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Pensamientos contrarios
-Hyung~ -Me dejé caer sobre la espalda de Onew, rodeando su cuello con mis brazos, veía tranquilamente la televisión hasta que llegué yo.
-¿Qué pasa, Yoogeun? -Me miró de reojo, salté el sofá hasta quedar sentado a su lado.
-Que me aburro~ - Estabamos solos, Key umma y Jonghyun appa habían salido de compras, Minho y Taemin habían ido al cine, y me aburría demasiado.
-Teniendo quince años deberías saber que hacer, ¿no? - Suspiré, dejándome caer hasta colocar mis piernas en su regazo. No dijo nada, y yo tampoco tenía nada que decir. Su mano acarició mi hombro y suspuse que se volvería a sumir en el mundo de la tele.
No sabía bien desde cuando, pero había comenzado a sentir algo por mi hyung. Esa sensación, ya sabes, cuando tu corazón se acelera, piensas en nosequé que hace que pase nosemenos en tu estómago y acabas quedandote como tú ya sabes, ¿no?
Pues eso me pasaba a mi, mi corazón aumentaba sus latidos por si solo cuando estaba con él. Sí, era 16 años mayor que yo, y eso era lo que destruía bastante todo mi mundo y lo dejaba en una lejana esperanza, por lo que único que él sentía por mi era amor fraternal, había sido como un hermano, como un tío todo este tiempo.
-Hyung... - Llamé su atención de nuevo, mientras fijaba mi mirada en la televisión. - Te noto raro.
-¿Raro? ¿Por qué raro? - Voltweé hasta quedar boca arriba, me miraba extrañado, llevé una mano a mi frente mientras suspiraba.
-No sé, no sales estos días de casa. - Me reincorporé, quedándo incoscientemente a escasos centimetros de él. - ¿Acaso te encuentras mal? -Negó repetidas veces con la cabeza, pero su rostro comenzaba a ruborizarse, ¿tendría calor? ¿Fiebre tal vez? Acerqué mis labios a su frente, juraría haber oido la saliva pasar por su garganta pronunciadamente. - No tienes fiebre... ¿No será que eres un vago?
-Debe ser eso. - Sonrió, sonreí tambien, volviendo a acomodarme en el sofá, con su regazo como almohada.
Apenas hacía dos semanas que habían empezado las vacaciones de verano y ya se me estaba haciendo una eternidad. Key umma dijo que iriamos de vacaciones pronto a la playa, y el tiempo hasta que dijera cuando se me hacía eterno y eterno y eterno.. Y eterno... Y eterno... Y más eterno aún.
Aquella era una de las mañanas en las que trataba de aprender del arte culinario de umma. Le daba artirticamente vueltas a una tortilla sobre la sartén, a él le gustaba hacerlas a la “francesa” por que así Jonghyun se sentía importante comiendo comida extranjera, yo me dedicaba a batir los huevos sin mucho esmero, concentrado en cada movimiento de Key en la cocina. En aquel momento irrumpió Minho.
-¿Aún no has despertado a Taemin? - Fué Key quien habló, pasando una tortilla recien hecha al plato mientras cogía de nuevo un bol con el huevo que acababa de batir y lo echaba a la sarten.
-Está cansado, anoche estubimos muy “ocupados” - Cogió un vaso, sirviendose agua y bebiendolo a amplios tragos.
-Hmp, ¿qué te crees que le haces a mi pequeño? Pervertido. - Parpadeé repetidas veces, cuando Key se dió cuenta de que estaba presente no pudo más que sonrojarse. - ¡Nada! ¡No oiste nada!
-No, umma, haré como si no oí nada... - Rodé los ojos, mientras aventaba al fregadero un par de utensilios sucios.
Apenas minutos más tarde nos sentabamos todos en la mesa a excepción de Taemin, no podía parar de imaginarme que cosas horripilantemente perversas le habría hecho anoche Minho como para que no pudiera levantarse, aún así decidí desayunar con la mente “limpia”. En mitad de la calma, Key carraspeó, llamando la atención de todos.
-He estado mirando un hotel en la isla Jeju... - Nadie sabe en que momento habíamos dejado de comer para prestar nuestra única atención a las palabras de la umma. - Y nos iremos la semana que viene.
Tras aquellas palabras se me hacía más eterno, más después de saber que iríamos nada más ni nada menos en barco, nos hospedaríamos en un lujoso hotel frente al mar con una playa privada y para colmo, Spa. Me hacía suspirar tan solo de imaginarme cada día allí.
Quedaban tres días, estaba tirado sobre mi cama mirándo el calendario cuando llamaron a mi puerta, siquiera presté atención, estaba muy entusiasmado en leer en tres días la anotación “Viaje isla Jeju”
-Hm~ ? - Se abrió la puerta, se cerró y unos pasos se acercarn hasta sentarse a mi lado en la cama.
-¿Emocionado? - Alcé la mirada de reojo para observarle, Onew me sonreía.
-Uhn, sí... tengo ganas de poder ir. - Rodé en la cama hasta quedar boca arriba, extendiendo mis brazos con el calendario en mano. - ¿Habrán delfines? - Onew se encogió de hombros, automáticamente mis ojos se iluminaron. - ¿Y sirenas? - Ahí se rió ligeramente, no pude evitar hacerlo tambien.
-¿Sirenas? No creo, almenos peces sí. - Su mano se acercó a mi rostro, apartándome el pelo del rostro, no le miré, no podía, mi mirada se fijaba en el calendario aunque en aquellos momentos no le prestaba atención, solo podía escuchar mi corazón bombear la sangre a paso apurado.
-Estoy... - “enamorado de ti” no podía decirle eso. Carraspeé, volteando la mirada hacia él sonriente. - Estoy entusiasmado, nunca habíamos ido de viaje.
-Uhm, es cierto, desde que estamos contigo aún no hemos ido de viaje. - Se levantó de la cama, autoreflejo me reincorporé aferrando la amnga de su camisa antes de que se volteara para irse. -¿Ocurre algo?
Me odiaba a mi mismo con aquellos estúpidos actos incoscientes que hacía.
-¿S-sabes por qué todos tienen que dormir juntos y nosotros en cuartos separados? - Parpadeó repetidas veces, era lo único que se me había venido en mente para reternele unos segundos más, finalmente soltó una risilla.
-Pues por que ellos son pareja. - Fué su simple respuesta. - Iré arreglar el jardín.
-¡Te acompaño! - Sí, me pasaba el día siguiendole, era mi forma de disfrutar de estar con él sin tener que ser correspondido en el amor. ¿Y qué más daba? Era mi familia, no podía enamorarme de esa forma de él. Minutos más tarde llevaba una pesada regadera que me había mandado llenar. - Gyah~ Me tenía que haber quedado en la cama. - Dejé la regadera a su lado, mientras sacudia mis manos adoloridas por el peso. - ¡Podrías usar una mangera!
-Pues abre tú el agua y riega tu las plantas sin destruir ni un solo pétalo. - Chasqueé la lengua encaminandome hacia la manguera, pero no iba con intenciones de regar plantas. Me acerqué a él y abrí sin piedad alguna el grifo del agua, empapándolo por completo entre carcajadas, se reincorporó rápidamente. - ¡Q.-qué te crees que haces! - Me arrebató la manguera de las manos, dejé de reir, ahora era cuando él reia y yo huía tratando de no mojarme, cubriendome con las manos en vano.
-¡Hyung! ¡Pescaré un resfriado! ¡Y tendrás que cuidarme! - Protesté molesto, pero al mismo tiempo divertido, mientras sin piedad alguna me empapaba por completo con la manguera.
-¡Lo cogeré yo antes! ¡Tú has empezado! - Le arrebaté la manguera de las manos, él tiró tratando de que no se la quitase de las manos.
Lo que pasó a continuación me dejó estático. Resbalé con las losas de piedra llenas de agua, caí irremediablemente hacia atrás, pero algo frenó el golpe de mi cabeza y amortiguo en parte mi caida, no me hacía falta abrir los ojos para saber quien había sido, aún así lo hice. El rostro de Onew a escasos centimetros del mio, su mano aferrando mi nuca, su agitada respiración chocándo mis labios. Tan pronto como mi mente pudo procesar la información mis pálidas mejillas se habían teñido de carmin.
-¿Estás bien? Podías haberte dado con el bordillo. - Sí, me habría abierto la cabeza con las escaleras de piedra, pero me encontraba perfectamente, por no decir en el limbo. Asentí embobadamente con la cabeza, tragué saliva nervioso, en cuanto pareció darse cuenta se separó tan rápido como pudo, tendiendome la mano para ayudar a levantarme, sin embargo no la tome, me levanté sacudiendo mi ropa.
-Iré a cambiarme... Ahora vuelvo. - Sonreí brevemente y desaparecí completamente sonrojado, me encerré en mi cuarto mientras me deshacía rápidamente de la ropa mojada. Debía borrar aquel momento de mi mente, la cercanía con Onew, mi reflejo en sus ojos, su respiración en mi piel... Sacudí la cabeza, ¡no! No tenía que pensar, no debía. Cuando salí de nuevo al jardín Onew tambien se había cambiado, parecía haber terminado ya con todo, a fin de cuentas habíamos empapado el patio entero con la manguera.
Al fin y al cabo no se hizo tan eterno, cuando quise darme cuenta estabamos subiendo las maletas en el coche familia que había comprado Jonghyun hace dos años, al cual le tenía un amor increible, a fin de cuentas era el único coche que teniamos.
-¡Te dije que no caberían! - Se quejaba Taemin, que trataba de meter a la fuerza bruta una pequeña maleta en el maletero, Minho resopló, no cabían todas.
-Taeminnie, llevas nada más ni nada menos que tres maletas cuando los demás llevamos una. - Protesto el alto.
-¡Son cosas que necesito! - Jonghyun hizo sonar el claxon varias veces, impacientando a aquel par. Yo hacía rato que me había metido en el coche, al igual que Key. Onew fué quien arrebató la maleta de las manos de Taemin y la lanzó al asiento trasero.
-¿Mejor? - Onew enarcó una ceja, el par asintieron lentamente, cerrando el maletero y metiendose tambien al coche.
El puerto quedaba a 30 minutos de viaje, y como apenas podía haber dormido la noche anterior terminé durmiendome en el coche, a pesar de que ninguno callaba con lo entusiasmados que estaban por el viaje. En ocasiones me planteaba si realmente yo era el menor.
Eso sí, nada más llegamos y vi el puerto me emocioné como nunca, nunca había visto el mar, mucho menos viajado en barco. Apenas podía quermelo cargando mi maleta en mano mientras caminabamos hacia el barco que saldría hacia la isla.
-¡Por fin~ La playa, el mar, las olas! - Key estaba casi tan entusiasmado como yo, Jonghyun caminaba rodeando su cintura con su brazo, cargando en su otra mano sus maletas.
-¿Ilusionado? - Se volteó hacia Key, quien asintió repetidas veces con un cabeceo. Dirigí mi mirada hacia Minho y Taemin, estos caminaban con las manos entrelazadas, susurrandose cosas al oido, no quería preguntarme que era. Dirigí mi mirada hacia Onew, caminaba tranquilo, alternando las miradas entre el mar y los barcos. Suspiré y seguí en silencio, subiendo finalmente a aquella cosa flotante con el resto.
Abrí la puerta de lo que sería mi dormitorio aquella noche, había una amplia cama de matrimonio y lo justo, pero era lujosisima, me brillaban los ojos a cada detalle. Dejé la maleta a los pies de la cama y me dejé caer con los brazos extensos, inhalando el aroma a sábanas frescas y limpias, era perfecta.
-Haz un hueco. - Me reincorporé de golpe, Onew se había sentado en la cama y me hacía a un lado para tumbarse el tambien.
-¿Qué haces aquí? - Me miró tumbado con total tranquilidad, y sin saber por qué me puse nervioso.
-También es mi cuarto. - Parpadeé repetidas veces, era cierto que Key y Jjong dormirían juntos, y Minho y Tae también... Pero aún así no podía evitar ponerme nervioso. Carraspeé levantandome de la cama. No me disgustaba la idea, pero era imposible tensarme; siempre había dormido solo.
Decidí finalmente salir a que me “diera el aire” tan solo para cotillear la azotea del barco. Hacía rato que había anochecido, pero aún así no tenía ningun sueño. Umma y Jjong habían desaparecido en su suite tras decir que iban a “celebrar” el viaje, Minho ni idea, supuse que estaría con Onew, ya que yo estaba solo con Taemin, sentados en la proa del barco.
-¿No estás ilusionado con el viaje? - Habló Taemin, alcé la mirada, pues estaba cabizbajo observando mis pies moverse en el vacio. Estabamos sentados aferrados a la barandilla del barco, pero aún así daba impresión.
-¿Uhm? Sí, ¿por qué no debería estarlo? - Sonreí, hizo lo mismo, y alargó una mano para revolver mi pelo.
-Te notaba serio, eso era todo. - Volvió la mirada al frente, yo hice lo mismo.
-Oye... - Se volvió a voltear hacia mi, sin embargo yo permanecí con la mirada fija en la oscuridad oceánica. - ¿Cómo te enamoraste de Minho?
-Verás... - Rió nerviosamente, rascandose la nuca mientras alzaba la mirada con disimulo, si no fuera por que apenas había luz, diría que se había sonrojado.