el traje más seguido nunca podría acostumbrarse por completo a él.

Cosas del oficio que llevaba aprendiendo.

-Así que ya no dedicas tu tiempo libre al beisbol-.

Se sorprendió al escuchar precisamente su voz, había sentido a alguien cerca, pero nunca se imagino que ese alguien sería Gokudera.

-No lo he dejado, si eso te preguntas. El beisbol sigue siendo mi pasión-.

Gokudera se sentó en los escalones que estaban cerca y saco una cajetilla de cigarrillos, se llevo uno a la boca y lo encendió con el encendedor que llevaba en la bolsa interna de su saco.

-Y por lo visto tú tampoco has dejado de fumar-.

-Mientras que al Decimo no le moleste seguiré haciéndolo-.

Yamamoto lanzó un suspiro y volteo a mirarlo.

-La razón por la que no volviste a Japón... fue por lo que le paso a Tsuna-.

Gokudera se puso demasiado incomodo y eso lo pudo notar Yamamoto, el peliplata tomo el cigarrillo y lo saco de su boca, lo tiro al suelo y lo piso con fuerza, Takeshi se dio cuenta que estaba por huir, no le quedo de otra que dejar caer su arma al suelo y salir corriendo para sujetar a Gokudera de la manga del saco.

-No huyas-.

-¡No estoy huyendo!-.

Se soltó de Yamamoto y dio la vuelta y lo miro de frente.

-¡Si, esa es la razón!-.

Takeshi no supo si sentirse bien por lo dicho o mal por obligarlo a decirlo.

Pero nadie sabía la verdad, solo ellos dos.

Lo cierto era, que Gokudera había viajado a Japón tres veces, tres veces había ido a verlo, una vez cada año, y justo el año en el que Yamamoto se declaro a Hayato, este no regreso, Yamamoto siempre pensó que había sido su culpa por decirle que lo quería, pero ahora sabía que solo estaba siendo muy arrogante al pensar eso, y que la verdad era mucho más dolorosa que un simple rechazo.

-Si yo... hubiera estado esa vez... ¡Nada de eso le hubiera pasado al Decimo! El Decimo siempre dice que no es culpa mía, pero la verdad es que yo no estaba a su lado por mi propio egoísmo, incluso le mentí y le dije que había ido a ver a mi familia... no merezco tanta comprensión del Decimo-.

Yamamoto estiro una mano para tocarlo, pero Gokudera le dio un manotazo.

-No lo hagas... si tú... si tú me quieres aún, no lo hagas... Yo solo puedo amar y venerar a una persona y yo ya he elegido al Decimo sobre todas esas personas... Así que no intentes ser más que mi amigo, no voy a darte más que ese puesto, Yamamoto-.

Sin decir una sola palabra más Gokudera se fue, Yamamoto lo vio irse y miro el suelo, la verdad era realmente dolorosa. Y siendo sincero consigo mismo, no sentía mucha confianza en si mismo, no creía poder competir con Tsuna y su tan tranquilizadora aura de cielo.

Miro el campo de entrenamiento y regreso a él para tomar su arma, miro la espada por largos segundos y luego soltó un suspiro, estaba agotado y solo llevaba una hora y media entrenando.

Realmente el amor era algo agotador para él.

.


.

-¡Waaa! ¡Realmente son deliciosos! ¡Estoy tan celosa de que tu los hayas probado todos estos años, Tsuna-san!-.

Tsuna sonrió de lado y tomo la taza de té y se la llevo a la boca, realmente no quería comer dulces porque Reborn se enojaría, pero a la vez deseaba comerlos, llevaba realmente mucho tiempo que no comía cosas dulces, tomo una pequeña tarta de limón y se la llevo a la boca... Realmente eran deliciosos, ese pequeño pastelillo sabía como el cielo.

Irónico, él, que tenía llamas de Cielo, dijera que esa tarta sabía a cielo era realmente irónico... Poco después se sintió idiota al darse cuenta que estaba pensando en esa clase de cosas cuando había un problema realmente grande en el exterior, un problema que involucraba a una de las personas que le habían causado un trauma.

-Nee... ¿Cómo habéis estado todo este tiempo, Tsuna-san?-.

Sintió que la pregunta le había tomado con la guardia, baja, miro a Haru al rostro y se dio cuenta que sus ojos brillaban, realmente esperaba que ella no lo viera con amor, Tsuna no se sentía capaz de amarla.

-Yo he estado muy bien, he tratado de manejar todo lo mejor que he podido... Pero por el momento... me siento bien-.

-¿Cómo va todo?-.

-¿Todo?-.

-Respecto a ti, estar en la mafia debe ser muy difícil... Debiste haber pasado momentos realmente difíciles... Quiero ser un pilar para ti, por favor confía en mi-.

Tsuna le miro con una sonrisa, sus buenas intensiones era algo que podía apreciar, pero realmente no creía poder utilizar a Haru para ser un pilar, su titulo, ser el Decimo Vongola, pesaba demasiado y era consciente que a penas y sus guardianes podían soportar el cargo de ser un pilar para el cielo, Gokudera apenas y lo había soportado esos seis años, no era que dudara de Haru, pero realmente no quería meterla en más problemas.

-Gracias-.

Haru sonrió y tomó otro pastelillo.

-¿Y como han estado todos?-.

Miura levanto la vista y sonrió soñadora.

-Todos hemos estado bien. Kyoko-chan y yo hemos sido amigas desde siempre, la verdad es que todos me daban un poco de desconfianza, pero comencé a hablarle a Takeshi y cuando supe que Hibari era uno de tus guardianes más valiosos quise ayudar en su investigación... así yo también podría serte útil-.

Ella sonrió y Tsuna le devolvió la sonrisa, pero no puedo evitar preguntar.

-¿Hibari y tú se llevan muy bien, cierto?-.

-¿Eh?-.

-Vuestra relación es...-.

-¿Hahi? ¿Yo con Hibari? ¡Jamás!-.

Tsuna se puso un poco nervioso por el golpe con el puño que ella había dado en la mesa mientras se levantaba de manera enérgica.

-Y-ya veo... Haru-.

La chica se sentó de nuevo y le sonrió con picardía.

-Pero si me preguntas si Hibari ha tenido relaciones, pues si, ni siquiera él se libra del amor, Tsuna-san-.

Tsuna se puso nervioso, realmente no deseaba saber con cuantas chicas había salido Hibari, era algo de lo que deseaba ser ignorante hasta el día en que muriera.

-Bueno sobre eso...-.

Miura lo ignoro y volvió a hablar.

-Pero es un poco inesperado ya que yo siempre pensé que Hibari era... Pues solo te diré que sus gustos no son como los de un chico normal... Hibari salía con un hombre-.

La sorpresa lo invadió tanto que no pudo evitar sorprenderse, como cuando aún no conocía lo despreciable que era el mundo de la mafia, como cuando era inconsciente de muchas cosas, como Dame-Tsuna se sorprendería.

-¿Eh?-.

-¡Pero yo no te puedo decir más! Ya he dicho mucho con decir un hombre-.

De repente, Tsuna sintió que odiaba mucho a Hibari.

Se enojo tanto que si sus llamas fueran vistas cualquiera se daría cuenta que sus llamas contenían llamas de tormenta como las llamas de Xanxus. Pero solo tenía un pensamiento en mente, que eso, que Hibari hubiera salido con un hombre, era...

Eso era tan injusto.

Aún recordaba el dolor que había sentido cuando Hibari le había dicho que era hetero, no, cuando casi le había dicho que le daba asco, podía recordarlo perfectamente. Como lo había despreciado, incluso cuando lo había besado Hibari le había mordido, ahora que todo volvía a su cabeza realmente se sentía furioso, no podía tolerar el haber sido despreciado de esa forma con la excusa de "Soy hetero".

Pero pese a eso Hibari había salido con un hombre... Sentía que lo odiaba, realmente lo odiaba, pero ahora podía fácilmente concluir que el problema no era que Hibari fuera hetero, el problema en si era él, el problema era el hecho de ser Sawada Tsunayoshi. Era injusto, realmente tenia fuertes sentimientos por Hibari pero Hibari no había podido aceptarlo.

Sentía tantos celos y odio por el hombre que había logrado estar con Hibari, realmente se sentía muy celoso.

-¿Tsuna-san?-.

Sonrió, pese a que sentía que iba a romper en furia, sonrió.

-Oh, vaya... eso era algo que no me esperaba, Haru-.

-Pero no le digas a Hibari que te lo he dicho... él puede ser realmente escalofriante cuando se lo propone...-.

-No te preocupes, no diré nada-.

Ella le sonrió de vuelta, y Tsuna se llevo de nuevo la taza de té a la boca. Tsuna apretó los labios.

Ya lo había decidido, si Hibari podía amar a un hombre entonces... ¿Por qué no ser ese a quien Hibari amara? Tsuna realmente tenía sentimientos por Hibari, si aún era amor o no era algo que ya no podía decirlo con tanta seguridad como antes, sin duda lo descubriría en algún momento, pero que sentía algo por Hibari era verdad.

Iba a tomar a Hibari de regreso, iba a volverse amante de Hibari fuera como fuera, y ese otro hombre podría irse bien lejos, porque cuando Hibari estuviera con él, con Sawada Tsunayoshi, no pensaría en nadie más, de eso se aseguraría.

Como que era el Decimo Vongola.

.


.

Los ojos de Reborn se mantenían fijos en Lambo, y el pequeño no podía evitar no sentirse nervioso, tomo sus cosas de la sala y se levanto, Reborn le ponía de los nervios y sentía que solo quería divertirse un rato con él.

Lo cierto era que Reborn ni siquiera había notado a Lambo desde que había entrado, solo se había recostado en el sofá mientras continuaba tratando de descifrar sus pensamientos. Desde la noche pasada no veía a Tsuna y realmente no sabía si quería verlo, de repente escucho algo, y saliendo de sus pensamientos miro hacia su costado.

-... Reborn-.

No había entendido nada, pero de todas forma asintió con la cabeza y con el sombrero se oculto el rostro y cerró los ojos como si fuera a dormir.

-¿Me escuchaste?-.

Pregunto Lambo.

-No-.

Respondió el arcobaleno y aunque era sincero, Lambo dedujo que  no tenía tacto, como siempre. Lambo frunció el ceño y repitió lo que había dicho.

-He dicho, que voy a salir con Tsuna, pero él dijo que te lo contara por si querías venir, Reborn-.

Reborn abrió los ojos lentamente.

-No me interesa estar con una vaca idiota y un bueno para nada-.

Dijo cortante. Lambo soltó un suspiro y se sentó de nuevo en el sofá que estaba a un lado de Reborn, era igual que antes, solo que el hecho de que ya no fuera un bebe lo hacía ver nada lindo, antes al menos sus palabras podrían juzgarse como divertidas, pero ahora, que era un adulto, solo podían juzgarse como ofensivas.

-Antes decir eso causaba buena impresión, ahora eres un adulto...-.

Soltó Lambo. Reborn soltó una risita y se sentó en el sofá, lo vio con un rostro un poco violento y Lambo se sintió un poco intimidado.

-¿Qué hay con ser adulto o no? Como me conoces es como soy, si ser un bebe disfrazaba mi crueldad entonces es su culpa por ser tan ingenuos...-.

Lambo se sintió un poco impactado por eso, desvió la vista, realmente Reborn siempre había sido cruel con él, Reborn nunca tenía sentimientos de intranquilidad a su lado. Pero en cambio ahora se daba cuenta de algo, Reborn tenía sentimientos por Tsuna, porque en el momento que había mencionado su nombre Reborn se había puesto atento a lo que decía.

-Supongo que... fue frustrante para ti-.

Dijo y Reborn le miro como si no entendiera lo que decía.

-Digo... perdona que no lo haya entendido hasta ahora... Pero es probable que te hayas sentido un poco frustrado con todo eso, ser un bebe y tener sentimientos tan profundos por alguien debió de haber sido realmente frus...-.

-¿Qué mierda dices, vaca estúpida?-.

Lambo tembló ante el sonido de su voz, se escuchaba realmente molesto, Lambo tragó saliva, probablemente lo mejor hubiera sido guardar todo eso para él y no decir nada respecto a sus sospechas. Reborn se levanto del sofá y comenzó a caminar hacia Lambo, Lambo retrocedió por instinto, algo en su interior le decía que dejar que lo tocara iba a ser su perdición, probablemente Reborn lo mataría.

-¿Lambo?-.

Reborn se detuvo y miro hacia la puerta de entrada, Tsuna asomaba la cabeza y los miraba ambos, sonrió cuando vio a Lambo detrás de Reborn.

-Es hora de irnos, Lambo-.

Era como si hubiera caído del cielo, pensó Lambo. Se acercó a Tsuna y se coloco detrás de él.

-Vámonos ya-.

Soltó rápido mientras lo jalaba del brazo. Tsuna lo miro un poco preocupado y luego miro a Reborn, frunció el ceño.

-¿Estáis molestando de nuevo a Lambo?-.

-No me importa una vaca estúpida-.

-Como sea... Vamos a ir al área de Hibari-san, ahí veré a Spanner-san, creo que tienen algo nuevo para mí-.

-Voy-.

Dijo Reborn aunque realmente no deseaba ir, Tsuna asintió y Lambo se coloco del lado contrarió de Reborn por miedo a morir a la joven edad de once años y medio.

Reborn se aseguro que esto no se trataba del hecho que, de cierta forma, Tsuna le gustaba y que irían a ver a la persona que Tsuna amaba, no, no se trataba sobre eso, todo se trataba de Vongola y nada más. Luego rió internamente, bien podía mentirle a todos a su alrededor, pero nunca se mentiría a si mismo, lo cierto era que no deseaba que Hibari continuara teniendo oportunidades con Tsuna.

.


.

Kusakabe termino la llamada y se dirigió rápidamente a donde se encontraba Hibari, el chico dormitaba en el suelo, le dio pena -y miedo- despertarlo, pero tenía que hacerlo, la información era realmente importante.

-Kyo-san-.

Hibari abrió los ojos y lo miro a los ojos.

-Lamento interrumpir su siesta-.

-¿Qué es?-.

-En realidad, es sobre la familia Gesso. Tuvieron un enfrentamiento frontal con alguien desconocido y su primera división fue destruida. Debería decir que me pone contento que hayan eliminado a la primera división, pero es preocupante saber que haya un enemigo más fuerte por ahí cazando a nuestro enemigo. ¿Qué debemos hacer?-.

Hibari miro el suelo, a su mente llegó el recuerdo de Tsuna contando su historia, y aunque ese herbívoro se hacía el fuerte sin duda tenía la cara de que quería temblar del terror por revivir todos esos momentos. Se levanto del suelo y se acomodo el yukata que llevaba puesto.

-Tsunayoshi venía hoy, debemos decírselo antes de hacer nada-.

-Entendido-.

Hibari camino a la salida, respiro hondo varias veces, primero una vez, luego dos y al final tres, fue a la sala de la base estilo oriental construida especialmente para él y se sentó en un cojín, miro al frente sin realmente ver algo.

Lo que realmente quería hacer era salir de ese lugar y morder hasta la muerte a ese tipo, no le importaba las consecuencias de esa acción, realmente era egoísta, realmente estaba muy enojado, pero el bebe tenía razón, no podía ir como si nada, sin planes, sin pensar en las consecuencias, sin pensar en nada, sin pensar en la posibilidad de morir, y si de algo estaba seguro era que morir no entraba en sus planes.

Sus planes eran relativamente sencillos, iba a recuperar a ese herbívoro que le pertenecía, Sawada Tsunayoshi era suyo por dos razones. La primera era que su primer relación sexual había sido con ese chico y ese chico le había confesado que también él había sido el primero. La segunda razón era un poco más personal, había salido con alguien pensando que su realidad era que le gustaban los chicos, había salido con alguien que creyó podría gustarle de verdad, pero no había podido tener relaciones con ese otro, lo cierto era que habían surgido muchos problemas mientras intentaban tener relaciones intimas, sin duda había sido un fracaso total. Pero gracias a ese fracaso se había dado cuenta de la segunda razón, no importaba el género, no importaba que fuera un hombre, solo importaba que se trataba de él, ya fuera una mujer o un hombre daría lo mismo, pero lo cierto era que su cuerpo solo reaccionaba al placer cuando se trataba de Tsunayoshi.

Solo podía ser Tsunayoshi, nadie más podía lograr en él esa extrema excitación como lo había hecho ese pequeño castaño. Solo lo deseaba a él, solo deseaba tocarlo a él, solo tenía sentimientos por él. No sabía si era amor o simple deseo, pero solo quería a Tsunayoshi y de eso estaba total y complemente convencido.

-Kyo-san, ellos están aquí-.

La puerta corrediza se abrió para mostrar a la única persona que veía como adversario en su decisión de poseer a Tsunayoshi, el arcobaleno del Sol, Reborn. El ya-no-tan-pequeño lo miro en el segundo que entro y se coloco frente a Tsunayoshi como si fuera una defensa, Hibari entrecerró los ojos y Kusakabe fue el que les permitió sentarse.

Tsuna no entendía porque tenía que vestir un yukata, pero no le molestaba realmente, era un día caluroso y el yukata le había refrescado hasta las ideas, así que mantuvo la mirada fija en Hibari, notando lo bien que se veía con esa yukata azul fuerte, cuando noto que lo miraba de esa forma, una mirada lasciva, desvió la vista y se sonrojo, con el pensamiento que deseaba estar con Hibari se sentía avergonzado, pero no iba a dudar esta vez.

-¿Dónde esta Spanner-san?-.

Fue lo primero que le vino a la mente y no pudo evitar soltarlo. Pero cuando Hibari lo miro se dio cuenta que habían cosas más importantes que el hecho de saber donde estaba Spanner.

-La familia Gesso recibió un ataque frontal y eliminaron a su primera división-.

Lambo se puso feliz, pero enseguida recapacito y se dio cuenta que eso no era del todo bueno, la familia Gesso probablemente no era la numero uno de Italia, pero era de las familias más fuertes dentro de la mafia, que hubieran logrado eliminar a su primer división, se suponía que ahí estaban los más fuertes de su familia, solo implicaba que había un enemigo más fuerte.

¿Era un enemigo, cierto?

-¿Quién los ataco?-.

Pregunto Tsuna, y todos notaron que habían pensado lo mismo, que el hecho de que la familia Gesso estuviera desprotegida no era del todo adecuado, no cuando alguien estaba rondando por ahí y eliminando familias mafiosas.

-No se sabe-.

Tsuna frunció el ceño y se levanto.

-No hay tiempo que esperar, no podemos esperar a que ese alguien venga por nosotros, tendremos que ir por el líder de la familia Gesso y luego por su agresor, iniciaremos hoy. Reborn, iré yo mismo al territorio de la familia Gesso-.

Reborn se levanto al igual que los otros tres, Lambo, Hibari y Kusakabe.

-¿Qué piensas hacer?-.

-Vamos a eliminar a la familia Gesso de Italia-.

Lambo se sorprendió, eso era demasiado, la familia Gesso tenía muchos aliados, Vongola se iba a hacer de muchos enemigos por esa decisión, que para él era algo precipitada.

-Se lo que estas pensando, Lambo. Pero creo que tendremos también muchos aliados, Gesso tiene enemigos como aliados-.

Le dijo Tsuna con una sonrisa y eso hizo sentir más tranquilo a Lambo.

-¿Piensas ir solo?-.

Preguntó Hibari, Tsuna lo miro de reojo y negó lentamente.

-No, yo sé que trabajar solo a veces es bueno, pero en este caso sin duda eso sería algo estúpido. He pensado que podríamos ir solo cinco, con eso sería suficiente-.

Reborn le miro detenidamente.

-¿Quiénes?-.

-Sin duda tu, Reborn, Hibari-san por supuesto, Mukuro, Yamamoto y yo-.

Lambo lo miro.

-¡Yo también puedo ayudar!-.

-Y claro que lo harás. De hecho es mejor que volvamos, quiero que esto se haga lo más pronto posible, no hay tiempo que perder-.

.


.

Cuando la reunión llego a su punto, cuando Tsuna ya había dado todos los pocos detalles que tenía comenzó a dar el cargo que tendría cada uno en esa misión.

-Siete de nosotros nos infiltraremos a la base de la familia Gesso. Pero solo cinco nos dedicaremos a atacarla-.

Tsuna se acercó a los planos que se mostraban en la pantalla, los planos se los había entregado Spanner cuando había llegado a la mansión Vongola. Gianini y Spanner por su cuenta hablaban de los transmisores que llevarían todos, era una misión arriesgada y eso todo el mundo lo sabía.

-Así que el asaltó estará en manos de Hibari-san, Reborn, Mukuro, Yamamoto y yo-.

Todos lo miraron con atención.

-Lambo y Chrome entraran para desactivar la seguridad, el cuarto donde se encuentra la computadora de seguridad esta justo aquí. Puede que se encuentren a algunos guardias, pero confió en que podrán contra ellos-.

Mukuro sonrió.

-Kufufufu... Debes de tener mucha confianza en esa gallina. Solo con Nagi sería suficiente-.

Tsuna sonrió igual.

-Se lo que digo-.

-Como tu quieras, Tsunayoshi-kun-.

Tsuna miro a Ryohei.

-Onii-san y Hayato... Tendrán que cubrir todo el campo desde el exterior, no permitirán la entrada de nadie y si son refuerzos los que quieren entrar... no duden en exterminarlos-.

Gokudera asintió al igual que Ryohei.

-Basil, que vendrá pronto, estará ayudando a Gianini-san y Spanner-san. Necesito que todos estén comunicando sus movimientos, si llegara a pasar algo quiero saberlo lo antes posible-.

Todos asintieron. Tsuna miro la hora en su reloj de muñeca, eran las seis y cuarto y faltaba poco para que anocheciera, miro el plano detenidamente y luego volvió la mirada a Gianini.

-Carga uno de estos en los dispositivos de todos. Saldremos en media hora-.

Sin más salió de la sala dejando a los guardianes ahí, Reborn se levanto dispuesto a irse, pero una mano lo detuvo del hombro, volteo lentamente y miro a la cara a Yamamoto.

-¿Qué?-.

Yamamoto sonrió.

-Hay algo que deseo preguntar, pero Gokudera me dijo que solo podía preguntarlo a ti o Tsuna-.

-¿Qué es?-.

-¿Desde cuando entrena Tsuna con Varia?-.

Reborn miro de reojo a Mukuro, este solo se levanto y salió del lugar con Chrome detrás de él. Gokudera hizo lo mismo al segundo siguiente. En la sala solo quedaron Reborn, Hibari, Ryohei, Yamamoto, Lambo, Gianini y Spanner, y entre todos ellos solo el primero y los últimos dos sabían desde cuando. Spanner se saco la paleta de la boca dispuesto a romper la atmosfera.

-Después de salir de la fortaleza de la familia Gesso Tsunayoshi no vino inmediatamente a Vongola, él se dirigió al castillo Varia y se entreno con ellos dos meses... Pero él no entreno con Varia, solo se entreno con Xanxus-.

Reborn miro a Spanner, el rubio volvió a meterse la paleta a la boca y continuo armando el comunicador, Reborn miro a todos y luego dio la vuelta.

-Es algo de lo que no estoy de acuerdo-.

Soltó antes de irse de ahí.

Yamamoto soltó una risita y volteo a ver a los que quedaban en esa habitación.

-Al parecer aún faltan muchas cosas por saber de ellos... ¿Verdad, Hibari?-.

Hibari se levanto de la silla y se fue de ahí, cuando paso aún lado de Yamamoto lo miro de reojo, luego soltó algo similar a un gruñido y se fue de ahí, Yamamoto soltó una nueva risita. Si Hibari supiera que al parecer sus sentimientos eran iguales a los de Tsuna probablemente dejaría de ser tan gruñón. Porque claro que él sabía que Hibari tenía algo con Tsuna y obviamente también sabía de su relación con ese chico en Japón, Yamamoto soltó otra risita y también salió de la habitación.

.


.

Tsuna recargo la cabeza en las rodillas de Chrome y ella le acarició suavemente el cabello.

-Jefe, ¿te sientes mejor?-.

-Gracias Chrome-.

Mukuro los miraba recargado en la puerta, se separo de ella y se sentó en el sofá que estaba más cerca a la cama de Tsuna.

-¿Qué es lo que planeas?-.

-Voy a matarlo, esta vez voy a hacerlo-.

-Asegúrate de no temblar cuando lo veas-.

Tsuna soltó una suave risa, y se levanto de las piernas de Chrome, se sentó aún lado de Mukuro y recargo la cabeza en su hombro.

-No me trates como si fuera una persona débil de mente, Mukuro-.

Tsuna se levanto y se coloco frente a Mukuro, el castaño cerró los ojos, y los guardianes de la niebla se levantaron automáticamente. Tsuna coloco una mano sobre su cabeza y la llama de la última voluntad salió en su frente, abrió sus ojos y sus ojos acaramelados ahora eran brillantes ojos dorados, Chrome le coloco la capa. Una niebla apareció en la mano derecha de ambos guardianes y un tridente apareció y ambos lo tomaron, el de Nagi era más pequeño que el de Mukuro, la chica se quito el anillo Vongola y se lo dio a Mukuro, Mukuro se quito uno de sus anillos infierno y se lo dio a la chica.

-Suerte, Mukuro-sama, Jefe-.

Tsuna no dijo nada, solo salió de la alcoba con Mukuro detrás de él, Mukuro le detuvo.

-Ten en mente que en esta ocasión estarás en frente de todos tus guardianes, ¿vas a mostrarles lo frívolo que te has vuelto? ¿Vas a mostrarles todo de ti?-.

Tsuna sonrió de lado.

-No es como si fuera malo todo esto, Reborn dijo que los sentimientos no pertenecen a la mafia... si me he vuelto así es porque la mafia me lo ha pedido... Tu mismo careces de sentimientos, Mukuro-.

-Kufufufu... La diferencia es que yo lo hacía desde el principio y a ti te conocen tus guardianes por tus sentimientos "puros"-.

-Ellos son mis amigos, estoy seguro que comprenderán todo, incluso mi personalidad-.

Mukuro no dijo más y colocándose aún lado de Tsuna avanzo a la salida de la fortaleza Vongola.

.


.

Chrome desactivo la cámara de seguridad, Lambo avanzo hasta colocarse detrás de los guardias y con una pequeña descarga enviada ellos cayeron, no los mataba, solo los dejaba en shock el tiempo suficiente para desactivar toda la seguridad de la fortaleza Gesso. Lambo miro de reojo a la chica.

-¿Hacia donde ahora?-.

-Por la puerta de la izquierda, se supone que nos faltan tres habitaciones más-.

-Bien-.

Lambo abrió la puerta con la tarjeta que le había sacado a un guardia y entraron a la habitación, Lambo soltó un jadeo, estaban rodeados. Chrome inmediatamente los indujo en una ilusión y Lambo se coloco a su lado.

-Es un cuarto trampa... ya nos esperaban-.

Chrome lo miro.

-Tienes que desactivar la seguridad, si no te apresuras vendrán más, yo los detendré mientras-.

Lambo ni siquiera lo pensó dos veces, salió por la puerta del otro extremo mientras esos guardias peleaban contra las ilusiones de Chrome. Cuando la puerta se abrió corrió al la siguiente y después a la otra y en esa habitación encontró el cuarto donde estaba la seguridad. Conecto un par de cables al dispositivo que Spanner le había dado, los códigos entraron en la gran computadora y la seguridad se desactivo, sonrió, lo había logrado.

-Felicidades, no muchos logran llegar tan lejos-.

Un escalofrió lo recorrió de los pies a la cabeza, volteo y se encontró con un hombre de cabello rojo y unos ojos verdes... no, aguamarina.

Lambo sintió de nuevo el escalofrió, ese era el líder de la familia Gesso, el encargado de arruinar la pureza de Tsuna.

-Esa chica, la de las ilusiones, ¿es el guardián de la niebla del cual se desconoce si es Chrome Dokuro o Mukuro Rokudo?-.

-...-.

Lambo estaba bastante asustado, ni siquiera podía hablar.

-Eres un poco asustadizo, pequeño-.

Tenía una voz bastante dulce, le recordaba vagamente a Byakuran, solo que su voz era más gruesa que la de ese tipo.

-Chr-Chrome...-.

-Ella esta perfectamente bien, mis guardias aún no pueden salir de su pequeño juego ilusorio. Tengo una pregunta para ti, Lambo de la familia Bovino-.

Lambo retrocedió y sin que el otro lo notara activo el intercomunicador que estaba en la pulsera que llevaba, quería que todos escucharan lo que decía ese hombre.

-¿Usagi esta aquí también?-.

.


.

Tsuna se congelo al momento de escuchar eso, un escalofrió paso por toda su columna vertebral y la llama se apago en su cabeza, se tambaleo un poco pero Mukuro lo tomo de la cintura y lo acerco hacia si mismo. Reborn, sintió que la sangre corría por su cuerpo de una forma violenta.

-¿Usagi esta aquí también?-.

Habían escuchado todos, Lambo había abierto el canal global y todos escuchaban lo que ese hombre estaba diciendo.

-¿Usagi?-.

-Usagi es mi lindo amante, hace tiempo escapo de casa, pero he venido a recuperarlo-.

Tsuna tembló, miro a Mukuro y se abrazó a él, oh no, le tenía miedo, le tenía mucho miedo, Mukuro lo abrazo, estaba temblando demasiado.

Reborn los separo de inmediato y le soltó un puñetazo a la cara a Tsuna y este cayó al suelo, sus miradas se encontraron de inmediato.

-Deja de ser un cobarde, ese hombre es más débil que tu. No me jodas ahora. Esta mierda de misión fue tu idea-.

Tsuna se coloco una mano sobre los ojos.

-No... ¡No hables de Tsuna así jam...!-.

Se escucho un golpe sordo, Tsuna abrió los ojos impactado.

-Odio cuando se refieren a él por ese nombre, es Usagi, y es mío... Y tú ya no eres necesario-.

La comunicación se rompió y todos quedaron en silencio. Lambo había intentado defenderlo, la llama se activo de nuevo y se levanto del suelo.

-Vamos por él-.

Encendió la llama de sus guantes, volteo la cabeza a todos lados y se dio cuenta que estaban rodeados, todos ellos eran personas que ocupaban llamas, Mukuro sonrió de lado, Yamamoto blandió su arma, Hibari saco sus tonfas y Reborn tomo a León convertido y este se transformo en un arma.

-Ve por él Tsuna, Hibari te acompañara-.

Declaro Reborn, los chicos se miraron fijamente, y asintieron.

-No me gusta que me ordenen, pero esta vez lo haré-.

Tsuna y Hibari salieron de esa habitación dejando a los tres restantes atrás. Pronto una pelea entre los tres con todos esos guardias comenzó.

Nadie tuvo piedad en ese momento.

.


.

Gokudera estaba bastante impactado, se relamió los labios y se levanto.

-Esa vaca idiota...-.

Ryohei miro a Gokudera.

-Lambo, aprecia de manera extrema a Sawada, si lo hizo fue porque realmente lo respeta y lo estima-.

Gokudera miro a Ryohei.

-Todos queremos proteger a Tsuna-.

Ryohei sonrió.

-Por supuesto, es extremadamente imposible no protegerlo... es un buen amigo-.

-¡Gokudera-dono! ¡Sasagawa-dono!-.

Los chicos voltearon.

-¿Basil? ¿Qué haces aquí?-.

-Es sobre Lambo. Su comunicación se perdió y la de Chrome-dono también. Gokdera-dono, es mejor que entre, la seguridad se activo en el momento que se corto la comunicación con Chrome-dono, lo necesitaran ahí dentro, yo me quedare aquí con Sasagawa-dono-.

Gokudera miro a Basil.

-Entiendo, déjamelo a mí-.

Ryohei coloco una mano sobre la cabeza de Gokudera y le sonrió.

-No dudes en dar todo de ti, los errores nos sirven para aprender y para que no los repitamos de nuevo-.

Gokudera se quito la mano de encima y le sonrió de forma arrogante.

-Lo sé-.

.


.

Tsuna miraba al frente, donde su enemigo caía inconsciente, Hibari término con sus enemigos y los dejo caer al suelo, miro a Tsuna y se dio cuenta que faltaba un hombre que le apuntaba directamente, pero Tsuna no se movía. Se preguntó si no se habría dado cuenta de ello, el hombre jalo el gatillo y Hibari lanzo su tonfa al arma del hombre, pero cuando menos se dio cuenta Tsuna no estaba frente a ese hombre si no atrás de él. Y con un puñetazo lo dejo en el suelo, Tsuna miraba al hombre fijamente luego miro a Hibari.

-Mi intensión nunca fue lastimar a alguien... Pero la vida es más complicada de lo que pensaba... No puedo evitar hacer esto si yo... si yo realmente deseo protegerlos a todos-.

Hibari lo miro detenidamente. Tsuna era realmente una persona molesta, un herbívoro sin lugar a dudas y estar en Italia no lo había cambiado tanto, era igual de molesto, ingenuo y egoísta que siempre.

Era de los peores que podía conocer.

-Es cierto, la mafia no debería ser conocida por alguien como tu, Usagi-.

Tsuna no se movió, pero sabía a quien le pertenecía esa voz, la risa, el olor. Había estado con él cinco días, lo había conocido en la intimidad y hace tres años que no lo veía, pero sabía quien era. Lentamente volteo, Adelpho seguía siendo tan apuesto como siempre, con la misma sonrisa arrogante, con los mismos ojos deslumbrantes de ese extraño tono aguamarina, con esa sonrisa amable que ocultaba su verdadera personalidad dominante.

-Tiempo sin vernos, Usagi-.

-Adelpho-san... Ha pasado tiempo-.

El hombre miro al otro, a Hibari, sus ojos recorrieron a Hibari por todas partes y al final de su inspección sonrió de lado.

-Es una lastima, esta vez estas acompañado, además, tu acompañante parece ser más que un guardián de Vongola-.

Tsuna sonrió.

-No estas tan confundido. Pero no he venido a hablarte sobre mi vida personal... Estoy aquí para sacarte de Italia, Adelpho-san-.

-Claro, yo me iré cuanto antes. Pero en mis planes estas tu como mi acompañante-.

Adelpho levanto una mano y Hibari se coloco en modo de batalla y miro peligrosamente al pelirrojo, el líder de la familia Gesso soltó una risita.

-Si que eres rápido, pero a pesar que no te esperaba sin duda voy a sacarte de mi camino, Kyouya  Hibari-.

Una nube surgió como de la nada, Tsuna rápidamente se acercó a Hibari, esa droga la conocía, era una droga paralizadora y tenía un efecto muy fuerte por como veía a Adelpho sonreír.

-¡Hibari-san no respires!-.

Pero Hibari ya había respirado eso y de un momento a otro cayó al suelo de rodillas. Tsuna no se preocupo por respirar la sustancia, estaba acostumbrado a ese tipo de drogas, Xanxus lo había entrenado para poder resistir ese tipo de cosas, el entrenamiento de Xanxus tenía un fin y era que lo que le había pasado hace tres años no volviera a pasarle una segunda vez.

-¿Recuerdas lo que tomaste aquella vez en el agua, Usagi? Este gas tiene el mismo fin. Pero ahora me han informado que te entrenas con Xanxus, de Varia, así que soy consciente que eso no te afectara ahora-.

-¿Estas bien Hibari-san?-.

Tsuna lo ignoro, solo le preocupaba la situación de Hibari.

-Déjame... Tsunayoshi-.

Tsuna sintió que algo se dirigía a ellos, tomo a Hibari por el brazo y lo coloco sobre sus hombros y salto de ese lugar, miro a Adelpho pero de repente sintió algo en su brazo, era... ¿una aguja? Rápidamente la saco de su brazo.

-Esa aguja no es solo eso, tiene dentro de ella llamas de la tierra, neutralizaran tus llamas del cielo evitando que las uses, y una pequeña droga que evitara que tu cuerpo siga neutralizando las drogas, es como quitarte tus defensas, Usagi-.

Tsuna se sintió débil y cayó al suelo con Hibari sobre él, oh no, no de nuevo, se mordió los labios, sus imprudencias habían provocado todo eso, se había confiado demasiado. Miro a Hibari y alzo la mano acariciando la mejilla del chico mientras escuchaba los pasos de Adelpho acercándose a ellos.

-Perdón... no quería fallar frente a ti y mi arrogancia a provocado esto, realmente lo siento, Hibari-san-.

Hibari trato de tocarlo, pero sintió que su cuerpo de debilitaba un poco más, solo pudo acercar el rostro a la caricia que hacía Tsuna en su mejilla.

Adelpho jalo a Tsuna fuera del cuerpo de Hibari y abrazo al castaño, Tsuna reprimió las ganas de llorar y trato de alejarse, pero apenas y era capaz de mover las manos y los pies, ¿el poder de la tierra era realmente tan fuerte? Sentía que su poder se iba de su cuerpo.

-Había estado esperando esto desde hace mucho tiempo, te he extrañado tanto, Usagi-.

-Deja... a Tsunayoshi-.

Hibari se levanto, su cuerpo débil apenas y era capaz de mantenerlo de pie, pero no iba a perder a Tsuna, no de nuevo.

Adelpho se molesto, odiaba que llamaran a sus objetos con sus verdaderos nombres, después de todo él se había molestado en darle un nombre al Decimo Vongola y deseaba que todos los llamaran por ese nombre.

-Odio que lo llamen por ese nombre...-.

-Te guste o no ese es su nombre... y yo, te morderé hasta la muerte-.

Adelpho sonrió de lado, hablas con ese sujeto era inútil, ese niño no sabía nada más que utilizar la fuerza, bien Adelpho se encargaría de mostrarle la naturaleza humana para que dejara de ser tan tonto. Tomo el arma del bolsillo derecho de  su saco y le apunto directamente a la cabeza.

-La ingenuidad no es una virtud, pensar que simplemente porque lo digas sucederá es algo ingenuo. Estoy harto de todo esto, simplemente te voy a borrar de este mundo, Kyouya Hibari-.

-¡Es-espera!-.

Tsuna coloco una mano sobre el arma, a pesar que apenas podía moverse, sabía de algo que volvía débil a ese hombre, Adelpho era realmente extraño y siempre trataba de complacerlo con tal de que le diera algo a cambió, si podía utilizar eso para salvar a Hibari entonces lo haría.

-Haré lo que quieras... pero no lo lastimes, por favor-.

El pelirrojo miro al castaño entre sus brazos y lentamente bajo el arma, sus ojos llorosos, su cara roja, no podía ignorar la petición de esa persona tan linda.

-Vámonos de aquí, Usagi-.

Hibari volvió a caer de rodillas, de ninguna manera, no iba a perderlo. El pelirrojo dejo a Tsuna recargado en una pared con la seguridad de que su cuerpo estaba tan débil que ni podía sostenerse en pie, se acercó a Hibari y le tomo del rostro.

-Antes de tomar a Usagi te conocí a ti y pensé que tú serías un buen amante. Eres lindo... no, eres hermoso-.

El rostro débil de Hibari se torno rojo, ese hombre le había inyectado algo extraño que comenzó a debilitarlo más y más, alzo su tonfa y trato de golpearlo pero Adelpho sostuvo la tonfa en el momento justo y le sonrió.

-Pero realmente cuando tienes la satisfacción del calor de Usagi no puedes evitar buscarlo más y más. ¿Tú conoces de eso, no? Después de todo, cuando tome a Usagi sabía que ya tenía experiencia con hombres, y viéndote aquí supongo que tú fuiste el primero en sentir su calor corporal. Seguro sientes que solo puedes desearlo a él-.

Hibari lo tomo del cuello con toda la fuerza que tenía.

-No permitiré que te lo lleves-.

-Deberías conocer tus límites, ya has perdido, Kyouya Hibari-.

Un disparo se escucho por toda la habitación, Adelpho aventó a Hibari y el mismo se impulso hacia atrás evitando el disparo. Tsuna volteo hacia donde se había escuchado el disparo, una persona sonriente atravesó la instancia corriendo hasta llegar frente a Tsuna, se hinco frente al castaño, le tomo la mano derecha y le beso la mejilla.

-¡Estaba ansiando tanto el día en el que pudiera conocerte, Sawada-san!-.

Tsuna alzo el rostro, no sabía quien era ni porque sabía su nombre y mucho menos porque estaba ansiando tanto el día en que se conocieran, pero sentía que esa persona no era un enemigo.

-Tu... ¿eliminaste la primera división de la familia Gesso?-.

-Si, lo hice yo. Toda esa división tenía de nuestro poder de la tierra, así que tuve que hacerlo, si tuvieran nuestro poder no sería algo bueno. Después de todo alguien se encargo de robar el poder del cielo años atrás y ahora los lideres de la mafia pueden utilizarlo, ¿no?-.

-Todo se debe a que son aptos para utilizarlo, no que lo hayan robado, niño-.

Dijo Adelpho acercándose a ellos, el chico sonriente se puso de pie.

-Lo siento, no me presente, Adelpho-san. Mi nombre es Enma Kozato, soy el líder de la familia Shimon, heredero de la voluntad de Shimon Cozart, nuestro elemento es la tierra y usted se ha encargado de tomar lo que no le pertenece y de dañar a la persona que voy a proteger con mi vida, su único alivio sería la muerte, Adelpho-san-.

Adelpho sonrió.

-¿Eres un guardián de Usagi?-.

-Soy su más fiel compañero de batalla, no soy un guardián, me gusta presumir de ser su amigo incluso después de la muerte-.

Enma miro a Tsuna y le dio la mano.

-Levántate, Sawada-san, tu aún no has terminado-.

Tsuna tomo su mano y sintió algo extraño, un fuerte lazo, se dio cuenta que su cuerpo se estaba recuperando, probablemente Enma había absorbido las llamas de la tierra que le prohibían utilizar su llama del cielo, no lo sabía realmente, pero le sonrió de vuelta y se puso de pie, miro a Adelpho.

-Esta es mi última advertencia, abandona Italia, Adelpho-san-.

Dijo Tsuna, Adelpho sonrió pero antes que pudiera decir nada, el líder de la familia Gesso abrió los ojos por el impacto y cayó al suelo, detrás de él estaba Hibari y este alzaba una tonfa, probablemente le había pegado y lo había dejado inconsciente, Hibari miro desde su posición a Adelpho, se agacho a su altura y le clavo la aguja en el cuello, Tsuna se sorprendió un poco.

-No lo mate, solo es una medida de precaución por si intenta despertar y continuar utilizando sus llamas del cielo-.

Tsuna miro al pelirrojo de mirada cansada, a Enma.

-Humm... ¿Kozato-kun?-.

El pelirrojo volteo la mirada a Tsuna y lo abrazó fuerte.

-¡Realmente no lo puedo creer! ¡Eres tú, eres tú! ¡Sawada-san eres el mejor! Y no me llames por mi apellido, mi nombre esta bien... ¿Yo puedo decirte Tsunayoshi?-.

Lo soltó y le miro a los ojos, Tsuna sentía como si lo conociera desde siempre.

-Tsuna esta mejor, Enma-kun-.

-Vale, Tsuna-kun-.

El chico volvió a abrazar a Tsuna. Le miro a los ojos con una sonrisa en la cara y Tsuna se comenzó a poner nervioso.

-Hum... Uh... ¿Enma-kun?-.

-Perdona, pero me pone feliz el verte, aunque siento como si te conociera de toda la vida... Me pone realmente feliz el verte-.

Tsuna parpadeo un par de veces y luego sonrió pero su sonrisa no se dirigió a Enma, bueno, al principio si fue así, pero al instante siguiente enfoco su mirada detrás de Enma y se acercó al individuo que estaba caminando hacia ellos, abrazó a Hibari y lo beso en la boca de forma suave, casi dulce, Tsuna estaba feliz de que ambos estuvieran bien, estaba feliz de que Hibari le defendiera, el calor en su interior era demasiado fuerte, estaba feliz de que todo hubiera acabado.

-Hibari-san...-.

Hibari le sonrió y lo abrazo también.

-Deja de temblar, todo ha acabado-.

Tsuna se dio cuenta que temblaba y se aferro más a Hibari, cerró los ojos y sintió que toda la tensión se perdía.

-Gracias-.

.


.

Las cosas al final no terminaron del todo bien. Adelpho huyo de ahí, la base exploto dañando a Mukuro, a Lambo y a Gokudera. Nagi desapareció junto con Basil, pero afortunadamente  dos días después estos volvieron intactos, habían sido dañados durante la explosión quedando inconscientes y habían sido acogidos por una familia de los alrededores que los había estado cuidando, por supuesto, esa familia fue muy bien pagada por cuidar de ellos dos, de eso se encargo personalmente Tsuna.

Y luego su descubrimiento. La familia Shimon propietarios del poder de la tierra y los "guardianes entre las sombras" de Vongola se presentaron por primera vez después de más de cientos de años en el anonimato. Su líder, Enma, pidió la ayuda de Tsuna para liberar sus anillos que se encontraban aún en la grieta, Tsuna los ayudo y los poderes de la tierra fueron devueltos a la familia Shimon. Pero poco después de tres días los Shimon se fueron, Enma había prometido volver, les faltaba un miembro al cual debían de buscar para darle su anillo y Tsuna comprendió su partida.

Las cosas volvieron a la normalidad.

Después de dos semanas de haber sacado a la familia Gesso de Italia, Tsuna lamentaba que nada hubiera avanzado con Hibari, Hibari seguía como siempre y pocas veces lo veía, ni siquiera sabía aún quien era el amante que había tenido Hibari en su ausencia, y realmente quería saber quien había sido capaz de estar con Hibari, quien había sido capaz de conquistar a Hibari en su ausencia.

Si todo se debía a su ausencia, entonces no sabía que hacer, sabía que habían muchas cosas que desconocían el uno del otro, pero no quería que eso se volviera una barrera, realmente quería estar con Hibari otra vez.

Se sonrojo, una visión de su primera vez con Hibari volvió a su mente, los labios húmedos y dulces de Hibari sobre los suyos, su piel fría contra la suya, oh no, estaba comenzando a excitarse, pero no podía evitarlo, Hibari se había vuelto más hermoso que antes, incluso su aroma le gustaba, quería verlo.

-Has dejado de utilizar barreras... ¿Acaso todo tu temor ha terminado?-.

Tsuna levanto el rostro, no quería decirlo, pero estaba sorprendido, no había sentido entrar a Reborn. Por primera vez después de tres años no había sentido a Reborn. Noto que Reborn no traía puesto el sombrero, lo llevaba en su mano.

-Supongo que tengo un poco de confianza en esta casa-.

Dijo Tsuna con una sonrisa en la cara, realmente esperaba que Hibari entrara por esa puerta, pero no era algo que fuera a decirle a Reborn.

Reborn se quedo quieto frente a la puerta, Tsuna dejo de mirarlo y continuo mirando sus informes, de repente sintió que Reborn se acercaba a su escritorio, no, Reborn no se acercaba a su escritorio, Reborn se acercaba a él, Reborn le tomo del brazo y tiro de Tsuna, Tsuna miro a Reborn y entonces Reborn soltó las palabras más pesadas que jamás le había dicho.

-Te amo-.

Tsuna miro a Reborn totalmente sorprendido, y cuando todo se había vuelto irreal paso lo más irreal de todo.

Reborn lo beso.

Sin poder rechazarlo, Tsuna se quedo quieto. No podía creerlo, no sabía que hacer. Cuando se separaron Tsuna miraba detenidamente su rostro.

-Se que te dije que no podías amar y que ahora yo te estoy diciendo que te amo, pero tenías razón, no es algo que puedas evitar y no se como lo has podido ignorar tu todo este tiempo-.

Tsuna estaba sorprendido, pero al no saber que hacer solo sonrió.

-Quiero que seas mío, Tsuna-.

Eso si que no se lo espero.

En algún momento Reborn lo soltó y salió de su oficina, Tsuna volvió a sentarse y a mirar al frente, no sabía que decirle, tenía miedo de arruinar las cosas. Amaba a Hibari, pero Reborn...

Sentía que si aceptaba a Reborn todo podría ir de maravilla. Absolutamente todo iría de maravilla. Reborn siempre había estado a su lado, Reborn le había enseñado desde el principio la verdad de a vida, incluso Reborn había confiado en él antes que nadie y sobre todo la barrera de la ausencia que tenía con Hibari no existía con Reborn.

Estaba realmente confundido.

Pero no podía evitar el continuo latir de su corazón después de la declaración de Reborn y tampoco lo podía evitar cuando Hibari lo llamaba por su nombre, oh si, estaba en serios aprietos.

Notas finales:

Sorpresa, sorpresa, Reborn se ha confesado a Tsuna, bueno, pero no hay que preocuparse, esto es un 1827 y este puede ser el fic en el que Tsuna es más leal a Hibari que en cualquier otro (si, en mis otros fics Tsuna es medio promiscuo o muy promiscou).

Falta cinco capitulos para el final.

Shao~ shao~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).