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Venganza por Mitzuuki

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Notas del fanfic:

Esta basado en un desafio por si han leido algo parecido en otro lado (:

Notas del capitulo: A mi juicio este primer capitulo es un asco dx pero denme una oportunidad hasta el segundo o tercero (: de ahi si quieren abandonan el fic dx
¿SORPRESA?








Shuichi Shindou, joven de dieciocho años, cabello rosado y ojos amatista… Actualmente, cumple el sueño de su vida, ser cantante junto a sus amigos de infancia Hiro y Fujisaki.


-¡Buen trabajo! – Grito la bola rosa sonriendo - ¡Bad Luck llegara a la cima!


-Hoy estas muy animado Shindou… ¿Algo especial? – Pregunto Fujisaki a sabiendas de cuál sería la respuesta


-Ahora que lo preguntas… ¡SI! ¡Hoy es mi primer aniversario con Yuki!


-Mmm… Ya ha pasado un año… - Reflexiono Hiro – El tiempo pasa volando… ¿Tienen planeado hacer algo?


-Hiro, estamos hablando de Yuki Eiri – Dijo Fujisaki enarcando una ceja – El tipo más frio que pisa la faz de la tierra


-¡No es cierto! – Lloriqueo Shuichi - ¡Yuki es tierno! Claro que lo es solo conmigo… - Sus ojos se transformaron en dos grandes corazones rosados – Bien… ¡Me voy! Tengo una sorpresa para Yuki


-¿Qué es?


-He reservado un lugar al que siempre quiso ir… Es un viejo barco, pero un barco que siempre ha intrigado a Yuki…


-¿Y jamás ha ido? – Pregunto Hiro incrédulo, Yuki era uno de los hombres con más dinero que él conocía, podía hacer tronar los dedos y millones de yenes se le presentaban al instante


-Es por tiempo, pero hoy es el día perfecto… ¡Adiós! – Grito por ultimo la bola rosa y salió corriendo del edificio NG. Todos los que lo veían sonreían a su paso, Shuichi era de esas personas tiernas e infantiles capaz de alegrar hasta el corazón mas podrido.


El ánimo de Shuichi sin duda había sido el mejor desde el comienzo, cuando abrió sus ojos encontró junto a él una linda cadena de oro blanco, con un dije en forma de corazón que tenía un grabado al reverso “Feliz primer Aniversario” palabras frías pero hermosas para Shuichi, sabía que con esas palabras Yuki le decía que lo amaba, jamás se lo había dicho directamente, pero él sabía que era así. Aumento el ritmo de sus piernas corriendo más rápidamente hacia la casa de su amante, tenía todo planeado… Le daría a Yuki esa cadena que él había comprado, no era tan cara como la que Yuki le había regalado, pero de todas formas se la daría, aunque estaba consciente de que lo más probable es que no la usaría, sino que la dejaría guardada en su velador, como todas las cosas que le regalaba. Luego de entregarle la cadena, le diría a Yuki sobre su sorpresa, irían en su vehículo hasta el puerto, en donde estaría ese barco que siempre se quedaba mirando por largos minutos, Shuichi sacaría dos boletos de su bolsillo, e invitaría a su rubio a pasar una linda velada, luego cenarían… Hablarían de cosas sin sentido, Shuichi le diría que lo amaba y Yuki le respondería con un “Baka” suficiente para hacer sonreír a un ingenuo peli rosa. Luego de conversar se pondrían románticos, irían a buscar las llaves de la suite reservada, y todo terminaría con una deliciosa sesión de sexo.


La idea sonrojo a Shuichi, quien ya fuera de la puerta del departamento, la abrió de golpe, quedándose petrificado, con sus pies clavados en el piso al presenciar quizás la escena más terrible que haya visto en su vida.


-Yuki… ¿Por qué? – Fue lo único capaz de decir, mientras las lágrimas se apoderaban de su rostro, bañando interminablemente sus mejillas – H-Hoy… Justo hoy…


-Shuichi… - Solo susurro Yuki, alejando a la chica de su cuerpo


-¡¿Y con ella?! ¡PORQUE YUKI! – Ayaka Usami, ex prometida de Yuki… Era la mujer que se encontraba entre los brazos del mayor, con sus mejillas sonrojadas y un aire de victoria, miro a Shuichi siendo testigo de cómo el menor se desplomaba de a poco, siendo casi perceptible el sonido de su corazón rompiéndose en mil pedazos.


-Shuichi espera… - La verdad es que ni el mismo Yuki sabía lo que diría, su bola rosa lo había pillado con las manos en la masa, y sabía perfectamente que no lograría hacerlo entrar en razón, no esta vez


-¡TE ODIO! – Fueron las últimas palabras del menor, antes de salir corriendo dejo caer la pequeña cajita con la cadena para Yuki.


-Ayaka… Vete, por favor…


-Yuki…


-¡Largo! – La mujer salió con un semblante tranquilo del departamento. Yuki se acerco hasta la cajita que Shuichi dejo caer, la abrió y saco de ella su contenido. Una fina cadena de plata, con un dije cuadrado tenía un grabado en el frente “Te amo, feliz primer año, Yuki” y se sintió miserable, tan miserable que deseaba estar bajo tierra en este mismo instante.




Shuichi llevaba rato corriendo por las calles del vecindario, sabía perfectamente donde iría. Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas llamando la atención de la gente que lo veía pasar. Empujo sin darse cuenta a más de alguien en la calle, pero su tristeza había bloqueado sus sentidos, dejándolo casi como un muerto viviente. Camino las ultimas cuadras que le quedaban, sus manos temblaban… Y las lágrimas se negaban a dejar de salir, y su corazón… si es que algo quedaba de su pobre corazón, palpitaba con fuerza tras las emociones vividas. Toco a la puerta del departamento que tenía en frente.


-¡Voy, voy! – Escucho gritar a su amigo Hiro, para luego sentir como este abría la puerta - ¿Shuichi? ¿No… deberías estar… Con Yuki? – Shuichi miro a su amigo a los ojos, y se dejo caer… Lloro hasta que las fuerzas ya no lo dejaron, sentía sus parpados pesados y el cuerpo muerto. Hiro lo acostó en su cama, tapándolo cariñosamente con las frazadas. Se mantuvo en silencio, escuchando solo los débiles sollozos de su amigo que le partían el corazón, sabía que cuando estuviera listo para hablar, le contaría todo lo que había pasado… Por ahora, entendía que Shuichi solo quería desahogarse, y él le prestaría su hombro, como un buen amigo lo haría.


Luego de una hora los sollozos habían cesado, pero Hiro sabía que Shuichi seguía llorando, podía sentir como esas pequeñas gotas saladas seguían mojando su camiseta de a poco.


-¿Estas mejor? – Shuichi negó, sin hablar, con la vista perdida en punto infinito – Sabes que puedes contarme…


-Yo… Siempre di todo de mi parte… - La voz del peli rosa se quebró – S-Sabia que… A veces era molesto, pero… Estaba seguro de que me amaba… - Se sentó, quedando frente a Hiro, permitiéndole a este ver el verdadero estado en el que estaba su amigo – Tenia todo planeado… Después de todo hoy… Hoy era… nuestro primer año juntos… - Las lagrimas volvieron a caer por sus mejillas - ¿Y para que…? Para que el escogiera justo hoy… Para engañarme con Ayaka


-¿Con Ayaka? Su… Ex prometida… - Shuichi asintió – Shu… A lo mejor mal interpretaste las cosas…


-¡YO LOS VI BESÁNDOSE! ¡YO VI A YUKI CON SUS MANOS EN LAS CADERAS DE ELLA! ¿ESTABA ALUCINANDO? – El cuerpo de Shuichi comenzó a convulsionar, los temblores en su cuerpo eran casi incontrolables. Hiro comenzó a preocuparse por el estado del peli rosa


-Vamos, tranquilo… Por favor, no es bueno que estés así…


-N-No… No quiero volver allá…


-Claro que no volverás, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras – Hiro abrazo a Shuichi y le dio un beso en el cabello – Trata de descansar ¿Si?


-Me quiero morir… - Esto paralizo al pelirrojo, Shuichi jamás diría algo como eso si… no lo sintiera en verdad. Hiro lo tiro hacia atrás suavemente, y lo tapo nuevamente con las frazadas, viendo como su amigo tomaba una posición fetal, mientras con una de sus manos apretaba la cadena que llevaba puesta.


Hiro camino hacia el otro cuarto y saco una pequeña pastilla, luego fue en busca de un vaso con agua, regresando luego donde Shuichi, quien estaba con los ojos abiertos, respirando tranquilamente, pero con esas malditas lagrimas que parecían no acabarse nunca.


-Toma esto… Te hará bien…


-¿Qué es? – Pregunto apenas el menor, mirando a través de sus largas pestañas a Hiro


-Una pastilla para dormir, para que puedas descansar – Shuichi asintió y trago la pastilla que su amigo le ofrecía. Pasados unos segundos, Shuichi ya estaba profundamente dormido. Hiro suspiro, y tomo el teléfono de Shuichi que no había parado de sonar en todo momento, eran todas llamadas perdidas de Yuki. Pero el tampoco le respondería, si el peli rosa no lo quería ver, el no era quien para hacer lo contrario.


Al día siguiente, Shuichi despertó sintiendo una pesada carga en su pecho, y recordó todo lo que había pasado… Recordó que todo era real, y no una pesadilla como quería creer. Lloro en silencio nuevamente, tapándose completamente con las frazadas de la cama de Hiro, odiando cada minuto que pasaba y él seguía llorando por Yuki, odiando su existencia, odiando el haberse enamorado de él.


-Shu… ¿Estas despierto?


-Hai… - Le respondió apenas a Hiro. Se destapo hasta la cintura – Buenos días…


-Buenas tardes… Son las cuatro


-Eso es tu culpa… - Decía Shuichi bastante desganado – La pastilla que me diste…


-Era necesaria… Estabas con un ataque de nervios


-Gracias… - Apenas le pudo sonreír a Hiro – Por admitirme en tu casa y… Ayudarme con lo de anoche


-No te preocupes… ¿Quieres desayunar? – Shuichi negó – Te dejare esto aquí de todas formas… Ya sentirás hambre


Pero el día paso, y la bandeja que Hiro había dejado sobre la mesita de noche seguía intacta. Shuichi solo se daba vueltas en la cama, con esa imagen de Yuki y Ayaka besándose grabada en su memoria, como si estuviera tatuada, sentía que jamás podría dejar de pensar en eso. La noche había llegado, era muy entrada la madrugada y Hiro dormía plácidamente, mientras Shuichi no podía conciliar el sueño, estaba pensando en la mejor manera de llevar esta situación… Y aunque quizás más adelante se arrepentiría, tenía que hacerlo por su salud mental.
Notas finales: Tomatazos? Halagos? Criticas constructivas? todo sirve (:

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