Empresas uchiha una de las empresas más reconocidas en todo Japón reconocidas mundial mente por su cadenas de hospitales
Uchiha sasuke el hijo menor de esta adinerada familia era un joven de cabellos negro azabache y ojos negros como una noche sin estrellas estaba Comprometido con sakura haruno, hija de una compañía que fabricaba medicamentos, no es como que la amara o algo por el estilo ni siquiera le agradaba pero fueron ordenes de su padre para beneficiar la empresa, de hecho nunca se avía enamorado en su vida, creía que ese sentimiento no valía la pena una pérdida de tiempo.
Una mañana se levantó como cualquier día alado de una mujer que no amaba bueno ese día era diferente día tendría una reunión muy importante con la empresa namikaze, entro a la ducha con pesadez y abrió el agua fría para despertarse mejor.
-¿Sasuke-un dónde estás?- se oía la vos de sakura quien al no ver a sasuke cuando despertó lo empezó a buscar.
-Aquí estoy- respondió sasuke saliendo del baño con una cara de pocos amigos (así la tiene el tipo) ya arreglado con un elegante traje con su corbatita.
-Sasuke-kuuuun porque te fuste sin decirme nada me preocupe mucho cuando me levante y no te vi-chillo la pelirosa lazándose hacia sasuke
-Para empezar no me fui a ningún lada y quítate de enzima que me tengo que ir a trabajar- intentaba soltarse del agarre de la chica pero no podía estaba pagada como chicle
-Que cruel eres, ni siquiera porque estamos comprometidos me dejaras abrazarte- dijo melosamente la pelirosa pagándose más a él azabache
-No, así que quítate que se me hace tarde.- por alguna razón ese día no estaba de humor para aguantar a su “prometida “ así que después de algunos intentos por fin se pudo soltar de agarre de la chica y salir básicamente huyendo del cuarto, bajo por el ascensor y subió en su carro deportivo con destino a la empresa.
Al poco tiempo llego entro sin saludar a nadie como ya era costumbre, subió rápido a su oficina y se tiro en la enorme silla de su escritorio
-Paz por fin-pensó sasuke
-Hola ototo - kun ¡! - entro itachi el hijo mayor de los uchiha saludando a su querido hermano menor con una felicidad incontenible.
-Adiós a mi paz- volvió a pensar sasuke ya que si su hermano mayor se encontraba ahí solo significaba un fastidio enorme.
-Que quieres itachi- contesto fríamente al alegre saludo de su hermano.
-Que amargado eres sasuke así saludas a tu querido hermano, vamos muéstrame una sonrisita.
-No fastidies si no queréis nada ya te puedes ir.
-Que mal humor tienes sasuke por eso los niños no te quieren.
Sasuke solo le envió una fulminante mirada made in uchiha-landita a su hermano quien no llevaba ni 40 segundos en su oficina y ya quería golpearlo.
-No te preocupes sasu-chan ya me vio, solo viene para desiste que no se te olvide lo de la reunión de hoy en la tarde con los namikaze.
-Si hay estaré.- sasuke podía ser un amargado prepotente, orgulloso, mal humorado y frio pero cuando se trataba de negocios era el mejor en todo Japón.- y no me digas sasu-chan.
-Está bien nos veremos en la tarde SASU-CHAN- itachi remarco esas palabras para hacer enfadar al menor cosa que logro pues este se levantó diciéndole de lo que se iba a morir, definitivamente ese día no estaba de buen humor (no es como si lo estuviera muy seguido -.-).
Ya en la tarde era la hora de la reunión sasuke se levantó de su cómoda silla y fue directo a la sala de conferencias a esperar a la familia namikaze, cuando llego solo se encontraban su padre fugaku uchiha & su fastidioso aniki.
-Llegas temprano sasu.
-Cállate itachi- sasuke se fue a sentar a esperar a la dichosa familia namikaze dueña de los mejores equipos médicos en todo Japón,
Unos minutos después la puerta se abrió dejando ver a un joven de cabello rubio como oro, unos hermosos ojos azules que te invitaban a perderte en ellos una piel canela que se veía tan suave y tres lindas marquitas como si fueran bigotes en su cara.
Simplemente hermoso pensó sasuke quien simplemente se quedó observando aquel ángel que avía aparecido ante él. No creía en el amor a primera vista a decir vedad ni siquiera creía en el amor pero aquel rubio era otra cosa.