Hasta volverte a encontrar
Llevaba todo el día como en otro mundo, despistado, la letra de la canción se le había olvidado por decima ves, Suguru estaba que mataba al chico de cabello rosa, era tan incompetente y el concierto estaba por llegar, ¿no podía tomarlo más enserio una sola ves?
-Lo siento…- El cantante se disculpo de los presentes y salió corriendo a todo lo que el alma y piernas le daban.
-¡Shu!- Hiroshi trato de seguir a su amigo, pero este corrió más veloz y le fue imposible. Nakano, Suguro y ni si quiera Mr. K pudieron detenerlo.
La noche estaba cayendo y con ella una fuerte tormenta, relámpagos, rayos se hacían presentes, Shuichi caminaba bajo la lluvia, permitiendo que esta lo mojase, confundiendo sus lágrimas con las gotas que perlaban su piel, ya habían pasado dos meses desde que Yuki y el habían roto, en ese momento todo lo vivido con su amante rubio lo atacó…
-“¿Qué haré sin ti, Yuki?”- A pesar de todo lo vivido, el daño causado, las lágrimas derramadas y el alma destrozada, aun seguía amando al novelista y a si sería hasta el día de su último aliento de vida.
Hiroshi seguía de cerca a la bola rosa, tenía miedo de que Shuichi cometiera alguna locura, aunque no lo culpaba de nada, menos de querer hacerlo, pero el suicidio no era la única salida, de ello estaba seguro.
*** Flash Back ***
Shuichi corrió hasta esa cafetería todo lo que le dieron sus piernas y le permitió su alma, llegaba tarde a la cita con su amado escritor y este conociéndolo como lo conocía, debía estar de muy mal genio. Entró y vio una melena rubia, Yuki ya había llegado, sabía que lo mataría… se dirigió a la mesa del novelista.
-Llegas tarde- Antes de poder siquiera acercarse bien a Yuki este le había hablado con esa frialdad propia de él.
-Perdóname, Yuki, es que… yo…- el chico de cabello rosa se disculpaba con el escritor, estaba bastante agitado por la carrera.
-Siéntate, tenemos que hablar- y sin más que decir el rubio bebió de su café, observo al menor fríamente, más de lo normal si cabía.
-¿acaso me propondrás matrimonio, Yuki?- Shuichi lo miraba con un bello sonrojo y corazones en sus ojos, su felicidad era notoria.
-nunca haría eso…- Yuki fue tan cortante con esas palabras, el corazón de Shuichi se rompió en un millón de fragmentos, había aprendido a ser fuerte, pero esto era demasiado, una amarga lágrima rodó por su mejilla.
-No… no llores, Shuichi, basta- El novelista lo miraba preocupado, Yuki no era Yuki, ¿Qué ocurría? ¿Dónde había dejado al Yuki frio e insensible?
-Yu… Yuki…- Shuichi estaba temeroso de decir lo que diría, pero debía hacerlo, aun esa duda rondaba su pequeña cabecita. –Esa chica de hace… una semana… ¿Q-quién era ella?- musitó mirando al novelista quien se quedo perplejo, si, Yuki Eiri le había sido infiel, pero se supone que cualquier evidencia la había eliminado, todo para evitar lastimar mas a la pequeña bola rosa.
-Shuichi… ¿C-cómo…?- Yuki no sabía que decirle al menor, no sabía cómo actuar ante ello.
-Te perdonaré, no importa, ya paso- susurró con lágrimas en sus ojos, una vez más el rubio lo hacía llorar… este último se sentía una basura, solo el causaba todo ese dolor en el pequeño, realmente era despreciable.
-El solo fue una aventura, mocoso- allí estaba de nuevo, con su acostumbrada frialdad –Pero no negaré que hay alguien más…- Yuki no podía seguir, se le dificultaba hablar, el nudo en su garganta estaba ahogándolo.
-S-sabia que… Y-yo… Yuki… lo prometiste- Shuichi rompía a llorar, no escandalosamente como siempre lo hacía, pero si lastimosamente y eso el novelista pudo notarlo. –dijiste que yo… sería el único… Yuki… tu…- Su voz se quebró.
-Hay cosas que uno no controla, Shuichi- Musita Yuki fríamente, ya no quería mirarlo, solo lo hacía llorar, esto era lo mejor para ambos.
-Solo dile que te cuide, y si te hace daño yo…- su voz le traiciono y soltó un quejido –lo mataré- finalizó cerrando fuertemente los ojos, deseaba que Yuki lo abrazará y le dijera un “todo está bien” pero sabía que eso nunca ocurriría, sin más se levanto de la mesa, le sonrió al escritor dulcemente y pronuncio un “te amo, Yuki” para después salir corriendo del local, le hacía daño mirarlo, si quiera hablarle. El rubio escudo su mirada con el flequillo, estaba de acuerdo con Tohma que eso era lo mejor.
***Fin Flash Back***
Shuichi rompió a llorar y cayó de rodillas al suelo, sollozando con pena, dolor quizás, Hiroshi corrió a su lado, Shuichi solo golpeaba el suelo, azotando sus puños contra el suelo, sus nudillos sangraban.
-Hiro… Hiro…- La bola rosa lloraba abrazando a su amigo, no podía detener su llanto.
-Tranquilízate, Shu… todo está bien- Hiroshi lo levanto, tratando de que el vocalista se apoyará en el. Caminaron juntos y antes de que se dieran cuenta, llegaron al parque en donde Shuichi y el novelista rubio se conocieron. Hiroshi se percato tarde, Shuichi se soltaba a llorar lastimosamente.
-¿Sabes… Hiro? Sigo amándolo tanto como la primera vez que lo vi…- Shuichi se sentó en una banca y comenzó a recordar, llorando desconsolado en el pecho de Hiroshi.
-Eso te hace cada vez más daño, Shu- Hiroshi lo abrazaba como si su vida dependiera de ello.
***Flash Back***
Había preocupación y tensión en el ambiente enfermo de ese lugar, el olor a enfermo, era terrible, por supuesto, los hospitales no eran nada geniales, para nadie.
Tohma Seguchi, Mika Seguchi y Tatsuha, estaban allí, esperando, por que no podían hacer nada mas, solo esperar. Un agitado Shuichi llega, tenía la respiración entrecortada, Hiroshi lo acompañaba.
-¿Dónde… E-esta…?- Shuichi tenía la voz agitada, seguía quebrándose a cada instante, tenía la mirada llena de desesperación, agonía y un profundo dolor.
-¿Tatsuha?- Mika estaba realmente molesta, no podía creer que su hermano menor había desobedecido las ordenes de Tohma.
-Lo siento, pero era necesario, Shindou necesitaba saber esto… lo siento- Tatsuha estaba apenado, pero no se arrepentía, Yuki y Shuichi debían verse.
-De acuerdo, te llevaré con él, discúlpenme- Mika se disculpo ante los tres hombres, Tohma no dijo ni una sola palabra, no podía, le dolía.
Shuichi respiro profundo, esperaba encontrarse al “novio” de Yuki, estaba agradecido de que no estuviera ni en la sala ni en la habitación, miró a Yuki tan débil, frágil, sin emociones, lo miró con lágrimas en los ojos.
-Yuki…- Shuichi rompía a llorar nuevamente, odiaba llorar tanto, se había prometido no llorar y ahora…
-¿Quién te dijo?- Yuki miraba a Mika quien en signo de disculpa salió de la habitación, Shuichi negó con la cabeza.
-No importa Yuki yo…- Shuichi quería saber que había pasado con le persona que le robo a su amante, quería saber si ese estúpido había abandonado a Yuki cuando más lo necesitaba. -¿Dónde está? ¿Te abandono? Yo… Yuki- hablo Shuichi más que para Yuki para sí mismo.
-Nunca hubo nadie más… nunca nadie podría ocupar tu lugar, mi bola rosa- suspiro Yuki mirándolo con dulzura.
¿Cómo no pudo darse cuenta antes? ¿Cómo no lo noto en la mirada de Yuki? ¿Por qué? ¿Desde cuándo podía mentirle tan bien? Esa enfermedad se estaba llevando a Yuki de su lado, esa enfermedad llamada leucemia.
-Te amo, Shu- murmuro Yuki mirando al menor, Shuichi no soporto más y comenzó a llorar más fuerte, por primera vez Yuki le dijo lo que sentía.
-Te pondrás bien, estaremos bien- Susurró Shuichi mirando con dulzura al rubio.
-Ya… no… perdona, no podré cuidarte mi bola rosa, mi baka- una lágrima rodo por el rostro pálido de Yuki. –Se feliz mi bola rosa, pórtate… bien… sonríe…- susurró abrazándolo fuertemente.
Estuvieron un rato abrazados, las palabras no servían, los gestos eran mejor que todo lo demás, Poco a poco el abrazo fuer perdiendo fuerza por parte del sexy escritor, no había más, el escritor había dejado escapar un suspiro y cerrado los ojos, se había ido del lado del chico revoltoso, lo había dejado con ese mundo cruel. Un grito desgarrador salió de los labios del menor, todos sabían que significaba, Mika rompió a llorar en el hombro de su esposo, Tatsuha se quedo en silencio y Hiroshi fue al lado de su amigo.
*** Fin Flash Back***
Shuichi lloraba desconsolado al recordar todo, no podía seguir allí sin su rubio escritor, ya no quería, pero no había otra opción, Yuki quería que fuera feliz, feliz sin el… simplemente era imposible, ya no podía, ya no… Su escritor se había ido… ya no estaba… ya no.
-“Hasta volverte a encontrar, Shu”- el viento le susurro unas cálidas palabras al vocalista de Bad Luck quien misteriosamente paro de llorar.
-“Espérame, Yuki, aunque escapes, te encontraré a pesar de todo, porque yo… Te amo”- Shuichi sonrío sin ánimos y dirigió su mirada al cielo, la lluvia había parado hace un momento. Su Yuki lo esperaría… y estarían juntos siempre… ¿No? quizá no en esta vida… pero la próxima estarían juntos.
Ryuichi esperaría por Shuichi, cuando decidiera darle el si, después de todo el vocalista siempre amo en silencio a la bola rosa, el curaría sus heridas, sonríe para sus adentros al ver al chico de cabellos rosas cantar con toda el alma frente al público, ese era el Shuichi que él conocía.