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Dietro il Cielo por yunmoon

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Notas del capitulo:

Me pregunto, ¿les gusta el R27?

A mi comenzo a gustarme cuando sin querer comence a escribir sobre esa pareja.

Sin más, les dejo el capitulo ocho.

DIETRO IL CIELO

By: Yunmoon

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Capitolo 8

Nel corso del tempo

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No existía una razón precisa para lo que estaba haciendo, solo deseaba hacerlo.

Se sonrojo al ver su preciosa cara, había pasado tiempo desde la ultima vez que había visto a Hibari, había esperado mucho para verlo, aunque no era como si realmente quisiera verlo.

Hibari seguía igual de atractivo, camino lentamente hacia él. Si Hibari seguía siendo como en ese entonces había una probabilidad de que se despertara, no quería despertarlo, más que eso quería seguirlo admirando, pero también quería tocarlo, recordaba que su piel era fría, pero era suave, y sus labios eran también perfectos, amaba mucho las sensaciones que tenía cuando Hibari lo tocaba.

¿Se habría vuelto un pervertido en todo ese tiempo que no había visto a Hibari?

No lo sabía, solo sabía que deseaba tocarlo, cuando estuvo al costado de la cama comenzó a acercar la mano al rostro de Hibari, quería sentirlo, aunque fuera un momento.

Toc, Toc.

Hibari abrió los ojos y él dio la vuelta alejándose al instante, camino directo a la puerta y la abrió.

-Decimo, Dino-san y Reborn-san lo esperan en su oficina-.

-Voy ahora mismo-.

Salió junto con Gokudera sin si quiera prestar atención en que Hibari se estaba levantando de su cama, miro a Gokudera caminar a su lado.

-¿Ese era Hibari?-.

-Si, al parecer decidió tomar mi habitación-.

-¡Ese bastardo...!-.

-Realmente no me importa, tomare la segunda habitación, es más segura que la que tenía ahora, ¿no?-.

-Bueno... Sí, es cierto-.

-Entonces no te preocupes por eso... Por cierto, ¿Dónde esta Yamamoto? He querido verlo-.

-Él... esta tomando una siesta, al parecer tuvo un largo viaje de Japón hasta aquí-.

-Ya veo... ¿Por qué no te das una vuelta por su alcoba en un rato? Sería bueno que se hablaran, a pasado tiempo desde la última vez que se vieron-.

-Entiendo...-.

-No, no. No es cosa de entender o no, quiero que lo hagas porque realmente sientes que quieres hablar con Yamamoto. Realmente, nunca te pregunte si estabas bien con la compañía de todos los guardianes-.

-Decimo...-.

-A mi, todos me agradan, Mukuro, Hibari-san, Yamamoto, Ryohei, Lambo y tú, Hayato, todos me agradan-.

Sin más Tsuna entro a su oficina dejando a fuera a Gokudera, Gokudera miro el suelo, era difícil para él hablar con Yamamoto, la ultima vez que se habían visto Yamamoto había dicho algo que lo había perturbado, algo como "Me gustas", no le había respondido y Yamamoto nunca le había dicho que necesitara una respuesta.

¿Realmente todo estaba bien así?

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Tsuna se encontró con la sorpresa que Lal Mirch también esta ahí, la chica lo miro y sonrió de lado.

-Sawada-.

-Lal, hace semanas que no sabía de ti-.

-Tenía trabajo-.

-Vale, entiendo-.

Tsuna se sentó en la silla que estaba detrás del escritorio y miro a todos, notó que Dino lo inspeccionaba, le sonrió como solía hacerlo años atrás.

-¿Sucede algo, Dino-san?-.

-N-no, nada-.

-Entonces, ¿Reborn quieres comenzar?-.

El arcobaleno del sol se puso de pie.

-Mañana volverán los guardianes faltantes, Ryohei y Lambo. Como se tiene planeado habrá una prueba para los guardianes-.

-¿Prueba?-.

Pregunto Dino, no sabía nada de alguna prueba, Tsuna seguía impasible a pesar que el tampoco sabía nada sobre esa prueba.

-Después de seis años de separación no sabemos como van a actuar en conjunto los guardianes, actuaron por separado y tiene su forma de luchar, así que lo más conveniente es hacerles una prueba-.

Tsuna miro a Reborn, no sabía nada sobre una prueba, pero parecía sensato pensar que después de casi seis años los guardianes no se entenderían, pero sabía que pasaría si la prueba fallaba.

Sería el peor de los casos para Vongola y para él mismo.

-¿Cuándo se tiene planeando hacer esa prueba, Reborn?-.

-Pensando que los guardianes restantes volverán mañana entonces no hay que atrasarla más, sería al día siguiente, un día de descanso par Ryohei y Lambo bastara...-.

-Es comprensible-.

Dijo Tsuna mirando a Reborn, Dino notó que en ningún momento había dejado de mirarlo, eso era raro en Tsuna, hace tres años Tsuna seguía evitando la mirada del arcobaleno, pero ahora se veía tan acostumbrado y eso que Reborn aparentaba tener al menos veintitrés años.

-Lal, quiero que le digas a mi padre que ya tengo lo que buscaba-.

-Claro. Por cierto, Basil fue a una misión de reconocimiento, Mukuro nos hablo sobre la última misión que tuvieron así que Basil fue a investigar todo-.

-Eso me parece bien. Dino-san, ¿quieres comer algo conmigo?-.

Dino se sorprendió un poco de la facilidad que tenía Tsuna por cambiar el tema, paro Lal y Reborn parecían bastante despreocupados, Dino asintió y Tsuna se coloco de pie.

-Me parece genial, le diré a Hayato que nos lleve todo al jardín-.

Tsuna camino a la puerta y abrió para que Dino saliera, volteo y miro a Lal y a Reborn.

-Denme un momento y hablaremos de eso en privado-.

Dijo a los dos y estos asintieron. Tsuna salió del lugar,

 Reborn se recostó en el sofá y Lal se sentó en una silla.

-¿Qué es lo que esta pasando? Es Dino, ¿por qué no contarle sobre eso?-.

-Tsuna se esta tomando su tiempo, no es como si le agradara decir que fue lo que paso-.

-Bueno... Lo comprendo pero, ¿esta bien ocultar eso a sus guardianes? Una de las importantes reglas de una familia es que no existen secretos, especialmente entre el cielo y sus guardianes-.

-Eso es lo que yo tampoco comprendo... Pero él es el Decimo Vongola, debe saber lo que hace, ya no es más un niño, Lal Mirch-.

-Pensé que para ti él siempre sería un niño, Reborn-.

-Lo es, cuando es conveniente-.

-Tch... eres realmente perverso-.

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-Oye, Dino-san, ¿Cómo han estado todos? No te he visto en casi tres años-.

-Todo esta bien, si es a lo que te refieres-.

-Si, eso me preocupaba...-.

Tsuna tomó el pastelillo y lo metió en su boca y comenzó a masticarlo, a Dino le pareció que Tsuna no estaba disfrutando su comida, ni su compañía.

-¿Hay algo que te moleste, Tsuna?-.

Tsuna pareció ligeramente sorprendido, pero rió ligero y negó lentamente.

-Dino-san, ¿Cuál es la peor vergüenza para un jefe mafioso? ¿Perder el honor frente a tu familia? ¿O perder el honor que sólo un hombre puede poseer?-.

A Dino le tomó esa pregunta con la guardia baja, no supo que decir.

-Creo que... lo primero-.

-Ya veo-.

-¿Tsuna?-.

Tsuna lo miro, su mirada clara ahora parecía tan diferente a la que recordaba y además su cabello castaño se veía más claro, se pregunto si se trataba de la llama de la ultima voluntad, fuera lo que fuera, obviamente Tsuna había cambiado mucho esos tres años sin verlo.

-Para mi... es igual. Por eso esta bien si sólo se lo digo a Dino-san...-.

-...-.

-Poco después que te fuiste... pasó...-.

Cada palabra dejaba más y más perturbado a Dino, cundo Tsuna termino Dino se levanto de una forma rápida y torpe, miro a Tsuna y apretó los dientes.

La impotencia que sintió en ese momento, fue tal que casi sintió ganas de llorar de lo molesto que estaba.

Era imposible que, después de haberlo visto tan bien pasara algo así, sintió que debía de decir algo, pero nada salió de sus labios, Tsuna sonrió y le dijo que eso era algo que ya estaba en el pasado.

-Dino-san, lo que no te mata te hace más fuerte, tú lo dijiste y te creo-.

Dino sintió que todo caía de manera abrupta en su entendimiento, no podía aceptarlo de una forma tan simple, se sentó en la silla, soltó un fuerte suspiro de decepción de si mismo y miro a Tsuna.

-Dios... No digas eso, siento que quiero llorar-.

-Jajaja... ¡Dino-san es realmente amable!-.

Dino soltó un suspiro, miro a su hermanito sonreír y no creyó que realmente quisiera sonreír, le tomó la mano y la jalo hacia si mismo, lo estrecho de una manera fuerte, no sabía si para confortar a Tsuna o para que él mismo se diera cuenta que el chico realmente estaba bien, Tsuna le devolvió el abrazo y pensó, muy dentro de si, que tal vez no quería que Hibari se enterara nunca, pero si después de contarle eso, Hibari le abrazara así de fuerte, probablemente todo se sentiría mucho mejor.

-Dino-san...-.

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Mukuro sintió una existencia realmente molesta y cuando vio al chico casi le causa una ulcera. Era cierto, los guardianes de Tsuna habían vuelto y una prueba clara era ese chico, Ave-kun, como le llamaba, que caminaba como si realmente esa fuera su casa. Chrome, con todo el sentido de la amabilidad sonrió.

-Hiba... ri-san...-.

El chico la había ignorado olímpicamente, Chrome se sintió nerviosa, pero no dijo más.

Pero Mukuro no era amable y no le importaba en lo más mínimo molestar a Ave-kun, es más, lo odiaba mucho y solo por eso se contradecía y quería molestarlo aún más. Ave-kun pareció sentir su presencia y dio media vuelta.

-Mukuro Rokudo-.

-Kyouya-kun, tiempo sin vernos-.

-M-Mukuro-sama... no...-.

-Es hora de morderte hasta la muerte, Mukuro Rokudo-.

-¿De verdad?-.

Chrome retrocedió un paso y salió corriendo, debía de decirle de inmediato a Tsuna que dos de sus guardianes estaban peleando.

.


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-¿Entonces es así?-.

-Sospechamos que esta moviéndose por el norte de Japón, pero ahora que sabe que no hay guardianes en Japón probablemente haga un nuevo ataque frontal en Italia. Por lo que paso hace poco con Mukuro Rokudo creemos que eso sólo fue una advertencia-.

Dino miro por la ventana.

-Pudo no haber sido una advertencia y ser un mensaje. Si lo piensas mejor, incluso ahora eso parece sensato-.

Tsuna miro a Dino, un mensaje.

-¿Qué clase de mensaje, Dino-san?-.

Dino volteo a mirarlo.

-Probablemente, que esta vez, no van a detenerse... Me alegra que ahora se hayan reunido todos los guardianes, vas a necesitar de ellos, Tsuna-.

Reborn miro a Dino, de hecho deberían de tomarlo más en cuenta, Dino era un líder mafioso y su familia no era pequeña, era un importante aliado de Vongola, así que sin duda su opinión era importante.

-Pero... Tsuna... Este ataque también  podría significar que... él viene solo por ti. Para hacerte entender...-.

Lal se adelanto e interrumpió a Dino.

-Que él va a utilizar a tus guardianes para atraerte... ¿no?-.

Dino asintió, ese tipo de cosas era común en la mafia, utilizar a terceros para dañar a quien de verdad querían dañar, con Tsuna iba a ser de ese modo porque cada guardián significaba un pilar para el Decimo Vongola, tomar a esos pilares iba a destruirlo lentamente.

Eso era sucio, incluso para la mafia.

-En cualquier caso, si eso es lo que quieren deberán esforzarse mucho, una vez es creíble, dos veces... jamás caeré dos veces-.

Tsuna sonrió de lado, entonces Dino se dio cuenta que los ojos de Tsuna eran diferentes, eran maduros y menos grandes, eran más brillantes, pero el brillo de sus ojos no era él mismo de hace tiempo, no eran de admiración o de gentileza, era más bien de astucia y de otra cosa.

Esperaba que no fuera malicia oculta.

-¡Jefe!-.

Tsuna encendió la llama al escuchar el grito desesperado de Chrome y se levanto de la silla encaminándose a la puerta de salida, Dino y Lal Mirch se sorprendieron, ¿desde cuando Tsuna podía encender la llama sin necesidad de las capsulas de Basil? Había sido una llama instantánea, Dino se levanto rápidamente y siguió a Tsuna Lal hizo exactamente lo mismo, Reborn sólo se recostó en el sofá y sonrió.

-No deberían de sorprenderse tanto... idiotas-.

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-¡Jefe!-.

-¿Qué pasa Chrome?-.

-Mukuro y Hibari-san pelean-.

Tsuna dio la vuelta y fue hacía donde sentía las llamas, se coloco en un lugar prudente y observo a Mukuro y a Hibari pelear, los miro con desgano y soltó un fuerte suspiro.

-¿Qué debería hacer?-.

Se lo pensó mucho y al final opino que interferir no sería adecuado, ambos parecían muy metidos en su pelea, sin contar que estaban utilizando llamas muy fuertes, eso era todo un problema. Soltó un suspiro fuerte e invoco a Natsu, el pequeñín gruño y miro a Tsuna, Tsuna le susurro algo y el pequeñín asintió enseguida, se puso entre los dos y soltó un gruñido.

Hibari y Mukuro se detuvieron al instante y se taparon los oídos, pero fue tarde, ambos sintieron que la tranquilidad los inundaba y se derrumbaron en medio de la sala. Tsuna sonrió de lado y se hinco y acaricio al pequeño.

-Ben trabajo, Natsu-.

El pequeño gruño y Tsuna lo devolvió a su forma de anillo. Los miro a los dos, los "amigos-secuaces" de Mukuro lo llevaron a su alcoba, Yamamoto le ayudo a llevar a Hibari a su alcoba, y esa fue la primera vez que lo vio, Yamamoto comenzó a contarle sobre Namimori, sobre la escuela y como la habían pasado todos.

Incluso le dijo que Ryohei había comenzado a salir con Hana, la amiga de Kyoko.

-¿Entonces todos se la han pasado bien?-.

-¡Jajaja claro! ¡Aunque los hemos extrañado! A ti, a Gokudera, al pequeñín incluso a la pandilla de kokuyo-.

-¿De verdad? ¡Yo también los he extrañado a todos! Me alegra que estés aquí, Yamamoto-.

-Bueno, esto ha tenido muchos puntos buenos. He conocido mucho mejor a todos, incluso a Hibari-.

-Ya veo-.

Yamamoto sonrió y dejo a Hibari en la cama, ambos salieron del cuarto.

-Lamento que te haya robado el cuarto-.

-¿Hayato te lo dijo?-.

-Algo así... Han cambiado-.

-Ustedes también... Me alegro que se hayan hecho fuertes-.

-Tú también eres fuerte-.

-Gracias-.

Tsuna se detuvo en la sala y miro al interior, no parecía haber alguien por ahí, camino al interior y Yamamoto le siguió el paso.

-Pero no has crecido nada, sigues igual Tsuna-.

-Tú en cambio habéis crecido un montón... Supongo que de por si mi anatomía no me daba más que esta poca altura-.

-Seguro que si Haru te ve se enamorara de nuevo de ti...-.

-¿Cómo están? Kyoko-chan y Haru-.

-Kyoko esta muy bien, se mudo a Tokio porque quería estudiar economía en la universidad Matsuhashi, Ryohei la ve muy seguido y ella nos visita también. Por su parte Haru entro a la universidad de Namimori, esta estudiando leyes, pero se dio de baja temporal este año ya que comenzó a investigar junto con Hibari, están saliendo-.

El impacto de las palabras fue tal que por un momento sintió que quería llorar, trago saliva y sonrió de lado.

-¿De verdad?-.

-Si, Haru ha ayudado mucho a Hibari, así que siento que esta bien que estén juntos, así al menos alguien hace entrar en razón a ese tipo-.

-Ya... veo... ¿Has hablado con Gokudera?-.

Yamamoto desvió la vista por un momento y luego volvió a mirar a Tsuna.

-Un poco, siento que es raro verlo de nuevo y que él se siente igual, ¿extraño no crees?-.

-Bueno pues... Espero que eso pase pronto-.

-Si, espero lo mismo-.

-Yo tengo que comenzar con el trabajo, por favor, descansa Yamamoto-.

-Gracias-.

Yamamoto se levanto y se fue, Tsuna agacho la cabeza y miro sus rodillas, sintió algo húmedo en ellas y se dio cuenta que estaba llorando, pero eso no le importo mucho, recargo los codos en las rodillas, recargo la frente en sus manos entrelazadas y dejo que las lágrimas fluyeran, que más daba, ser débil no era un derecho que tuviera por ser el Decimo Vongola, pero era el derecho que tenía por ser Dame-Tsuna en ese momento.

El mismo que se había enamorado de Hibari Kyouya.

Notas finales:

Ummm... Triste, ¿Haru con Hibari? Lo lamento por Tsuna.

Pero bueno, no se olviden que esto es un 1827, así que debe existir alguna explicación que probablemente ponga en el siguiente capitulo, probablemente.

También quiero meter a Haru en esta historia, pero de hecho su participación va a ser divertida, y Kyoko también, aunque con ella todo va a ser un poco más serió, solo espérenlo.

 


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