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Dietro il Cielo por yunmoon

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Notas del capitulo:

Puede que se sorprendan un poco por el cambio de Tsuna.

Eso es una advertencia. (XD)

Disfruten el capitulo!!

DIETRO IL CIELO

By: Yunmoon

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Capitolo 7

Travesuras.

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No era que quisiera morir.

Pero cualquiera que lo viera fácilmente podría opinar lo contrarió, veían como ese cobarde apuntaba directo a la cabeza del Decimo Vongola y este no hacía nada por evitar que el disparo no lo tocara, es más, parecía esperar su muerte.

El hombre jalo el gatillo y la bala salió disparada a una gran velocidad, probablemente le atravesaría el cráneo y seguiría su recorrido hasta chocar con una pares. Pero la bala jamás lo tocó y sorprendido se dio cuenta que el Decimo Vongola estaba a su espalda, se asusto y por su propia cobardía su única arma cayó al suelo. Grito por clemencia, pidió piedad y un poco de comprensión, pidió que le permitiera vivir un poco más, alego tener familia e hijos que le esperaban todas las noches.

Pero el Decimo Vongola no era idiota y tampoco misericordioso, sonrió mientras colocaba su mano sobre la cabeza de aquel sujeto.

-Buenas noches-.

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Confiaba ciegamente en su jefe, por eso cuando lo vio no se preocupo por su estado, había pasado tiempo desde la ultima vez que habían herido a su querido Decimo. Al salir le coloco la capa y le abrocho el único botón. El Decimo sonrió con sinceridad y agradeció mientras se encaminaba al auto negro que estaba frente a él.

-Le daré el reporte de la misión hoy mismo, Decimo-.

-Lo estaré esperando, Hayato-.

Subió al auto y se sentó en el asiento del copiloto, el auto arranco sin más y él se recargo del asiento. Observo por el rabillo del ojo al hombre que estaba sentado a su lado, el característico sombrero negro y cinto naranja era su sello personal.

-¿Reporte?-.

-Nada, lo mismo de siempre, sólo quisieron sentirse más grandes que todo Vongola... Lo derrote con facilidad-.

-Dino vino ayer por las cartas, se las he dado-.

Tsuna lo miro sin interés aparente, porque realmente no sabía que estaba hablando, volteo la mirada hacia la ventana y luego volvió la vista de una forma sorprendentemente rápida y se acerco a Reborn.

-¿Las cartas? ¿Hablas de las cartas donde les ordeno que vengan a Italia?-.

-Si, esas cartas-.

-¿Ya... ya paso la fecha? ¿Tan pronto?-.

-No seas imbécil, si ya pasaron más de cinco años y medio, dentro de una semana se cumplirán los seis años...-.

-Oh... Ya veo-.

No dijo más, pero cuando el auto se detuvo en una luz roja el Decimo se bajo sin decir nada, Reborn soltó un gruñido y no le quedo de otra más que estacionar el auto en un lugar "seguro" y lo siguió, lo detuvo del hombro.

-No hagas berrinches-.

-¿Quién esta haciendo un berrinche? Vete, voy a caminar-.

-¿Quieres que te maten?-.

-... Por supuesto que no-.

Ese prolongado silenció hizo enojar mucho a Reborn, le tomo de la muñeca y lo jalo, ahí estaban siendo muy sospechosos. Lo aventó contra la pared de un callejón y lo encerró colocando sus brazos en la pared.

-¿Qué sucede ahora?-.

-Lárgate, no quiero verte ahora-.

A Reborn le chocaba cuando Tsuna se ponía así, sus arrebatos eran todo un problema.

-Sube al auto, ya-.

-Vete al carajo, Reborn-.

Sus malas palabras solo salían cuando estaba furioso, Tsuna en si era muy tranquilo, pero cuando se enojaba su personalidad se volvía explosiva y vulgar. Reborn soltó un suspiro.

-Me iré al carajo, pero sube al auto-.

De repente Tsuna elevo los brazos y se acercó a Reborn.

-Cambie de opinión, mejor bésame-.

Reborn bajo los brazos y retrocedió aún con Tsuna sobre si.

-Ni hablar, prefiero a las chicas-.

-No pregunte tus preferencias, solo dijo que quería un beso-.

-No fastidies, sólo sube al maldito auto-.

-No lo haré si no me besas... Vamos, hazlo-.

Reborn lo miro, solo lo había besado una vez y había sido un error, Tsuna estaba mal y él estaba borracho, sólo había sido un beso porque estaba tan ebrio que enseguida se quedo dormido. Y se había prometido no hacerlo jamás.

-Basta, no me voy a meter contigo-.

-Vamos, Reborn, sólo es un beso, no afecta a nadie-.

Se acercó más y Reborn se fastidio, se agacho y lo beso, un beso rápido y se separo.

-Listo, muévete-.

Tsuna soltó una risita y soltó a Reborn.

-Vale, lo hiciste-.

Frunció el ceño bastante molesto. Camino fuera del callejón, les miraban raro y eso él lo sabía, le tomó de la muñeca y camino más rápido, estaban llamando mucho la atención. Subieron al auto y Tsuna soltó una risita, esas que fastidiaban mucho a Reborn.

-¿Sabes, Reborn? Creo que es tiempo de una batalla, hace mucho que tú y yo no entrenamos juntos, ¿no crees?-.

-Tch... No, solo concéntrate en tu trabajo y no fastidies, Tsuna-.

-Es cierto, hoy tengo mucho papeleo... Me pregunto como se habrá juntado tanto...-.

Tsuna soltó una nueva risita, se veía más tranquilo y al parecer estaba mejor ahora, Reborn dejo escapar un suspiro, nunca había culpado a Tsuna de tener esos arranques, después de todo no era la culpa de Tsuna, él sólo había sido una victima de la mafia y a veces se lamentaba mucho haber dejado a Tsuna solo.

Quedaba claro, era a veces.

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Dino retrocedió dos pasos pero inmediatamente volvió a acercarse, tomó la tonfa con la mano pero un golpe fue la respuesta, sonrió por lo bajo y detuvo el ultimo movimiento con la tonfa, en algún momento sintió a Hibari comenzar a acercarse.

-Es suficiente Kyouya, vamos-.

El chico guardo las tonfas y sonrió de lado, cada día era más sencillo ganarle al Cavallone. Siguió al rubio hasta un auto y se subió, el otro se sentó a su lado y el auto comenzó a andar.

-El vuelo sale a las cuatro, Yamamoto dijo que vendría con nosotros-.

-...-.

-Se que no te interesa, pero te lo digo-.

-...-.

-En fin. Escuche de Reborn que Tsuna esta increíble, dijo que cada día que pasa Tsuna parece otro... La última vez que lo vi fue hace tres años y era igualito que cuando se fue de Japón, pero desde ese momento ya pasó tiempo y acepto que en esos tres años él pudo cambiar mucho-.

-...-.

Dino no dijo más, pero aceptaba que Tsuna podía haber cambiado mucho, él mismo lo había hecho, antes era tímido y casi no expresaba su sentir, no se preocupaba tampoco por lo que podía ocurrirle a la familia que su padre había construido, era mimado y muy egoísta, lo aceptaba. Pero la mafia lo había hecho cambiar, no solo se había vuelto más fuerte y había aprendido a apreciar a la familia, no solo eso.

También se le había enfriado la sangre al matar o dañar a alguien que no fuera de su importancia, su corazón no siempre fue puro, de hecho jamás lo fue, lo aceptaba bien, pero la mafia lo había hecho cambia mucho.

De cierta forma temía un poco más por Tsuna.

Tsuna no sólo pertenecía a la mafia, pertenecía a la rama más peligrosa de todo la mafia en Italia, de la mafia más importante, Vongola era sumamente poderosa, muy poderosa, tenía mucho poder, pero a la vez era sumamente perseguida, por otros grupos mafiosos, por lideres mundiales, por políticos, Vongola nunca estaba quieta.

Esperaba que Tsuna no hubiera cambiado para mal, le agradaba como era su hermanito, lo apreciaba demasiado.

-Dino-san-.

Dino se sorprendió al escuchar la voz de Romario, se levanto de su asiento y salió del vehículo, observo a Kyouya subir al avión privado.

-Parece un poco ansioso... Seguro se muere por ver a Tsuna-.

-Amm... Creo que, él puede terminar decepcionado, Tsunayoshi-san ya no es...-.

-Lo sé. Lamento mucho no habérselo dicho, pero se que años atrás Reborn se lo advirtió... que la mafia hace diferente a cualquier persona-.

-Seguro-.

Dino camino al avión, si, era seguro, Reborn le había dicho a Hibari la verdad.

"Un tiempo en Italia volvería a Tsuna un carnívoro".

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Gokudera se sorprendió cuando escucho eso de Tsuna, un sonrojo por no sé que lo ataco, ¿Qué debía de decir? Apretó los labios pero Tsuna no pudo verlo porque miraba atentamente el reporte. Gokudera retrocedió un paso y Tsuna levanto la vista, se sorprendió cuando vio a su amigo con esa cara, parecía un poco sorprendido y nervioso.

-¿Estas bien, Hayato?-.

-¡Por supuesto! Yo-... ¡Iré a ver como están los otros miembros, me marcho!-.

Tsuna ladeo el rostro confuso.

-¿Se habrá sorprendido porque le dije que Hibari-san y Yamamoto venían mañana?-.

Soltó un suspiro y se recargo en la silla, él también estaba sorprendido.

-Oye, ¿Dino-san dijo a que hora llegaría mañana?-.

Reborn, que estaba recostado en un sofá de la oficina de Tsuna se levanto, sonrió por sus adentros, ni siquiera Gokudera había sido capaz de notarlo, pero Tsuna lo había sentido apenas había entrado.

-No dijo nada, pero prepárate, puedo que lleguen hoy mismo-.

-Hmm... Ya veo. ¿Leíste el reporte de Mukuro? Según Chrome tienen problemas ahora mismo, pero Mukuro se rehúsa a pedir ayuda, creo que iré a Venecia, por si pasa algo-.

-Como quieras-.

-De cualquier forma, creo que hoy sólo tengo que hacer papeleo. Creo que me iré desde ahora para que pueda ver la llegada de Dino-san. Adiós-.

-Espera un momento-.

Tsuna se detuvo en la entrada y volteo a mirar a Reborn, este se puso de pie y se acerco a Tsuna, lo inspecciono con cuidado y luego le tomó del mentón con dos dedos.

-Si llegas con un rasguño te matare, ¿entiendes?-.

-Claro, muy claro-.

Tsuna se soltó y dio media vuelta y se detuvo en la entrada, no miro a Reborn.

-¿Puedo matar si es necesario, no?-.

-Puedes hacer lo que quieras, Decimo Vongola-.

-Bien-.

Tsuna salió y Reborn se recargo del escritorio, soltó un suspiro y miro los papeles que tenía Tsuna, tomó uno de ellos y se dio cuenta que era un reporte de Varia, lo leyó un poco y se dio cuenta que solo eran facturas, suspiro al ver que Tsuna había aceptado todas, incluso las irracionales que le mandaba Xanxus.

-Tch... Si que eres idiota... no le debes un favor tan grande, era su deber guiarte...-.

Regreso los papeles al escritorio y miro por la ventana, pero lo aceptaba, parte de lo que le había sucedido a Tsuna era su culpa.

Aún pesaba mucho eso, demasiado para su gusto.

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Tsuna golpeo al hombre y este cayó al suelo, procuro no matarlo y lo logro. Llegó al lugar que Chrome le había indicado y abrió la puerta despacio.

-¡No sea tímido, Decimo Vongola, pase por favor!-.

Analizo todo el lugar y sus ojos se fijaron en una esquina, ahí estaba Mukuro, no parecía lastimado, pero al parecer le habían dado algo, Mukuro temblaba, no podía ver su rostro, una droga o algo similar, era probable.

-No se preocupe por su guardián, no lo tocamos, sólo le dimos una pequeña droga, podía traernos problemas-.

-Ya veo-.

Dijo con aparente calma y de hecho estaba muy calmado. Se sentó donde se lo indico el hombre, no lo reconocía, probablemente era nuevo en la mafia o probablemente era un nuevo líder de alguna familia inútil que se atrevía a meterse con Vongola. Tomó la copa de vino que le dieron y bebió su contenido sin considerar el hecho que le hubieran metido alguna droga, sonrió al darse cuenta que si que tenía una droga, pero la conocía, la había utilizado varias veces en sus entrenamientos con Xanxus, así que conocía el efecto, su cuerpo no reacciono como se esperaba, es más, su cuerpo no reacciono en nada.

-¿Podría decirme que busca metiéndose en territorio Vongola?-.

Dijo de forma calmada, el hombre alzo una ceja, el Decimo Vongola estaba demasiado bien, imposible, dentro de esa copa había más droga que vino, sonrió de lado, el Decimo Vongola era realmente impresionante.

-He escuchado mucho sobre usted, Decimo Vongola. Sólo quería tener el placer de conocerlo...-.

-Sólo debía de mandar una invitación, no atacar a la gente o mis guardianes-.

-Cierto, cierto, pero este método ha sido igualmente divertido, ¿no?-.

-No puedo decir lo mismo, ahora si me permite, me llevare a mi guardián-.

El hombre alzo un arma y apunto directo a Tsuna, pero Tsuna no se inmuto en lo más mínimo, se levanto y miro al hombre a la cara.

-Si va a dispararme, hágalo-.

El hombre sonrió y bajo lentamente el arma, conocía algo de ese chico, y sin duda iba a utilizarlo.

-Bueno, además de conocerlo de frente... Deseaba ver que tan hermoso era el amante del señor...-.

El disparo resonó en todo el lugar y la cabeza del hombre cayó sobre el plato, Tsuna temblaba de pura rabia, pero se impacto mucho cuando vio en el costado de la cabeza del hombre un agujero y pronto la sangre comenzó a escurrir. Pronto reacciono, ese pequeño lapso de tiempo fue como volver a su primera misión real en Vongola, cuando Reborn, sin una pisca de remordimiento, había tomado a Leon y había disparado a un hombre frente a él, al instante Tsuna había temblado de miedo y luego había caído inconsciente por el shock.

Pero ese tiempo había pasado hace mucho. Y el disparo realmente no le impresionaba tanto.

Observo al culpable de que ese hombre callera muerto, Mukuro sonreía como si nada, Tsuna sonrió, era obvio que las drogas tampoco afectaban a Mukuro, Mukuro se levanto y soltó el arma. Los otros hombres que estaban a su alrededor al instante se asustaron, ver caer a su líder había sido un gran shock. Salieron corriendo al instante y Mukuro soltó su risita característica.

-Tsunayoshi-kun, mira que impresionarte por decirte una verdad-.

Tsuna soltó un chasquido con la lengua.

-Ya desearían que yo fuera el amante de ese hombre-.

-Cierto, cierto... Mejor vámonos, escuche que aquí dentro hay una bomba-.

-Chrome esta afuera ya, le dije que yo vendría por ti-.

-Bien, hora de irnos-.

Tsuna asintió con la cabeza y activo el modo híper, Mukuro también activo su llama y caminaron al exterior. El ilusionista miro de reojo al menor, Tsunayoshi se veía bastante calmado, pero no parecía estarlo realmente.

-Ya basta de lamentarte, Tsunayoshi-kun. Sabes que eso ya paso-.

Tsuna reacciono sorprendiéndose y miro a Mukuro, había estado pensando tanto que por un momento olvido donde estaba y hasta con quien estaba, recordó entonces que Mukuro era de las pocas personas que lo conocían tan bien, Mukuro sabía leerlo incluso a veces mejor que Reborn, tenían un fuerte vinculo y Tsuna protegía ese vinculo que tenía con Mukuro, a pesar que a veces le fastidiara.

-Lo sé-.

-Y sabes que no permitiré que eso suceda de nuevo-.

Tsuna se sonrojo por la felicidad, amaba tanto cuando Mukuro decía cosas que lo hacían sentir protegido.

-Gracias, Mukuro-.

-No lo agradezcas tanto, sabes que aún busco obtener tu cuerpo, Tsunayoshi-kun-.

-Lo sé, yo también me encargare de proteger este cuerpo, Mukuro-.

-Más te vale hacerlo-.

Cuando salieron Chrome se acercó a ambos, le sonrió a ambos y Mukuro la tomó, la cargo y corrieron, pronto el lugar exploto, pero ellos ya estaban muy lejos como para preocuparse por eso.

-Quiero un reporte de todo lo que paso ahí... Y no quiero que lo haga Chrome o Chikusa, y espero que no se lo pidas a Ken, así que has tu tarea, Mukuro-.

-Claro, claro-.

Chrome sonrió. Tsuna notó la sonrisa de la chica y le sonrió.

-Por cierto, buen trabajo, Chrome-.

-Gracias, Jefe-.

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Gokudera estaba sorprendido, trago saliva.

-Tiempo sin vernos, Gokudera-.

Soltó el chico del beisbol, o esperaba que siguiera siendo el chico del beisbol.

-Ya-yamamoto... Hibari-.

-Gokudera, ¿esta Tsuna?-.

Pregunto Dino entrando a la casa a pesar que Gokudera estaba como estatua en la puerta.

-El... el Decimo salió a Venecia, debe de estar de regreso pronto-.

-¿No esta Tsuna? ¡Es una lastima, realmente deseaba verlo!-.

Gokudera se sorprendió cuando Yamamoto paso a su lado diciendo eso, estaba mucho más alto que antes, trago saliva, Hibari también paso a su lado, era un poco más alto, le pasaba por pocos centímetros.

-¿Cómo les fue en su viaje?-.

-¡Pequeñín!-.

-Tiempo sin vernos, Yamamoto... Hibari-.

-Reborn-.

-Oh, Dino también-.

-¿Por qué dejaste salir a Tsuna hoy?, te dije que llegábamos por esta hora-.

-Lo olvide-.

Dino soltó un suspiro. Reborn se acercó a los chicos y los miro fijamente.

-Veo que se han hecho fuertes-.

Yamamoto sonrió.

-Claro. Pero tú te ves tenebroso, pequeñín-.

-Acostúmbrate. Mañana llegan Ryohei y Lambo... ¿No?-.

Dino miro a Reborn.

-Sí, eso fue lo que me dijo Hana-san-.

-Oh... ¿También vendrán ellas?-.

-No, Haru esta en un viaje de su trabajo, Kyoko no sabe que estamos aquí y Hana-san esta muy ocupada ahora-.

-Ya veo-.

Reborn dio la vuelta y le indico a Gkudera que llevara a cada uno a su cuarto, Gokudera llamo a las doncellas del castillo Vongola y ellas guiaron a Yamamoto y a Dino, Hibari por su parte los ignoro y se fue por su propio camino. Gokudera se permitió respirar, era cierto lo que le había dicho Tsuna aquella vez hace más o menos medio año.

"-Creo que cuando ellos vuelvan nos sentiremos inquietos... nuestras manos... ya han tocado la sangre y la irá de los adversarios del Vongola... es inquietante-."

Realmente se sentía un poco incomodo.

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Tsuna volvió tarde y Gokudera lo recibió, como siempre, le dijo que ellos ya estaban en Vongola y Tsuna sonrió y le dijo que lamentaba no haber estado, Gokudera le quito la capa y Tsuna se fue directo a su alcoba.

Algo dentro lo presiono un poco.

Encendió su llama y abrió la puerta de su cuarto, y cuando la abrió sintió que el aliento se le iba y la boca se le secaba, el sentimiento volvió y se sintió tan enojado.

Hibari dormía en su alcoba sin ser consciente que los sentimientos de amor de Tsuna habían vuelto tan pronto lo había visto.

Tsuna realmente estaba furioso, no podía creer que todavía amara a Hibari.

Realmente, estaba furioso.

Notas finales:

¿Se han fijado que los instintos de Hibari lo han guiado al lugar donde duerme Tsuna?

¿Coincidencia? No lo creo. Jajaja.

¿Parejas después de todo ese tiempo? Huy... se van a sorprender.

Espero no les haya sorprendido el ligero R27 del principio, ¿Qué hay con ese beso? Pues no pienso contarlo aquí, -obviamente-.

Espero que hayan disfrutado el capitulo.

Shao~ shao


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