la única excepción...V.O...Rachel
Cada minuto de la noche se me hizo eterno, me movía de un lado a otro en el living de mi hogar. Mis padres, quienes se despertaron después que empezara a hacer ruidos en la cocina, se levantaron para hacerme compañía. No querían dejarme sola ni un solo segundo, tal vez pensaban que podría darme algún tipo de crisis nerviosa o algo por el estilo. La verdad es que como me encontraba en estos momentos era una idea que no se podía descartar.
- Rachel, cariño…- dijo el mas alto de mis padres – creo que deberías ir a descansar, quizás mañana despiertes más calmada y podrás si quieres, ir donde Judy – se acerca a mi para abrazarme – y si con tu padre tuviésemos tiempo, iremos también.
- Yo creo que seria una muy buena idea – dijo acercándose hasta donde nos encontrábamos mi otro papá- estas muy nerviosa, ¿¿quieres un poco de leche antes de dormir??
- Gracias – les miro con una forzada sonrisa- creo que iré a mi recamara, a lo mejor tienen razón y mañana será un día mejor - Me separo de cada uno ofreciéndoles un beso en sus mejillas - que descansen - les digo camino a las escaleras.
Ya en mi cuarto, me siento a los pies de mi cama, suelto una lagrimas que tenía desde hace bastante rato, pero no quería derramar ninguna frente a mis padres. Incline un poco mi espalda hacia adelante para poder apoyar después, mis manos en mi rostro.
Luego de unos cuantos minutos, en los que me tranquilizaba he intentaba dejar de llorar, me prepare para ir a dormir, apague la luz, me metí en mi cama, intente varias veces poder cerrar mis ojos y lograr conciliar el sueño, pero el nerviosismo y la angustia me lo impedían. Sin embargo, mi cuerpo necesitaba descansar, así que luego de unas cuantas horas pude dormir, por lo menos por un par de horas mas.
Al despertar, me levante rápida, tome unos jeans ajustados y una remera simple, quería estar lo mas cómoda para cualquier tipo de situación. Baje al rato, después de una ducha rápida, el pelo aun lo tenia medio húmedo, pero ya se secaría cuando fuera a casa de Judy. Mis padres se encontraban en la cocina, el más alto tomándose un café, sentado en la cabeza de la mesa mientras que el otro prepara unos huevos revueltos.
- Buenos días – dije acercándome para besar a cada uno – han recibido algún tipo de llamada…de la comisaria o Judy… – le pregunte a mi padre que se encontraba tomando su tasa de café, mientras me acomodaba a su lado.
- Lo siento cariño – me dijo volviendo a dejar la tasa en su lugar y tomándome una mano – nada, hemos estado igual que tú de preocupados- deja salir un suspiro, que me aterra.
- Demonios – digo por lo bajo – creo que después del desayuno, llamare a Judy y avisare que voy en camino – digo mientras que, mi padre que preparaba el desayuno, me ponía una tasa de te con un limón y a continuación, unos huevos revueltos.
- Rachel – unos de mis padres posa sus manos en mis hombros, sobándolos con suavidad – tranquila, nada malo a pasado tal vez solo se desvió del camino un poco, va a estar bien, ya no te estreses tanto.
- No se que decir – le miro ofuscada – pensé que me apoyarían mas ¡¡…es mi novia quien se desapareció en medio de la noche, de la cual aun no se sabe el paradero, no se perdió ni un perro o un gato o… una cartera – dije por ultimo, no importo que no tuviese sentido, creo que deje claro mi mensaje – es Quinn la mujer que amo y quiero para toda la vida…!! - mis padre me miran entre asustados y enojados.
- Rachel – el mas alto levanto su voz, creo que me extralimite – mide tus palabras – baje mi vista enojada, quería salir lo mas rápido de ahí, comer e ir a buscarla.
El resto de mi desayuno fue bastante silencioso, generalmente hablamos de diversos temas pero después del accidente de Kurt, todo se ha vuelto bastante distinto a como era antes. Cuando termino dejo mi loza sucia en el fregadero, noto que mis padres se levantan igual, creo que irán al living a ver algo de televisión. Intento pensar en otras cosas mientras siento correr el agua por mis manos, pero es imposible no volver a tocar el tema de Quinn en mi cabeza.
Al terminar de lavar los platos, subo a mi cuarto para tomar unas cuantas cosas como mi teléfono, unas llaves y…veo sobre mi mesita de noche el anillo que Quinn me regalo anoche… “ese es el punto, es que no quiero y no me imagino una vida sin ti… por eso quería preguntarte algo… ¿quieres casarte conmigo, apenas terminemos la secundaria?”... lo tomo y lo vuelvo a colocar en mi mano.
Bajo las escaleras un poco apresurada, ya que he llamado a Judy para quedar con ella en su casa dentro de poco. Me despido de mis padres, pero me detienen en el marco de la puerta para saber dónde ubicarme en casos de emergencia.
- Por favor hija…- me dice acercándose el mas bajito de mis padres- no cometas una locura, ella esta bien… - hace una pausa que me incomoda bastante – en algún lado pero esta bien.
- No se preocupen – pongo una sonrisa un tanto forzada para no dejarlos preocupados en mi salida – estaré con Judy y si llegáramos a saber algo no duden en que les avisare en cuanto pueda…- me quedo mirando un poco melancólica mis manos, que juegan con el anillo. Levanto mi cabeza, me despido de ambos y me encamino hasta la casa de Judy.
El trayecto de mi casa hasta la casa de mi Quinny no es muy largo, y la verdad es que con todas las cosas que tenía en mi cabeza, el camino se me hizo bastante corto. Cruzo con rapidez el antejardín de la casa, toco reiteradas veces hasta que finalmente me abre Judy, quien vestía una falda gris algo delgada y una blusa de color blanco al igual que sus zapatos.
- Hola cariño…- me saluda amable y algo agitada – ¿como estas?...pasa, pasa…
- Bueno, bastante cansada, no he podido dormir casi nada pensando en que le pudo pasar a Quinn – le respondo con un dejo amargo en mi voz – mis padres no han sabido nada…me tiene todo esto muy mal.
- Ni me lo digas – comenzó la mujer dejando una taza de te frente mío, se acomoda en uno de los sillones de su casa, acto seguido me invita a acomodarme en alguno – tampoco he sabido nada, esta mañana a muy temprana hora hice la denuncia por desaparición, me dijeron que nos podrían mantener informadas pero que por el momento nos quedáramos a esperar…
- No, yo no puedo esperar – digo algo enfadada, dejando la tasa de te fuerte sobre el platillo en el que venía – tenemos que buscarla, preguntar a personas, podemos hacer grupos con los chicos de glee, se que el señor Schue no le molestaría darnos una mano y la entrenadora Sylvester se que quiere mucho a Quinn y no le molestaría ayudarnos – termino algo agitada y nerviosa por el monologo que le acabo de dar a Judy. Nos quedamos en silencio mirándonos las caras unos minutos, es incomodo creo que para ambas, bajo mi mirada hasta llegar a mi anillo. Siento como se levanta, para luego acomodarse junto a mí.
- Rachel…- me dice, mirando con detención la mano en que llevaba el anillo -…te lo pidió no es cierto… - ahora es ella quien desvía la mirada mientras yo me quedo perpleja contemplando su perfil.
- Qu-que cosa – me hago la desentendida, se que se refiere al anillo… ¿acaso Quinn le abra contado algo?
- Cariño – se gira un poco para mover unos mechones que me cubrían el rostro – se que te pidió matrimonio – sonríe – sino, no tendrías puesto el anillo que te compro – vaya al parecer estaba al tanto de todo, eso quiere decir que también sabe que me iré a New York…
- Sra. Fabray – le digo después de unos segundos – me iré, y me temo que Quinn vendrá conmigo, pero no quie… - la cabeza de Judy se movía negativamente.
- No, no… - susurra mientras se levanta en dirección al ventanal del salón – es preferible que sea así, las cosas en lima últimamente se están poniendo muy engorrosas y turbias, no quiero que se arriesgue a un mal…- traga saliva para poder continuar – como este – al escuchar esas últimas palabras un escalofrío recorre mi cuerpo dejándome helada.
- Por favor, Judy – me levanto, camino hasta ponerme tras ella – no pienses eso, se que las cosas ya no son como antes pero aun podemos cambiar nuestros propios destinos – tomo su brazo izquierdo para que me mire, unas lagrimas caían silenciosas de sus ojos azules, que me hicieron recordar la mirada de Quinn – ya veras que todo saldrá bien – ni yo me creo esas palabras, pero creo que ambas, debemos aferrarnos a algo que nos otorgue un poco esperanza.
V.O…Quinn:
Los nervios que tenia y las ansias desaparecieron después que, con Rachel afrontáramos el tema de nuestra relación y se lo develáramos a Finn. Por fin ahora podremos vivir juntas nuestro amor. Rachel, caminaba en dirección a la cafetería para comprar una botella de agua mineral, oportunidad que tuvo mi ex de poder acercarse con una preocupación que jamás antes le vi.
- No sabes cuánto me alegro el que tu y Rachel puedan estar juntas – se le ve un poco nervioso, hasta forzó una sonrisa que no me gusta para nada.
- Pero…- frunzo el entrecejo, creo que algo se trate entre manos- crees que no podamos vivir sin ti, Finn ya te hemos superado – le digo enojada, es increíble como aun piensa que es el centro del universo -…no pued… - me interrumpe de pronto.
- Te equivocas – me asombro, parece que su ego es bastante más grande -…y no por lo que piensas – me mira, ya que estaba con la vista enfrente, creo que me equivoque.
- Entonces…- muevo mis manos haciendo círculos para que prosiga.
- No sé si ya te lo conto Rachel, pero creo que lo sabrás de alguna manera u otra – hace una pausa-…me gusta Kurt…- Wow, no me esperaba algo como eso – y quiero jugármela por él, cuidarlo y amarlo – me sonríe, me parece tierno que piense así de alguien y sobre todo de la persona que se convirtió en su hermano hace unos meses atrás – y es por eso también que quiero advertirte – tanto su sonrisa como la mía desaparecen.
- ¿Qué quieres decir? – me inclino un poco para lograr ver un poco su rostro, sus manos juegan entre ellas nerviosas. Paso una de mis manos por su espalda, para poder tranquilizarlo – tal vez no deberías… - me interrumpe por segunda vez.
- No todos somos lo que aparentamos – dice de pronto- quiero que estés atenta a cualquier situación extraña y que cuides a Rachel bajo cualquier circunstancia y cuando no creas poder sola llámame o a Puck…- ahora sí que no entiendo nada.
- ¿Qué?... – le pregunto desconcertada – por favor Finn se claro, hablas como si el apocalipsis estuviera esperándonos a la vuelta de la esquina – me vuelvo a acomodar en mi asiento, el hace lo mismo ganándose, eso sí, más cerca.
- Kurt me ha revelado los nombres de sus secuestradores – se queda en silencio, creo que es por mi rostro, mi asombro es bastante exagerado. Me armo de valor y le pido continuar – prométeme que sea quien sea, guardaras silencio, ya he involucrado a bastantes personas, pero en tu caso es mejor que estés enterada de todo…
- Por dios, Finn – me dirijo a él enfadada de tantas vueltas que le da al tema – dímelo de una buena vez - asiente un poco asustado, mira hacia los lados, luego se acerca a mí para revelar aquellas ocultas identidades. Los primeros nombres no me causan gran impresión, pensaba que podía ser uno de ellos, o tal vez los dos…
- …y quien maneja los hilos de toda esta macabra situación es…- traga saliva, igual que yo me siento bastante en suspenso- …Burt… -susurra el nombre para que nadie mas que yo le escuche. Por un momento creí que era una broma, pero en la manera que se empuñaron sus manos y la furia que expresaban sus ojos, no pude más que creer en sus palabras.
- No, no puedo creerlo – digo después de unos segundos de análisis - pero, ¿cómo? – me hecho hacia atrás mas extrañada que antes – él se encontraba con nosotros en todo momento… entonces…cada lagrima, toda esas veces que le gritaba a medio mundo por la muerte de su hijo…¿¿era mentira?? – giro mi rostro al lado contrario, de quien fue alguna vez mi novio, para mirar el dulce caminar de mi novia que venía con su botella de agua.
- Solo mantente alerta – su voz, más el movimiento de su cuerpo levantándose de la silla me distraen unos segundos de la llegada de Rachel – por el bien de ambas – dice sin más antes de marcharse en dirección a la sala donde se encontraba Kurt hospitalizado.
Un dulce beso en mi mejilla me distrae de mis actuales pensamientos, me giro en dirección opuesta por donde se fue Finn.
- Me he tardado un poco, la cajera tuvo que conseguirse en otro lado cambio para devolver mi vuelto – se disculpa enseñándome su botella de agua – y de ¿Qué hablaban?
- ¿Ah?- por un momento me sentí perdida de la conversación.
- Pregunte… de que hablabas con Finn…- me dice con una sonrisa tierna – parecían un tanto preocupados, acaso le paso algo malo a Kurt…- la detengo antes de que se levante.
- No, es solo que estaba un poco triste por lo de Kurt – paso mi brazo izquierdo por sobre sus hombros, para tranquilizarla no quiero que pase ningún mal momento – por cierto… ¿sabías que le gusta Kurt? – sueno un poco irónica.
- Si – apoya su cabeza en mi hombro – no es maravilloso – suelta una pequeña sonrisa, la separo levemente, para poder inclinarme y ver su rostro.
- ¿de qué te ríes? – comento divertida – acaso dije algo disparatado…- hago un pequeño puchero, que se borra de inmediato, ya que Rachel se apodera de mi boca unos minutos, nos separamos, la vuelvo a abrazar.
- No, no es eso- dice con voz suave – es solo que me parece que nuestras relaciones son irónicas – nos indica con sus delgadas manos- Finn y Kurt…tu y yo – ahora entiendo a que se refiere.
- Cariño, yo jamás – me separo de ella para poder ver su rostro, antes de continuar –jamás –cojo sus manos entre las mías, ella aprovecha de entrelazar nuestros dedos, me parece tan romántico todo esto, que la abrazo fuerte. Mis brazos sienten toda su espalda, abro mis ojos un poco, pero en vez de mirar hacia abajo me distraigo mirando el rostro sombrío, de ojos penetrantes de Burt, me entra un escalofrío que recorre mi cuerpo de la medula hasta la cola -…jamás te dejare sola, siempre te protegeré, pase lo que nos pase …siempre – aun mantenía mis ojos conectados con los de aquel hombre que tanta ira imperaban en ellos – estaremos juntas – desaparece de mi vista, es la oportunidad perfecta para separarme y verla a los ojos y decirle lo que me gusta decirle siempre – porque yo Rachel Berry- muevo unos de sus mechones, para contemplar su mirada - te amo y serás la única…te lo prometo…
La tarde pasa rápida, hemos dejado volantes en casi todo lima. También pedimos ayuda a nuestros amigos que nos acompañaran a desempeñar nuestras tareas lo antes posible. Judy y yo nos encontrábamos cansadas, en parte por la falta de sueño, y por todo lo que recorrimos, un día bastante agotador.
- Si gustas – me ofrece- puedes ir a la cocina y prepararte algo de comer o beber o ambas – sonríe.
- Está bien – me voy acercando a la puerta de la cocina y me detengo, quizás la Sra. Fabray también quiera algo – por cierto, usted… ¿no se le ofrece algo?
- Por el momento – le escucho decir – solo un vaso de agua, gracias Rach…
- Ok – continuo mi camino hasta la cocina, en la cual preparo un te con limón para mí, y sirvo un vaso de agua para la mama de mi novia. Salgo con mucho cuidado del lugar llevando mi tasa de te y el agua para Judy.
- Te parece si vemos algo de televisión - propone con el control en sus manos – quizás así no podemos distraer unos minutos. No me parece tan mala idea, creo que hasta seria bueno relajarse y no estar tan tensa, asiento finalmente.
Un desfile de modas nos llama la atención así que lo preferimos dejar ahí. Nos pasamos unos 10 minutos contemplando los distintos trajes que arrasaban la pasarela. El teléfono suena a casi unos metros de distancia de Judy, quien se pone de pie para poder contestarlo. Yo, en cambio, tomo la tasa de te que tenia frente mío, le doy un sorbo largo ya que esta algo tibio, fácil de beber. El grito desesperado de Judy me espanta dejando la tasa algo apresurada sobre la mesita, y antes de que me pueda mover el aviso por televisión de que un nuevo informe de noticias iniciaba.
- muy buenas noches, interrumpimos este programa para informarles que esta tarde, a unos cuantos kilómetros de lima, fue encontrado por unos campesinos el cuerpo mal trecho de una joven, se calcula de unos 16 años, para más información le dejamos a la reportera en terreno, Rita Smith.
- Buenas noches, si bueno, el cuerpo fue encontrado a eso de las 18:30 horas aproximadamente, se entiende que un par de hombres que volvían de sus trabajos encontraron tirado muy mal herido el cuerpo de esta chica, su nombre es Quinn Fabray, así lo certifica su cedula de identidad…
En no más de 20 minutos nos encontrábamos cruzando las puertas del lugar en busca de Quinn. La enfermera que nos atendió, nos llevo hasta ella de máxima urgencia. Mi corazón latía fuerte, mis manos tiritaban, mis lagrimas aunque las contenía, bastaba con solo ver el rostro de mi corderita para romper en llantos. Llegamos a una sala común donde atendían de suma urgencia a personas que han sufrido ataques violentos.
- Esperen aquí – nos dice la enfermera, con tono imperante en su voz- el doctor de cabecera está interviniendo quirúrgicamente a la paciente… - trago saliva, una lagrima cae por mis mejillas, giro un poco mi rostro para ver el de Judy. Ella se veía agotada, pasa ambas manos por su cabello.
- No…no te preocupes – intento sonar fuerte, así se sentirá más tranquila – todo saldrá bien.
Las horas transcurrieron lentas, yo me paseaba de un lado a otro esperando la llegada del doctor Judy, en cambio, Judy tenía entre sus manos un rosario, con el que pedía a dios no quitarle a su hija. La llegada de Santana, conjunta a la de mis padres, nos sorprendió quedándonos de cierta forma más tranquilas.
- Hola – se acerca Santana y me abraza – mi padre me dijo que Quinn estaba aquí – ahora recuerdo que el también estuvo a cargo del caso de Kurt – en este instante debe estar en pabellón.
- Si, muchas gracias santana por venir – me separo de ella, volviéndome a mis padres. No pude contener mis lagrimas, esto era demasiado para mí, no soportaba la sola idea de crear una vida sin Quinn.
- Ya ya- las suaves caricias de cada uno de mis padres me consolaron unos momentos - cariño, todo se solucionara, ya está con nosotros– me sonríe el más alto.
- Lose, solo…- tengo mucho miedo – no quiero separarme de ella.
Los minutos pasan y el salón se sigue llenando, los chicos del glee club se encuentran todos, también la entrenadora Sylvester y Mr. Schue. Finalmente, después de tanto esperar, el papa de santana sale, se topa con una enfermera antes de llegar a nosotros, pero no es mucho lo que demora y pronto está junto a nosotros.
- Judy – el doctor se acerca de inmediato a la mujer – bueno no sé cómo decir esto – todos los presentes nos acomodamos de tal forma para poder escuchar su diagnostico – no te mentiré, Quinny llego muy mal, al parecer alguien se ensaño con su cara dándole certeros golpes con algún objeto contundente deformándole el rostro – tanto Judy como yo, nos sentamos, esto es demasiado para las dos…o al menos eso creí - tiene gran parte del cráneo destrozado y sus posibilidades de vida son muy bajas – el ya poco aire que quedaba en mis pulmones comienza paulatinamente a desaparecer, mis lagrimas corren sin interrupción por mi rosto, las manos temblorosas de Judy cogen las mías apretándolas, ella se encuentra igual que yo, pero aun se mantiene con fe.
- Tomen mi sangre – comienzo a decir de pronto, la vista de todas las personas del lugar se ponen sobre mi – no me importa cuánto haga falta, daré hasta la última gota de mi – me paro enfrentando al hombre que tan malas noticias me pudo haber dado – ¡¡rápido, no tenemos mucho tiempo!! .
- Rachel, tesoro cálmate – intentan detenerme mis padres – debes entender que no to…
- ¡¡No!!....no permitiré que se vaya – le digo en llantos – no lo entiendes, la amo como nunca ame a nadie – ya no puedo, caigo al suelo, el dolor en mis rodillas y en mis piernas no es nada comparada al dolor que siento en mi corazón. El abrazo maternal de Judy, me ayuda a tomar un poco el control de mi cuerpo, me levanto con la ayuda de mis amigos, que me sientan, para evitar cualquier próximo accidente.
- León…- suplico Judy – existe alguna posibilidad de ver a mi hija ahora – se acerca a al doctor- te lo suplico.
- Esta sedada y no responderá ninguna de tus preguntas – comenta alzando un poco su mano para posarla en el hombro derecho de ella – así que pasa, no habrá ningún problema - La cara sonriente de Judy, desaparece tras la puerta que dividía esta habitación y el lugar donde tenían a Quinn.
Los minutos avanzaban lentos, por lo menos para mí, aun me daban vuelta a las crudas palabras del señor López, ¿quiénes habrán sido? ¿Porque?, el sonido de la puerta me distrae, levantando mi rostro para ver la cara horrorizada de Judy. Me levanto para ayudarla, cojo unos de sus brazos y la llevo a un asiento vacío cerca del mío.
- Como esta tu hija…- pregunta unos de mis padres, la quedo mirando para saber su respuesta, aunque es más que obvia.
- Es…esta… - rompe en llantos, me siento junto a ella para abrazarla, su desesperación es devastadora, nuevamente quiero llorar pero no puedo, quiero permanecer fuerte para cualquier caso.
- ¿Quién es Rachel Berry? – pregunta una enfermera, atravesando la puerta que hace unos minutos atrás Judy pasaba – Rachel Berry…se encuentra en la sala.
- Si, aquí estoy - me separo de Judy y me hago paso atraves de mis amigos que me quedan mirando extrañados.
- Bien – comienza ella – sígame, el doctor López quiere hablar con usted.
Atravesamos la puerta, pasamos por un pasillo de color blanco, los gritos de dolor y los sollozos me erizan la piel, finalmente llegamos a la oficina del Sr. López.
- Permiso doctor – abre la puerta – aquí está la joven – paso callada, el se encuentra sentado tras su mesa de trabajo.
- Toma asiento por favor – me indica donde me debo sentar, por un momento se queda revisando unos papeles, luego me mira algo dudoso.
- Dime Rachel – comienza – ¿cuál es tu relación con la hija de Judy? – mis manos comienzan a jugar nerviosas sobre mis piernas. Pero no mentiré.
- Bueno, nosotras…- tomo un pequeño respiro – estamos saliendo hace unos cuantos meses – veo esbozar una sonrisa - a que se debe esta pregunta, si se puede saber.
- Cuando trajeron a Quinn al hospital – poso sus brazos cruzados sobre el mesón – y fui a verla, no estaba del todo inconsciente, repetía sin parar algo que no entendía muy bien… - se rasca la nuca – pues, como no me gusta quedarme con las dudas, me acerque un poco más para saber qué era lo que repetía sin cesar… - hace una pausa para mirarme -…repetía tu nombre, sabes yo la conozco desde que era muy pequeña, cuando santana y ella se conocieron se hicieron muy buenas amigas, y debo admitir, que Quinn siempre fue un encanto – hace una pausa con un gesto incomodo en su rostro – después de que cumplió los 12 años supe que ella no era igual a las demás niñas de sus edad, no sé, creo que siempre supe que podía ser… - se detiene, por lo visto no sabe como continuar.
- ¿Qué le gustaran las chicas? – pregunto – Sr. Sin ser irrespetuosa, creo que aun no entiendo el motivo del porque estoy aquí.
- Te quiere ver…- comenta desganado –…unos minutos después que Judy abandono la sala, ella despertó, me acerque y pidió hablar contigo…- mi cuerpo tiembla, no creo poder pararme por mi sola al menos, mis ojos comienzan de a poco a llenarse de lagrimas – ahora, todo depende de si tu quieres verla o no… - sentencia poniéndose de pie y encaminándose a la puerta. Lo sigo con la mirada, no creo poder aceptar... ¿qué pasa si se debilita más? o ¿sufre algún tipo de ataque? - bueno, vienes… - sin importarme nada tomo mi bolso poniéndome de pie, caminando hasta la puerta.
- Estoy lista – le digo cuando llego a su lado.
(N/A: la cancion se llama Stay de Emmy Rossum...)
Los ecos de nuestros pasos rompían el silencio que permanecía en el lugar, las caras de amargura de los pacientes hacia mas escalofriante esta situación. No es mucho lo que caminamos hasta llegar al lugar donde tenían a Quinn internada.
Hush now close out the light
No need to speak
Time will slow when we surrender
Whisper now over the edge
- Esta es la habitación – me dice señalando la puerta tras el – quizás este durmiendo, así que no intentes despertarla – me advierte. Se aleja dejándome el espacio suficiente para pasar.
Head rush
Are you still breathing?
Shiver
Taking me higher
La puerta emite un pequeño sonido que me incomoda, avanzo lenta, cerrando suavemente.
Stay
Darkness take over now
Stay
No thinking twice
Stay for tonight
The sound of your heart racing faster for me
Is what will save me
La imagen de su rostro totalmente destruido, sus moretones y el tan solo hecho de pensar en las cosas horribles que le sucedieron, me conmueven nuevamente rompiendo en llanto, ya junto a su cama.
Whisper soft
Anticipating this eclipse
Pulling you closer
Melting now covered in silk
Letting go into the stillness
Head rush careful don't drop me
Shiver taking me higher
- Rachel…- la casi inaudible voz de Quinn me llama la atención, contengo mis lagrimas –…Rachel…- repite otra vez, levanta un poco su mano para poder buscar la mía, al momento de nuestro tacto ella parece esbozar una sonrisa que me conmueve hasta lo último de mi. Sus lágrimas caen delineando sus mejillas.
- Aquí estoy mi amor – cojo su mano con fuerza, levantándola a la altura de mis labios y besándola con ternura – ya estoy aquí…
Stay
Darkness take over now
Stay
No thinking twice
Stay for tonight
The sound of your heart racing faster for me
Is what will save me
Faster for me
Feeling you save me
- Rach – mueve un poco su cabeza para poder mirarme – lamento haberte hecho daño, no...no sabía que serias la mujer más importante para mí hasta que te tuve – dice entre lagrimas – qu…quiero que sepas que – hace una mueca de dolor – que te amo, por sobre todas las cosas – se detiene un segundo, está muy agitada – y que debes cuidarte, pide ayuda, Finn te cuidara, me dio su palabra…
Memorize every moment (Breathe)
Letting this love take you over (Breathe)
Just breathe and stay
- Pero Quinn – le reprocho – tu me protegerás, yo lose, saldremos de esta juntas – mis lagrimas caen con más fuerza – nos casaremos recuerdas – le muestro el anillo que me regalo – tendremos una Hermosa familia, una hija, un perrito, todo… - me detengo, sus gestos de dolor me están poniendo demasiado nerviosa – pero por favor no me dejes…quédate…
Stay
Darkness take over now
- Te amo – dice tomando mi rostro, me inclino para poder besarla, nos separamos – cr…creo que ya es mi hora…
Stay
No thinking twice
Stay for tonight
- No… - le contradigo- …no Quinn tú no te puedes ir, no nos puedes dejar, yo te amo, por favor…
The sound of your heart racing faster for me
Is what will save me
- Lo siento – la mano con la que me tenia sujeta comienza a soltarse de a poco hasta caer sin vida sobre la camilla…
Faster for me
- Quinn – digo entre lagrimas, casi susurrando – no te vayas… quédate…
Feeling you save me
Stay
¡¡…QUINN…!!
El rostro de todos los presentes se descompone, al saber que nuestra amiga, hija, novia, su luz dejo de brillar. Los gritos desconsoladores de Judy estremecían a más no poder, ¿porque una persona que no había causado un mal a nadie, sufre un final tan terrible como este?... ¿¿a qué se habrá referido Quinn al decirme que debo protegerme y que Finn cuidaría de mí??…estas preguntas que aun no tenían sentido alguno en mi cabeza pronto se aclararían, pero por ahora debo vestir mi luto y recordar a este ángel que aunque por muy poco tiempo tan feliz me hizo sentir en estos últimos meses de oscuridad.