Capitulo 2 ~ Pasado doloroso... ¿Me enamore?~
[Uruha Pov]
Abrí de apoco mis ojos y me sorprendí de que ya la luz de la luna, nuevamente, iluminaba el oscuro cuarto con sus blancos rayitos de luz, ¿Acaso habíamos dormido todo el día y la noche de ayer?
Trate de moverme y entonces caí en la cuenta de que aun Yuu me tenía rodeado con sus brazos, me voltee a verlo, se veía tan tranquilo: sus labios estaban curvados en una sonrisa muy hermosa me incitaban a besarlo.
Me quede largo rato mirando, mientras me acercaba de a poco.
Cuando estuve a centímetros de juntar nuestros labios, recordé el como me había enamorado de el, como lo había conocido y por todo lo que pasamos, todo el dolor que sentí... me separe de el, incorporándome.
- Flash Back -
Era demasiado pequeño, tenia alrededor de 5 años cuando mi padre se caso con la que solía ser la madre de Yuu, el era muy callado y distanciado, eso fue lo que hizo que un interés despertara en mi hacia el, yo trataba de hablarle, pero el siempre se alejaba o me ignoraba, pero no me rendía, seguía tratando de hacerlo hablar, sin tener resultado alguno.
Pasaron los años y, desgraciadamente, llego el día en que nuestro padre...mato a Kyoko, la madre de Yuu.
Tenía 7 años y Yuu 9 en ese entonces y, fue la primera vez que vi a mi hermano llorar tanto, repetía una y otra ves que quería estar con su madre, el estando junto al cuerpo moribundo de la mujer, era algo extraño aquello, y lo único que yo hice fue ir con Yuu y abrazarlo, lo entendía perfectamente, ya que Kamijo también había matado a mi madre.
- Te amo - Fueron las ultimas palabras de Kyoko hacia su hijo, el tomo su mano fuerte.
Se había ido.
Desde ese día, mi hermano se volvió mucho mas serio, incluso hubo un tiempo en el cual dejo de alimentarse.
Si, el también era uno de nosotros, se tenia que alimentar de sangre, no importaba si quería o no, debía hacerlo, lo obligaban.
Y el día en que nuestro padre se consiguió a una nueva esposa, yo en verdad estaba enfadado, a ¿Cuantas mujeres estaba dispuesto a seguir matando? no era justo... fue así que Kamijo se fue ganando mi odio.
Por aquellos tiempos, al menos ya había hecho a Aoi hablar, no muy constantemente pero lo hacia, aunque simplemente fueran monosílabos, pero me hablaba. Estaba feliz por haberlo logrado.
Su voz era tierna, esa fue una de las tantas cosas que me gustaron de el.
Con el tiempo nos fuimos haciendo mas unidos, jugábamos, hablábamos, nos divertíamos demasiado, era de lo mejor estar a su lado.
Y con tan corta edad, me di cuenta de que me había enamorado de el, me enamore de Yuu, así que no dude en...
- Yuu... - Le llame con tono nervioso.
- ¿Si? -
- Ven - Fuimos hacia el patio trasero del enorme castillo.
Al llegar nos sentamos bajo un árbol Sakura muy hermoso que era iluminado por la luz azul de la luna, un par de sus hojas caían sobre nosotros, era un paisaje muy romántico.
- ¿Que pasa? - Pregunto mirándome extrañado.
Yo no dije nada solo me acerque a el gateando, ya estando frente a el, lo bese...
Fue un beso tierno, por un segundo creí que me había correspondido, pero al separarme pude notar su expresión de sorpresa y... ¿asco? tal vez era eso... no quería saber, así que lo único que hice fue salir corriendo de allí y encerrarme en mi habitación.
No pude evitar llorar, me sentía fatal, ¿Ahora como me trataría? cada vez que esa pregunta se apoderaba de mi mente, un escalofrío me recorría, tenia miedo de perderlo.
Desde aquella vez todo cambio: yo no salía de mi habitación para nada, y si lo hacia era solo para beber sangre. Casi siempre mi "Madre" iba a pedirme que saliera, con estupidas razones, yo la ignoraba simplemente, hasta que un día...
- S-Shima... - Escuche su, ahora grave, voz del otro lado de la puerta, sorprendido, me levante rápidamente de la cama, más no le respondí. - S-Shima...sal de allí... por favor...
- Su voz se escuchaba temblorosa, como si estuviera apunto de llorar - Sal de allí...por favor Shima...yo... te...t-te extraño... - Mi vista se nublo de lagrimas en el instante que esas palabras salieron de su boca, sin dudarlo ni un segundo, corrí a la puerta para abrirla, apenas lo vi frente a mi con la mirada baja, corrí hacia el y lo abrase.
Las lagrimas corrían libremente por mis ojos, mas aun no tenia el valor suficiente como para mirarlo, después de tanto, aun me sentía fatal por como reacciono con mi beso.
- S-Shima...yo... - Me separo de su cuerpo, agache la cabeza - Shima... - Tomo mi mentón e inevitablemente hizo que lo mirara a los ojos.
- Yuu...yo no...quis - No pude decir ni una palabra mas, sus labios atraparon a los míos, era un beso lento, al instante le correspondí moviendo mis labios despacio.
Aun no comprendía el porque lo hacia, seguimos largo rato besándonos, sus suaves labios junto los míos, era simplemente encantador. Nos separamos escasos centímetros.
- Shima yo te...te amo... - Me susurro tímido, una sonrisa se dibujo en mi rostro, sus mejillas rojas lo hacían ver tan lindo.
- Yo...también te amo Yuu - Lo volví a estrechar contra mi cuerpo, nos separamos y nos quedamos viéndonos a los ojos, tome su mano y lo hice pasar.
Cerro la puerta y, me abrazo por atrás pasando sus manos alrededor de mi cintura y acercándome a el, comenzó a repartir besos por mi cuello, un escalofrío me recorrió por completo al sentir sus labios sobre mi piel.
- Yuu... - Susurre, sabia a lo que quería llegar, me voltee quedando frente a frente.
Acaricio mi mejilla con ternura, no pude evitar sonreír, me dio un último beso corto y nos quedamos esa noche juntos.
Desde esa noche, ya nos comportábamos muy diferentemente: casi siempre Yuu se la pasaba a mi lado, íbamos de aquí para allá con nuestras manos entrelazadas, y muy de ves en cuando, nos dábamos un tierno beso, cuidando de que nadie nos viera, claro.
Todo iba perfecto.
Pero como suelen decir en las historias: No todo es color de rosa.
Nuestro padre se consiguió una nueva esposa, nuevamente, al parecer ella nos odiaba: siempre que Yuu y yo pasábamos a su lado o tan solo nos observaba, su expresión cambiaba a una de fastidio y enojo.
Y en una de esas veces que nos miraba jugar en el patio trasero...
- Yuu tengo fr. - Me sorprendí al sentir sus labios sobre los míos, mas no lo detuve, al contrario, le correspondí gustosamente, casi al instante pidió permiso para entrar en mi boca y claro, no se lo negué.
Al momento de abrir los ojos, un fuerte sonrojo apareció en mis mejillas, ya que me encontraba recostado en el pasto con Yuu sobre mí a escasos centímetros de mis labios.
- ¡Yuu! - Grite desesperado al sentir como aquella mujer me tomaba fuertemente del brazo y me alejaba de mi hermano.
- ¡Shima no! - Trato de zafarse del agarre de una de las sirvientas que lo sujetaba por la cintura impidiendo que viniera por mí.
Lagrimas dolorosas bajaban por mis mejillas sin detenerse.
No supe a donde me llevaba, bajamos demasiadas escaleras y todo estaba muy oscuro.
- ¿P-porque...nos ha-haces esto? - Logre preguntar ya que los sollozos que recorrían mi cuerpo no paraban.
No obtuve respuesta alguna, solo una de sus, ya conocidas, miradas de odio mezclada con un rotundo asco hacia mi persona. Y un horror y enorme odio hacia ella se esparció en mi interior al momento en que ella me empujo hacia dentro de un....de un calabozo.
Rápidamente, antes de que cerrara, trate de mínimo golpearla, la odiaba con cada celula de mi cuerpo, aunque no pude ya que ella se alejo asustada.
- ¡TE ODIO! - Le grite a todo pulmón, ella río cínicamente.
Los siguientes días me la pase encerrado en ese asqueroso lugar, siendo tragado por aquella tristeza y oscuridad que me rodeaban gustosamente cada noche solitaria. Y a cada instante en mi mente se formulaba la misma pregunta ¿Porque no vienes por mí, Yuu? y nuevamente allí van las lágrimas a salir y no parar hasta que me pierda en mis sueños donde tú apareces.
- Yuu... Yuu... Yuu - Susurraba débilmente, con mi espalda recargada a un muro junto a las rejas.
- ¿Sigues esperando a que el venga por ti? - Me sobresalte al escuchar su voz burlona.
No hable, ¿Para que hacerlo? ya me tenia arto su comportamiento.
- Olvídalo - Dijo acercando su rostro a la reja. - El ya no podrá venir por ti - Y mis esperanzas de que el viniera a rescatarme se esfumaron al mismo tiempo de escuchar su risa de satisfacción que, al mismo tiempo, se burlaba de mi dolor.
- B-basta... - Suplique débilmente. Y solo eso basto para que ella echara una fuerte risotada.
Se fue y, nuevamente, allí estaba en la completa oscuridad, llorando, siendo débil y sin poder hacer algo por remediarlo... quería ver a Yuu...necesitaba verlo más que nunca, saber que estaba bien. Quería que todo fuera una mentira, una dolorosa mentira.
Los días pasaban lentamente, mucho tiempo estar en aquella oscuridad es tan aburrido que ya ni siquiera tenia ganas de seguir llorando ¿Para que? si mis esperanzas estaban mas que perdidas.
¿Cuando tiempo me planeaba tener allí encerrado?
Al parecer demasiado, creí que mi solución seria que mi padre se deshiciera de ella y se consiguiera alguna otra mujer a la cual matar a los pocos meses, pero no podía ser, ya que si ella moría yo me quedaba aquí y ahora si nadie me podría sacar.
Yuu...Yuu...
Pronunciaba en susurros tu nombre, esperándote...
- Yuu - Suspire - ¿Porque no has venido por mi?
- Porque esa bruja me tenia bajo vigilancia - Escuche su voz y rápidamente me levante, el estaba allí...
- Yuu... ¿C-como... - No podía hablar, sentí un nudo en mi garganta y las lagrimas amenazaban con salir.
- Eso no importa ahora, tengo que sacarte - Sonrío mientras me mostraba las llaves del calabozo.
La reja se abrió y antes de que Yuu pudiera decir algo, yo ya me le había abalanzado encima, quería besarlo pero...
- ¡Yuu! - Kamijo apareció de repente, ¿Porque estaba el aquí?
- ¿Padre? - Pregunté extrañado.
- Lamento esto Shima... no creí que ella fuera capaz de hacer algo así - Murmuro arrepentido - No volverá a pasar, Lo siento. - Me acerque a el y lo abrase también.
- Gracias -
Tenia unas ganas enormes de darle un beso a mi hermano, pero el estar allí mi padre me lo impedía así que solo pude tomar fuerte su mano, el solo hecho de tener que soportar meses, que para mi fueron una eternidad, lejos de el me hacia no querer alejarme nunca más de su lado...
Un par de años después, Akira llego a nuestras vidas...otro hermano más, tenía un carácter muy interesante: se preocupaba por las personas que amaba, en especial a nosotros sus hermanos, tenía su lado amoroso, aunque muchas veces solía comportarse con rebeldía.
Yuu y yo teníamos demasiada confianza en el por lo que no dudamos en decirle lo nuestro, recibiendo como respuesta una extraña felicitación.
Y es así como vivimos: guardando aquel hermoso secreto, aquella hermosa relación, que nadie podrá destruir.
~Fin Flash Back y Uruha Pov~
Se paseaba de un lado a otro, aun sin poder sacarse aquellos ojos grises que había visto la noche pasada, estaba dispuesto a salir y búscalo, pero algo le impedía hacerlo... una duda que se había formulado en su cabeza hace unas horas y, tal vez, era la explicación de porque no se lo podía sacar de la cabeza.
~ ¿Acaso me enamore? ~
CONTINUARA...
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