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OBSESSION por Kang

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Notas del fanfic:

¡Hola!

 

Aquí estoy fastidiando de nuevo con otro fanfic. xD

 

¡Gracias por seguirme!

Notas del capitulo:

Sí, lo sé, no puedo estar sin hacer fics.

Bueno, la trama de éste es un poco diferente a lo que escribo, así lo sentí yo xD, como sea, ¡espero que les guste!

¡Y millones de gracias por leerme! (:

ACLARACIÓN: Este capítulo, como siempre, es un intro al resto de la historia, así que, no se me desesperen ^^.

Capítulo 1: RECUERDOS


 


Dos años atrás…


La familia Kim era la envidia del vecindario, puesto que, todo el tiempo se les veía felices y unidos.


Ellos tenían un hijo llamado Kim Kibum o Key, el muchacho era el orgullo de sus padres, tenía calificaciones excelentes, además era muy educado y amable. 


Pero, el tiempo fue pasando y el Sr. Kim se alejaba de su familia, poniendo como pretexto que tenía mucho trabajo.


Una tarde la Sra. Kim, harta de esta situación, decidió seguirlo y se llevó una gran sorpresa al encontrarlo con otra mujer; decepcionada regresó a su hogar.


= Mami ¿te encuentras bien? – preguntó su hijo


= Claro tesoro, solo, necesito descansar – contestó


La señora era muy tranquila, por lo que no le reclamaría a su esposo.


Una mañana…


= Quiero el divorcio – dijo el señor


= ¡Ni pienses que te lo daré! – estaba molesta


Más tarde, la madre de Key cayó enferma, los doctores decían que era producto de una depresión; poco a poco fue quedando más y más grave hasta que falleció.


Su hijo estaba en shock, no podía creerlo, de repente le entró un odio inexplicable hacia su padre.


Después de esta desgracia el Sr. Kim se casó con su amante y la llevó a su casa. La señora no era mala persona, pero lo que había hecho no dejaba ver aquella buena faceta que tenía.


= Hijo, ella será tu nueva madre – dijo el Sr. Kim


= ¡No! ¡Esta vieja jamás ocupará su lugar! – gritó y salió de la casa sin importarle las palabras de su padre


Key había cambiado radicalmente, dejó la escuela, ahora solo se la pasaba en fiestas, tomaba, fumaba; había veces en las que no llegaba a dormir y las pocas que lo hacía llegaba borracho. Su padre lo ignoraba.


= Si no aprendes a tratarla bien, yo tampoco lo haré contigo – le advirtió


= ¡No me interesa!


La ahora Sra. Kim, tenía un hijo llamado Minho, un muchacho tranquilo, de corazón puro, amable y paciente. Este muchacho se preocupaba por lo que hacía Key, pero por más que quería llevarse con él, no podía. Eran como dos extraños viviendo en la misma casa.


Key había encontrado una razón para vivir y ser feliz., su novio. Ambos eran mejores amigos hasta que sus sentimientos cambiaron y aceptaron que estaban enamorados. Él era la única persona con la que Kibum podía ser cálido.


Actualidad…


Una tarde lluviosa, Key y su novio eran perseguidos por una patrulla ya que, sin querer, el muchacho se había pasado una luz roja y al no tener su licencia aceleró el paso.


= Cuidado, podemos chocar – decía Key


= Es que no quiero que me lleven a la cárcel, no de nuevo – así es, aquel muchacho era una “fichita”


Y al intentar rebasar un auto, chocó de frente con el que estaba en el carril contiguo. Key salió disparado y quedó inconsciente, pero, su novio no corrió con esa suerte, se había golpeado la cabeza y había muerto al instante.


Los policías llamaron a una ambulancia la cual no tardó en llegar. En el hospital, los doctores examinaron a Key el cual había tenido una gran cantidad de golpes y raspones y un esguince en el tobillo derecho.


Cuando el muchacho reaccionó lo primero que preguntó fue…


= ¿Y mi novio?


= Lo sentimos, falleció – contestó el doctor sin tantearse aunque sea por un momento el corazón


= ¡NO! ¡No puede ser! ¡Es mentira! – sus ojos se llenaron de lágrimas, de nuevo ese dolor lo invadía, había perdido a la persona más importante que tenía en el mundo, otra vez…


Le dio un ataque nervioso y tuvieron que sedarlo, cuando estuvo bien, le preguntaron que si tenía familiares, lo negó.


Pasó algunos días en el hospital, las heridas le dolían, pero nada se comparaba con el dolor que tenía en el corazón.


[En su casa]


= Mamá ¿viste lo que le pasó a Key? – cuestionó Minho asustado


= No hijo, ¿qué fue?


= Tuvo un accidente automovilístico, al parecer el chico con el que iba murió al igual que los pasajeros del otro auto, él fue el único que sobrevivió; salió en las noticias


= Pero ¿por qué no nos hablo? ¿estará bien? – sonaba preocupada


= Seguro fue porque no nos toma como su familia, espero que lo esté - suspiró


= Le diré a su padre – tomó su celular


= ¡No! Sabes cómo es Key – le agarró la mano


= Sí, no querrá que nadie lo sepa – completó


Ese mismo día Kibum regresó a casa, caminaba con dificultad debido a sus heridas. Minho lo vio entrar, pero prefirió no hablarle, se veía triste, perdido.


Rato después subió a su habitación, Key estaba durmiendo.


= “A lo mejor se llevaba muy bien con ese chico” – pensó


Ambos compartían la habitación, pero era prácticamente de Minho ya que Key rara vez estaba en la casa. Tomó una manta y regresó a la sala, no quería molestarlo.


Era otoño, pero el frío era intenso. Minho no podía dormir.


[Al día siguiente]


= Hijo, ¿qué haces aquí? – preguntó su madre


= Shh, Key llegó anoche y al parecer está triste por eso dormí aquí para no molestarlo


= Ay mi vida, eres tan bueno, pero será mejor que te levantes, si tu padre lo ve, sospechará


= Claro, ahora lo hago


[/Con Key/]


Su celular comenzó a sonar.


= ¿Diga?


Le habían hablado para firmar algunos papeles sobre la defunción de su novio, ya que, Kibum era el único “familiar” de él.


Se vistió, no tenía ganas te arreglarse, no tenía ganas de vivir.


= Diablos, están en la sala – murmuró = Bien Key, tú puedes hacerlo – tendría que fingir que su cuerpo se encontraba en excelentes condiciones


Bajó las escaleras aguantándose aquel punzante dolor.


Su padre no volteó si quiera, pero, su “madrastra” y su “hermanastro” sí y se veían preocupados.


= “¿Lo sabrán?” – se preguntaba


El día era horrible, el cielo estaba negro y ni qué decir del frío.


= “Perfecto, lo que me faltaba” – pensó


Luego de hacer aquella documentación vio por última vez a su novio en la morgue; sus piernas comenzaron a flaquear cayendo de rodillas, el llanto no tardó en llegar.


= ¿Por qué? ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué cuando amo a alguien la vida me lo quita? ¡¿Por qué?!


Tan solo pensar en ya no verlo, escucharlo, sonreírle, besarlo, decirle cuanto lo amaba, le desgarraba el corazón.


Se quedó un rato más hasta que sintió que no había lágrimas en sus ojos. Regresó a su casa.


El clima parecía comprenderlo, pues había una lluvia torrencial.


Caminaba por las calles como si de un muerto en vida se tratara; así se sentía.


Cuando llegó, por suerte, no había nadie, bueno seguramente solo estaría Minho ya que ese “nerd” como le decía, no salía para nada, se la pasaba estudiando; pero poco le importaba la presencia del muchacho.


Decidió ir al balcón y descargar ahí el dolor que sentía. La lluvia había mojado por completo sus ropas, pero al parecer no se daba cuenta.


[/Con Minho/]


Escuchó el desliz de la puerta que daba hacia el balcón.


= ¿Quién será? Mi mamá se fue con mi papá – decía


Salió de su habitación y vio a Key agarrado del barandal con la mirada hacia la nada.


= Key… - le habló


El muchacho limpió sus lágrimas y volvió a su actitud indiferente.


= ¿Qué?


= Te va a hacer mal estar tanto tiempo debajo de la lluvia


= No me importa, lárgate


Minho lanzó un suspiro, no seguiría insistiendo.


Pasó media hora y la lluvia no cesaba, al contrario, cada vez era más fuerte.


Volvió a asomarse y escuchó algo que jamás pensó que Key diría.


= Te amo… - susurró hacia el obscuro horizonte


Key notó la presencia de Minho


= ¿Qué quieres? ¡Déjame solo!


= No Kibum – salió sin importarle mojarse = Puedes enfermarte si sigues aquí


= ¡A nadie le importa si me muero!


Minho se sorprendió al escuchar esto


= Entra – dijo


= ¡No me des órdenes! ¡Lárgate!


= Sé que tuviste un accidente y estás muy lastimado


= Es mi problema


El más alto se dio cuenta de que la lluvia ya estaba haciendo efectos en el muchacho pues temblaba.


= Ya vete, quiero estar solo


= Murió alguien muy especial para ti ¿verdad? – dio en el blanco


= ¡Vete! – levantó la mirada, las lágrimas salían por sí solas


Minho lo jaló y sin más lo abrazó; Kibum sintió el calor de su cuerpo, tan acogedor, tan parecido al de “él”.


= No seas tan duro contigo mismo – le dijo el más alto


Key necesitaba de esa pequeña muestra de cariño, pero, seguía con aquella actitud rebelde, aquella barrera que ponía.


Cuando entraron, Kibum se separó inmediatamente de Minho.


= Bien, ya estoy “a salvo” – hizo comillas con los dedos


Ingresó a la habitación, mientras que Minho solo se cambió de ropa y se fue a la sala para estudiar.


Se dio un buen baño; más tarde le agarro una calentura horrible, sentía su garganta cerrada y le dolía todo el cuerpo. Necesitaba algo urgentemente.


Minho entró como si nada.


= Lo siento, solo vine por mi lap top – dijo y al voltear vio a su “hermanastro” acurrucado en la cama = Supongo que no necesitas de mi ayuda – ironizó


= Eres un idiota ¿sabías?


Minho tomó eso como un “sí”, sabía que Key jamás lo diría; se sentó junto a él.


= El accidente… – dijo con cuidado = ¿Te dejó heridas fuertes?


= No – mintió, claro que las tenía, los doctores le habían pedido que volviera al hospital para que se las curaran, pero no quiso = Mira, no porque estudies medicina quiere decir que sabes todo


= No, pero sé más que tú – un gran golpe para su diva


= ¡Ja! – iba a levantarse, pero el dolor en su tobillo de lo impidió = ¡O-oye! ¿Qué haces? – Minho había puesto una mano en su mejilla


= Te tomo la temperatura, no tenemos termómetro y yo presté el mío


= Siempre haciéndote el bueno – dijo Key


Minho decidió ignorar el comentario.


= Volveré a preguntártelo – suspiró = ¿Qué tan fuerte te lastimaste?


= No mucho – mintió de nuevo


= ¿Sabías que esas “leves” heridas se te pueden infectar por haber estado tanto tiempo bajo la lluvia?


Key desvió la mirada.


= Ahh…sí tengo heridas fuertes ¡pero no te las voy a mostrar!


= Pues que se te infecten – salió de la habitación


Se sentía cada vez más mal, tenía que hacer su orgullo a un lado para poder curarse.


[/Con Minho/]


Estaba concentrado haciendo su tarea cuando se dio cuenta de que le hacía falta un libro. Fue por él a su habitación.


Cuando entró, vio la mirada rencorosa que le echaba la diva.


= ¿Y bien…? – se le quedó viendo


= ¿Qué? ¿Qué esperas para irte? – le dijo el muchacho


= Ok…


Key se mordió el labio inferior. “Tengo que pedir ayuda” pensaba.


= Hazlo – murmuró


Minho se dio la media vuelta y se sentó en la cama.


= Muéstramelas – ordenó


Key comenzó a abrirse la camisa del pijama que tenía, estaba nervioso.


El más alto escondió su impresión al ver los moretones y raspones que manchaban aquella hermosa piel.


= Primero aquí – señaló una herida que tenía en el hombro izquierdo


= Están muy feos


= Apresúrate, tengo frío – estaba sonrojado


Minho fue por un poco de alcohol y algodón entre otras cosas. Una vez que tuvo todo listo comenzó a desinfectar las heridas. La piel de Key era tan suave y tersa. Hizo todo lo posible para alejar los malos pensamientos que asaltaban su mente. Necesitaba concentrarse.


Por otro lado, a Key le llegó un nostálgico recuerdo cuando por un descuido tropezó y se lastimó un poco. Su novio tuvo que curarle las heridas de la misma forma en la que Minho lo estaba haciendo. Comenzó a llorar y una lágrima cayó en la mano de su hermanastro.


= Sé que lo extrañas – Minho seguía pensando que aquel muchacho era su mejor amigo


= No tienes idea de cuánto lo hago – respondió con voz entrecortada


Minho dejó de limpiarle las heridas y lo abrazó de nuevo, cuando lo sintió más calmado, lo tomó de la barbilla.


= No vayas a…


Logró lo que desde hace mucho tiempo había querido, besarlo. Se moría por probar aquella boca.


Movía sus labios con suavidad, Key no le correspondía así que con algo de miedo le mordió el labio inferior para hacer que reaccionara.


Key fue cerrando los ojos, hasta la forma de besar le hizo recordar a “él”. En un momento de desesperación lo abrazó buscando profundizar el beso.


Estuvieron así durante algunos segundos más hasta que se fueron separando lentamente.


= Dejaste de llorar – dijo Minho


= ¡No vuelvas a hacerlo! – le gritó = ¡Dame eso! ¡Vete! Me curaré solo – le arrebató las cosas y lo echó de la habitación


Minho no se quejó para nada; se sentía feliz, pero a la vez algo triste ya que sabía que su diva no volvería a dirigirle la palabra.


= Lo hecho, hecho está…




Continuará...


 

Notas finales:

¡Gracias por leerlo!

Y comenten para saber si lo sigo o no.

(:


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