Kyuhyun le había pedido al líder que llamara a Heechul, ya que cuando Leeteuk y Eunhyuk llegaron no vio ni a Sungmin ni a Heechul por ningún lado, luego se enteró por la boca del mono que ellos se habían ido al departamento juntos, estaba preocupado, no porque podría haberles pasado algo en el camino, más bien porque le había podido pasar algo a su conejo en el camino con Heechul. Él sabía perfectamente como era Heechul, sabia lo desquiciadamente sexual que era y eso lo inquietaba demasiado, su novio era tiernamente excitante como para no tentar a la princesa del grupo y eso hacía que sintiera miedo, y en menor medida excitación al recordar los cuerpos desnudos de sus hyungs al lado suyo, pero eso no importaba ahora.
Cuando Leeteuk llamó a Heechul, Kyuhyun estaba a un lado de él, para su fortuna el líder puso su teléfono en altavoz y no le fue difícil escuchar la voz jadeante de Rella, sus ojos de abrieron de par en par y estaba seguro que si fuera un animé le hubiera salido humito de la cabeza y se hubieran formado grandes bolsas negras debajo de sus ojos, Heechul le había hecho algo a su conejito, estaba completamente seguro.
"Hay una leve posibilidad de que Heechul hyung haya estado corriendo, por eso hablaba jadeante" - le argumentó una vocecita dentro de sus cerebro, que extrañamente era muy parecida a la voz de Ryeowook.
- Sí claro y Yesung no es raro - dijo al aire.
- ¿Qué yo qué? - de la nada apareció el emo con una tortuga en su mano, no lo había visto por allí, Yesung aparecía muy de improviso, eso lo asustaba en algunos casos.
- No, nada hyung.
- Bueno... ¡oh! philtrum - dijo entusiasmado el chico de las tortugas mientras tocaba fugazmente esa parte del rostro de Kyuhyun, haciendo que éste rodara los ojos y resoplara.
Después de ese momento un tanto extraño otorgado por Yesung, se puso a pensar en cómo lo habrían hecho el conejo y Heechul, ¡ah no!, se puso a pensar en cómo recibir al rosado cuando llegara al departamento, si le sacaría en cara el engaño, esperaría a que el otro le dijera o si tendría que esperar a que Heechul se emborrachara para que le confesara lo que le había hecho a su novio; porque Heechul tuvo que haberlo obligado, su hyung sería incapaz de engañarlo, sí de seguro Heechul lo amenazó o algo, tal como lo hizo con él.
"Y yo soy Robin Hood" - dijo la voz de Ryeowook con ironía.
"Bueno, puede que no me haya hecho el difícil, pero él se me tiró encima" - argumentó.
"Le mirabas el trasero cuando pasaba por delante de ti"
Esa voz aguda sabía mucho.
"Claro que se mucho, soy tu conciencia, idiota".
"¡Oye!, no me insultes, soy sensible"
"Sensible e idiota porque estás discutiendo contigo mismo".
"Yo no... aish."
Sacudió su cabeza repetida veces ignorando las miradas curiosas y cejas alzadas que lo miraban desde la sala de estar, no podía estar hablando consigo mismo, debería estar pensando en sus hyungs; ahora ¿cómo los enfrentaría?, está bien, él igual engañó a Sungmin con Heechul pero era distinto, se supone que en la relación, él era el rebelde, el que se comportaba mal, el altanero, el macho, su hyung era más callado, tímido, sereno y era como una nenita, una delicada y rosada nenita, pero eso no quitaba que cuando el mayor se enojaba era lo más tenebroso que uno se podría llegar a imaginar, el rosado pasaba al negro en un segundo cuando algo le disgustaba, el conejo sí que tenía su carácter, pero pff, él lo controlaba.
Alrededor de unos diez minutos pensando en sus hyungs, la inmortalidad del cangrejo y otras cosas, la puerta del departamento se abrió - con su característico ruido molesto- dejando ver a un colorado Sungmin y a un despeinado Heechul, la ira de Kyuhyun no podía crecer más, era obvio, OBVIO lo que habían estado haciendo para quedar de esa forma, por lo menos luego del sexo hubieran esperado a que se les pasaran los efectos para volver y así no levantar sospechas, pero no, no señor, tenían que llegar todos desarmados como haciendo burla a los demás por su fantástica sesión de "intimidad", el maknae no sabía qué hacer, primero: no podría mirar a ninguno de los otros dos a los ojos, segundo: no podría besar a Sungmin, tercero: no podría mirarle el trasero a Heechul. Estaba jodido.
- ¡Chicos! Al fin llegan, creímos que les había pasado algo - Si y ese algo se llamaba "sexo" tuvo ganas de decirle a su querido líder.
- Ah, pues estamos bien, sólo nos retrasamos un poco en el camino hyung - respondió el conejo con una de sus adorables sonrisas.
Kyuhyun sentía arder su fuero interno, había un monstruito color verde que quería salir dentro de él y lanzársele encima a Heechul por atreverse a tocar algo que era de su propiedad, porque Sungmin era suyo y de nadie más, ni siquiera de sus propios padres.
Se dirigió donde Sungmin con una sonrisa hipócrita y lo tomó -no muy- suavemente del brazo arrastrándolo dentro de la cocina.
- ¡Auch!, Kyunnie, me lastimas - se quejaba el conejo.
- Sungmin hyung, ¿por qué demoraron tanto? - preguntó lo más sereno posible el evil maknae.
- ¡Ah! Es que en el camino nos detuvimos a tener sexo - respondió como quien dice "fui a comprar pan".
- ¡¡¡¿¿¿QUEEEE???!!! - Y así los demás miembros de Super Junior se enteraron de que el evil, macho, rudo, serio y sarcástico maknae gritaba como anciana menopáusica.
_________ Ő __________
Pasaron algunos días en que Kyuhyun tuvo que soportar las constantes burlas de sus compañeros por el (muy) extraño grito que había dado esa vez en la cocina, ni él sabía que podía ser tan ridículo cuando algo lo asombraba mucho. Sungmin lo había sorprendido y no por haberle dicho que tuvo sexo con Heechul - eso ya lo sabía de antemano- sino la manera tan relajada y sin tapujos en la que se lo dijo, se podría decir que hasta se lo restregó en la cara.
Desde ese día que Kyuhyun no le hablaba al conejo, no lo abrazaba, ni siquiera lo miraba. Para los demás miembros eso fue total y absolutamente fuera de lo normal, ya que normalmente había que estar separando a Kyuhyun de Sungmin para que no lo hicieran en frente de todos. El líder intentó averiguar sobre el problema y lo único que consiguió fue un "Déjame sólo" del insolente maknae.
Sungmin se sentía mal, en un principio sólo deseaba mostrarle a Kyuhyun lo feo que se sentía ser engañado, pero lo único que consiguió fue la ley del hielo por parte de su enojado novio, había tratado de acercarse a él, pero siempre se veía ignorado, en las noches se iba a acostar junto con el pequeño, pero éste se iba a dormir a la sala de estar; hasta se le había insinuado en la cocina, ¡EN SU SAGRADA COCINA!, mas el menor seguía sin hacerle caso.
Ya cansado de todo, el conejo fue a hablar con el diablo, sí, con Heechul.
- Heechul hyung - lo llamó desde la puerta de la habitación del mayor.
- ¿Qué pasa Minnie?
- Yo...yo necesito tu ayuda - caminó con la mirada en el piso y se fue a sentar justo al lado del mayor, quien veía una revista de ropa interior masculina, más bien veía a los modelos de la revista.
- Ahora no, estoy descansando. En un rato más vamos al lugar del otro día.
- No hyung, no ese tipo de ayuda - comentó el sonrojado conejo.
- Ah, entonces no me importa -contestó haciendo un vago gesto con su mano.
- Pero hyung, este problema igual te incluye a ti.
- ¡Aish! - Bufó dejando de lado su revista - Ya, ¿qué quieres?
- Necesito que me ayudes a reconciliarme con Kyu.
- ¿Y en qué me incumbe eso?
- En que por tú culpa Kyu está enojado.
- ¡Já! ¿Por mi culpa?
- Sí, tú fuiste el que me violó esa vez en ese lugar.
- ¡Yah! ¿De qué estás hablando conejo calumnioso? Mira, primero yo no te violé, tú te dejaste hacer y no es mi culpa ser tan irresistible; y segundo Kyuhyun no tendría por qué enojarse cuando él hizo algo peor.
- ¿Hizo algo peor? ¿Qué hizo hyung?
- O sea él igual te engañó conmigo, pero fueron muchas más veces... ¡espera! no me malinterpretes - agregó cuando vio que al menor se le marcaba la vena de la frente - no quise decir que él te hubiera engañado más días, quiero decir que nosotros, tú y yo, lo hicimos una sola vez, mientras que con Kyu no paramos sino hasta la tercera, ¿me entiendes?
- ¿tan poco duró? - Rió Sungmin - ¿Recuerdas esa vez que tuve que quedarme en cama por una semana? Pues fue porque la noche anterior lo habíamos hecho sin parar 7 veces hyung, ¡7 VECES! - culminó con una expresión orgullosa en su rostro, esa había sido la mejor noche de su vida.
- Siwon dura más - soltó con desprecio Rella - pero bueno, no nos desviemos del tema, te ayudaré, pero con una condición.
- ¿Qué condición hyung?
- Si mi plan resulta, mmh... - se llevó una mano al mentón, pensando - tienes que acosar a Hyukjae hasta que te encuentres gimiendo debajo de él y grabar, grabar todo lo que ocurra en el lugar donde se encuentren, ese mono me debe un favor y así tendré para chantajearlo, y para satisfacerme, pero esa no es mi prioridad... y ¿Qué dices conejo gay? ¿Hay trato o no hay trato?
Sungmin lo meditó durante unos muy largos segundos, eso de andarse metiendo con sus compañeros no le causaba ninguna gracia, no quería ganarse una mala reputación, pero por otro lado quería reconciliarse con Kyuhyun; estaba en un lío, Hyukjae era su amigo, no podría hacerle algo así jamás, pero el mono estaba bueno igual... al final terminó accediendo a la indecorosa propuesta de Heechul.
Ahora a poner en práctica el plan.
_________ Ő __________
Aburrimiento.
Eso era lo que sentía Kyuhyun en ese momento.
Cambió por millonésima vez el canal de la televisión. Los chicos habían salido a cumplir su agenda y para su fortuna -o su desgracia- la suya estaba completamente vacía ese día, así que no le quedó de otra que quedarse solo en el departamento, no sabía cuánto tiempo había estado sentado en ese mullido sofá, la cosa es, que ya no sentía en trasero.
Al cabo de una hora de comer lo que encontraba y rascarse el estómago, decidió que darse una ducha sería una buena idea. Con toda la calma del mundo fue a buscar una toalla limpia, se metió al baño y dejó que el agua se llevara la pereza y el sueño que aún hacían acto de presencia en su cuerpo. Una vez terminó de secarse un poco el cabello, amarró la toalla a su cintura y se fue a la habitación que compartía con Sungmin, abrió la puerta y...
Oh santo cielo...
Ese hombre que estaba tirado en la cama con orejas de conejo, tacones rosa y un consolador en su mano no podía ser Sungmin, no podía ser su tierno y lindo Sungmin.
El pelinegro llevó el enorme consolador a su boca comenzando a lamerlo e introducirlo en su cavidad bucal, "Kyu junior" había despertado en sólo seis segundos al ver esa imagen, Kyuhyun se sintió explotar al mismo tiempo que Sungmin empezó a autopenetrarse con el gigantesco pene de goma, lanzando un gritito de dolor, claro, si era la tremenda cosa.
El castaño desató su toalla y la dejó caer al piso, comenzó a masajear su erección lentamente mientras avanzaba hacia donde se encontraba el chico autopenetrándose, se relamió lentamente los labios y se posicionó justo arriba de su hyung, reemplazó la mano de Sungmin por la suya, comenzando él a mover el aparato que entraba y salía del pelinegro.
Su erección dolía horrores , pero el dolor era opacado totalmente al ver la cara de éxtasis y excitación que tenia Sungmin, tenía los ojos entrecerrados y dos dedos dentro de su boca, los mordía y lamía libidinosamente, haciendo que el ‘inocente' maknae aumentara considerablemente el ritmo que llevaba con su mano, los gemidos elevados del conejo no se hicieron esperar.
- Mmh...Aah Kyu... q-quiero...se-sentir sentirte a-a ti... ¡Aah Kyuhyun! - gritó el pelinegro al sentir como el moreno sacaba el aparato de goma de su interior y lo reemplazaba por su miembro, la estocada inicial fue profunda y fuerte, golpeando de inmediato la próstata del más bajo.
El maknae se movía frenéticamente en el cálido interior de Sungmin, tomó una pierna y la elevó dejando que la rodilla golpeara el pecho del peli azabache, abusando de su flexibilidad. Atrapó los labios ajenos dificultosamente y los besó con desenfreno, sus lenguas se rozaban descaradamente fuera de sus bocas, logrando un beso grotesco y a la vez excitante; Kyuhyun mordía y succionaba el labio inferior de mayor, mientras que Sungmin succionaba la lengua ajena y gemía sin control.
- ¡Kyu! -reprochó el conejo al dejar de sentir el palpitante miembro del maknae en su interior.
- Ponte en cuatro, conejo -le ordenó con voz ronca y cargada de deseo.
El chico rosa no pensó dos veces antes de acatar gustoso la demanda del menor, apoyando sus antebrazos sobre el esponjoso colchón y levantando su trasero. Kyuhyun le dio una fuerte nalgada antes de embestirlo con fuerza. El ritmo que llevaban era desenfrenado, la cama rechinaba al compás del movimiento desesperado de sus cuerpos.
- Aah...mmh Kyu...más, más.
- ¿Quieres más, perra? -Kyuhyun nunca lo había llamado de esa forma antes y mierda, sí que era excitante.
- Sí, dame más.
Cada vez que el menor arremetía contra el cuerpo ajeno, golpeaba ese lugar mágico que hacía a Sungmin delirar de placer, sus gemidos eran incontrolados e incesantes, el menor mordía y lamía la suave y sudada espalda del más bajo, dejando impregnadas en la piel la marca de sus mordidas.
El mayor llevó una mano a su propia erección, comenzando a masajearla, el placer que sentía era tal, que creía que si no se corría luego, terminaría muriendo. El castaño al percatarse de la acción del otro, tomó los dos brazos de su hyung llevándolos hacia atrás, dejando apoyado a Sungmin, únicamente, en su barbilla.
-Soy lo suficientemente bueno...aah... como para hacer que te corras sólo -y siguió penetrando el cuerpo ajeno con vicio.
El, ya muy conocido, cosquilleo se hacía presente en el bajo vientre del más bajito, una muy certera estocada por parte del menor y todo era blanco, podría jurar que escuchó un coro de ángeles a su alrededor, el sonoro y elevado sonido del orgasmo vino acompañado del viscoso líquido blanquecino que se esparció por las sábanas blancas, Kyuhyun salió del interior del otro, tomó del mentón a Sungmin haciendo que quedara apoyado en sus rodillas.
-Cómelo -le ordenó posicionando su ardiente hombría en el rostro del bajito, éste se metió el erecto miembro del menor de lleno en la boca, comenzando un vaivén delicioso y desquiciante, succionaba y mordía la punta arrancando los últimos gemidos de la boca del castaño, éste llevó sus manos al sedoso cabello del pelinegro, comenzando a tirar de él para aumentar el ritmo con el cual arremetía en su boca, la respiración irregular y el sudor excesivo le avisó que estaba a punto de llegar al clímax, el bajito se zafó del agarre sobre sus cabellos y empezó a masturbar rápidamente al menor, mientras que con su lengua delineaba la punta del sexo ajeno, pronto sintió el cuerpo del maknae tensarse y un líquido caliente invadió su boca y manchó parta de su rostro, tragó lo que había en su boca; con sus dedos retiró los restos de semen que descansaban en su mejilla y los lamió sensualmente, sin dejar rastro de la esencia del castaño.
Kyuhyun, luego de recuperarse del orgasmo, besó suavemente los labios de Sungmin. El conejo estaba completamente perdonado.
Epílogo(?)
Después de 4 días en cama sin moverse, Sungmin fue a agradecerle a Heechul por su (muy demasiado) útil consejo.
- ¿Heechul hyung? -llamó al entrar a la habitación de la princesa.
- Oh, Minnie, pasa, ¿se te ofrece algo?- preguntó con una ¿adorable? sonrisa, algo muy extraño iba a pasar.
- Eehm, bueno...yo... yo quería agradecerte por tu consejo, me sirvió mucho -
comentó sonrojado el bajito.
-Entonces ¿todo bien con el bebé ahora, verdad? - el pelinegro sólo asintió - ¿listo para cumplir tu parte del trato?
-Eeh, supongo que sí - no debería engañar de nuevo a Kyuhyun pero tratos son tratos - ¿Heechul hyung?
- Dime.
- ¿De dónde sacaste la idea de las orejas de conejo y los tacones?
- Lo leí en la tercera parte.
- ¿Ah?
¿FIN?...