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Sindrome de Estocolmo por Lunita Shinigami

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Síndrome de Estocolmo

 

   

By Luna Shinigami

 

   

 

 

   

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Nota: los personajes de Harry Potter no pertenecen, este fic es sin ánimo de lucro.

 

   

 

 

   

Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.

 

   

 

 

   

Ps. Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos. Y tratare de mejorar.  ^^

 

   

 

 

   

Atentamente Luna Shinigami

 

   

 

 

   

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El Síndrome de Estocolmo es una reacción psíquica en la cual la víctima de un secuestro, o persona retenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con quien la ha secuestrado. En ocasiones, dichas personas secuestradas pueden acabar ayudando a sus captores a alcanzar sus fines o a evadir a la policía.

 

   

 

 

   

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Día 238

 

   

 

 

   

 

 

   

Movió lentamente su cuerpo sobre el colchón desleído y viejo, se escuchaba la cadena en su tobillo, una cadena con grillete... sus cabellos ahora largos y algo sucios estaban desparramados en todas las direcciones, le dolía todo su cuerpo desnudo, trato de buscar un poco de luz, algo difícil en aquel oscuro Lugar, iluminado lúgubremente con un bombillo. Como pudo movió su mano donde estaba una sucia manta y cubrió su cuerpo desnudo.

 

   

 

 

   

 

 

   

Llevaba demasiado tiempo, allí si las marcas hechas con piedra en la pared no le mentían, llevaba 238 días y contando, hacer aquellas muescas en la pared era lo que conservaba un poco de su cordura, claro muy poca cordura.

 

   

 

 

   

 

 

   

Sintió un poco de temor al escuchar la puerta de su prisión ser abierta, tenía los labios resecos y esperaba algo de agua, le vio bajar, tan alto y tan imponente como siempre, el mayor de todos, con aquel cabello largo sujeto en una coleta, vestido, venia vestido de Frac, seguramente, este mismo día se había casado.

 

   

 

 

   

Las marcas en su rostro no lo hacían ver deforme pero si sensual y viril, al verlo, bajando a su pequeño sótano, de nuevo se sintió pequeño, insignificante y apocado.

 

   

 

 

   

-MI hermoso ruiseñor, que callado estas hoy, te he traído tu comida-le dijo con una voz engañosamente suave sentándose a su lado extendiendo una mano para acariciar su cabello, rojo enmarañado y sucio -tenemos que darte un baño-le dijo

 

   

 

 

   

 

 

   

Abrió sus ojos azules, aunque diferentes a los que le miraban y abrió la boca, el hablar un dolía - te.... ca..saste?- pregunto al verle su ropa.

 

   

 

 

   

Como no iba a casarse estando comprometido con una veela, una hermosa veela rubia, pero si estaban celebrando ¿sus padres lo olvidaron? ¿Sus hermanos? siempre había sido diferente a ellos y quería sobresalir por cosas diferentes a los regimientos gryffindors pero no por eso debería ser juzgado y olvidado.

 

   

 

 

   

-Un detalle menor mi hermoso petirrojo- menciono, encogiéndose de hombros, sacando la comida y de postre un pedazo de la tarta de boda-come mi petirrojo-le ordeno suavemente, de nuevo.

 

   

 

 

   

El prisionero, vio la comida con anhelo y sus manos obviamente delgadas temblaron al coger la comida y llevársela a la boca haciendo ruidos de placer al comer algo, se notaba que la tarta la había hecho su madre.

 

   

 

 

   

            -eso es, con calma come con calma la comida no va a ningún lado mi hermoso- le sonrió acariciando sus cabellos suavemente, enajenado al ver como su prisionero comía como si no hubiese mañana.

 

   

 

 

   

            Mas este, no lo miro, debido a que pensaba que si lo enojaba de nuevo lo dejaba sin comer y es algo que no podía permitirse luego de varios ayunos involuntarios en esos días; cuando termino de comer la tarta se sintió empachado, pero feliz -mama... hizo.. la torta-  asevero queriendo ver a su madre y sus ojos azules se empezaron a llenar de lágrimas, unas que a pesar del tiempo encerrado no habían dejado de fluir.

 

   

 

 

   

            -Sí y la comida también, pensé que te gustaría-le dijo-toma un poco de cerveza de mantequilla-le ofreció la primera cerveza de mantequilla en mucho tiempo, aparte de agua y fluidos corporales.

 

   

 

 

   

            Como sus manos temblaban fue "él " quien le dio de beber la cerveza de mantequilla, claro que luego de un rato, trato de quitar la boca -no...Más...- le pidió, no quería más, era solo cerveza de mantequilla y ya se sentía mareado, debido a los largos periodos de ausencia de aquella bebida.

 

   

 

 

   

            -pequeño petirrojo mal agradecido-sonrió -está bien, ven acá y bésame-le ordeno

 

   

            Todo el tiempo allí encerrado le habían enseñado que "él" cuando estaba de buen humor no lo lastimaba mucho pero si se negaba, con cuidado como pudo le beso abriendo su boca reseca a él mayor.

 

   

 

 

   

            -eso es mi hermoso petirrojo tus labios son perfectos -le dijo recorriéndolos con su lengua, mojándolos lentamente con su saliva-esta noche tendré que imaginarme que ella eres tu-le aseguro.

 

   

 

 

   

            Se sintió mal un poco y bajo la cabeza - ¿no.. deberías estar allá... con ella?-le pregunto tratando de no sonar brusco sino suave, no quería que se enojara.

 

   

 

 

   

            -¿para qué? prefiero estar contigo deberías sentirte agradecido-lo reprendió.

 

   

 

 

   

            Bajo la cabeza, sintiendo las manos más fuertes en sus desnudas caderas – Lo... Siento... - le miro - yo ... yo no se nada...Tu eres quien… sabe todo - dijo con nervios de haberle  enojado -¿te.. iras... de luna.. de miel?- pregunto sin bajarse de sus piernas, total no podía ya que estaba enganchando a ellas por las manos fuertes de él.

 

   

 

 

   

            -no, con la guerra no podemos- suspiro, aunque en realidad esa había sido la excusa perfecta, aquella excusa  era la tapadera perfecta, ya que no  quería alejarse de su petirrojo-ven, quiero que me la mames así podre tener esta noche el recuerdo de tus labios en mi polla-le ordeno, no veía otra forma de excitarse con la que ahora era su mujer.

 

   

            Asintió bajándose de sus piernas y arrodillándose entre sus piernas, como pudo bajo la bragueta del frac para sacar el miembro grande y venoso, lamio la punta para metérselo a la boca, moviendo la lengua con la experiencia que le habían dado los días del encierro.

 

   

 

 

   

            -oh si lo haces delicioso eres el mejor Percy - gimió con los dedos en los sucios cabellos de su hermano marcándole el ritmo.

 

   

 

 

   

            Los  ojos  azules de Percy, se cerraron, haciendo el mejor trabajo que podía, sintiendo aun lágrimas en aquellos orbes parecidas a las de su hermano.

 

   

 

 

   

Su propio hermano lo tenía allí encerrado, en un asqueroso lugar, frio lúgubre e insalubre y el únicamente podía  apenas rosar su lengua y dientes con el miembro ajeno provocándole placer a su captor.

 

   

 

 

   

            -ahhh basta, basta cambie de opinión no quiero correrme en tu boca, ven aquí Percy, cabálgame mi hermoso petirrojo-le ordeno

 

   

 

 

   

            Percy gimió y saco de su boca  el miembro ajeno que rebosaba de saliva y le miro - me... me duele... Bill – le rogo  -aun…estoy.... lastimado-

 

   

 

 

   

            -No me hagas repetirlo o será peor Percy-le advirtió Bill frunciendo el  ceño.

 

   

 

 

   

            -duele- dijo tratando de alejarse - por favor... Bill... te la chupo más.... pero es que ayer...me dolió mucho, me duele mucho el trasero-

 

   

 

 

   

            Bill entrecerró los ojos, sintiendo la ira bujar de él y le dio una fuerte bofetada, tomándolo a la fuerza de los hombros -¿vez lo que me obligas a hacer Percy? Cada vez que te lastimo es por tu estúpida rebeldía-le reclamo, agarrándolo con fuerza y sentándolo a la fuerza sobre su miembro, empalando sin ningún tipo de preparación.

 

   

 

 

   

            El grito proferido por Percy al sentirse empalado,  resonó en las cuatro paredes de aquel mugroso sótano, sabía que había sangrado y lloro - per.. perdón perdón- rogo

 

   

 

 

   

            -shhh, no me obligues a hacer eso Percy yo quiero tratarte bien mi petirrojo, pero tú no me obedeces. ¿Porque tienes que ser tan malo?-le pregunto moviéndolo con suavidad haciendo que le mirara-¿entiendes que te lo mereces verdad? Repítelo Percy, di que mereces mi castigo-

 

   

 

 

   

            Hipo, lloro y asintió, se lo merecía había hecho enojar a Bill - lo.. lo siento... per.. Perdóname, yo sé que… me merezco tu castigo, he sido malo-le rogo, sintiendo que las embestidas eran más suaves, debido a la generosidad de su captor.

 

   

 

 

   

            -shhh siempre, siempre te perdonare Percy... te amo-le dijo con voz suave besando sus labios, haciéndolo moverse sobre su miembro, grande y fuerte, viendo las lágrimas en su Petirrojo, y estas dejaban un surco en sus mejillas sucias, viéndolo rebotar encima suyo, moviéndolo a su vil antojo sintiéndolo estrecho y pequeño a su alrededor, encajándolo hasta el fondo, de cómo la sangre y el pre semen  hacían posible la penetración al fondo, más al estar en aquella posición, con su petirrojo de jinete  -te amo mi Percy mi hermoso Percy tú me has obligado a todo esto- gimió Bill moviéndose acostando a Percy en el sucio camastro, impulsándose adentro de él, masturbándolo para obligarlo a venirse con él, como si fueran una pareja de enamorados,

 

   

 

 

   

Y por eso, aun cuando la relación fuera obligada, aun cuando su cuerpo fuese obligado a recibirle y abrirse para él, Percy termino mordiéndose los labios y corriéndose por las embestidas y la masturbación, apretando su esfínter al rededor del miembro grande de su hermano, ocasionando que este se corriera dentro de él con abundancia.

 

   

 

 

   

            -si oh si Percy me aprietas delicioso-gimió el pelirrojo más alto.

 

   

 

 

   

El menor solo se arqueo, cuando se sintió lleno hasta el alma y quedo desmadejado en el camastro, con lágrimas y muy lleno de la cimiente de su hermano mayor, por no decir rebosante de semen en su interior.

 

   

 

 

   

            -mi hermoso Percy- susurro demencialmente Bill, acariciando su rostro- debo irme -le dijo pero hizo un movimiento de su varita, haciendo aparecer una tina con agua caliente en mitad de aquel mugroso lugar- date un baño cuando termines la tina desaparecerá... no tardes se te enfriara el agua-le dijo tiernamente, correspondiendo a lo bien portado de Percy.

 

   

 

 

   

            -gracias Bill- dijo verdaderamente agradecido el menor y cuando Bill se fue pudo bañarse rápidamente debía aprovechar, no siempre su hermano le dejaba bañar o no siempre  estaba tan caritativo

 

   

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-Bill!!- sonrió Charlie al verle entrar - pensamos que habías desaparecido... la novia esta algo inquieta... donde estabas ¿Planeando la fuga? - dijo el domador de Dragones con un whiskey de fuego en la mano.

 

   

 

 

   

-gracioso- negó con la cabeza- no, solo haciendo algo de la orden hermano-le dijo- al menos yo aún el día de mi boda trabajo-

 

   

 

 

   

-sabes que yo te ayudaría, pero mi dragón personal me consume todo el tiempo - rio moviendo su pelo rojo - por cierto te han estado preguntado Harry y su "pareja"- sintiendo escalofríos al ver al ojiverde y detrás de él como una sombra su sórdido profesor de pociones.

 

   

 

 

   

-de pronto el profesor  Snape sabe el paradero de los malditos mortifagos que asesinaron a Percy- dijo apesadumbrado Bill, recibiendo la misma mirada de Charlie.- ya se no hay cadáver… pero había demasiada sangre- coloco una ano en su colgante.

 

   

 

 

   

Charlie  solo negó- Mama aún tiene la esperanza de que este vivo y yo también quiero conservarla,  sé que han pasado siete meses… pero -

 

   

 

 

   

Bill movió su coleta  larga y roja           -Iré a ver que quieren- acercándose a la... peculiar pareja

 

   

            -Weasley felicitaciones- dijo saludándolo seriamente el profesor, como si usara legeremancia con él.

 

   

 

 

   

            -Gracias profesor Snape-asintió el pelirrojo-Charlie me informo que me buscaban-le dijo.

 

   

 

 

   

            -si, Potter quería darles un regalo-dijo rodando los ojos al ver las mejillas rojas de su  pareja, tanta infantil inocencia, completamente icónica y falsa.

 

   

 

 

   

             Harry suspiro y luego sonrió pícaramente -no es nada importante solo una tontería- dándole un paquete que contenía juguetes muggles sexuales, que obviamente el pelirrojo no usaría con su “amada” esposa.

 

   

 

 

   

            -es una tontería de parte de Potter- aclaro el profesor de pociones -he ablando con algunas personas de la orden y aun no encontramos el paradero de los mortifagos... - le dijo al chico pelirrojo que había tomado personal atrapar a los hombres que presumiblemente mataron a Percy Weasley dentro de las oficinas del ministerio

 

   

 

 

   

            -Lo entiendo y se los agradezco... a ambos-asintió Bill solemnemente

 

   

 

 

   

            -sabes que cuentas con nosotros-le dijo Harry con la inocencia innata de los Gryffindor.

 

   

 

 

   

            Severus asintió... a las palabras de su león bueno del cachorro de león de ojos verdes - Hoy es un día de fiesta...- le recordó señalando con la mano a la hermosa novia que hablaba en fluido Francés con sus parientes.

 

   

 

 

   

            -si tienen razón, hablaremos luego debo volver con Fleur-se disculpo regresando con su novia y obligándose a poner cara de enamorado ante todos.

 

   

 

 

   

Nadie encontraría a los dichosos mortifagos, así como tampoco el cuerpo de Percy, solo fue necesario un poco de sangre para que todos pensaron que había sucedido lo inevitable.

 

   

 

 

   

Sonrió para sus adentros, mientras posaba para la foto mágica, de esa hermosa boda.

 

   

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Día 241

 

   

 

 

   

 

 

   

            Habían pasado tres días, y eso pensaba Percy allí encerrado, tenía mucha hambre, demasiada hambre, y solo Bill le había dejado Agua, -tres días - susurro sintiendo un dolor profundo en su vientre y en su corazón.

 

   

 

 

   

Y ¿si Bill se había cansado de él y lo había dejado allí para que muriera lentamente? Se apretujo contra la manta sucia y aun con el olor de su hermano, penetrante y varonil.

 

   

            Pero como si lo hubiese invocado pudo escuchar los pasos de Bill, bajando al sótano y  acercándose entrando a su jaula. -Mi petirrojo-lo llamo

 

   

 

 

   

            -¿Bill?- pregunto restregando sus ojitos azules viéndole llegar y no pudo más que lanzarse a sus brazos débiles y cansados- ¡Bill!

 

   

 

 

   

            -claro que soy yo, ¿quién más podría ser?-se inclinó acariciando su rostro, viendo el efecto de esos días sin él y no pudo más que sentirse satisfecho al ver a su petirrojo tan necesitado.

 

   

 

 

   

            - pensé... que me habías olvidado aquí-  dijo casi tartamudeando, sin soltar al más grande.

 

   

 

 

   

            -jamás, no pude venir antes mi petirrojo pero jamás te olvidaría mi hermoso-le aseguro.

 

   

 

 

   

            Percy no pudo más que aferrarse a las ropas viéndolas salvajes como siempre - ¿de verdad?- pregunto lamiéndose los labios resecos y movió su cabeza roja. ¿Porque diablos no peleaba? ¿Porque solo pensaba que Bill pudiera dejarlo?

 

   

 

 

   

-claro que si petirrojo, eres lo mejor y más importante de mi vida-le aseguro Bill besando sus labios con dulzura.

 

   

 

 

   

            -¿y Tu esposa?- pregunto bajito.

 

   

            -ella no es nada, nada comparado contigo-le aseguro-tu eres mi verdadera alma gemela, ella solo es una distracción-le aseguro

 

   

 

 

   

            Percy asintió quedito y su estómago crujió, - tengo hambre- susurro

 

   

 

 

   

-claro mi niño te eh traído comida-le dijo Bill

 

   

 

 

   

            -¿de mama?- pregunto emocionando quitándole la bolsa a Bill , comiendo a manos llenas encima del camastro, su cuerpo estaba desnudo y obviamente delgado... sus ojos ya no mostraban el reto de antes... no, cuando Bill había todo su espíritu de esa forma.

 

   

 

 

   

            -si de mama mi dulce petirrojo-le dijo acariciando su cabello rojo con un amor demencial, pero también como lo haría un amo a su mascota más amada.

 

   

 

 

   

            Sonrió a las caricias de su “amo” y comió con ganas, su vientre mostro una curva debido a la precaria alimentación aun así agradecido que Bill le trajera comida de su mama, Bill era muy bueno - ¿Cómo están todos? ¿los gemelos?- pregunto con la boca llena de pasitas de galleta.

 

   

 

 

   

            -todos están bien y vivos-le dijo limpiando su boquita con una sonrisa, le gustaba su Percy sumiso.

 

   

 

 

   

            -¿Vivos?- susurro- ¿podre... verlos algún día?-

 

   

            -tal vez, si eres bueno-le dijo besándolo pero obvio era una gran mentira.

 

   

 

 

   

            -si soy bueno los veré de nuevo- dijo encantando abrazo a Bill...- ¡gracias hermano! Seré bueno- le juro además estaba más agradecido debido a los días sin verle... además era a la única persona que veía...realmente

 

   

 

 

   

            -yo quiero que seas feliz mi niño... te amo-le recordó Bill

 

   

 

 

   

            -gracias Bill- dijo Percy con un hilo de voz besándolo tímidamente por primera vez en todo su cautiverio sin ser obligado y /o Amenazado.

 

   

 

 

   

            -siempre estaré para ti Percy, yo te cuido y te protejo como nadie más lo ara-le prometió

 

   

 

 

   

            -Papa lo hacía - susurro pasito

 

   

 

 

   

            -¿el, que hacia papa?-le pregunto Bill sin dejar de tocar su espalda desnuda.

 

   

 

 

   

            -cuidarnos.... protegernos- su voz era bien bajita moviendo sus dedos encima de su hermano – papá siempre lo había hecho-

 

   

 

 

   

            -pero ahora lo hago yo- le corrigió -papa ya no puede hacerlo, ya no puede cuidarte-

 

   

            -¿papa y mama preguntan por mí?- pregunto, su añoranza era lo que evitaba que se entregara por completo, que sucumbiera a su hermano, que olvidara que este le había esclavizado por completo.

 

   

 

 

   

            -no, no lo hacen ya, ellos se decepcionaron mucho de ti cuando te fuiste, yo no, yo te entendí-le aseguro- yo te perdone-

 

   

 

 

   

            Sintió de nuevo lagrimas -me fui porque quería tener un trabajo el ministerio quería hacer algo más que un Weasley del montón... tú y Charlie tenían su aventura... yo aun debía cuidar de los gemelos, de Ron y de Ginny, yo quería... yo solo quería salir, no quería ser el paño de lágrimas de papa y mama solo quería hacer mi  vida, tener mi vida- dijo llorando

 

   

 

 

   

            -yo te entiendo-le aseguro abrasándolo-no hiciste nada malo-lo consoló, escuchando el llanto de su Percy.

 

   

 

 

   

- yo solo quería mi aventura Bill... solo eso... Casarme con Audrey tener hijos.... no quería que se decepcionaran... yo solo quería tener algo más.. Ser algo más... Que papa-

 

   

 

 

   

            -y tenías todo el derecho-le aseguro-no hiciste nada malo mi petirrojo-

 

   

 

 

   

            -entonces... si es mi derecho...- le miro con lágrimas -¿porque no me dejas salir Bill? podríamos explicarle todo a papa y mama, podríamos salir, decir que fue que me quise ir, Bill- se aferró a él

 

   

            -por qué no quiero perderte, Percy tu eres mi vida no puedo perderte-negó con la cabeza.

 

   

 

 

   

            -pero... tú dices que tengo derecho....- le dijo aferrándose - si salimos... tu puedes seguir con Fleur. Yo no diría nada Bill, te lo juro - le dijo mirándolo - quiero salir... quiero salir Bill-

 

   

 

 

   

            -no puedo perderte Percy, lo siento pero no puedo-se negó pero enojándose gradualmente.

 

   

 

 

   

            Percy no pudo más - ¡¡¡déjame salir!!!- le grito - quiero salir quiero salir!!

 

   

 

 

   

            -no-le dijo firme y le pego una bofetada-¿vez? ¿Vez lo que me obligas a hacer Percy?-le pregunto.

 

   

 

 

   

            Sollozo el pelirrojo menor - no - le miro nervioso - yo no te obligo a nada, me dices que tengo derecho y me tienes retenido aquí abajo, como si hubiese cometido algún crimen, no lo hice y si nuestros padres me odian tanto me puedo ir de sus vidas y de la tuya, no cometí un pecado tan grande para estar encerrado como un vulgar prisionero-

 

   

 

 

   

            -jamás saldrás de mi vida-le aseguro sacudiéndolo con brusquedad como si fuera un muñeco- tú me obligas, tú me obligas-aseguro con violencia mientras, Percy         trataba de defenderse como hacia los primeros días de encierro, algo más que imposible debido a su desnutrición y falta de fuerzas  contra la inmensa mole que era William, y claro lo único que podía hacer  Percy era aruñar a su hermano.

 

   

 

 

   

- ERES PEOR QUE GREYBACK!!- le grito y se quedó quieto, luego del grito, no había querido insultar a Bill menos comparándolo con la bestia que casi le desfiguro el rostro y era el causante de varias cicatrices en su cuerpo.

 

   

 

 

   

            Los ojos de Bill se oscurecieron al momento de alzar su mano y abofetear a su hermano virándolo con brusquedad, lo tomo de las caderas alzándoselas y escupiendo en su culo procedió a penetrarlo bruscamente sin ningún cuidado.

 

   

 

 

   

            -ahhh!!!!- grito sintiéndose como un muñeco, partido en dos... y se pateó mentalmente, había enojado a Bill y su castigo era el dolor, sentía las mordidas en  su hombro y su espalda marcándolo, mientras ese pene grande se movía dentro de él -¡!!duele!!!- grito hasta que sus cuerdas bucales no dieron más, hasta que su garganta se dañó de tanto gritar, hasta que las lágrimas se hicieron de nuevo visibles.

 

   

 

 

   

            -tú me obligaste-le aseguro mientras se corría dentro de él y jalaba bruscamente su cabello largo y cuando hasta la última gota dejo su poderoso miembro, lo saco del interior de Percy y lo tiro con brusquedad  al camastro.

 

   

 

 

   

            Quedo hecho un ovillito recordando que a Bill no debía enojarlo, se podía ver como el semen caía de su entrada hasta sus muslos y la cama... - perdón- susurro pasito aferrándose a la cama y la manta con miedo.

 

   

            -¿por qué no aprendes? ¿Por qué me obligas a hacerte esto?-le pregunto enojado acomodándose la ropa, mirando su obra.

 

   

 

 

   

            Se aferró a la asquerosa manta y pidió perdón como siempre... sintiendo las manos de Bill en sus cabellos ¿Cuándo acabaría la tortura?

 

   

 

 

   

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Día 278

 

   

 

 

   

El peso de Percy había bajado considerablemente y más parecía un bello muñequito desnudo, sucio y encadenado 

 

   

 

 

   

Bill no se podía quejar, Claro que había algo raro en Percy,  una pequeña pancita que estaba empezando a asomarse en su vientre, tras el cuerpo desnutrido.

 

   

 

 

   

            -despierta petirrojo-movió suavemente

 

   

 

 

   

            Abrió sus ojitos, ya sin brillo - ¿Bill?- viendo que traía una túnica bonita- ¿y esa túnica?- pregunto sentándose sus piernas habían perdido mucha fuerza, por lo cual no se movía demasiado.

 

   

 

 

   

            -para ti-le Sonrió el pelirrojo más alto -vamos a darte un baño y a vestirte hoy iremos a un nuevo lugar-

 

   

            Parpadeo un buen rato, como tratando de analizar las palabras de Bill que si bien llegaban a su cerebro, no procesaba muy bien - ¿saldré de aquí?- pregunto y cuando entendió se puso algo aprensivo, había durado... Demasiado tiempo allí en ese sótano apenas con la luz de una bombilla y ahora... Bill iba a sacarlo… Bill iba a dejarlo y empezó a hiperventilar.

 

   

 

 

   

            -si vamos a ir a un sitio especial, ya cálmate Percy, respira, es un lugar para los dos-le prometió, tenía que sacarlo de ahí, estaban empezando a sospechar, no podía dejar que encontraran a Percy, no podía dejar que le quitaran a su petirrojo.

 

   

 

 

   

            Asintió más calmado, dejándose bañar, limpiar todo lo que llevaba encima, tenía una semana sin bañarse, disfruto del baño y aún más del hecho de usar ropa después de tanto tiempo, se dejó poner la Túnica y esta ciño su pequeña pancita, Parpadeando como siempre y sintiéndose aún más raro, cuando Bill con la varita le quito  el oxidado grillete de su tobillo, mostrando una herida prominente en este.

 

   

 

 

   

            -Vamos a ir a un bello lugar, ya vas a ver- le sonrió Bill dándole una pelota de Tenis que en realidad era un traslador ilegal. -toma- le ordeno, viendo las delgadas manos de Percy sujetar la bolita, él también lo hizo sin soltar a Percy y abandonando para siempre, el Sótano, a las afueras de la misma madriguera, dejando únicamente una manta sucia y un viejo grillete oxidado.

 

   

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            le dolieron los ojos  al sentir aquella extremada claridad, así que se obligó a cerrarlos con fuerza y aferrarse con dureza a Bill para no caer -¿Dónde estamos?- su voz aún era u hilo que podía compararse con el pequeño aletear  de una mariposa

 

   

 

 

   

            -En tu nueva casa. ¿Te gusta?-le pregunto ayudándole a caminar, debido  su debilidad y también a que estaba algo cojo debido a la herida.

 

   

 

 

   

La casa era preciosa, pequeña pero espaciosa con un amplio jardín rodeada por muchos árboles que la dejaban escondida, el sol era poderoso y fuerte, mostrando su poder, y su obvia energía, la temperatura era muy alta, podían verse también a lo lejos el susurrar de las dunas de arena, era casi como un pequeño oasis, en todos los sentidos.

 

   

 

 

   

            -¿casa? - parpadeo de nuevo varias veces un tic que había adquirido, como aquella persona que ya no es dueña de sí misma - ¿y la guerra?- pregunto ladeando la cabeza, pero sin siquiera chistar cuando Bill lo hizo entrar -¿y Fleur?

 

   

 

 

   

            -nada de eso debe preocuparte ahora Percy-le dijo el rompedor de maldiciones- solo que esta será nuestra nueva casa, solo de los dos-

 

   

 

 

   

            Asintió como un muñequito roto, viendo la casa bien decorada, pero tenía muchas cosas y caminaba con miedo de moverlas, luego de casi estar un año solo con un camastro y sin ropa, era más que comprensible.

 

   

 

 

   

            -¿te gusta? la compre para ti porque te amo Percy-le dijo Bill

 

   

            -me amas- dijo sin soltarlo viendo todo más como un pequeño autista - ¿estaré con cadenas?- le pregunto colocando una mano en su pancita sin saber el porqué de su estado, un estado que si sospechaba Bill.

 

   

 

 

   

            -no, no si prometes no dejarme nunca-le aseguro

 

   

 

 

   

            -No te dejare nunca- aunque su vocecita había sonado monótona- la casa es bonita...-le sonrió viendo una puertita que llevaba a un sótano y su corazón brinco de alegría - ¿dormiré allá?- sin miedo,  es más, más miedo le daba estar allí con tanto espacio y tanta luz, se había hecho dependiente de la oscuridad  de su pequeño sótano.

 

   

 

 

   

-es tu nueva casa mi Petirrojo, dormirás donde tú quieras- le dijo el mayor de  los pelirrojos caminando hacia el segundo piso, sus zapatos de cuero de dragón resonaban en las paredes de la casa, mientras los pies descalzos de Percy no hacían ningún ruido - puedes salir al jardín, pero la casa no te dejara salir más lejos de eso y cuando salgas al jardín debes hacerlo con velo, esto es Egipto-le explico, claro era para las mujeres, pero Percy había tomado ese lugar a su lado, en su vida y en su cama, aun siendo hombre.

 

   

 

 

   

            -Egipto- repitió vacíamente y asintió viendo las cosas realmente sin mucho entusiasmo, quería su sótano no aquel Lugar tan lleno de  ventanas y de olor a limpio, ya que su sótano olía a humedad, a sexo, a metal, pero definitivamente no a limpio.

 

   

 

 

   

 Bill le llevo a la habitación principal y Percy solo miro con miedo la inmensa y limpia cama, en ese momento se dio cuenta a pesar de su mente embotada, que Bill no le dejaría de nuevo en el sótano sino que tomaría su lugar como dueño de la casa, por eso, apretando la túnica entre sus manos con fuerza, miro a Bill, con los ojos transparentes hacia el mayor.

 

   

 

 

   

No sabía si se podía sentar en aquellas telas limpias, en su sótano solo tenía la misma mantita sucia y muchas veces Bill se la quitaba a modo de castigo.

 

   

 

 

   

            -toda la casa es para ti mi hermoso petirrojo -le sonrió – No tengas miedo siéntate en la cama- le  dio dos golpecitos a la cama para que su petirrojo perdiera el miedo.

 

   

 

 

   

Con cuidado se sentó en la cama y le sonrió - es bonita la cama- dijo bajito - ¿porque salimos de mi sótano?- pregunto completamente inocente, sin verla sonrisa retorcida de Bill al escuchar de boca de su petirrojo ese “MI” sótano.

 

   

 

 

   

-porque esta es nuestra nueva casa, solo para ti y para mí, además te has portado bien y cuando mi hermoso petirrojo se porta bien hay muchas recompensas y una de esas es esta casa. ¿No te gusta?- le pregunto.

 

   

 

 

   

Alzo sus hombros - ¿vivirás conmigo?- pregunto suavecito sintiendo a Bill más cerca - ¿quieres que te la chupe?-pregunto al verle a un palmo de él... realmente Percy había pedido el norte de la realidad y de paso... de su propia independencia y autonomía, vivía en pos de los deseos y sensaciones de su propio hermano mayor.

 

   

 

 

   

                        -si siempre quiero sentir tu boquita en mi pene-aseguro.

 

   

Con cuidado bajo su bragueta y empezó a chuparlo como si se tratara de una paletita, una bastante grande, moviendo sus mechones rojos hacia atrás y adelante sintiendo la mano de su hermano en sus cabellos largos... acaricio con sus dedos los testículos ajenos, sintiéndolos grandes entre sus dedos y poco tiempo tardo en recibir toda la leche ajena en su boca... la cual trago sin soltar una sola gota

 

   

 

 

   

-ahh tu naciste para esto mi hermoso-aseguro- no sé porque tenías en mente ser trabajador del ministerio, si es tu boca quien hace maravillas- dijo pasando por los labios de su petirrojo su miembro semi erecto, dejando gotas de pre semen en esos labios que adoraba

 

   

 

 

   

-Gracias hermano- dijo limpiándose la boquita con cuidado y con su lengua, no sea que Bill le golpeara por no disfrutar hasta la última gota de su semen.

 

   

 

 

   

-no me las des mi hermoso-le dijo levantándolo y besándolo- mi pene siempre querrá cualquier parte de tu hermoso cuerpo que es Mío y para estrenar la casa- sonrió yendo al gabetero, sacando los regalos muggles de Harry – anda quítate la túnica- le ordeno y vio cómo su hermano obedecía subiéndose a la cama y abriendo sus piernas grandemente, adornado ese cuerpo delgado por aquella insípida pancita que le encantaba.

 

   

 

 

   

Beso su cuerpo con devoción  demente y trastornado, marco cada parte de este, dejando pequeños y grandes moretones por la piel extremadamente pálida de Percy y con cuidado le introducía un dildo en su ano, más que acostumbrado a recibir a Bill y también cuando estaba furioso más que un elemento, incluso una vez introdujo una botella de whiskey de fuego casi hasta la mitad, descargando el líquido en sus entrañas, aparte de que casi le parte el cuerpo también lo emborracho y debido a la precaria comida duro vomitando casi una semana entera, así que en ese contexto un dildo era más que normal.

 

   

 

 

   

Sintió el pene en su boca que se dedicó a mamar con experiencia, mientras su hermano se dedicaba a subir la intensidad del dildo y disfrutando su carita de placer autista, tenían todo el día para celebrar  y Harry les había dado mucho material sin proponérselo.

 

   

 

 

   

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Día 401

 

   

 

 

   

123 días habían pasado desde que llegaron a Egipto y  que ahora la pancita de Percy era más grande  y abultada, no era una simple indigestión...se levantó en la noche y gruño pasito, - Bill duele- dijo pasito sin saber que tenía, Bill solo le decía que era una indigestión.

 

   

 

 

   

-¿Qué te duele petirrojo?-se levantó Bill a su lado, había procurado estar todas las noches con su petirrojo enjaulado.

 

   

 

 

   

-me duele...- dijo refiriéndose a su pancita, que hacia extraños movimientos que él en su estado ya no entendía

 

   

 

 

   

            -Le pasa algo al bebe?-le pregunto Bill levantándose de inmediato convocando con su varita  agua, toallas y tijeras.

 

   

 

 

   

            -que bebe?- pregunto sin entender solo sabía que su pancita había crecido sin saber que allí había un bebe, un bebe suyo y de su hermano mayor.

 

   

 

 

   

            -Bebe el que llevas dentro-le sonrío- ahora acuéstate y escúchame él bebe solo tiene siete meses según puedo contar, nacerá prematuro pero  yo lo traeré al mundo, ya verás que es tan hermoso como tú, solo debes obedecerme-

 

   

                                                                                                                                                         -¿bebe?-- seguía sin entender cuando le di otro dolor más fuerte y otro más, asintiendo abría las piernas, el líquido empezaba a salir, por una abertura a la altura de su ingle.

 

   

 

 

   

- esta coronando Percy, esta noche lo recibiremos- dijo sabiendo que cuando lo había sacado del sótano ya tenía cuatro meses encima aproximadamente, y era normal que en un embarazo masculino nacieran prematuros, -shh todo está bien Percy- tomo su mano, acaricio sus cabellos rojos y luego le abrió las piernas, estaba listo para recibir a su hijo.

 

   

 

 

   

Obviamente no podía entrar ningún mendimago, ya que Percy había sido dado por muerto o desaparecido.

 

   

 

 

   

Percy solo lo miraba apretando sus labios, obedeciendo las órdenes del pelirrojo mayor, había pasado por tanto que francamente nunca se quejaba- vamos cariño puja-le ordeno.

 

   

 

 

   

 

 

   

Luego de tres tortuosas horas, se escuchó un llanto suave, un dulce bebe había nacido, una nena con una matita roja en su cabeza había nacido por fin de un desmadejado Percy.

 

   

 

 

   

-es preciosa- Susurro Bill, la masita sonrojada que lloraba en  sus brazos.

 

   

 

 

   

-Molly... - susurro con algo de vida Percy, algo que no había tenido en todo este tiempo de encierro - llámala Molly por favor-

 

   

 

 

   

-Molly, bien le pondremos Margaret Weasley, Molly para todos-sonrió Bill asintiendo, respetando tal vez la única opinión de Percy en todo este tiempo.

 

   

 

 

   

Percy sonrió quedamente, quedándose dormido luego de ver su hija en brazos de William, la bebe solo movía sus manitas contenta de estar en brazos de su progenitor y Bill supo que hoy más que nunca, Percy era suyo.

 

   

 

 

   

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Día 3768

 

   

Aproximadamente 10 años después

 

   

 

 

   

 La guerra había pasado declarando vencedor a Harry Potter que enviudo demasiado pronto, al ser asesinado Severus Snape por Nagini, y aun el de ojos verdes conservaba su luto.

 

   

 

 

   

La pérdida de Fred, la muerte de Sirius, Remus y Tonks, la pérdida de Percy.

 

   

 

 

   

El retrato de Percy aun reposaba en la chimenea de Molly, que besaba todos los días su retrato, al menos Fred había recibido sepultura como Merlín ordenaba pero su Percy solo tenía una losa conmemorativa en vez de un cuerpo.

 

   

 

 

   

Ron se había casado con Hermione y George con Angelina, Charlie seguía como un soltero empedernido. Ginny aun jugaba con los chudley cannons de bateadora y Bill bueno su matrimonio no iba muy bien desde que pasaba más tiempo en gringotts de  Egipto.

 

   

 

 

   

Y Eso nos lleva a Fleur, la hermosa veela cada día más amargada y fría, el amor de su vida, no la amaba aun cuando habían tenido tres hijos.

 

   

 

 

   

Todos los días Bill se iba y habían semanas en las que no regresaba, en la cama todo se había vuelto frio e impersonal, es más hacia años que no había intimidad y estaba decidida a destruir a la perra que le había arrebatado el amor de Bill.

 

   

 

 

   

Molly la entendió, a pesar de todo ella seguía a Fleur para que no hiciera ninguna estupidez, tomaron el mismo traslador que les llevo a ambas mujeres a Egipto y de allí le siguieron hasta una bella casita en medio de la nada

 

   

 

 

   

 -¡¡Papa!!- escucharon el grito de una niña no mayor de diez años pelirroja preciosa, Seguida de seis críos que oscilaban entre los nueve y dos años, que se lanzaban contra Bill.

 

   

 

 

   

Molly abrió la boca sorprendida, ella pensó que solo fuera una aventura, no.. Que su hijo de dicha aventura tuviera hijos, sus nietos, claro que algunos aun siendo hijos de Bill tenia características que  solo se las había visto a otro de sus hijos.

 

   

 

 

   

Fleur por otro lado lloraba, no podía evitarlo, su esposo tenía una puta y una puta que le había dado montones de hijos.

 

   

 

 

   

Alzo la varita y dejo que Bill la viera, yendo detrás de ella Molly dispuesta a desarmar a la mujer si intentaba hacerle daños a su hijo mayor - Bill!- grito descorazonada la veela

 

   

 

 

   

Bill se volvió rápido como un relámpago con  su hija Molly en brazos al escuchar la voz de su mujer esgrimiendo su varita con la otra mano

 

   

 

 

   

-¿quien fue? ¿quien te alejo de mi vida?- lloraba Fleur moviendo su varita viendo a la niña y no solo ella,  los niños aferrados a sus piernas... todos pelirrojitos con pequitas y ojiazules de todas las gamas del azul.

 

   

 

 

   

-aleja esa varita de mis hijos-le ordeno Bill, enojado consigo mismo al ver allí a su esposa y su madre, fue demasiado descuidado luego de tantos años.

 

   

 

 

   

-¿Tus hijos??? Victorie, Louis y Dominique también son tus hijos y jamás les has tratado asi!!- sin bajar la varita- esos solo son bastardos de una puta, ¡YO SOY TU SEÑORA!-

 

   

 

 

   

-No te atrevas a insultar a mis Hijos Fleur- le ordeno bajando a Molly sin soltar su varita, no se confiaba de la veela -niños entren a casa-

 

   

 

 

   

Los niños estaban asustados mientras veían a la mujer con varita y no solo eso, una pelirroja robusta también ello solo habían visto a su papa hacer magia porque su pa´ no lo hacía.

como Pudo Molly, la hija de Bill, entro a sus hermanitos corriendo a la casa, cuidando que ninguno de ellos recibiera por equivocación.

 

   

 

 

   

  - Eres un maldito te amé con toda mi alma!! y así me pagas!!- le grito enojada Fleur – revolcándote quien sabe con quién y llenándola de hijos!-

 

   

 

 

   

            -lo siento Fleur, yo también intente amarte... pero tú nunca fuiste él-

 

   

 

 

   

            -¿ÉL? ¿ME CAMBIASTE POR UN HOMBRE? ¿PREÑASTE A UN HOMBRE?- dijo enojada - ¡¡CRUCIO!!

 

   

 

 

   

-protego- exclamo Bill-incarcerous!!- ataco a su mujer no se dejaría maldecir de ella

 

   

 

 

   

            -Protego!!!- gimió rabiosa la veela - Bombarda!!!

 

   

 

 

   

            -Expeliarmus-la alejo de su hogar de todo-no me obligues Fleur pero si pones en peligro a mi familia te matare-le aseguro Bill

 

   

 

 

   

            -Tu Familia soy yo y tus hijos!!!- le grito enojada, pero el enojo se le fue al ver a alguien, un fantasma saliendo de la casita, los ojos azules estaban opacos perdidos como hace años... el cabello era largo atado a una larga trenza y tenía una única egipcia revelando una pancita -Percy- dijo la veela asombrada, su varita tembló, al ver quien le había quitado a su marido, claro que a pesar  de lo enojada que estaba, podía ver en su “cuñado” una mirada vacía, allí no había sino un cascaron vacío.

 

   

 

 

   

-Percy vuelve a dentro-le ordeno Bill.

 

   

 

 

   

Percy parpadeo varias veces sin verdaderamente entender, cuando Molly grito, ladeo su carita viendo la rolliza mujer pelirroja, aunque a  estas alturas su cabecita su cabecita no funcionaba correctamente.

 

   

 

 

   

            -Molly, ¡!!!Margareth!!!-le grito el pellirrojo mayor  a su hija-llévate a pa´ adentro-le ordeno a su hija

 

   

 

 

   

 

 

   

 

 

   

Molly salió de nuevo y agarro la mano de su pa´ entrándolo, cerrando la puerta -es Percy...- le miro la veela - Tu tenías a Percy....- se tapó la boca - tu tu ... tú le mentiste a tu familia él siempre estuvo vivo, tu planeaste el ataque al ministerio no los malditos mortifagos-

 

   

 

 

   

-yo hice lo que tenía que hacer por mi bien y el de Percy-dijo simplemente, sin bajar un solo instante la varita

 

   

 

 

   

-dijiste que estaba muerto... lo he llorado once años....- alzo la varita Molly Wesley anteponiéndose a la veela, daba más temor una madre enojada que una veela celosa.- secuestraste a mi Percy!!-

 

   

 

 

   

-¿Por secuestro? madre Percy es mayor, está conmigo porque quiere no es un prisionero, además no los quiere, ustedes no son nadie para el- le afirmo, flanqueando la puerta.

 

   

 

 

   

-William Weasley!! Yo no te crie para esto!! ¡!Eres un monstruo y recuperare a mi hijo!!- dijo Molly viendo a su hijo sorprendida de que su hijo estuviera tan demente..

 

   

 

 

   

            -lárguense de mi casa... ambas y tu madre no tienes anda que recuperar... Percy es un adulto él no me dejara-

 

   

 

 

   

-es mi hijo y cuando desapareció no tenía ni los 17 años- le dijo lanzándole una bofetada con fuerza

 

   

            -cuando desapareció fue porque se quiso venir conmigo porque me amaba, porque ustedes jamás entenderían nuestro amor- Bill movió sus ojos nerviosamente a su madre, total seguía siendo su madre.

 

   

 

 

   

            -Para Percy eras su hermano Mayor nada más, además esos  ojos de mi hijo, algo le hiciste... Percy no es así- dijo Molly blandiendo  la varita amenazando a su propio hijo

 

   

 

 

   

            -tal vez solo le di lo que él siempre quiso madre, tu jamás fuiste capas

 

   

 

 

   

-¿qué quiso tener Bill?? Él tenia sueños, crees que no lo sé.. Salir de la casa y tu padre y yo lo aceptamos.. y evitamos que se supiera su condición de fértil, él tampoco lo sabía.. Solo tú y Charlie- le excepto, sin saber que fue precisamente esa condición de fertilidad lo que había enloquecido a Bill, el primer paso del descenso al abismo.

 

   

 

 

   

            -pues es feliz conmigo y nuestra familia te guste o no.

 

   

 

 

   

La veela rio enojado y en parte divertida del intercambio de los dos pelirrojos - Molly no entiendes lo secuestro y segur lo violo como un animal.. como el animal que se volvió luego que lo mordió grey back-

 

   

 

 

   

-Bien que te casaste con este animal... largo las dos-las despacho varita en mano.

 

   

 

 

   

-No me iré in mi hijo!!- grito Molly entrando a la casa sin importa la opinión de Bill...y se lanzó a abrazar a Percy con fuerza que solo movía su cabecita sin entender nada-Mi niño mi Percy...- dijo acariciando sus mechoncitos rojos..- Mi niño- contenta la mujer de tener en sus brazos a Percy aunque fuera en esas circunstancias.

 

   

 

 

   

-Percy ten la amabilidad de decirle a nuestra madre que quieres que se vaya-le pidió Bill

 

   

 

 

   

-vallase señora- dijo sin reconocerla.....mientras ella negaba aferrándose a su pequeño  ¿Cuánto Mal le había hecho Bill que su propio hijo no la reconocía?

 

   

 

 

   

-esto lo sabrá el ministerio tu padre en pleno!!- le grito a Bill sin soltar a Percy

 

   

 

 

   

-díselo a quien quieras, ahora, sal de mi casa-le indico Bill la puerta

 

   

 

 

   

-¡!no me iré sin Percy!!- le grito per fue empujando por Bill - ¡te lo quitare lo convertiste en una marioneta!- gruño Molly

 

   

 

 

   

-Jamás lo tendrás- dijo vengativa la veela y era más de temer las palabras de Fleur que las de Molly porque en los ojos de la mujer habían promesas de muerte al sentirse engañada... claro que no pudo hacer nada ya que un rayo verde atravesó su pecho.... Molly grito con fuerza  al ver que de la varita de Bill salía dicho hechizo imperdonable

 

   

 

 

   

-nunca jamás lastimaras a Percy-aseguro Bill- Ni me separas de él-

 

   

Molly estaba asustada.. Su hijo había lanzado una imperdonable - te darán toda la vida en Azkaban- camino hacia atrás sin soltar  su tercer hijo, dispuesta a luchar para sacarlo del infierno que su propio hermano le condujo.

 

   

 

 

   

-Cierra la boca mama o tú le aras compañía-le advirtió Bill furioso y demente.

 

   

 

 

   

-¿crees que dejare a mi hijo con un asesino?- temblando Molly

 

   

 

 

   

-si lo harás-le aseguro Bill-por qué no recordaras nada-le aseguro_ Obliviate-la hechizo, a su propia madre.

 

   

 

 

   

la mujer cayo hacia atrás, sin que Percy la tomara en brazos...con la mente en blanco, mientras a escasos metros se encontraba el cadáver de Fleur, en la sala mirándolo estaban sus hijos y Percy, en fin no era la primera vez.

 

   

 

 

   

Tomo el cuerpo de su esposa y lo saco al jardín, donde aún había tierra removida, con la varita removió un buen lote de tierra y luego lanzo sin delicadeza el cuerpo, lanzando un hechizo de fuego para cremarla allí y luego colocar de nuevo la tierra removida.

 

   

 

 

   

Sonrió viendo siete hoyos más removidos, aquellas inocentes almas que habían descubierto su secreto y habían fallecido antes de contarlo.

 

   

 

 

   

Luego regreso y se deshizo  de su madre, para que la encontraran obliviatada la ventaja es que él tenía otra varita ilegal, con la cual estaba haciendo dichos hechizos.

 

   

 

 

   

 Cuando regreso ya era de noche y vio a Percy en la sala, sus hijos ya se habían dormido, acostumbrados a las escenas de muerte y destrucción, Percy alzaba los ojos vacíos ya y sonrió a su eterno captor, que en efecto, jamás le dejo escapar de sus garras...

 

   

 

 

   

Sintió un beso, en su mente atrofiada ya no podía dejarlo tampoco, ¿qué sería de él sin Bill? nada… ¿Qué sería de sus hijos sin Bill? Seguramente morirían porque Bill podía hacerlo todo, Bill era lo único que ellos necesitaban, sonrió y apoyo su cabeza en el pecho de Bill, que también sonrió besándolo y viendo las llamas de la chimenea, jurándose tener más cuidado de ahora en adelante.

 

   

 

 

   

Mientras afuera se podrían ocho  cadáveres... el pago justo por querer arrebatarle a Petirrojo enjaulado a  Bill, cuando este ya no quería sus alas para volar lejos de su captor, aun cuando se le abriera la jaula, Total ya no quería volar.

 

   

 

 

   

 

 

   

Owary

 

   

 

 

   

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Culpennnnnnn a Mel xd ella me envicio con esta pareja *-* Bill malo y Percy cayendo en sus garras me encanta,  por cierto el lunes subo el ultimo capítulo de El doluleur de la Infance y tambien Lost in Darkness, es que he tenido demasiado trabajo y no he tenido tiempo sino de llegar a hacer de ama de casa responsable y dormir T_T, bueno haría pubicidad descarada como la profesora McGonagall,  y la hare XD pero solo mencionare los autores :P Xanat léanla esta genial sus fics, Majito Wales, la profesora Mc Gonagall, Kaede sakuragui, entre otras:P ahora si me despido Lunita Shinigami

 


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