-¡Gebo!-llamó Teiwas llegando de inmediato para taclear al otro haciendo que el gatito quedara libre de huir.
El lobo más grande reaccionó enseguida buscando morder con fuerza dando en el hombro haciendo al otro proferir un pequeño grito al tiempo que brotaba la sangre. Teiwas volteó en ese momento buscando morder también algún punto acertando apenas en el cuello llevándose consigo un poco de pelo un chillido del otro, enseguida se enzarzaron en una pelea algo sangrienta y bastante violenta. Ambos lobos se gruñían completamente erizados, lardaban y lanzaban tanto mordidas como zarpazos a su contrincante buscando hacer el mayor daño posible el otro.
Bastas miraba asustado sin poder reaccionar del todo, apenas y retrocedía conforme los otros dos avanzaban levantándose en las patas traseras intentando empujar y herir al otro, en alguna ocasión le llegaron a caer unas cuantas gotas de sangre de alguno de los canes haciéndole temblar como con cada gruñido gutural y vibrante.
La pelea iba bastante pareja, tanto el enorme lobo como Teiwas estaban mal heridos y negándose a dejar la lucha antes que el otro, de ambos hocicos brotaba ya algo de sangre por las mordidas y araños, los gruñidos salían casi a la par y se arrebataban chillidos agudos y molestos en cuanto lograban abrir la carne haciéndola sangrar e incluso exponer un poco de la grasa.
-¡Teiwas!-gritó Bastas al fin en cuanto le vio caer arrastrándose un poco para que el otro no consiguiera dar la fatal mordida en su cuello.
El chico intentó correr hacia ellos de inmediato cuando una fina pero fuerte pata le bloqueó el camino con decisión haciéndole retroceder, siguió con la mirada aterrada el camino del hocico del otro pero le sorprendió que se calmara y alejara de Teiwas cojeando.
Levantó la vista aún impactado descubriendo a la líder de la manada viendo a los otros dos con un rostro sereno, como si no estuvieran heridos, a su lado estaba Kano mirando más preocupado la pelea, se escabulló a un lado para ver, no era capaz de retar a la mujer.
-Ve-permitió levantando la pata para ver la pequeña figura negra y algo gorda correr hacia el lobo y detenerse a unos centímetros.
-Teiwas-dijo horrorizado y con lágrimas adornando sus ojos-¿Estás bien? Déjame ayudarte.
-¿Cómo?-preguntó tomando su forma humana con un gesto de dolor bastante obvio, tenía muchas más heridas que se exponían sin tanto pelo.
-¡No!-chilló el chico impidiéndole moverse mucho, tenía una herida especialmente grande en la espalda, tomó su forma humana con algo de trabajo y sintió las telas cubrirle de inmediato, Kano se las había puesto encima-No te muevas.
-No puedo hacerlo mucho-dijo levantándose de la tierra con ayuda de sus brazos y el chico le recibió en brazos sintiéndole demasiado pesado-No me cargues-gruñó apenas.
-Cállate-mandó aún con lágrimas-Te voy a ayudar-como pudo y con algo de ayuda del hombre le llevó hasta el lago para comenzar a lavar las heridas recibiendo quejidos bastante obvios, la sangre manchaba el suelo y se diluía con el agua dejando en evidencia los daños a los tejidos.
-Bastas-le detuvo Kano-Yo le ayudo-le mostró el botiquín de primeros auxilios que tenía y se sentó a un lado de su hermano, lo abrió dejando al chico sorprendido, aparte del agua oxigenada y vendas sólo había plantas.
-Kan necesita medicina-dijo incrédulo a la herbolaría.
-Mi gente se ha curado desde siempre con plantas-dijo tranquilo-En la ciudad pierden contacto con la naturaleza por eso, usan cosas sintéticas.
-¡Teiwas!
Bastas volteó de inmediato, no conocía aquella voz, un lobo mediano se acercaba rápidamente con la preocupación marcada en el rostro y se detenía al verle a él y a Kano, aunque eso no quitó que tomara su forma humana y tomara sus telas de aquel bolso que llevaba.
-¿Qué pasó?-preguntó viendo las heridas con lágrimas en los ojos-¿Qué te pasó?-preguntó acariciando el rostro en un intento de consolarle.
-Una pelea-no alejó la caricia, estaba demasiado cansado-Iban a atacar a mi cachorro.
Thurizas volteó a ver al gatito, y abrió los ojos sorprendido, había escuchado que tenían un nuevo miembro en la manada por que esperaba al hijo de Teiwas, pero jamás esperó que fuese un gato tan chico.
-Es un cachorro-negó incrédulo al verle.
-No lo soy-dijo molesto Bastas-Y de todos modos ¿Tú quién eres?
-Thurizas, soy el prometido de Teiwas-dijo orgulloso haciendo entornar los ojos a Kano.
-¿Prometido?-preguntó Bastas levantando las cejas incrédulo.
-Sí-mostró los colmillos-Y no pretendo reconocer a tu… cachorro como hijo legítimo.
-Pues no pedí tu opinión, idiota-gruñó el chico bajando las orejas hostilmente y sorprendiendo al joven lobo y a Kano.
-Thurizas-llamó Iza viendo a su hijo en la casi inconsciencia sin darse real cuenta de lo que sucedía.
-Iza-se inclinó de inmediato bajando las orejas ante la mujer.
-Yo ya acepté al cachorro como mi nieto legítimo, contra eso no tienes poder alguno-hablaba seria.
-Pero… ni siquiera será un lobo total-habló con las orejas aún bajas en sumisión-Y Teiwas es mi prometido, aunque esté fuera de la manada.
-¿Cuándo se ha dicho que no aceptamos híbridos que no sean de una sola raza?-preguntó la mujer dejando al otro callado- Sí, mi hijo es tu prometido, eso no te da la opción de elegir por él.
-Lo lamento-se disculpó el chico.
-Kano, en cuanto termines de sanar sus heridas procura que hable con ellos dos-señaló a los chicos que se veían con desagrado-Después puedes llevarlo a mi casa, ya sabes en donde está su habitación.
-Sí, madre-aceptó él preparando ungüentos para aplicarlos y vendar las heridas usando gran cantidad de vendas, no habían sido nada pequeñas-No podrá tomar su forma animal durante un buen tiempo.
-Pero cuando se duerma…-dijo el chico.
-No-explicó tranquilo-Con las heridas le costaría demasiado cambiar de forma, como tú con el embarazo, su cuerpo sabe lo que conviene.
-Bastas-llamó suave abriendo los ojos un poco buscando al chico y poniendo celoso al otro lobo.
-Mande-dijo a su lado de inmediato temblando un poco aún por el miedo.
-¿Estás bien?-preguntó-¿Y el cachorro?-buscó la barriga con su mano.
-Sí, estamos bien-asintió con su mano sobre la del otro-No te preocupes, sólo intenta recuperarte ¿Si?
-Me curo rápido-asintió aliviado de saber que los otros dos estaban bien-Gracias por preocuparte Thurizas-dijo al verle ahí también.
-Puedes irte conmigo, yo puedo cuidarte todo el tiempo que necesites-ofreció de inmediato el chico sintiendo que debía luchar con el otro por la atención de su prometido.
-No-agradeció apenas con fuerza ayudándose de Kano para incorporarse-Puedo cuidarme sólo.
-Por supuesto que no-regañó Kano-Son ordenes de la líder que vayas a su casa a recuperarte, ellos dos estarán al pendiente-ordenó Kano-Tienes que aclarar algunas cosas, además.
-Sí…-medito lo que decía el blanco y cerró los ojos.
-No puedes dormirte en un rato-le hizo reaccionar-Eso te haría un poco mal por las hierbas-le ayudó a incorporarse con cuidado de la espalda-Mínimo una hora.
-Pero debe descansar-dijo Thurizas preocupado-Está agotado.
-Las hierbas que utilicé hacen efecto más rápido si está consciente-dijo hacia el chico, no lo dejen dormir, iré a ver como está Gebo.
Los chicos se quedaron cuidando del otro, Gebo estaba rodeado de más gente así que tenía menos problema, eso era evidente, Bastas se recargó en el árbol y con ayuda del otro recargó al hombre en sus piernas y pecho para que estuviese algo erguido y no pudiera dormir del todo.
-No deberías cambiar de forma-dijo Teiwas sintiendo al otro intentando animarle para que no durmiera.
-No lo pensé-se disculpó el chico –Aunque me costó un poco de trabajo.
-Claro que te cuesta trabajo-se rió un poco, era en esos momentos que veía la inocencia del chico-Cuando cambias de forma no sólo lo haces tú, sino también el bebé, cambias por los dos.
-Ya decía yo que no era tan normal-sonrió para tenerle despierto y le tomó las manos cuando cerró los ojos-Lo siento, no voy a dejarte dormir un rato.
-El bebé se vengará cuando nazca-dijo con una sonrisa tranquila, no tenía fuerzas para reír o hacer buenos chistes-No he estado muy al pendiente de él-se lamentó un poco.
-Claro que sí-dijo el chico de inmediato-Siempre estás vigilándome.
-Por Kano-replicó como un adolescente apenado.
-Escusas-negó suave-Aunque tu y yo, o todo el mundo diga lo contrario, queremos a este bebé, Teiwas, la prueba está en la pelea de hoy.
El lobo no pudo objetar a esas palabras, era muy cierto, en el fondo deseaba al bebé, ya estaba en su madures, una edad que era casi la ideal para tener cachorros, aún no era muy tarde para eso, y tampoco muy temprano, como si lo era para el gatito.
-Sinceramente-suspiró el lobo viendo a Thurizas intentando desviar su atención de la conversación-Nunca quise hijos-le vio mover las orejas-Por eso reaccioné así.
-Yo siempre pensé que mi primera vez iba a ser romántica-sonrió sintiéndose tonto.
-Lamento haber destruido tu sueño Bastas…
-Era luna llena-se encogió de hombros un poco entristecido-No sabía que eras un lobo, pero debí haber hecho caso de tu advertencia.
El hombre sonrió apenas perceptible, hablar del pasado sin coraje o rencores era definitivamente mucho mejor que hacerlo aún encendido por el odio, reconoció para si que había sido muy grosero con el chico cuando en parte debió comprenderle.
-No te ves tan… ¿Traumado?-dudó la palabra-Como deberías por lo que pasó.
-No lo estoy-dijo serio-Me gustabas mucho, sólo… fue todo de una manera diferente a lo que había pensado, estaba asustado, no era que no quisiera, fue más enojo.
-Así que solo lo arruiné-le alivió un poco saber que no había hecho un daño más profundo en el chico-Me alivia oír eso, no pretendí hacerte daño cuando te tomé.
-Gracias-sonrió un poco el chico-Sé que es en parte mi culpa, no te sientas tan culpable, por favor.
-Bueno, creo que ya resolvimos eso-opinó Teiwas mirando el cielo azul encima de ellos.
-Iré por algo de comer-dijo Thurizas levantándose para ir corriendo en busca de una presa.
Bastas le miró irse, supuso que sí amaba a Teiwas, la manera que tenía de mirarlo era diferente, se notaba que buscaba estar a su lado, y al parecer el lobo era un poco más amable con él que con el resto provocándole una gran curiosidad al respecto.
-¿Has pensado en el nombre del bebé?-pregunto Teiwas.
-Creo que cuando vea su carita sabré el nombre que es para él-citó la tradición que le había enseñado su madre antes de escapar de casa con su ayuda.
-Quiero sentirlo-pidió Teiwas-Al bebé.
Bastas sonrió un poco, le ayudó a recargarse más en el árbol y se arrodilló a su lado para tomar ambas manos y ponerlas en su vientre sintiendo una respuesta casi inmediata por parte de su bebé, se estaba moviendo, aunque aún no era tan grande como para patearle.
-Se está moviendo-dijo Teiwas sorprendido.
-De vez en cuando lo hace-aceptó con una sonrisa y le alivió ver al otro recargar su oído en la barriga-Creo que reconoce a su papi.
-¿Tu crees?-sonrió un poco.
-Sí, casi con nadie se mueve así-confesó sin poder contener su sonrisa.
Kano veía desde algo lejos la escena, le daban un poco de celos, él siempre había deseado un cachorro, pero sus parejas… eso era una larga historia, se dio la vuelta y choco de frente con Thurizas que tenía los ojos empapados en lágrimas.