Las clases ya habían comenzado y el ojiazul no se había presentado aun a la escuela. Todos estaban aburridos, el silencio los estaba durmiendo, era raro no escuchar a diario las peleas verbales entre el rubio y el castaño, a veces y con suerte se divertían viendo como se agarraban a golpes, entre Duke y Tristan hacían sus apuestas, siempre a favor del castaño.
El receso llego y todos salieron por sus respectivos alimentos, solo el rubio se quedo en el salón, estaba dibujando, comenzaría a mostrar su portafolio de trabajos a las empresas en las que decidiera presentarse, necesitaba aun trabajo y no estaría mal que por primera vez trabajara en algo que a él le gustaba hacer.
A los pocos minutos el moreno hizo acto de presencia en el salón y se acomodo en su lugar y comenzó a teclear su computador rápidamente, ese día estaba de malas, la maldita junta matutina lo hizo perderse un examen, genial! Saldría con una mediocre calificación al final del mes.
Pero lo que realmente más le molestaba era ser ignorado, como si fuera una persona x sin ningún propósito en su miserable vida, pero lo encabritaba aun mas ser ignorado por una persona x (llámese Joey Wheller), que demonios se creía ese perro bastardo como para no poner atención a su presencia.
-Acaso no vas a darle los buenos días a tu amo, perro- dijo desde su asiento, el rubio lo ignoro y seguía con sus dibujos.
-Te estoy hablando, y cuando te hablo tienes que venir a darme la pata!- alzando la voz, Joey solo lo volteo a ver y sacudió su cabeza en signo negativo.
-Que mierda quieres Kaiba, estoy ocupado, no me estés molestando- volviendo a lo suyo.
Como osaba ese perro a decirle lo que no podía hacer, tomo un borrador (goma) y se lo lanzo como un pequeño proyectil al perro.
-AUCH!, pero qué demonios te pasa!!- ahora si hacia su rabieta, gracias a Dios ya había terminado sus dibujos y todavía se tomo la molestia de borrar algunos imperfectos con el borrador del moreno. –Ahora sí que quieres! Porque por lo que veo te hace falta atención niño rico!- se mofo del castaño.
-Claro que no perro, solo que merezco respeto de mi perro, quizás si fueras menos gruñón te traería un hueso diario- decía sonriendo con malicia.
-Aquí el único gruñón eres tú, sabes, no me molestaría prestarte mi culo, toda esa tención sexual te hace perder el control- decía sonriendo de manera burlona.
-A sí?, con que el perro es sexualmente activo- sonreía de la misma manera, no le creía ni una palabra a ese perro hocicón, pero si quería saber hasta dónde podía llevar esa farsa. –Vaya! Pues demuéstramelo- cruzando los brazos.
-Con gusto te prestaría mi culo Kaiba pero sabes, no soy un desviado como tu-, el moreno solo se descoloco ante lo dicho, que a caso no se lo había ofrecido en bandeja de plata y ahora se echaba para atrás?.
-Ya sabía que eras un hablador Wheller- mostrando falsa decepción –Acaso te da miedo dejar de ser hombrecito?-
-Acaso a ti no te importa metérsela a un hombre?- respondía el rubio medio molesto por los comentarios del moreno.
-La verdad nunca lo eh intentado, pero me acaba de dar curiosidad ahora mismo, que dices perro?, solo quedara entre tú y yo!- sonando confiado.
-No quieras disfrazar tu homosexualidad como un trato raro Kaiba- decía desconfiado el rubio, no podía creer que se lo haya tomado muy en serio el moreno, aunque… la idea también se le estaba haciendo curiosa desde hace un tiempo atras, pero qué demonios estaba pensando!, jamás le daría el culo a ese malparido.
-No soy homosexual Wheller, simplemente te estoy diciendo que probemos, que dices?-, el rubio aun no sabía como el maldito podría hablarlo tan fácilmente como si de pedir un caramelo se tratara.
-Como se que no es una trampa para pisotearme y después echármelo en cara cuantas veces quieras?- Sí!, quería probar también, pero tenía que saber que tanto podía perder bueno aparte de la virginidad de su trasero.
-No lo había pensado de esa manera…- se detuvo al ver la mirada asesina del rubio. –Pero esta vez no es nada de eso Wheller, es más si quieres para que me creas no se… me tomas una foto desnudo y si te lo echo en cara la das a la prensa-, El rubio lo medito un rato, sonaba bien el trato.
-es..ta bien- soltó finalmente el rubio, estaba hecho un manojo de nervios.
-Bueno, en ese caso, tu dime cuando y en donde- decía le moreno disfrutando de los gestos del rostro del rubio, que pasaba de miedo, confusión, pena y luego molestia.
-Porque yo?- preguntaba, suficiente tenia con haber aceptado ese trato tan mas raro.
-Porque a ti será al que le romperé el culo perro, acaso quieres que yo sea el que elija como, cuando y donde?- ok no!, eso estuvo de mas, el moreno aceptaba que no debía de haber sido tan duro con el perro.
-Bastardo- dijo entre dientes para después sonrojarse y decir –Entre más rápido pase todo más rápido lo olvidaremos- trato de haber sonado convencido pero realmente era una gelatina andante.
-Entonces hagámoslo ahora mismo!- sentencio el moreno.
-QUE!?- dijo muy sorprendido, si que había dicho entre más rápido pasara pero no TAN rápido –aquí!?, acaso estás loco Kaiba!?- decía desesperado el rubio solo de imaginar que alguien pudiera escucharlos o peor un verlos en plena acción.
-No esas idiota, obvio aquí no perro- decía fastidiado el moreno, no podía creer que cupiera tanta estupidez en un cuerpo.
-entonces estas insinuando que nos vayamos de las clases?- recodemos que el rubio no es un genio y tiene calificaciones promedio por eso debe preocuparse.
-exacto perro- tomando sus cosas para dirigirse a la salida del salón, se detuvo y regreso a ver hacia atrás –vas a venir o te vas a que dar viendo como me largo?-
Joey rápidamente acomodo sus cosas en su mochila y se fue detrás de Kaiba no sin antes asegurarse que nadie los mirara salir juntos, pero su mala suerte sus amigos los vieron salir del salón y se extrañaron de verlos juntos y sin pelear.
-Joey? A dónde vas con Kaiba?- pregunto Yugi un poco molesto porque sabía que Kaiba siempre sobajaba a su amigo.
-amm, yo.. voy a una entrevista de trabajo por el puesto de diseño de personaje!!!- dijo la primer estupidez que se le vino a la mente.
-Eso es cierto Kaiba o vas a burlarte de el como siempre!?- de verdad que a veces Yugi podía llegar a ser muy fastidioso. Kaiba le siguió el juego al perro, ya se estaba exasperando de tanta estupidez.
-Por su puesto que es verdad, acaso has visto que yo bromee con los negocios?- decía mirándolo fijamente con un semblante frio –Perro muéstrame otra vez los sketch que estabas haciendo- dijo mientras le estiraba la mano para recibir las dichosas hojas.
-Eh?, ah! Si si, toma- gracias a dios actuó rápido, y le paso los bocetos que estaba haciendo.
Kaiba observo de uno por uno y realmente vio que el perro era bueno en lo que hacía, -Toma- devolviéndole su trabajo –Estas contratado perro, sígueme para que firmes el contrato- y dio media vuelta saliendo del la escuela con un perro que caminaba detrás de él.
Los demás solo se quedaron quietos y sorprendidos al verlo desaparecer en la salida del edificio.
Al salir se dirigieron a la limosina que los esperaba afuera, Joey estaba apenado de pensar que el chofer seria testigo de lo que iban a hacer, que le diría Kaiba a su chofer? “ a el hotel que me voy a follar a un perro o estaciónate y has oídos sordos”, quien sabe pero de pensar se le enchinaba la piel.
Tan sumido en sus pasamientos que no se dio cuenta cuando llegaron al gran edificio, El rubio se descoloco al bajar del auto, estaban afuera de Kaiba Corp. Que pretendía Kaiba?, solo lo siguió por todo el edificio hasta llegar al elevador que los condujo sabrá Dios hasta que piso.
Entraron a un gran salón, al parecer esa la oficina de Kaiba por la imponente silla que se encontraba detrás del gran escritorio.
-Que hacemos aquí Kaiba?-preguntaba desconcertado, que no iban a follar?, acaso iba a darle una cita de su apretada agenda?.
-Ya lo había dicho perro, estas contratado- decía muy tranquilo mientras se sentaba en esa enorme silla mientras buscaba unos papeles dentro de los cajones de su escritorio.
-Qué?, acaso hablas en serio?- el rubio no salía de su asombro, creyó que solo era para escapar de lo chiscos en la escuela.
-Por supuesto perro, veo que tienes talento, más talento que mis directivos de diseño, así que espero que hagas un buen trabajo perro, te pagare bien, espero que no haya algún problema con eso, o si lo hay?- mientras le extendía un contrato para que plasmara su firma.
Joey estaba anonadado, jamás creyó que realmente alguien lo tomara en cuenta y le echo una ojeada al dichoso contrato, por Dios! Casi muere al ver la cantidad que le pagaría, era cierto que Kaiba le había ahorrado la molestia de andar preguntando de empresa por empresa quien requería de sus servicio, no lo pensó ni dos veces cuando ya había firmado el papel.
-Claro que no hay problema-dijo con una sonrisa.
-Bueno ya basta de formalidades, a lo que vinimos- levantándose de su cómodo asiento para acercarse al rubio.
Joey solo se quedo quieto, y ahora qué?, se quedo en blanco y al parecer Kaiba también.
-qué pasa?- pregunto apenado para romper esa espesa tensión que comenzaba a formarse en ese lugar.
-no sé por dónde comenzar-