Pov’s Fudou
Aun no puedo entender como todo esto ocurrió, somos tan diferentes, tu siempre feliz contento y optimista. Yo por mi parte serio y siempre de mal humor.
Aun así pudiste romper la rutina que llevaba por vida, todavía sigo agradecido por haberme rescatado, a la cual yo mismo me había condenado.
Pensé todo esto mientras estaba abrazado a quien tanto le agradecía, alguien idiotamente alegre, obsesionado con el surf, siempre sonriendo y mirando todo con ese estúpido optimismo que tanto amaba. Josuuke Tsunami
-Fudou…
Cuando dijiste mi nombre me sacaste de mis pensamientos, realmente adoraba cuando decías mi nombre con esa voz seudo-durmiente, si fuera otro quizás te lo diría, pero como soy el gran Akio Fudou, jamás reconocería algo tan vergonzoso como eso.
-Tsunami….
-Vamos, levántate iremos a surfear- sonreíste al decir eso, como siempre que hablas del surf.
-Tsk... Es que no sabes pensar otra cosa que no sea el surf- dije aparentemente cabreado.
-Bueno, en realidad solo pienso en surf cuando no pienso en ti.
Me di la vuelta rápidamente, no quería que me vieras así, mi cara estaba completamente sonrojada, a veces eras demasiado dulce
-Ok entonces vámonos- dije con voz baja, de respuesta solo escuche una alegre risa, de seguro que te sentías alabado.
-Espera… Fudou- sentí como suavemente te acercaste detrás de mí y me abrazaste para poder darme la vuelta y besarme en los labios, el inocente beso comenzó a tomar pasión, y solamente te solté cuando ya no podía mas, necesitaba respirar. Pero nos seguimos besando y antes de darme cuenta ya estaba tendido en la cama, sin mi camiseta, al igual que tu, que lucias tu hermoso cuerpo a la luz del sol que entraba por la ventana de nuestra habitación.
Después de un rato ambos estábamos completamente desnudos, yo empezaba gemir por lo bajo. Estabas mordiendo suavemente el lóbulo de mi oreja, sabias perfectamente que era uno de mis puntos débiles. Seguiste besando todo mi cuerpo mientras yo te miraba avergonzado, si bien esta no seria la primera ni la última vez que hacemos el amor. Contigo siempre me siento como si fuera la primera vez, me pongo nervioso y pierdo todo el poco control que poseo.
-Puedo-dijiste mostrando tres de tus dedos de la mano, a lo cual yo solo conteste tomando tu mano para llevarla a mi boca y dejar completamente húmedos.
Pusiste el primer dedo, hice como que no paso nada, con el segundo me sentí incomodo, realmente no me acostumbraba aun al dolor, aunque sabia que duraría poco antes de ser completamente tapado con el placer de sentirnos uno.
-solo hazlo- dije con dificultad entre gemidos.
Entonces tu solo me penetraste de una estocada rápida y dolorosa, no te moviste durante unos momentos hasta que claro yo te autorice.
Comenzaste con un suave ritmo más lento, pero a medida de que me acostumbre comencé a ayudarte moviendo rítmicamente mis caderas, tomamos un ritmo salvaje, para que luego tu mano comenzara a masturbarme al mismo de las estocadas, las cuales eran precisas, cada golpe llegaba directamente a donde mas me gustaba.
-Me… me vengo- dijiste entrecortadamente
-Hazlo… adentro- dije con dificultad, yo también estaba en el borde, solo un poco mas y vendría.
Fueron solo unos minutos más cuando sin avisar nada me vine ensuciando nuestro abdomen y pecho. Al mismo tiempo tú te viniste dentro de mí.
Ambos caímos exhaustos a la cama.
-Te amo Akio...
-Tsunami, no Jousuke... yo también te amo- dije con mucha vergüenza, aun me es difícil reconocerlo, es demasiada responsabilidad para ser tan solo una pequeña frase, aun así si hay algo de lo que estoy seguro es que te amo mas que a nadie, mas que nada. Realmente eres un tsunami, del que no puedo huir, me arrastras con esa amabilidad y dulzura. Si fuera por mí moriría ahogado en ti
-Gracias- dije mientras me refugiaba en tu pecho. Tu solo me abrazaste como un gesto protector.