Prologo
Es gracioso como en un momento estás tranquila leyendo un libro y de repente ocurre algo que cambiara tu vida al 100%.
En el instante que oí la puerta de la biblioteca abrirse con tanto estrepito supe que algo andaba mal. Entonces mi primo Kyon apareció frente a mí parecía enojado y no entendía el por qué, me tiro un sobre que traía en la mano y yo lo ataje y lo abrí en cuanto leí el contenido mi sangre hirvió de indignación.
-¿te atreves a retarme por la mano de mi prometida primo? ¿Qué te hace pensar que aceptare tal estupidez?- su sonrisa de suficiencia apareció y eso me enfureció mas.
-lo harás prima, por honor-
-Nami me ama a mi ¿porque debería poner en riesgo su confianza?- tenía ganas de destrozar algo con mis manos de lo molesta que estaba.
-porque no es verdad prima Nami me ama a mí en secreto-
-eso es una estupidez no dudare de Nami y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión, pero te daré tu duelo para estés satisfecho- su sonrisa se ensancho y mi ira acrecentó pero me contuve.
-bien prima al amanecer mañana- y con eso se fue, yo le ganaría eso era seguro no entregaría a Nami a ese idiota de mi primo, primero tendría que matarme para siquiera poner un dedo sobre ella, pero ¿y si el tenia razón? Quizás Nami sentía algo hacia él, No, el solo quería jugar con mi cerebro Nami me amaba y yo se lo demostraría.
Sueño 1
Estaba lista para todo, para morir si era necesario si no obtenía la victoria nada más valía mire a mi enemigo sonreír confiado, era una pelea de un mago contra una guerrera el tenia la ventaja y lo sabia mis posibilidades de ganar eran nulas casi cero pero mientras hubiera una diminuta oportunidad yo la tomaría y pelearía con todo .
-Ya lo sabes este es un duelo a muerte primo quien gane se queda con todo y el pierda con nada, Nami se quedara conmigo ya lo veras- el sonrió más aun, una sonrisa que ocultaba algo no repare en que podía ser solo me puse en guardia levantando mi espada hacia él la hoja centello amenazadoramente pero él no pareció inmutarse aun sonreía desesperándome con esa actitud.
- cuando quieras empieza- me reto él pero no caí si actuaba impulsivamente solo conseguiría mi muerte, lo estudie tratando de averiguar que planeaba pero no conseguí nada no tenía idea de que podía estar pensando.
-ataca de una vez primo no caeré en tu juego de provocación no soy idiota-
Lo incite esperando que hiciera algo y con su sonrisa molesta movió su varita exclamando un “como quieras”.
Hoy un sonido sobre mi pero no me di tiempo de ver solo me moví y escuche el estruendo cuando lo que fuera que tiro cayó al suelo levantando una cortina de tierra cuando esta desapareció pude apreciar que lo había tirado era una roca enorme y un escalofrió me recorrió aquella cosa muy fácil podría haberme aplastado matándome al instante, escuche mas sonidos sobre mi y solo me limite a correr uno a uno las rocas se estrellaron contra el suelo levantando polvo y limitando mi visión intente quitarme la tierra de los ojos pero aun así seguía viendo borroso y mis ojos lagrimeaban cosa que no me ayudaba mucho si no podía ver momentáneamente solo me quedaba escuchar.
-prima, ¿por qué no haces las cosas más fáciles y dejas que te aplaste?-
-¿bromeas?, no me rendiré tan fácil pienso pelear hasta el final- le respondí llena de ira, ¿creía que me iba rendir sin pelear? No, nunca lo aria
-muy bien pues sigamos- mis ojos dejaron de lagrimear y mi visión regreso aun no al completo aun había momento en que parpadeaba y veía borroso pero algo era mejor que nada, vi un resplandor dirigirse hacia mí y lo esquive por muy poco el aire golpeo caliente por donde la esfera paso, bolas de fuego, un golpe típico de los magos. Cerré los ojos captando el más mínimo sonido que me indicara por donde venían los proyectiles uno tras otro se dirigieron hacia mí , esquive la mayoría pero algunos si lograban alcanzarme y la piel me escocía en donde habían logrado golpearme mi mejilla sangraba que era donde una esfera me había dado en pleno los demás había sido roses menores pero aun así ardían seguía con los ojos cerrados esperando, debía prepararme para lo que me lanzara no podía atacar hasta que su poder menguara entonces sus hechizos disminuirían y seria mi momento, era difícil oír con mi respiración tan agitada pero los anteriores ataques habían logrado cansarme un tanto, abrí los ojos cuando me canse de solo escuchar mi respiración y en ese segundo sentí como algo me golpeaba desde atrás y luego un ardor atroz recorrerme la espalda el golpe me hizo tambalearme hacia adelante y luego sentí otro impacto contra mi hombro , luego otro y otro. Mi cara, mi estomago y mi pierna fueron sus objetivos en el último golpe logre distinguir que eran, látigos de fuego era un golpe muy preciso y doloroso cada lugar que había sido impactado ardía como el infierno y con cada movimiento era peor y sangraba mas, los impacto se detuvieron y oí a mi primo reír.
-Que malos reflejos prima- se mofo, lo busque con la mirada pero no lo halle no estaba por ningún lado.
-cállate y pelea de frente conmigo, no te escondas- si algo odiaba era que no me dieran la cara.
-¿esconderme? No hago tal cosa- y apareció frente a mí a solo a un metro de distancia viéndose tan fresco como al principio y estaba segura de que yo me veía fatal si él seguía usando ataques a distancia yo perdería así que antes de que él pudiera predecirlo me abalance contra el intentando apuñalarlo pero él se movió y termine cortando su brazo y el gimió de dolor, era tiempo que sintiera algo de lo que yo sentía pero intentaba con todas mis fuerzas no centrarme en el dolor y si en mi enemigo, cualquier distracción significaría mi derrota .
-si tuviéramos una pelea espada contra espada te aria puré y te verías peor que yo ahora- le dije retándolo, en una pelea de iguales yo lo destruiría.
-eso crees prima, pero olvidas que también fui entrenado en el arte de la espada te podría destruir muy fácil- su varita resplandeció y se convirtió en una espada, ahora si sería interesante.
Me puse en guardia y él lo hizo también, aunque lo hubieran entrenado para usar una espada aun seguía siendo un mago y estaba más acostumbrado a su varita podía ver cómo le pesaba la espada.
Con un movimiento rápido lo ataque y me bloqueo con facilidad, aseste golpe tras golpe siendo bloqueada una y otra vez el sonido de los metales chocando resonaban en el lugar con cada ataque que bloqueaba él se veía más cansado y después de unos minutos estaba jadeando yo aun podía soportar más sin estar tan cansada como él se veía estaba entrenada para eso.
-¿qué te pasa primo? Luces cansado y apenas comenzamos- esta vez me toco a mi sonreír, el sonrió también en respuesta pero aun jadeaba.
-tonterías, ¿Cómo crees que estaría cansado con tan débiles ataques?- deje mi sonrisa y el ensancho la suya sabiendo que había golpeado mi orgullo.
-muy bien primo este será el último round, peleare con todo espero estés preparado para morir-
-la que morirá serás tú, empieza cuando quieras-
Lo ataque con todo buscando algún hueco en su defensa pero seguía bloqueando todas mis envestidas sin embargo note como su agilidad disminuía y cuando bloqueo mi ataque hacia su cuello con un giro rápido quite la espada de sus manos y esta callo muy lejos de él detrás de mi donde no podría alcanzarla sin quitarme antes, me miro con los ojos abiertos de par en par mientras la hoja de mi espada se encantaba en su barbilla lista para dar el golpe final.
-bien prima parece que has ganado acaba con esto como debe ser- me dijo con una sonrisa que me congelo la sangre, repleta de maldad- vamos prima hazlo- me incito pero negué con la cabeza y quite la hoja.
-no quiero tu vida ya he ganado- envaine mi espada y gire para buscar a Nami a la que había visto alejada del campo de lucha cuando llegue. Pero antes de poder terminar de girarme un agudo dolor me atravesó la hoja filosa se hundía más y más en mi carne y cuando encontré a quien la empuñaba el dolor de mi corazón al romperse en pedazos opaco cualquier otro.
-Nami…-susurre si creer lo que veía me negaba a creerlo no podía ser ella no aria esto-¿Por qué? – pregunte costándome pronunciar cada silaba mi vida se iba poco a poco, ella retiro la espada de un fuerte jalón y yo gemí cayendo de rodillas pero aun mirándola, esperando una respuesta.
-por que Forty yo jamás quise nada en realidad contigo, solo fuiste un estorbo en mi camino- esas palabras dolieron más que cualquier corte, más que cualquier golpe y las lagrimas acudieron a mis ojos, mi vida se acababa con cada respiración pero ya no me importaba, ya nada me importaba sin Nami ya nada más valía al menos moriría y no tendría que sufrir el dolor de perderla.
Mis parpados pesaban una tonelada y solo quería dejarme ir y ya no pensar en nada. Escuche una risa a mis espaldas y con la poca fuerza que me quedaba me gire, mi primo se reía de mí y de mi sufrimiento pero poco me importaba.
-al final gane yo prima-
-si…lo hiciste…- si él había ganado y yo lo había perdido todo, vi su sonrisa unas segundos más y ya cansada de tanto dolor y pesar me deja caer en la oscuridad de la que nunca saldría y tampoco quería hacerlo.