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Rutine por ah kya

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Notas del fanfic:

Son 3 capítulos....bastante cortos para ser sincera,

 

Esper que les guste!

Notas del capitulo:

Primer capítulo~~

 

mañana o pasado publico el siguiente :)

 

Cho Kyuhyun era un chico de 20 años, estudiante de la prestigiosa Universidad Nacional de Seúl, se encontraba cursando el tercer año de la carrera que siempre soñó estudiar ‘Licenciatura en Matemáticas’. Era cierto que siempre tuvo facilidades con los números, no entendía a quienes decían que odiaban a las matemáticas ¿Qué tenían de malo? Sacar cálculos era cosa de cada día, en cada momento de nuestras vidas los números se hacen presentes, eso hacía que Kyuhyun se sintiera mucho más cómodo con su pasatiempo y el amor por su carrera creciera en cierta medida.

Lo único que andaba mal era que desde hace un par de días Cho Kyuhyun se sentía vacio, completamente vacío… poco a poco comenzó a saltarse las clases, la universidad no lo animaba mucho. A pesar de que engañaba a sus padres todos los días al decir que iba a la universidad, su nuevo pasatiempo era caminar por las calles de Seúl, su ciudad natal, la ciudad en la que creció y en la que actualmente vive. Cada día encontraba un detalle distinto, una pequeña grieta en la tierra, una teja de alguna casa deslizada, marcas en el piso nuevas y muchas otras cosas interesantes bajo su punto de vista, pero a Kyuhyun lo que más le atraía era sentarse en una solitaria banca ubicada en un pequeño parque, y comenzar a pensar, divagaba si estaba bien lo que hacía o no. Hace un par de meses venia recriminándose el estar estudiando en la Universidad y cada segundo que pasaba era un mar de emociones, pasaba de la decepción al orgullo, de la tristeza a la alegría, de la desesperación a la ayuda, pero esto cada día lo confundía más ¿Cómo no? Si se encontraba en la quizás más grande crisis existencial de su vida. No sabía por qué y para que estaba haciendo las cosas ¿Por qué estudiar? ¿Por qué vivir? ¿Por qué estar aquí?. No encontraba respuesta alguna a sus incógnitas, por lo que se limitaba a seguir aquel ritmo. Con el tiempo dejo de ver a sus amigos, dejo de asistir a la universidad, dejo de hablar en profundidad con su familia. Simplemente se estaba perdiendo en sí mismo y él sabía que estaba mal, que no llegaría a ningún lado según como estaba haciendo las cosas… pero, en verdad, ¿a dónde quería llegar? Ni él lo tenía claro.

Suspiro pesadamente, quizás era su decimo suspiro a lo largo del día pero ya nada le interesaba, su nueva afición de analizar su vida era mucho más importante que todo el exterior, que toda la realidad que pasaba frente a sus ojos y el simplemente divagaba entre si hoy debería caminar hacia el parque o quizás cambiar su normal rutina. Eran aproximadamente las 10am cuando salió de su casa con el rumbo de siempre, aquel pequeño parque, aquella vieja banca, aquellos vacios pero existenciales pensamiento que brotaban en su cabeza, aquella rutina a la cual se había vuelto adicto.

El camino era igual que siempre, todo era igual que siempre. Se sentó en la pequeña banca que ya podía tratar como propia, miro hacia el frente como solía hacer pero algo no calzaba en su vista normal, su vista rutinaria. Miro detenidamente analizando que era lo que no calzaba con aquel normal paisaje, allí estaban la cafetería de siempre, junto a la librería color verde agua, algunas mesas afuera de la cafetería y Kyuhyun seguía analizando que era lo que no estaba bien en aquella rutinaria vista, porque sentía que algo era diferente, que algo no era como la costumbre de siempre. El pelinegro siguió divagando sobre qué cosa había cambiado hasta que hizo contacto visual con los ojos de un joven, éste le quito la vista inmediatamente y entro al café, Kyuhyun allí cayó en cuenta de que era lo diferente de su rutinario paisaje, era aquel joven, por lo que pudo observar inconscientemente podría jurar que era un nuevo mesero. Aburrido desvió su mirada hacia el cielo, tan azul como siempre en esta época, tan cálido como desearía que fueran sus días.

…...........................................................................................




Día tras días, Kyuhyun siguió yendo a aquel parque, a aquel banco, posando su mirada en los mismos lugares, fijándose en la gente, en las tiendas, en el suelo, en el cielo. Los últimos 3 días había recibido llamadas por parte de Jongwoon, un compañero de la universidad, quizás la única persona con la cual había establecido una pequeña relación de amistad, pero Kyuhyun sinceramente no tenía ganas de hablar, no tenía ganas de enfrentar la realidad, ¿Qué cosa interesante podría decirle Jongwoon? ¿Qué reprobaría por no ir a dar los exámenes? ¿Qué su asistencia era un asco y lo sacarían de la universidad si seguía así?, realmente Jongwoon podría ser un buen amigo, pero no quería hablar con él, simplemente no quería hablar con nadie y la mejor solución para ello era simplemente colocar ‘cancelar’ en vez de aceptar cuando hubiera una llamada entrante en su celular, dejar el aparato sonando o simplemente apagarlo.

Kyuhyun sentía que no quería enfrentar la realidad, sabiendo que la estaba evadiendo, sabiendo que no tenía otra opción y que tarde o temprano se arrepentiría de estar haciendo las cosas como las hacía, de saltarse las clases simplemente por saltárselas, de tener crisis existenciales estúpidas y de ser tan retraído, él internamente creía que toda la culpa era de no encontrar a una persona en quien poder confiarle todas las cosas que pasaban por su mente. Y Kyuhyun lloro en aquel momento, cuando comenzaba a repasar lo mal que estaba haciendo las cosas sabiendo que no haría nada por mejorarlas, cuando supo lo solo que se estaba quedando simplemente por no intentar arreglar un poco su vida, agacho su cabeza mientras apoyaba sus codos en cada una de sus rodillas, y lloro más fuerte al darse cuenta que quizás aquella rutina lo estaba pudriendo poco a poco, lloro sin importarle si la gente lo veía, si llamaba la atención de alguien, si alguien reparaba en su existencia.

El atardecer hizo mella en el ambiente y solamente allí Kyuhyun dejo de llorar, ya era tarde, ya debería volver a la mentira de vida que el mismo había inventado. Se levanto del banco y alzo su vista topándose por segunda vez a lo largo de su rutina con la vista del mesero del café del frente, aquel segundo en que sus miradas se cruzaron, Kyuhyun juraría que vio pena en los ojos del otro y el moreno pensó que nada podía ser peor, ahora resultaba que daba pena al mundo. Bufó por lo bajo antes de dar media vuelta para emprender camino a su hogar y volver a caer en la rutina que sabia no podría dejar.


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