¡Déjame salir por favor! ¡Te lo ruego! Esas eran las palabras, que yo gritaba en aquel horrible sueño, mi nombre es Estela tengo 17 años y me encontraba soñando que estaba enterrada viva, que sueño tan mas raro porque le rogaría a alguien que me sacara si nadie me escucha, no cabe duda que mis sueños además de espantosos son tan tontos, hasta en sueños todo es una porquería.
Por ahora es de mañana me dirijo a la escuela, prefiero estar ahí que aquí… el clima es helado, siempre lo es aquí, una ciudad al norte de Canada. Mientras camino hacia la escuela veo gente caminando, ¿Por qué será que toda la gente va acompañada menos yo? Quien sabe, hay gente que está destinada a estar sola o sera que la gente tiene miedo a estar sola.
Al llegar a la escuela no me espera nadie casi no me relaciono con la gente y menos con la de mi edad, no me gustan los adolescentes.
Solo esta María con esa linda sonrisa en su rostro, ella es una chica encantadora siempre peinada de una manera tan femenina me recuerda siempre a una muñeca, ella ha sido amable conmigo todo el tiempo desde que la conocí, desconozco su motivo de amabilidad hacia mí, pero no le tengo confianza ya que la conozco desde hace poco.
Ahora empieza otro día en la escuela, este lugar es mi refugio, me mantiene ocupada de pensar en cosas que no quiero es por eso que tengo notas altas. Después de esto me dirijo a mi casa, este lugar no es sinónimo de la palabra hogar. La situación en mi casa no es muy buena, no siempre fue así, me entra una gran nostalgia al recordar esos días de felicidad y paz que ya se han ido. Todo mi problema comenzó cuando entre en mi adolescencia es por eso que de cierta manera odio el yo de ahora.
Antes de tener 13 años vivía en una familia de papa y mama, una familia muy bonita y pacífica. Pero fue en ese año que nuestra situación económica comenzó a empeorar, mi madre se las arreglaba con 70dls a la semana para darme de comer, pagar mi escuela y pagar gastos de la casa. Mi madre le reclamo a mi padre que ya no teníamos el mismo dinero de antes y lo acusó de estar gastándose gran parte del dinero en otra cosa, mi padre se enfadó mucho nunca lo había visto tan enojado, él le respondió que no le importaba en que se gastaba su dinero, que para eso trabajaba tanto, yo ya no quise escuchar más. Siguieron discutiendo hasta que mi padre se cansó y se fue.
Paso una semana y mi padre regreso pero con un abogado, vino a pedirle el divorcio a mi madre. Mi madre lidio con el divorcio como por 2 años, al final consiguió que mi padre le diera una pensión porque yo me quedaría con mi madre. Después de un mes de que termino el divorcio mi madre se dio cuenta de que mi padre la había engañado por 3 años con una mujer que conoció en un viaje a Inglaterra, esa era la razón por la cual no nos daba dinero, le mandaba gran parte del dinero a ella. Mi madre quedo destrozada y entro en depresión. Luego de esa noticia se dio cuenta de otra peor, mi padre se fue a Inglaterra con la mujer y hasta ahora sigue viviendo ahí.
Este ha sido el capítulo más triste de mi vida hasta ahora, recuerdo que cuando tenía 14 años una noche le pregunte a mi madre si papa regresaría, ella rompía en llanto y no contestaba mi pregunta.
Meses después mi madre seguía con la depresión y comenzó a beber, esto fue lo peor que pudo haber hecho, no puedo soportar las ganas de llorar cuando recuerdo todo esto pero mientras he estado creciendo he aprendido a acostumbrarme. En una ocasión entre a mi casa y encontré a mi madre con un hombre, no pude soportarlo salí de mi casa y estuve todo el día fuera.
La situación sigue igual es por eso que no me gusta estar mucho tiempo en mi casa, no es entretenido ver como tu madre se embriaga hasta tal punto de no poderse parar. Ya no he vuelto a ver a mi padre esto me dejo un gran vacío que jamás podre llenar.