PROLOGO
Aeropuerto de Konohagure, Ciudad del país del Fuego; 10 años atrás…
Corría lo más rápido que sus piernas le permitían, de vez en cuando tropezaba con una que otra persona que circulaba por aquel gran pasillo que conducía a la sala de espera de la aerolínea donde su novio abordaría el avión que lo llevaría por un año al país de Suna, Uzumaki Naruto un chico de diecisiete años, trataba de encontrar al amor de su vida Uchiha Sasuke, de tan solo un año mayor que él, lo encontró justo cuando estaba por abordar su vuelo, el joven grito tan fuerte el nombre de su amado quien de inmediato al reconocer su voz se regresó buscando al rubio que se desplazaba a gran velocidad.
- ¡Sasuke! – La gente lo miraba, pero a él poco le importo solo seguía en su desesperado llamado.
- ¡Sasuke Matte! - Al fin lo había escuchado, ya que el chico de cabello azabache y ojos tan negros como la misma piedra ónice lo recibió con los brazos abiertos, dejando caer su maleta de mano.
- Naruto, ¿Pero que estas haciendo aquí? – Preguntó el moreno sin separarse del rubio.
- Es que… es que no quiero que te vayas… - Suplicaba el menor sollozando en el pecho del ojinegro. – Onegai teme, quédate conmigo ttbayoo.
- Dobe… - Murmuró el azabache aún con Naruto recargado en su pecho, mientras besaba sus cabellos. – Ya habíamos hablado de esto desde hace una semana, y ambos estuvimos de acuerdo.
- Pero es que… - Musitó al separarse del cuerpo de Sasuke. – Será mucho tiempo y no quiero estar separado de ti… - Nuevamente sus azules ojos se aguadaron mientras el moreno lo veía de manera enternecedora.
- Usuratonkashi… Pídeme que te bese, dime que quieres que te bese ahora. – Suplicaba el mayor muy cerca de los labios del rubito.
- Bésame Sasuke, te lo imploro… - Esta vez y ante la presencia de toda esa gente que estaba en aquella enorme sala de espera, ambos jóvenes se fundieron en aquel beso por demás demandante, Sasuke juntos sus labios con los del menor, empezando por acariciarlos suavemente para después iniciar el tan conocido vaivén que solo ellos eran participes, Naruto correspondía a aquella caricia con entrega y pasión; hasta que el aire comenzó a hacerles falta, ambos se separaron para mirarse a los ojos con aquel brillo característico de los dos, negro y azulino.
- ¡Pensé que no te alcanzaría, teme!
- Mi avión sale en media hora, dobe…
- ¡Sasuke, llévame contigo a Suna, dattebayoo! – Pidió el kitsune haciendo que el moreno se pusiera serio.
- No Naruto, sabes que eso es imposible. – Respondió separándose del agarre del menor. – Tú aún no has cumplido la mayoría de edad, no tengo el dinero suficiente como para tener un departamento y vivir juntos, la beca que me ofrecen es solamente para mí sin acompañantes. – Finalizó dejando al ojiazul triste fijando su mirada hacia el piso; quien cuando Sasuke lo vio sintió un dejo de nostalgia en su pecho que lo envolvió nuevamente en sus brazos y le susurro muy cerca de su oído.
- Además si llegara a embarazarte no podría mantenerte ni a ti ni a nuestro bebe. Me sentiría frustrado al no atenderte como se debiera.
- ¿Acaso tú quieres dejar tu sueño de convertirte en un excelente doctor y seguir los pasos de la vieja alcohólica de tu Oba-chan? – Le preguntó el moreno mostrándole una sonrisa ya viendo que su koibito se tranquilizaba un poco.
Naruto comprendió lo que Sasuke le estaba diciendo, simplemente él no podía truncar los sueños de estudio de su novio, sin embargo a pesar de que sería un año el que estuvieran separados, él se quedaría a estudiar en la universidad y cumplir uno de sus sueños más preciados y era ser el mejor médico de todo Konoha.
Ahora era el rubio el que tomaba la palabra. – Tienes razón teme. – Le respondió al mismo tiempo que se limpiaba las lágrimas de sus mejillas y ojos. – No es justo que te pida que te quedes y tampoco que me lleves contigo, te esperaré… aquí estaré cuando regreses y juntos iniciaremos una nueva vida ¡Pero una cosa si te digo Sasuke! ¡Pobre de ti sí me entero que tienes una aventura con alguien más allá en Suna, soy capaz de ir hasta a aquel lugar y castrarte, ttbayoo! – Le advirtió el rubio haciendo que al ojinegro le resbalara una gotita al más puro estilo anime.
- Mi kitsune – Habló el Uchiha mientras acariciaba el rostro del menor. – Nadie en el mundo me hace tan feliz como lo has hecho conmigo, desde que nos conocimos me has hecho sentir cosas que jamás imagine que existían, por eso mi niño revoltoso; no es necesario que te haga esa promesa porque sabes de sobra que nadie, absolutamente nadie me interesa si no eres tú… - Aclaró el azabache mientras revolvía el cabello del Uzumaki.
Naruto asimiló las palabras que Sasuke le había dicho, y lo único que hizo es nuevamente abalanzarse hacia su novio para darle el último beso antes de que abordara el avión ya que se escuchaba por el alta voz la última llamada que les pedían abordar la aeronave.
- Te amo Sasuke… - Dijo mientras se separaba del moreno.
- No tanto como yo a ti, Usuratonkashi…
- Promete que regresarás… - Pidió el menor.
- Lo prometo dobe, y tú ¿Prometes que me esperaras? – Preguntó el Uchiha algo temeroso.
- ¡Pero por supuesto, dattebayoo! – Le respondió el ojiazul lo que hizo que el rostro de Sasuke se iluminara.
Después de varios besos de despedida, acompañados de abrazos y palabras de amor, Sasuke abordó el avión que lo llevaría a la mejor universidad del país del Viento, estudiaría aquella profesión que le gustaba mucho y era la de economía y administración; deseaba ser uno de los mejores inversionistas en el mundo, tener su compañía financiera y bienes raíces, ser uno de los hombres más poderosos para así regresar y casarse con el rubio de sus sueños y formar la familia que siempre a deseado y que por obra y gracia del destino le fue arrebatada.
Pero desgraciadamente para la pareja de novios, esa separación cambiaría el rumbo de sus vidas… Y era la de una separación definitiva…
CONTINUARA…