Querido Zack.
Sé que escribirte una carta está un poco anticuado pero no tenía ningún otro medio de comunicación ahora mismo para hablar contigo. Me he enterado de que te vas a venir a vivir aquí ¡Que alegría! Estoy deseando contarte tantas cosas y enseñarte tantos lugares y sobretodo presentarte a mi amado Cloud. Siempre te hablo de el pero nunca te lo he presentado, seguro que te encanta tanto como a mí. Sabes he hablado con el director y te he puesto en la misma clase que Cloud, tiene tres años menos que nosotros dos, y como tú has repetido dos veces y al cambiarte de país tienes que volver a repetir un curso iréis juntos. Me da mucha pena no poder estar contigo pero sé que Cloud te cuidara, espero que tu a él también, es tan frágil. Estoy deseando que llegue Enero para verte.
Con cariño tu mejor amigo, Squall
P.D.: Espero que logres entender mi letra y que no tengas muchas complicaciones al leer la carta. Nos vemos.
Zack releyó la carta por enésima vez desde que había llegado, y volvió a hacer una pelota con ella antes de encanastarla en la papelera. Sabia de sobra que volvería a cogerla pero no podía evitar hacer eso. Su amigo, su querido amigo al que siempre había visto como algo más que un simple amigo no paraba de hablar del idiota de su novio todo el tiempo. Zack siempre había sido felizmente hetero hasta esa maldita fiesta en la que todo había cambiado.
Flash-back
-Esto es un aburrimiento- dijo Tifa.
-¡Ya se! ¿Por qué no jugamos a la botella?- dijo Aerith animadamente.-¿Quién se apunta?
Sin ningún plan mejor que hacer todos acabaron apuntándose al inocente juego. Tifa vacio una botella y la hizo girar. La parte delantera apunto a Squall y la parte trasera a Zack.
-¡Ni de coña!-exclamo Zack levantándose de un salto.
- Oh venga, no seas un aguafiestas- le dijo Squall- Si solo es un besito, no va a pasar absolutamente nada.
A regañadientes Zack acabo aceptando y lo que iba a ser un pequeño beso acabo en un apasionado e intenso beso que hizo que se estremeciera completamente. Y que en su pecho empezara a nacer un nuevo sentimiento.
Fin del flash-back
Los meses habían pasado demasiado rápido y ahora Zack se encontraba bajando del tren buscando con la vista a su querido amigo.
-Oh vamos- suplico Squall.
-Lo siento, Squall. Sabes que iría encantado contigo a la estación pero tengo que estudiar para la recuperación de historia y mi madre no me deja salir en todo el fin de semana.
-Pero yo quería que vinieras conmigo.-dijo haciendo un puchero.
-Deja ya de hacer eso, Squall. Ya sabes que no puedo.
-Es injusto.
-Alegra esa cara, el examen es el Lunes así que el próximo fin de semana lo tendré libre y hare todo lo que tú quieras.
-¿Todo, Todo?-pregunto el chico.
-Sí.
Feliz Squall deposito un apasionado beso en los labios del chico y salió corriendo para la estación. Hacia 5 minutos que debería haber llegado.
Zack se había sentado en un banco. Su pecho le dolía, seguramente porque sabía la razón de que su amigo no estuviera allí y esa razón tenía rostro y nombre, Cloud.
-¡Zack!- exclamo alguien tras el, dándole un fuerte abrazo por la espalda.- Siento llegar tarde me he entretenido por el camino.
-No pasa nada- dije un poco dolido.
-Eh venga no estés triste vamos a tu nuevo apartamento dejamos las cosas y nos vamos tu y yo a recorrer la ciudad.
-¿Tú y yo solos?-pregunte.
-Pues claro ¿Es que acaso esperabas a alguien más?
-No, solo es que imagine que Cloud vendría con nosotros.-dije mas animadamente.
-Ojala. El pobre va mal en historia y tiene la recuperación el Lunes así que su madre lo tiene explotado a estudiar. Pobrecito mío.
Esas palabras me hirieron profundamente pero no deje que él se diera cuenta.
Genial. Este fin de semana había sido genial. Squall me había ayudado con lo que quedaba de mudanza y me había enseñado toda la ciudad. No habíamos hablado de Cloud ni un solo momento. Fue absolutamente genial.
Había llegado temprano a clase, no quería empezar mal el primer día. Encontrar su clase fue un verdadero infierno, hasta un laberinto era menos complicado. En cuento entro las miradas de todas las chicas se posaron en el “siempre igual” pensó un poco desalentado. Aun faltaban quince minutos de clase y como no había nada mejor que hacer se dedico a conversar con aquellas chicas.
La puerta de la clase se abrió nuevamente y por ella paso un chico. Zack levanto la vista y lo miro. En lo primero que se fijo fue en sus ojos, unos hermosos y grandes ojos azules, después en su rubio cabello y por ultimo en su pálida piel. Era hermosos, muy hermoso. El chico se dirigió hacia una de las mesas y deposito allí su mochila a continuación se sentó en la silla y apoyo la cabeza sobre la mochila cerrando los ojos con la intención de dormir un rato. Zack tuvo el impulso de levantarse y dirigirse hacia el chico solo con la intención de volver a ver sus ojos que tan hechizado lo tenía. El timbre sonó y el profesor entro en la clase cerrando la puerta tras de sí para que los más rezagados no pudieran entrar.
Las clases trascurrieron rápidamente, Zack lo asocio al hecho de que no había parado de pensar en aquel joven rubio. Lo que más deseaba en este momento era hablar con Squall haber si el sabia quien era aquel misterioso joven. Era la ultima hora de la mañana y Zack estaba empezando a cansarse del insistente acoso que recibía por parte de sus compañeras y algún que otro compañero.
Zack se sobresalto. Alguien habia dejado caer su mochila sobre el pupitre de al lado. Miro cabreado a su nuevo compañero y los vio. Vio aquellos hermosos ojos que le miraban con curiosidad.
-Hola- dijo simplemente.
-Ho…hola- dije agachando la cabeza para evitar sonrojarme.
-¿Tú debes de ser Zack, verdad?
-S…si ¿Cómo lo sabes?-pregunto confundido, que le recordara nunca antes se habían presentado.
El chico le sonrió. Aquel simple gesto se le antojo a Zack tan hermoso que podría asegurar ahora mismo que nunca se le borraría de la mente.
-Soy Cloud-dijo tendiéndole la mano- El novio de Squall.