Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El momento exacto por AkikoYaoi

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Basado en el manga/anime Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen a él y solo a él.

 


1.- El Primer Día


 


Rukawa Kaede se dirigía en su bicicleta a la Universidad, era su primer día de clases, pero a él en realidad eso poco le importaba. Dormía profundamente chocando con basureros, postes y otros objetos que se cruzaban inconvenientemente en su camino. Era una costumbre que arrastraba desde la preparatoria y aún la conservaba.


-Grr...- gruñó al haber caído de su bicicleta luego de casi atropellar a una anciana, la cual ahora le sermoneaba sobre la seguridad de las personas que se atravesaban en su camino y la poca importancia que le daba a su vida. No la tomó en cuenta, volvió a subir a su bicicleta y continuó su camino... dormido.


Llegó a la Universidad y luego de asegurar su preciado medio de transporte se dirigió al aula donde se impartiría su primera clase. Se sentó lo más atrás posible, prefería pasar desapercibido... por lo menos en el salón de clases. Suspiró. Pocas cosas le importaban y una de ellas era el basquetball, en la duela sí que le interesaba hacerse notar... ese deporte era su vida. Se lo había enseñado su padre a la edad de 5 años, era una de las pocas cosas que le quedaban de él luego de su muerte hace ya un par de años atrás.


Las muchachas que entraban al salón no podían evitar suspirar ante aquel pálido joven de 18 años y lisos cabellos negros como la noche que se apreciaban suave al tacto. Sus profundos ojos azules ni siquiera se inmutaban ante los comentarios de las jovencitas y continuaban atentos a la explicación del profesor.


Así fue durante toda la mañana. Bufó frustrado. Durante su paso por la preparatoria Shohoku, había tenido que lidiar con molestas jóvenes disque enamoradas de él cuando no lo conocían de nada, además de un trío de chicas que eran su "club de fans" en los partidos de basquetball. Pensó que al entrar a la Universidad las cosas cambiarían y tendría por lo menos algunos minutos de tranquilidad, pero al parecer se equivocaba.


Se dirigió al casino donde compró algo de comer que se zampó lo más rápido posible al notar que un gran número de estudiantes se dirigía hacia ese lugar.


-Maldición...- murmuró antes de tomar sus cosas y salir del lugar.


A medio camino de llegar a la biblioteca, lugar donde pensaba esperar hasta su próxima clase, una voz lo detuvo.


-Hola Rukawa, al parecer volveremos a compartir la duela.- dijo un joven de 1.84 metros, cabello negro azulado y hermosos ojos azules.


-Mitsui-sempai, no sabía que estudiaba aquí.-


Rukawa era un joven algo despistado, más que nada porque no le importaba quien estaba a su lado si no era dentro de una duela. Era un antisocial, eso decían todos. Y él estaba de acuerdo. Había perdido contacto con todos sus compañeros de la preparatoria, Mitsui Hisashi entre ellos, en cuando dejaban la escuela.


-Nos vemos más tarde en el gimnasio... te sorprenderá el buen equipo que tenemos, además de un buen entrenador.-


Rukawa asintió y continuó su camino a la biblioteca. Le picaba un poco la curiosidad sobre sus compañeros, pero no lo suficiente como para evitar quedarse dormido en cuando encontró un mesón vacío y apartado del ruido en un rincón de la biblioteca.


Despertó algo aturdido y miró la hora. Genial, primer día de universitario y acababa de perderse una clase. Recogió sus cosas, aún podía ir a la siguiente clase antes del entrenamiento del equipo de basquetball.


Fue algo tedioso, además de que el profesor los había empapelado en deberes, como si no tuvieran una vida fuera de su clase. Pero solo pensó en ello durante 2 segundos. A paso firme se dirigió al gimnasio, le quedaban 10 minutos antes de que empezara el entrenamiento.


Se cambió su ropa por algo un poco más cómodo para ejercitarse y salió de los vestuarios. Tomó un balón y comenzó a practicar en una canasta indiferente al ruido ambiente.


-Vaya, veo que esta vez no seremos rivales.- dijo una voz a su espalda.


-Mhn...- Rukawa dirigió una fugaz mirada al moreno ojivioleta de 1.90 metros, su mirada se detuvo un segundo en su cabello, alzado contra las leyes de la gravedad y fijado con abundante cantidad de gel. Especuló en si alguna vez pensaba cambiarlo.


Sendoh Akira sonrió ante su respuesta y su escrutinio y se dirigió a los vestuarios a cambiarse de ropa.


 


˜*˜


 


Un muchacho pelirrojo observaba desde las gradas la llegada de todos los integrantes del equipo de basquetball. Solo los 9 titulares sabían quién era: el entrenador Sakuragi Hanamichi.


Había estudiado Educación Física en ese lugar y se había graduado como el primero en su clase, además de que era querido por todos sus compañeros y profesores debido a su carácter alegre y jovial. Parecía no tomarse nada en serio, pero la verdad es que si lo hacía, así había llegado hasta ese lugar. Consiguió el empleo al terminar la carrera gracias a su insistencia y la recomendación de muchos de sus profesores. En un principio, el director de la Universidad dudó mucho de su contratación, pero no tuvo tiempo de arrepentirse. El pelirrojo nunca le falló.


Llevaba un rato observando y pensó que era momento de empezar la práctica, así que bajó a la duela con paso firme y mirada risueña. El basquetball era su pasión.


-¡Muchachos!- gritó el pelirrojo.


Todos se dirigieron raudos a su encuentro, los nuevos se preguntaban si sería el capitán del equipo, ya que les parecía bastante joven. También se preguntaban dónde estaría el entrenador, les parecía poco probable e irresponsable de su parte faltar a la primera práctica del año del equipo.


-Para los que no me conocen, me presento. Soy Sakuragi Hanamichi, entrenador del equipo de basquetball de esta Universidad. Tenemos 6 personas nuevas este año y ya me gustaría saber cuántas quedarán al finalizar la semana. ¡Jajajajaja! Como verán los alumnos antiguos son 9, tal vez les parezca poco pero es por una muy simple razón. Juagamos para ganar. Quien no esté dispuesto a dar todo de sí en los partidos y en los entrenamientos, pues ya puede retirarse. Soy una persona muy exigente, pero también muy comprensiva. No soy un tirano y si quieren decir algo que sea de frente. Fuera del ámbito basquetbolístico solo soy uno más de ustedes... lo que pase en este lugar, aquí se quedará. En cuanto al juego, somos un equipo, no hay lugar para el individualismo. En este grupo prima la confianza, así que me gustaría que se conocieran un poco entre ustedes fuera de la duela, pero como dije antes no los obligaré a nada. Por ahora creo que eso es todo... 15 vueltas a la cancha para calentar... ¡Ahora!-


Los 15 jóvenes que lo miraban atento a sus palabras salieron corriendo con este último grito. Los nuevos estaban sorprendidos con todo lo que habían escuchado y la seguridad con que había sido dicho. La juventud del director les hizo pensar que podía ser una broma, por eso se quedaron plantados en su lugar luego de terminada la presentación. Ahora mientras corrían no podían evitar pensar en algo que había dicho Sakuragi-sensei... si solo habían 9 alumnos antiguos era por una buena razón.


-Michi, acércate.- la voz del director fuerte y clara.


-Que no me llame así...- Mitsui se acercó al director con una cara que quiso ser de molestia, pero donde se apreciaba camaradería.


Rukawa no pudo evitar mirar a ese pelirrojo. Todo lo que había dicho le había parecido bien, le había gustado cuan claro tenia las cosas. Ese tipo sabía lo que quería y por la seguridad que irradiaba no dudaba de que las consiguiera. Mentalmente sonrió al escuchar como llamaba a Mitsui-sempai y este intentaba parecer enfadado.


Siguió analizando al pelirrojo. Debía de tener 25 años, medir 1.95 metros, tenía una piel dorada que parecía brillar con la luz del lugar, una mirada castaña que reflejaba a la vez juventud y madurez de espíritu. Notó sus grandes manos, que firmes jugaban con un balón. Sonrió a Mitsui y Rukawa pudo notar su perfecta dentadura y su resplandeciente sonrisa, todo pareció iluminarse con ella.


Sacudió la cabeza para sacar ideas indebidas de ella. Rukawa se sabía gay desde hace un par de años, pero aquel pelirrojo era su profesor. Tenía que centrarse a lo que vino: jugar basquetball, mucho basquetball y en menor medida, casar su carrera de Kinesiología.


Mitsui se acercó al grupo que esperaba en el centro de la duela y dio las instrucciones que le indicara su pelirrojo director.


-Muchachos, los nuevos ocuparan la mitad de la cancha para que Sakuragi-sensei vea como están en cuanto a resistencia y habilidades. Darán 10 vueltas en la mitad de la cancha y se les tomará el tiempo, luego realizaran 10 minutos de pases para terminar con los tiros a canasta de corta distancia, de tres puntos y tiros libres, 10 cada uno. Cuando terminen realizaran un partido de práctica contra nosotros, los antiguos, que mientras tanto estaremos practicando en la otra mitad de la cancha. Pueden ir junto al director.-


Los 6 muchachos se dirigieron junto al pelirrojo que ya tenía un cronometro en mano y un silbato en la otra. Cuando llegaron a su lado, fue preciso.


-10 vueltas...- el sonido del silbato terminó la idea.


Hicieron tal como lo había dicho Mitsui. Corrieron y practicaron pases y tiros a canasta. Ahora jugarían un partido de práctica para ver sus habilidades. Los novatos contra los antiguos. Pero el entrenador tenía antes una idea.


-Muchachos... preséntense. Primero los veteranos.- sonrió al decirlo.


-Bienvenidos. Soy Mitsui Hisashi. Tengo 20 años, mido 1.84 metros y peso 70 kg. Juego en cualquier posición, pero doy el 100% como escolta. Soy el capitán del equipo.


-¡Buenas tardes chicos! Yo soy Sendoh Akira, sub-capitán del equipo. Mido 1.90 metros y peso 79 kg. Juego como Ala-pívot, aunque también he jugado como base. Soy un chico de 19 años al que le gusta leer, pescar, caminar...-


-¡Cof cof! Puercoespín... en este minuto no nos interesa tu vida privada, quizás más adelante.- el entrenador cortó su presentación con una sonrisa, no estaba para nada molesto, por el contrario, ese muchachito siempre lo divertía.


-Buenas... soy Hanagata Toru. Tengo 20 años, mido 1.97 metros y peso 83 kg. Juego como pívot.


-Miyagi Ryota, mucho gusto. Soy base del equipo. Tengo 19 años, mido 1.68 metros y peso 59 kg.


-Mucho gusto en conocerlos, soy Jin Soichiro. Tengo 19 años y juego como escolta. Mido 1.89 cm y peso 71 kg.


-Koshino Hiroaki, un placer. Soy escolta del equipo. Tengo 19 años y 1.74 metros de altura. Mi peso es de 62 kg.


-Hola, soy Akita Hiroshi, alero. Tengo 19 años, mido 1.82 metros y peso 73 kg.


-Buenas tardes. Soy Endo Tadashi, base del equipo. Tengo 19 años, mido 1.75 metros y peso 68 kg.


-Soy Takashi Kazuo, bienvenidos. Con 20 años juego como pívot. Mido 1.98 metros y peso 85 kg.


El pelirrojo asintió con la cabeza y les indicó a los novatos que se presentaran.


-Saito Masahiro. Tengo 18 años, mido 1.87 metros y peso 75 kg. Juego como ala-pívot. Un gusto.


-Soy Hamamoto Miyuki, juego como alero. Tengo 18 años, 1.84 metros de altura y 74 kg de peso. Un placer conocerlos.


-Buenas tardes, soy Izumi Kenzo. Aún tengo 17 años. Juego de base. Mido 1.72 metros y peso 63 kg.


-Soy Kato Satoshi, me complace conocerlos. Mido 1.79 metros y peso 68 kg. Tengo 18 años y juego como alero.


-Dazai Yoshi, buenas tardes. Juego como alero. Tengo 19 años, mido 1.80 metros y peso 73 kg.


-Hola... Rukawa Kaede, alero. Tengo 18 años, mido 1.87 metros y peso 75 kg.


El entrenador miró a Mitsui, quien indicó que se iniciara el juego de práctica. El resultado fue de 87-52 favoreciendo a "los veteranos". Al finalizar la práctica el pelirrojo solo les dijo "pueden retirarse" mientras tomaba sus cosas y salía del gimnasio así sin más.


 


˜*˜


 


Sakuragi observaba sus apuntes de ese día.


Izumi Kenzo fue el más rápido, pero acabó agotado. Por Kami, no estaban en una maratón. Si corría a esa velocidad durante un partido no sería capaz de jugar 10 minutos. Si se quedaba tendría que aprender a canalizar sus energías. Sonrió, él tampoco era capaz de ponerse limites a esa edad, claro que aún corriendo como endemoniado era capaz de jugar los 40 minutos sin morir en el intento.


Por otro lado Hamamoto Miyuki fue el más lento, demasiado para su gusto. Además de que había quedado bastante fatigado luego del ejercicio. Si se quedaba tendría que esforzarse mucho.


Kato Satoshi fue un desastre en los pases. Le quedó claro que jugaba solo para él, no tenía confianza en su compañero. Vez que lanzaba lo miraba como esperando que dejara caer el balón. Tan preocupado estaba en el otro que no podía concentrarse en lo suyo. Si se quedaba lo mandaría a terapia de grupo. Río estrepitosamente ante esa idea.


Dazai Yoshi había corrido rápido sin agotarse en exceso. Los pases, aunque monótonos, no los había fallado. Y solo erró 3 tiros de tres puntos. Era un buen jugador, pero era mediocre. No había esfuerzo en su trabajo, solo... cumplía. Si se quedaba debería ayudarle con un cambio de personalidad, era lo único que resultaba en la gente como él.


Solo dos de los seis novatos habían llamado su atención. Saito Masahiro y Rukawa Kaede.


El primero de ellos no había sido el más rápido y había fallado un par de pases y un par de tiros. Pero le había quedado claro que ese muchacho estaba totalmente concentrado y comprometido con lo que hacía. Podía llegar a ser un buen jugador con un buen entrenamiento, podía encargarse de ello.


El segundo era un caso especial. Cumplió en los 3 ejercicios como se esperaba que lo hiciera el mejor de sus jugadores. Se notaba que el basquetball le gustaba... y mucho, pero le parecía que se le había dado todo demasiado fácil y empezaba a perder la gracia. Además de que era un individualista, prefería lucirse a dar un pase a sus compañeros. Le faltaba la pasión que Sakuragi estaba seguro alguna vez había tenido y había perdido. Creía que podía ayudarlo.


Luego de pensar en todo esto decidió dormirse... mañana haría algo.


 

Notas finales:

 


Por favor dejen Review. La idea es mejorar y para eso necesito ayuda... Gracias.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).