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El rincón de los sentidos por Blacky

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Notas del fanfic:

Escritos por:

Layla Iberia Uesugi (Riku Hashimoto)

y

 Blacky (blacklady)

Aqui el otro ficu~ http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=70940

Notas del capitulo:

Espero me recuerden! y si no... lloraré! ;-;

Nah, mentira, adivinen que? siiii regreso con algo "fresco" y estoy orgullosa de ello, un fic paralelo... algo "nuevo"

Aaaah enserio que estoy feliz, dedicatoria especial dices? Para nada, es para todos los amantes del Yuri *¬*

Aclaraciones: La doctora Amir es MIA (?) xD enserio... es MIA!

y nuestros personajes no cobran por quincena (?)

Los dejo y nos leemos abajito!

Comenzaba a caer la noche, sabía que llegaría tarde a la cita que mis padres habían arreglado con una psicóloga o ¿era psiquiatra? En fin, que más daba, tomé el primer autobús con dirección al hospital de Goya, vaya suerte que tengo, ¿dónde hay un autobús cuando se necesita? Pasando los diez minutos apareció uno, subí lo más cuidadosamente posible, pues de correr o tratar de subir a prisa mi ropa interior quedaría a vista de todos ¿por qué? Pues usaba una pequeña falda y obviamente no queríamos que eso pasará.

-Buenas tardes señorita- Me saludo el conductor, lo único que hice fue sonreír e inmediatamente pagar, adivinaron, el conductor deseaba que le mostrará técnicas de seducción y belleza cosa que yo, no tenía tiempo de hacer.

-Sí, guapo- Estaba muriendo de risa, el conductor si era gay, era divertido, algún día hablaría con él y me haría su amiga, ahora al hospital, cuando por fin baje del autobús corrí todo lo que las piernas me dieron, para ser sincera, la cita no me importaba mucho, pero sería un desperdicio no llegar, me habían dicho que me darían algo a cambio si asistía.

Entre al edificio, era enorme, en toda la extensión de la palabra, pasillos por aquí, pasillos por allá, enfermeras corriendo por los blancos pasillos, doctores mirando a las enfermeras, maldición.

-disculpe ¿dónde encuentro…?-

-Al fondo del pasillo, puerta número siete- sonríe la chica amablemente, ¿cómo supo que buscaba? ¿Qué más daba? Corrí y seguí corriendo, al entra vi a la “loquera” como yo la llamo vagamente, examino a todos, no parecían chiflados, al menos eso quería creer.

Me extrañaba de sobremanera en la forma agresiva que algunos la trataban, y por qué negarlo, me molestaba, ella solo cumplía con su trabajo,  pasaron varios minutos antes de que hablase conmigo, pero no me desesperé, algo muy raro en mí, me desespero fácilmente, siempre.

-Bien eres la última... y dime... ¿Por qué estas aquí?- Me pregunto, analice la pregunta, bueno, la verdad, em… hice un esfuerzo casi sobrehumano para no quedarme llorando como un bebé asustada, pensé en que debía saltar por la ventana y si sobrevivía sería genial, aunque, esto no era tan malo, oh, ¡tenía los ojos cristalizados! ¡Iba a llorar! Tome aire y miré el lindo arbolito que estaba en la ventana.

-B-bueno- comencé luego de tranquilizarme -Es por que... Tengo un ligero problema, nada grave y... me gustan las chicas- murmuré sonrojándome fuertemente, sin atreverme a mirar sus ojos, bajando la mirada hasta lo más profundo del suelo, eso sonó algo loco.

 

Lo feo estaba llegando, dijo algunas cosas como “llévense a ellos, yo me encargaré de ella” Eso fue un problema grande para mí, no quería decir esto pero… “estaba realmente aterrada” dirigió su mirada hacía mí.

 

- ya veo...sígueme hablaremos en mi consultorio- la miré asustada, ¡yo era la peor! Eso dolía... ¡Rayos! Comenzó a caminar.

-D-de acuerdo- sonreí a mi pesar, enserio que iba a salir corriendo de allí, ¡yo solo tenía 18 años! No estaba loca o loca o... ¡estaba loca! -Eeem... ¿Esto es grave?- susurre ligeramente asustada, no se burlen, enserio tenía miedo y ella no decía nada más. Seguimos caminando, pasillos, pasillos y sí, adivinaron más pasillos, por la mente cruzo la idea de que “Me llevaba a un lugar solo y me violaría” o “Su consultorio estaba muy lejos” opte por la segunda opción, puesto que era más lógico y solo venía a tratar mis “traumas” no a cumplir mis fantasías… eeeh, como sea. Llegamos a su consultorio, ¡por fin! Pasé y con un ademan hizo que tomará asiento, ella se dirigió a una cafetera.

-¿Quieres algo de tomar?- No contesto mi pregunta, de hecho me pareció que estaba jugando con mi preciada salud mental, ¡que mas daba! No podía quedar más loca… o… ¿sí? ¡Dios mío! Por favor que mi salud mental esté bien, no soportaría alucinar.

-A si estoy bien, no se preocupe- sonreí tratando de parecer normal, creo que mi rostro no era nada normal, ¿y cómo serlo? Si ya no había nada cuerdo en mí, pobrecita de mí. Huy tenía una linda vista desde aquí. Esa ventana me gustaba. ¿En qué me quede? Ah, sí.

 

-A todos les gusta la vista, yo ya me acostumbre a verla a diario…- Lo decía tan normal, pero la vista era ¡Esplendida! Oh, lo que daría por tener una vista tan hermosa - Bien...y ¿cuál es tu nombre señorita?- Amaba el porte de esta doctora, me vi obligada a mirarla, quiero un porte como el de ella, si bien mi porte no es tan malo, pero ella es ¡perfecta! Evitaba mis preguntas, quería diversión, ¡Tendría diversión!

 

-Mi nombre es Lucy, me gustaría conocer el suyo- le sonreí felizmente.

 

-Vaya Lucy bonito nombre- Y seguía entretenida con su café, un sorbo más y yo terminaría babeando - Mi nombre es Amir- Me respondió recargando sus codos sobre el escritorio y posando su mentón sobre sus bellas manos. - Y dime, cual es el problema que te trajo por aquí- ¡¿Pero qué?! Se le había olvidado, genial… debía decirlo.

 

-Em... bueno, me... me gustan las chicas- susurre mirándola sin quitar mi sonrisa, ¡tenía esperanzas! Ya saben, si algo se olvida, no es tan malo o importante. ¿No?

 

- Ok...pero yo te pregunte qué problema tenías y...a mi parecer eso no es problema bonita...- ¡Me llamo bonita! Recargo su cuerpo en el respaldo de la silla, me miró seria, me dio miedito.

 

-Bueno, eso dígaselo a mi madre, ella me mando por ese "problemota"- La miré sin emociones y tratando de no salir corriendo o quién sabe qué pasaría si por alguna u otra razón, la dejaba solita.

 

- Me imagino que si....las madres son tan histéricas...por eso me fui de la casa a los 16-  Esas declaraciones eran fuertes, creo... Pero supongo que debía ir tomando confianza... ¡Esperen un momento! Ella... la miré con duda -Pero dime, ¿tú crees que tienes un problema por eso?- Pensé un momento la respuesta.

 

-No tengo ningún problema con eso- Le sonreí... -¿Usted... también es...?- No pude terminar mi pregunta, no debía incomodarla... ¿no? ¡Pero tenía deseos de saberlo!

 

- ¿Qué? ¿Te preguntas si me gustan las mujeres?- Rió un poco ante su comentario o… ¿fue otra cosa? - Digamos que puedo ver la belleza de un hombre como la de una mujer, digo, mientras se quieran que importa lo demás... ¿no crees?- Dijo totalmente tranquila, que hermosas palabras, se expresaba muy bien.

 

-Sip, tiene razón- me recargue en el escritorio -Entonces, ¿qué hago? ¿Irme de la casa?- sonreí mirándola, mis ojos tomaron un extraño brillo.

 

- oye, tampoco te precipites, tu madre tampoco es tan mala....eso quiero creer...- Comenzó a escribir algunas cosas en su libreta, probablemente ese sería mi expediente “secreto x” quería mirar que anotaba, pero no me dejo hacerlo. - y si lo que ella y tu querían sabe era si estabas enferma pues te digo...para nada, pero de todos modos vendrás unas cuantas veces más hay que hacer más pruebas y blablá no lo tomes a mal...pero ya sabes los jefes siempre quieren pruebas y mas...no saben que ellos son los locos.- Sonrió muy natural y eso me tranquilizo. Eso quería decir que no estaba para nada loca.

 

 

-Eeeh, si, ellos... están chiflados o locos y... bueno... usted sabe- sonreí levantando mi cabeza tratando de mirar lo que ella escribía. Si segundo round.

 

- Je no tienes idea... Enserio tu no trabajas con ellos las 24 hrs del día....- Me miró y al tiempo guardo su libreta en el cajón del escritorio y unas cuantas notas en su bata.

 - Y ¿Cuántos años tienes bonita?- Me pregunto.

 

Aaaaah, me dijo bonita nuevamente terminaría amándola si seguía hablándome tan lindo. -Em… tengo 18... Bueno, casi 18 ¡ya seré libre!- sonreí macabramente -Quiero decir, que soy muy responsable, ¡eso mismo!- Miré para otro lado -y usted, ¿Cuántos años tiene?- Estaba deseosa de saber la edad de mi linda doctora.

 

 - ¡vaya! ya serás toda una señorita responsable....avísame y nos vamos de fiesta…- Rió un poco y se acerco a mí, se sentó a… Dios mío… ¡A mi lado! ...- Yo tengo 23-

 

-Sip, ¡nos vamos de fiesta!- Era cierto que me había puesto lo bastante nerviosa para sacarme de mi, pero no sería tan fácil. -¡Oh es tan joven, los años no pasan por usted!-  La miré sonriendo y era cierto, se veía mas joven, pero bueno, ya me lo imaginaba al tener ese trabajo allí debía tener más de 20.

                                                                                                                    

-Pues al menos aun no me vuelvo loca y con arrugas....tiendo a divertirme con las personas de este lugar ¿sabes? algunos aunque sus problemas no sean los mejores hacen que pasemos mejor los días en el hospital- Miró por la ventana y claramente esas eran de las cosas que yo apreciaba ¿por qué? Porque me estaba confesando algo… Lindo, desde mi punto de vista. - y mira ahora llegaste tu, para alegrarme aun mas, trabajar con niñas tan bonitas y adorables no cualquiera ¿eh?- No por favor.

 

-¿Q-qué dice?- Me sonroje desviando la mirada hacia algún punto inexistente, ¡No por favor! no me alague... Me elevará e iré al cielo y... -Y usted, ¿es casada o tiene algún compromiso?- trate de romper el nerviosismo por mi parte, ¡Alto! ¿Se habrá escuchado feo? -No es por nada en especial... Pero, bueno- sonreí nerviosamente mirándola por fin.

 

-Está bien pregunta lo que quieras...hay que pasar el rato...- Cruzo las piernas y dejo que su brazo descansará en el respaldo -Pues, podría decirse que por compromiso familiar estoy comprometida...pero bueno, no es por gusto, en realidad siempre intento que desistan de esa idea...- Suspiró pesadamente, algo no andaba del todo bien. - así que dejémoslo en que estoy soltera y sin nadie que me quiera...- Sonrió -¿Y tú? ¿Alguna afortunada que se robara tu atención?- Si ella supiera… Vengo huyendo de mi “pasado”

 

No podía negarlo, la pasaba muy bien con ella, y si había pensado cosas como sexxx eso ya estaba en el olvido. -Pues aún nadie ha robado mi atención... pero creo que no pasará mucho tiempo para que lo haga- Eso sonó atrevido, está bien, ya lo había dicho, comencé a jugar con mi cabello, clara señal de que ya no tenía ideas... -veamos, ¿hay alguien que a usted le interesa?- pregunte decidida... Pero a ¿Qué?

 

- Vaya, afortunada la chica que lo sea...- Y al tiempo se acerco bastante a mí como para… Oh, esto era… Mi sucia imaginación que solo me jugaba malas pasadas, ¿no?  - Mmm tal vez....pero no sé, tengo que esperar a que esa personita me de algo para demostrádselo- Me miró y yo… me quede desarmada.

 

-Eeeh, ¿s-si? -¡¿Qué demonios?! Me sonroje peor que... el cabello de Abarai Renji! Conocen a ese teniente ¿no? Soy aficionada al anime, ya sabrán a que me refiero... -Y... ¿Ella trabaja aquí?- Creo que esos eran... ¡NO! ¿Y-yo? ¿C-celosa de alguien a quien no conocía? ¡Imposible! Mi sonrojo no desaparecía ¡diablos!

 

- No, no trabaja aquí...- Siguió tomando de su café. - Pero si la conocí en este lugar.- Y eso fue todo, me quede sin armas, sin nada…

Suspire profundo -Bueno, supongo que tengo competencia, ¿no? susurre levantándome de la silla, camine hacia la ventana, analizando cada palabra que había dicho -Bueno, bueno... ¿que mas?- dije sin quitar la vista de la ventana.

-Bueno, creo que continuaremos nuestra platica otro día, nuestra hora de cita termino, tengo que regresar con mis demás pacientes...pero ven mañana a la misma hora, y si hay algún problema que desees contarme hazlo...como tu doctora te ayudare en este tiempo que nos veamos ¿sí?...- Me miro desde la silla en donde estaba sentada.

Sonreí a mi pesar -Si, eso estaba por decir, nuestra cita terminó hace, ¿diez minutos?- El tiempo, ¡maldito tiempo! Ahora debía volver por como había llegado -Esta bien, vendré la siguiente vez... Creo que estoy pensando seriamente en irme de casa- sonreí divertida -¡Mi doctora me dio una gran idea!- camine hacia la salida -fue todo un placer- la miré con una mirada extraña.

 - también fue un placer conocerte bonita...- Me tomo de la mano y beso mi mejilla, me sonroje y trate de disimularlo lo mejor que pude. - solo no hagas algo tonto ok...no quiero ser la causante de que la señorita se vuelva una rebelde...así que cuídate y nos vemos linda.-

-d-de acuerdo- salí corriendo del consultorio, sentí que volaba, golpee a varias persona, que locuras... Mi psicóloga, ¡me volvía loca! Ah, vaya, ¡todo salió bien! Seguí corriendo y al estar fuera del lugar, miré hacía atrás y sonreí abiertamente, no era tan malo después de todo, si, en el transcurso del camino, iba pensando en las cosas buenas y la duda que tenía… ¡¿Quién era esa chica?! No descansaría hasta encontrarla y entonces… Ajustaríamos cuentas.

Notas finales:

Tomatazos? La fruteria entera?

Sin más que decir he aqui el primer capitulo, no olviden leer el de mi amada Layla *-* (?) xD!

Enserio, para tener un mejor entendimiento es recomendable leer ambos ;D y si, tambien hago publicidad (?)

Sin más que decirles, me despido.

¡¡Que la fuerza, el yuri, lemon y perversiones les acompañen!!


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